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❪𝟰𝟭❫ ; 𝘀𝗲𝗲 𝘄𝗶𝘁𝗵 𝗼𝘁𝗵𝗲𝗿 𝗲𝘆𝗲𝘀.

ARC THREE; EVERYTHING FOR THE ANGEL
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CAPÍTULO CUARENTA Y UNO;
VER CON OTROS OJOS
❛¿intuición o sentido común?❜


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©Shanxlabyx
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PARA HANAGAKI TAKEMICHI ESTAR EN ESA SITUACIÓN LO TENÍA MÁS que asustado, mirando con espanto hacia enfrente. Aún se escuchaban los golpes, la salpicadura de la sangre y a su vez unos quejidos bastante ahogados que parecían silenciarse poco a poco; observaba fijamente como Baji Keisuke estaba dándole una paliza a su mano derecha, Matsuno Chifuyu, temblando con sólo pensar en que le harían si saliera corriendo por el simple espanto.

Llegó a pensar que sería conveniente que precisamente alguien de aquella pandilla algo nueva, y de la cual apenas y tenía información, lo llevara hacia su guarida, iba a poder tener chance de hablar con Baji y buscar una manera de traerlo devuelta a la TōMan tal como se lo prometió a Mikey, -aparte de que su pellejo estaba en juego- y de paso ver quién rayos era Yūki y también sacarla de ahí, si es que era verdad que era parte de Valhalla. Pero llegar y encontrarse con eso no estaba dentro de sus planes.

Su corazón palpitaba fuertemente contra su pecho por la simple ansiedad de que lo hayan llevado ahí para hacerle lo mismo que Keisuke estaba haciéndole a aquel chico que reconocía como miembro de la Tōkyo Manji, sobre todo al usar el uniforme.

Los golpes cesaron poco a poco en dónde él rubio en el suelo quedó bastante inerte, apenas logrando respirar mientras su rostro estaba cubierto por su propia sangre que llegó a salpicarle al capitán de la primera división quien iba recuperando el aliento, mirando fijamente hacia él. Se levantó y dejó salir un pequeño suspiro, formando luego una sonrisa que relucía los colmillos en su dentadura.

—¿Y bien? —Keisuke alza la mirada mientras se desataba el cabello, enseriando si rostro—. ¿Te parece suficiente, Hanma? ¿Vas a dejar que me una a Valhalla?

Takemichi dirige su mirada hacia en dónde parecía estar este mismo, teniendo un pequeño recuerdo del tres de agosto en dónde un tal Hanma se presentaba y decía ser líder temporal de Moebius. Este se encontraba sobre unos muebles viejos observando con una sonrisa toda la escena, sólamente soltando una pequeña risa al momento que Baji le habló. Parecía bastante divertido con todo, al igual que los otros tipos sentados cerca de él.

—Quién lo diría. Ese tipo te acompañaba desde siempre, ¿no? —dice uno de ellos mientras comía papas como si se tratara de un espectáculo.

—Me sorprende que llegaras tan lejos.

—¿Y bien? No vine a oír sermones. —bufó Baji con cierto fastidio por sus señalaciones.

Hanma vuelve a soltar una risa mientras se levantaba de su lugar en un rápido movimiento, estirándose un poco y colocando sus manos en sus bolsillos. —Kazutora.

—Si. —responde el del tatuaje del tigre con una sonrisa, en donde Takemicchi lo miró bastante nervioso.

—¿Todo listo?

—Si. Este es Hanagaki Takemichi. —mira hacia el teñido a su lado con una sonrisa y mirada casi vacía, en donde el mismo lo miró con confusión—. El nuevo miembro de la TōMan.

El cuerpo del aludido fue recorrido por completo en un escalofrío apenas escuchó esas palabras, junto la expresión casi vacía de aquel chico que casi lo había saludado momentos atrás como un amigo de toda la vida. Miró a su alrededor con nervios al sentir la atención colocar en su persona, sintiendo sus piernas temblar imperceptiblemente por los mismos nervios que estaba cargando encima, mirando hacia Hanma al sentir aún su mirada fija en él, mostrándose sonriente.

—¿Tú eres Hanagaki? —la sonrisa que tenía en sus labios se desvanece de un segundo a otro—. Da un paso al frente.

Dudó varios segundos en acatar su orden, pero antes de poder decir algo, uno de los tantos miembros de Valhalla lo empujó sin pudor alguno hacia enfrente, provocando que a tropezones avanzara. Alzó su mirada aún nervioso cuando quedó enfrente de Baji, quien continuaba teniendo pequeñas gotas de sangre a lo largo de su rostro. Este lo miró en silencio por algunos segundos, alzando un poco sus cejas.

—Eres el del otro día... —murmura luego de reconocerlo, frunciendo el ceño—. ¿Viniste a tú muerte?

—¡Matalo!

—¿¡Eh!? —Hanagaki mira rápidamente a su alrededor al escuchar los coros de todos los miembros de Valhalla, mirando con apremio hacia el rubio tendido en el suelo completamente ensangrentado, sólo pensando en una cosa.

¿Acaso iba a ser el siguiente? Definitivamente estaba muerto.

—¡Pero hazlo rápido, que no tengo todo el día!

—¡Rápido, rápido!

Takemichi mira rápidamente hacia el pequeño coro de voces femeninas que se hizo presente entre las de los chicos, quedándose un poco deslocado al ver, entre los tantos asientos viejos de aquel arcade, a un pequeño grupo de chicas que no eran formado por más de cuatro.

Alzó sus cejas al verlas usar la chaqueta de Valhalla, dónde al menos dos parecían bastante insistentes pero no por entusiasmo, hasta parecían inquietas, a comparación de una de ellas que miraba en silencio todo a la par que comía una piruleta, moviendo una de sus piernas cruzada sobre la otra mientras sus orbes dorados lo escanean brevemente, casi con desinterés.

❛¿Alguna de ellas será Yūki?❜ se preguntó en medio de sus nervios, recordando inevitablemente como Manjirō mencionó que Miyūki tenía el cabello blanco; una era pelinegra de cabello corto, una castaña con mechas rojizas, bastante bonita, quien la colocaba más de los nervios, de cabello oscuro con un par de mechas rubias y unos apagados orbes dorados, teniendo una mirada aburrida. Aunque a su lado una cuarta fue quien le llamó la atención, teniendo su mirada agachada.

Efectivamente esta tenía el cabello blanco, tal cual como la nieve, pareciendo tan irreal que hasta sus cejas y pestañas sean de ese mismo color. Su aliento se atascó por algunos segundos en su garganta cuando un pequeño flash le vino a la memoria del Tres De Agosto cuando él se lanzó hacia la encapuchada que golpeó con el bate a el ángel de la TōMan.

«—Casi me vuela los dientes... ¡Tu, idiota... —alzaba su mirada, encontrándose con unos penetrantes ojos cristalinos mirarlo fijamente—. ¿Eh? Tú...»

❛Son los mismos ojos... El cabello blanco. Es... Es ella❜ recordó el estado en coma del primer futuro de Masumi, viendo a quien había sido la responsable de ese suceso y de quien había logrado evitar que lo cumpliera completamente; en aquel intento de dejar más que incapacitada a la de orbes rosáceos. Era la persona que la había atacado con el bate el Tres de Agosto.

—¿Ese era tú amiguito desde pequeños, verdad? —le decía la castaña hacia Miyūki casi con incredulidad, llegando a soltar una risa—. No se inmuta ni un poquito al punto de que asusta...

—Al menos tiene a un hombre que no dudará en golpear a alguien por ella. —rio la pelinegra con un poco de coquetería y diversión, sentada al lado de la de ojos dorados, inclinándose a esta—. ¿Verdad que sí, Shin-chan?

Takemichi observaba en silencio como aquella chica continúo mirándolo por varios segundos sin mucha importancia, desplazando su mirada hacia Baji y luego a su alrededor en dónde continuaban coreando la palabra «matalo», haciéndola fruncir el ceño. Tomó el palito de la piruleta que desgustaba y la sacó de su boca.

—Shūji. —dijo esta misma casi en un pequeño llamado de atención para que apresurara las cosas.

El aludido sólo sonrió y soltó una pequeña risa, acatando sutilmente a sus palabras y alzando una de sus manos para callar a todo el escándalo emocionado de los miembros de Valhalla porque matarán al pobre Takemichi que seguía mirando hacia la albina por varios segundos, analizando en silencio como esta miraba perdidamente hacia el suelo, sin expresión alguna, como si de verdad no sé inmutara con lo que sucedía.

—¡Baji Keisuke, miembro fundador de la TōMan y capitán de la primera división! —la voz de Hanma se hizo presente luego de que el silencio inundara el lugar—. ¡Dice que quiere dejar la TōMan y unirse a Valhalla!

Los murmuros no se hicieron esperar, tanto buenos como malos, mencionando los pros y contras de que alguien como Baji Keisuke entrara en la pandilla, sobre todo al ser un pez gordo. Pero, antes de seguir argumentando, Shūji toma nuevamente la palabra.

—¡Si, es un asunto de lo más importante! —se reincorpora nuevamente en altura, girándose a sus subordinados—. Al incorporarse, Baji sería de gran ayuda en nuestros planes para acabar con la TōMan. Pero primero tenemos que asegurarnos de algo. —hace una pequeña pausa, colocando una de sus manos en su cadera—. Podría ser un espía de la TōMan. Y por eso, Kazutora nos trajo un testigo.

La mirada de la mayoría se coloca sobre el viajero del tiempo casi de inmediato, al ser alguien completamente ajeno a su pandilla. De alguna manera pudo sentirse un poco más tranquilo el saber que no iba a ser otra vez una "prueba de fé" y le iban a partir el hocico y quien sabe que más, sintiendo que podía respirar un poco más tranquilo, aunque no del todo, debido a que se sentía como un pequeño pedazo de carne en medio de un montón de leones.

❛Espero que después de esto no me vayan a golpear...❜ siente nuevamente un escalofrío por su cuerpo, dirigiendo una vez más su mirada hacia el chico en el suelo, alzándola hacia el pequeño y quizás único grupo de chicas en el lugar, fijándose en la que más destacaba físicamente; Miyūki parecía casi ignorar la situación por completo.

—¿Mm? ¿A quién tanto miras? —la voz de Shūji lo saca de sus pensamientos, mirando rápidamente hacia él. Alza una de sus cejas y mira hacia la misma dirección—. Oh, es a la pequeña Yūki-chan.

La aludida alza finalmente la mirada cuando es nombrada, llamando su atención. Finalmente Takemichi tuvo contacto visual con ella, sintiendo un pequeño deja vu al momento que se miraron a los ojos, no siendo la primera vez; ahora logrando observarla mejor, viendo su cabello corto hacia los hombros casi de manera desordenada, en donde incluso uno de sus cabellos cayó por su rostro apenas alzó la cara.

Al igual que la mayoría, vestia con la chaqueta blanca de Valhalla, una camisa de rayas negra debajo así como unos shorts y botas. De varias manera era bastante destacable, su apariencia era llamativa; su albinismo era peculiar y único, sobre todo con los ojos azules que cargaba y no dejaban de mirarlo en ningún momento, agregando que era bastante pequeña al lado de todos.

No mentiría al decir que era como el hielo por la forma fría que lo miraba, casi sin importancia y algo de aburrimiento. Pero, por alguna razón sintió que tenía una mirada... triste.

—Yūki-chan, ven aquí. —llamó Shūji sin dejar de sonreír, sorprendiendolo al ver como la llamaba de repente

La albina no dijo ni hizo nada más que bajarse de un salto de uno de los tantos sofás viejos, siendo seguida por la mirada de la mayoria, incluyendo a aquel pequeño grupo de chicas que parecían bastante curiosas por el requerimiento de su presencia. Yūki caminó en completo silencio y sin rechistar hacia el más alto, quedando a su lado, destacando bastante su pequeña estatura, llegándole incluso debajo del hombro.

Takemichi se sintió un poco tensó al tenerla frente a frente, teniendo que agachar la mirada para poder verla al rostro debido a su pequeña estatura. Era más baja que Hina o Tenshi, quizás podría medir lo mismo que la hermana de Mikey. Pero, a simple vista, igual que con Kiyoko Masumi, parecía bastante inofensiva.

—¿Son amigos? —Hanma pregunta curioso, inclinando su cabeza hacia la de pequeña estatura quién no le respondió—. ¿Que pasa, Yūki-chan? ¿Te comió la lengua el gato?

—Respóndele. —había dicho Shinobu casi en una orden desde su lugar, llamando la atención del viajero del tiempo, en dónde la pequeña de cabello blanco duró un par de segundos en silencio.

—No. —responde con un tono algo firme, mirando aún hacia el suelo. Takemichi veía en silencio su expresión plana y la manera en la que hablaba.

Apretó un poco los labios, sintiendo perfectamente lo extraño del ambiente (aunque de por sí era incómodo e intimidante) cuando Miyūki se acercó. Miró de reojo hacia la pelinegra que estaba aún atenta a la escena y luego devuelta a la albina que casi ni hacía contacto visual con él, manteniendo la cabeza agachada como la mayoria del tiempo que pudo observarla, ni inmutándose cuando Baji estaba moliendo a golpes a aquel chico. Miró de reojo hacia este mismo, quien no les quitaba ni un segundo la mirada de encima, sobre todo a Miyūki, manteniendo su ceño algo fruncido, pareciendo bastante atento a la situación.

—Tú... —inevitablemente su voz salió en un murmuro, en dónde ella lo miró con aquellos orbes cristalinos—. ¿Tú estás aquí por tu cuenta? —Miyūki alzó un poco sus cejas por esa pregunta, casi sorprendida.

Apenas ella había logrado escucharlo, al igual que los demás presentes que se preguntaban que exactamente era lo que decía. Kazutora, desde su lugar, veía bastante atento la escena, inclinando su cabeza hacia un lado y provocando que el cascabel de su arete sonara, curioso por lo que sea que tratara de preguntarle a aquella chica de cabello blanco. Miyūki había quedado varios segundos en silencio.

—Oh, ella está más que por su cuenta aquí. —Hanma, quien había escuchado, habla—. Incluso antes de que Valhalla se formara oficialmente probó su lealtad. —continua manteniendo su sonrisa, mirando luego hacia Takemichi—. Desde el momento que estuvo a nada de acabar con la vida del lindo angelito de Mikey, la pequeña Tenshi.

El cuerpo de Takemichi se volvió un poco rígido al escuchar esas palabras en particular, mirando fijamente hacia el rostro casi apagado de Hayami Miyūki, recordando inevitablemente el primer futuro en dónde Tenshi había acabado en coma, dejándole en claro una cosa; su plan era asesinar a Kiyoko Masumi.

E, inevitablemente, tomó una respiración mientras la veía de manera casi insistente.

—Tú y Tenshi-san eran amigas. Según escuche al que golpearon es tú mejor amigo desde niños. —dijo, mirando hacia el suelo y las pequeñas botas de la albina. Alzando su rostro, conectó miradas con ella—. ¿En serio no te afecta nada de esto?

Miyūki lo miró con atención y en completo silencio, sin decir ni una palabra, de alguna manera casi expresando inocencia en su mirada de tal manera que le provocó un nudo en el estómago, pero no por malestar de que simulara esa inocencia; ella parecía a simple alguien cualquiera, como si en serio fuera alguien inocente y no supiera que estuviera pasando. Duró varios segundos sin decir ni una palabra, pareciendo procesar sus palabras y, por alguna razón, sentir que le trataba de decir algo y al mismo tiempo no le expresara nada.

—¿Cómo le afectaría? —Hanma rie con sorna, dándole un par de caricias a su blanquecina cabeza como a un cachorro—. Si ella misma fue quien trajo al vicecapitán hasta acá. ¿Verdad que es fría como el hielo? Ahora habla, testigo, que para eso te trajeron.

TODO AQUEL AMBIENTE FRÍO LA HACÍA SENTIR BASTANTES SENTIMIENTOS encontrados. Generalmente la lluvia le generaba un ambiente algo agridulce, sobre todo al recordar como era un día lluvioso cuando su madre falleció. Si, era relajante oír la lluvia chocar con los techos y aquel deseado clima frío que la mayoría de la gente amaba, incluyéndola. Pero era inevitable para ella no sentir cierta nostalgia por esta misma y ver los charcos de agua en los suelos que solía saltar cuando era sólo una niña.

—Otra vez va a llover... —murmuró Masumi mientras miraba hacia el cielo y sentía una clara humedad en el ambiente junto con el aroma a tierra mojada.

Otra presencia se colocó a un lado suyo, encorvándose para poder bien por la ventana luego de que ella dijera aquellas palabras. Su mirada se entrecerró y su ceñó se frunció con ligereza al notar como incluso las ventanas se trataban de empañar por el frío que había, echando algo de aliento contra el vidrio y observando como este mismo se mantenía por unos segundos. Incluso, a pesar de que había calefacción en la casa, podía sentirse el frío en el aire.

—Si, tienes razón. —dijo Draken luego de ver por la ventana. Se enderezó, mirando hacia atrás de él—. ¿Aún quieres ir, Mikey? Puede que de camino a allá se suelte una lluvia fuerte y nos quedemos varados.

El mismo, quien se encontraba recostado en el sofá un poco adormilado debido a que había tomado aquella de tantas siestas que tenía por la tarde, alzó la mirada hacia donde estaba su novia y su mejor amigo, este mirándolo con atención y aquella seriedad que tanto le caracterizaba mientras la primera continuaba mirando por la ventana con cierta curiosidad.

—Si, está bien. Sólo habría que llevar sombrilla. —sonrió con algo de levedad, mirando luego hacia el techo—. De todas maneras Takemicchi quería hablar conmigo hoy y aproveché a decirle que se pasará por ahí.

—Ah, cierto. —musitó el del tatuaje al recordarlo.

—¿Pasó algo con Take-kun? —la mayor no pudo evitar mostrar su preocupación, mirando al más alto—. ¿Acaso es por Valhalla?

—No te preocupes. No es por eso. —Draken rápidamente la tranquilizó, dándole un par de palmadas en el hombro—. Takemicchi está bien.

Masumi lo miró por varios segundos y luego desplazó su mirada hacia su novio y luego al mejor amigo de este. Sus cejas cayeron con ligereza hacia los lados con una mirada suave y al mismo tiempo algo preocupada. —¿Es lo de traer a Kei-kun de Valhalla?

Ambos muchachos se quedaron en completo silencio por aquella suposición, no, una afirmación bastante acertada. Mikey alzó un poco las cejas por el hecho de que ella sabía del pequeño trabajito que le había puesto al héroe llorón, recordando brevemente como esta había estado la mayoría del tiempo hablando por telefono cuando hablaron de eso. Draken lo miró sin decir nada, como si le preguntara con la mirada si es que no se había atrevido a decirle eso, sobre todo al notar su sorpresa.

—¿Creías que no los alcanzaba a escuchar sólo porque no estaba sentada con ustedes? —cuestionó con un poco de acusación, cruzándose de brazos—. Que no esté a su lado no significa que no los escuché. Y no era nada malo, en realidad. No estoy molesta

—Gracias a Diosito. —murmuró Mikey más tranquilo al pensar que se había molestado. Masumi no pudo evitar reír un poco por sus palabras.

—Es sinceramente algo lindo que, a pesar de todo, quieras que Kei-kun vuelva y Yūki-chan salga de ese lugar, incluso que Take-kun esté dispuesto a hacerlo. —sonrió y suavizó un poco su mirada, mostrándose un poco más triste—. Espero que Kei-kun pueda cuidar a Yuki-chan mientras estén ahí... Que los dos se cuiden.

—Mmm... Sigo procesando que no parezcas ni un poco perturbada que esa chica haya sido la que casi te mata el tres de agosto. —bufó Draken mientras metía las manos en los bolsillos de su pantalón—. Parece que te trata de dar igual. ¿Si has estado durmiendo bien? Tal vez por eso estás pensando mal.

—¡Hey! No digo que no me asusté o me tenga nerviosa. —replicó un poco alterada, suspirando con un poco de pesadez—. Sólo estoy tratando de buscarle lógica a todo esto. Además, ¡ella no es mala! Lo que sea que la haya llevado a eso debe tener una explicación, así como sucedió con Pehyan-kun. A él alguien lo empujó a hacer eso, ¿quién dice que a ella no? Hasta días antes de eso estábamos perfectamente bien.

Draken se quedó en silencio, comprendiendo que en parte tenía razón, entrecerrando un poco su mirada; Pehyan había sido empujado a atentar contra su vida ese día, aparte de estar guiado por el enojo, en donde incluso cegado por esto y atado con los retorcidos pensamientos de Moebius fue contra Masumi. ¿Quien quita que la situación pueda ser la misma? Las personas siempre hacen las cosas por algo o por alguien, incluso entendía la parte de que probablemente Baji este haciendo lo que está haciendo sólo por cuidarla al saber que ella NUNCA ha estado en una pandillas.

Quizás ha tenido algo de relación e información de estas por el simple hecho de haber sido pareja de un pandillero, puede que incluso ese mundo pareciera ser sólo peleas y más peleas pero no era así. Si no sabía cuidarse o comprender en lo que se metía, terminaría muy mal. Y a simple vista Miyūki se veía como alguien demasiado delicada e inocente, incluso más que Masumi. Además, había algo que tenía en claro y era lo que no lo dejaba tranquilo.

—A esa chica prácticamente no la conocemos. —argumentó con seriedad, frunciendo el ceño—. Sólo sabemos que es novia de Baji y amiga de Chifuyu. A Pehyan si lo conocemos y sabemos quién es. Entiendo un poco el lado de Baji que quizás sólo está cuidándola, pero a ella no. ¿Era cierto que era muy callada? Debe haber sido para pasar desapercibida.

Tenshi fue ahora la que frunció el ceño y abrió la boca queriendo replicarle, decirle que estaba equivocado pero algo la hizo quedarse completamente muda. Porque en parte tenía razón, quizás simplemente había buscado una manera de acercarse a ella para que bajara la guardia y al mismo tiempo pasar desapercibida. Comprendía que Hayami Miyūki era alguien bastante callada, nunca podía tener en claro que podría estar pensando y muchas veces creyó que habían problemas entre ellas por el hecho de que, cuando llegaron a juntarse, no llegaba a contestarle y casi la ignoraba.

Acentuó su entrecejo recordando que esa actitud era bastante identica al vicecapitán de la división de Mitsuya, Hakkai, y sabía que era simples nervios por no saber manejar la cercania de mujeres hacia él. Incluso actualmente seguía siendo el mismo caso, aunque con ella parecía haberse aflojado al, por lo menos, no quedarse tieso y contestarle, por mucho que no fuera capaz de mirarla directamente. Era el mismo caso que Miyūki.

—Simplemente era timida. Es igual a Hakkai-kun. —dijo lo primero que se le vino a la cabeza, haciendo un pequeño puchero enojado—. No consideres que sólo por ser callada tenga que ser mala.

—Y tú no consideres que por ser callada simplemente sea timida. Te he dicho muchas veces que no tomes la primera impresión de la gente. —replicó el más alto con cierto tono de reproche, como si la regañara ante ese hecho—. Eres bastante ingenua y no quieres ver las cosas como deben ser.

—¿Pero si no son como tú lo crees? —señaló casi con desesperación e inquietud—. ¿Recuerdas a Ryūsei? ¡Con él fue muy similar la situación!

—Pero él no trató de matarte.

—A ti Pehyan-kun, aunque no tengo nada en contra de él, intentó lo mismo. Y lo aceptaste.

—Él si ha dado la cara y se disculpo también, incluso contigo.

—¿Y si en esta situación es lo mismo?

—¿Y si no lo es?

—Ay, basta. Me dan sueño. —se quejó Mikey al notar su casi discusión, estando aún sentado—. Parecen marido y mujer peleando, y se supone que Masu-chan es mi mujer.

—Entonces dile a tú mujer algo a ver si te hace caso. —bufó con cierto fastidio, observando la expresión algo enfurruñada de la de mechas blanquecinas—. Yo le digo muchas veces que no confie sólo en su intuición de que todas las personas son buenas.

—Y yo te he dicho que dejes de juzgar tanto a las personas y que sólo son malas. —dice la ojirosa dándole varios golpecitos en el brazo en donde él ni se inmutaba—. No estoy diciendo que estuvo bien lo que hizo, sólamente sé que no lo hizo por que si y que hay algo detrás.

Draken frunció el ceño y volteó a mirar nuevamente hacia Mikey en una señal de que al menos moviera un dedo por la situación que se estaba presentando, sobre todo cuando él mismo señaló que parecían una pareja peleando, ¡y él era su pareja!

—Los dos tienen la razón —comentó el rubio más bajo con una sonrisa un poco leve, hasta soltar una pequeña risa—. La verdad hoy sólo quería visitar a mi hermano y comer omurice caliente.

La mirada de ambos aludidos se suavizó un poco con cierta pena al notar la sutil demostración de Mikey que no quería que estuvieran peleando por eso, fue como una manera de decirles que no tenía planeado resolver conflictos por mucho que, incluso, compartiera casi a la par el mismo pensamiento de ambos.

—Lo siento, Manjirō-kun... —murmuró la chica en forma de disculpa al haberlo fastidiado de alguna manera—. Yo no quería pelear ni nada.

—Yo tampoco. —suspiró el más alto un poco más tranquilo, reincorporándose y tomando una de las sombrillas mientras Mikey caminaba despreocupadamente hacia la puerta. Se dirigió hacia la más baja—. Perdón.

Masumi sonrió con cierta ternura y negó un poco con la cabeza, recibiendo la sombrilla que le extendió. —Yo también me disculpo. Sé que sólo estás preocupado. —Draken sonrió por unos segundos.

—Me veo en la penosa situación de robarme a Masu-chan, porque de verdad parecen pareja y no me gusta. —Mikey, como no, se metió entre ambos para tomar de la mano a su novia y jalarla hacia él, sacándole una pequeña risa a esta y que su mejor amigo rodeara sus ojos—. Si quieres tener peleas de pareja, búscate a Emma.

La de mechas blanquecinas estuvo por reirse nuevamente al ver como el del tatuaje se ahogó un poco con su saliva y lo miró con molestia una vez los tres salieron de su casa. Absteniéndose a quedarse callado, sólo siguió de largo hacia su moto provocando que Mikey sonriera casi con diversión mientras Masumi suspiraba con pesadez para sólo ambos seguirle el paso.

MIRABA EN SILENCIO HACIA AQUEL PEDAZO DE concreto, sosteniendo el paraguas cómo se debía, escuchando las pequeñas gotas de lluvia chocar contra el paraguas.

Tal como pensó, poco después de que emprendieran el viaje hasta el cementerio fue cayendo poco a poco la lluvia. Agradecía que al menos no sea una muy fuerte o de aquellos días dónde pareciera que el cielo fuera a caerse, y si fuera el caso, prefería que sucediera estando segura en su casa. Pensó en sus hermanitas y como se habían ido nuevamente a jugar en la casa de unas amigas, recordando escribirle a la madre de sus amigas para poder cerciorarse de que estuvieran bien y no estuvieran haciendo escándalo.

Dejó salir un pequeño suspiro, no evitando sentir un escalofrío por la mayoría de su cuerpo por el mismo frío en el aire, casi queriendo acurrucarse en su propio abrigo, buscando calor. Aunque esa preocupación se fue cuando escuchó un par de pasos cerca de ellos, dirigiendo su mirada hacia esa dirección y sonriendo de lado cuando reconoció a las dos personas que se acercaban, de igual manera con paraguas.

Aunque no esperó ver a uno de ellos con la cara vendada casi por completo.

—¡Chifu-kun, ¿qué te pasó?! —chilló Masumi con espanto, tratando de no alzar tanto la voz debido al lugar donde estaban, aunque su preocupación era inevitable.

—Hola, Tenshi-san, a mi también me alegra verte. —bromeó un poco Matsuno, aguantando una mueca cuando ella revisó su rostro de cerca para ver hacia Takemichi, procurando que no estuviera igual, sorprendentemente estaba ileso.

—Hola, Tenshi-san. —saluda el chico con una voz un poco baja, logrando que su expresión se suavizara un poco. Dirigió su mirada luego hacia Mikey quien estaba sentado enfrente de la tumba, mirando luego unos segundos a Draken que lo saludó con un breve movimiento de cabeza.

—¿Qué es lo que querías hablar, Takemicchi? —cuestiona el lider de la TōMan sin mirarlo, pareciendo perdido en ver los kanjis en el pilar de concreto que decía «Tumba de La Familia Sano».

—¿Eh? Bueno... —dirigió su mirada hacia Matsuno a su lado que sólo estaba atento a la escena. Takemicchi no evita mirar hacia la única presente quien miraba también con algo de tristeza hacia enfrente, aunque no evitaba sonreírles por unos momentos.

De alguna manera pudo relajarse a pesar de que el ambiente se sentía algo tenso, al menos él lo sentía. Podría ser que las gotas de lluvia chocando con las superficies y los paraguas rompiera de alguna manera el silencio, pero el hecho de que nadie estuviera hablando y que, aparte, Mikey estuviera esperando novedades a pesar de que no le preguntara directamente lo colocaba de los nervios. Al menos la presencia de Kiyoko Masumi era lo suficientemente tranquilizadora como para respirar con un poco más de tranquilidad.

—Conocí a Kazutora-kun... —murmuró el chico, apretando un poco su paraguas. Inmediatamente la única chica presente lo miró—. En realidad, él me llevó a la guarida de Valhalla. Es su tercero o algo así, la verdad estaba bastante nervioso que me raptó de la escuela y me llevó para allá, para ser un testigo.

Masumi tuvo la inercia de hacer una mueca de tristeza y casi incredulidad por tal mención, tratando de imaginarse a Kazutora siendo parte de Valhalla y al mismo tiempo su cabecilla. Recordó como hace sólo un día la había ido a visitar y parecía bastante contento, como lo era antes. Sintió un pequeño escalofrío por recordar como incluso le dijo que iba a visitar a Takemichi, agachando la mirada y negando casi con ligereza, como si quisiera negar lo que estaba escuchando.

Primero Yūki, después Baji, ahora Kazutora... ¿Por qué no se sentía tan sorprendida como debería? Había creído que Kazutora había vuelto para empezar desde cero y seguir como siempre, pero, incluso había tenido una mirada frívola cuando mencionó a la TōMan,  recuerda perfectamente verlo más apagado que antes. Miró hacia Takemichi quien estaba relativamente sano, a comparación de Chifuyu.

—¿Él te hizo eso? —no evita preguntar con un pequeño nudo en su garganta y a su vez una notable preocupación. Chifuyu la miró por algunos segundos y desvió la mirada, no siendo capaz de sostener la mirada de miedo y preocupación del ángel de la TōMan.

—Fue Baji-kun. —la mirada rosácea de Tenshi se transformó casi en espanto, Takemichi apretó sus labios al verla—. Era para una clase de iniciación para ser parte de Valhalla. —habló aún un poco confundido por todo lo que había visto, mirando por algunos segundos hacia el rostro casi vendado por completo de Matsuno—. Era una prueba de fé o algo así. Y me llevaron como testigo para que confirmara que fue lo que dijo en la última reunión de la TōMan.

Los dedos de Masumi alrededor de su paraguas temblaron en el pequeño tic nervioso por escuchar todo eso, siendo algo tan breve y al mismo tiempo demasiado para procesarlo, incluso queriendo llorar, pero trató en lo posible controlarse. Ya sabía que Baji Keisuke había desertado y alegado que se iría con Valhalla, Hanemiya Kazutora parecía traer algo detrás desde que la vio y no debía sorprenderse.

Pero aún así le dolía bastante saber que ellos dos estén metidos en eso.

—Finalmente pude ver a Yūki-chan. —habló, agachando la mirada y entrecerrándola al recordar como hace un sólo día había logrado finalmente ver a la tal Hayami Miyuki; la chica que había atacado a Tenshi el Tres de Agosto.

Tuvo un pequeño flashback de su rostro y su mirada, dándose de cuenta de una cosa; es que había algo detrás. Puede que sólo la haya logrado ver mejor ese dia, pero algo detrás de sus ojos le decía algo más, él podía darse de cuenta. Suspiró con pesadez mientras sentía la total atención de Masumi, a comparación de Manjirō y Ken que miraban en completo silencio hacia la tumba.

—También... me hablaron de... —Takemichi dudó bastante en decir eso, no sabiendo como lo iba a tomar Mikey, pero suspirando y agachando la mirada, habló—. Sobre lo que le sucedió a tú hermano, a Shin'ichirō.

Un silencio sepulcral se hizo presente en el lugar apenas mencionó aquel tema, en donde realmente nadie más dijo nada, inclusive Masumi desvió la mirada hacia enfrente y apretó sus labios, sintiendo un pequeño nudo en su garganta. Todo aquel asunto era algo delicado para ella, ya que de por sí Shin'ichirō había sido alguien muy importante en su vida, gracias a él había logrado conocer a Mikey y a los demás, por lo que le agradecía mucho.

Pero recordar la fecha de su muerte la hacía querer llorar, sobre todo al recordar que no era muy alejado a cuando su madre falleció, casi rondando el mismo mes de agosto con semanas de diferencia. Eso lo tenía bastate presente, por eso mayormente cuando visitaba a su mamá, siempre visitaba a Shin'ichirō, ya sea por respeto o por el hecho de que habían sido dos personas importantes para ella, que perdió al mismo tiempo.

—Ya veo. —murmuró Mikey luego de un rato, apoyando sus codos en sus rodillas—. Te enteraste de lo de mi hermano.

—Shin'ichirō era un tipo genial. —dice Ken mientras miraba fijamente el pilar.

—Era muy especial... —musita Masumi agachando la mirada y jugando un poco con la cadena que precisamente este mismo le regaló.

—Si. —asiente Manjirō, mirándola desde abajo y notando la mirada casi de frustración y cargada de una enorme tristeza en sus ojos. Le dio un par de palmaditas en la pierna en forma de consuelo, a pesar de que él podría ser el más afectado. No le gustaba verla así.

—Takemicchi. —llama el del tatuaje sin voltear a mirar a este quien se colocó firme ante su llamado—. Lo sabemos. No puede hacerse nada a estas alturas. —mira de reojo hacia el teñido para volver su mirada hacia enfrente—. Y no es que Baji o Kazutora quisieran que eso hubiera acabado de ese modo.

—Si... —Mikey finalmente se levanta, dejando salir un pequeño e imperceptible suspiro—. Sé que ya no se puede hacer nada. Pero mi corazón aún no lo ha procesado.

Masumi coloca una expresión un poco triste mientras lo miraba, tomando instintivamente una de sus manos como una manera de apoyo provocando que Manjirō dirigiera su mirada hacia ella y suavizara su rostro un poco, dándole una pequeña sonrisa, dejando que sosteniera su mano. Luego, los cinco se fueron del lugar para poder caminar fuera, y en caso de los tres lideres de la TōMan, hacia el estacionamiento.

—La CB25OT que intentaron robar Baji y Kazutora era de mi hermano. —decía mientras miraba hacia enfrente, sólo sintiendo la natural calidez de Masumi a su lado bajo el paraguas—. Iba a ser mi regalo de cumpleaños. Es todo lo que me queda de mi hermano. Es mi fiel compañera.

No evita sonreír cuando dirige su mirada hacia esta misma estacionada junto con la de Draken, lamentablemente mojándose por la lluvia, pero quedándose en su lugar. Su mirada se suaviza y mira nuevamente hacia Masumi por unos segundos, apretando ligeramente el agarre de su mano que ella no había dejado en ningún momento, como si sutilmente le demostrara que la situación lo entristecía por dentro.

—Hace dos años de eso. —dice una vez más, mirando hacia la nada—. Ya perdone a Baji de eso. Pero... —su tono de voz bajo y se volvió un poco más pesado, casi vacio, mirando directamente hacia el tanque de la moto—. Aunque no lo supieran y ya no se puede hacer nada... Kazutora mató a mi hermano y nunca se lo perdonaré.

La mirada de Masumi se entristeció y tiñó de cierta pena, sabiendo claramente el resentimiento que llevaría encima por lo que aquel que fue su amigo le había arrebatado, sintiendo la culpa invadirla por recordar como hace sólo un día había hablado con él como cualquier día, replanteándoselo nuevamente al notar el claro enojo que mostraba en su mirada. Apretó sus labios y miró hacia el suelo en silencio.

—Ni a Baji que se fuera con Kazutora o que Yūki se hubiera atrevido a tocar a Masumi. —el cuerpo de la aludida tuvo el pequeño instinto de tensarse por la manera casi molesta con la que habló, mirando directamente hacia el teñido—. Ella es una de las personas que menos me agrada en estos momentos, pero quien sabe si fue obligada o engatusada así como Pehyan. Después de todo sucedió el mismo día.

Había dicho eso, mirando un poco más tranquilo a su novia a su lado quien levantó nuevamente su mirada hacia él con atención y aún cierta incertidumbre, teniendo que darle una pequeña sonrisa para disimular aquel sentimiento que sentía en su pecho. Manjirō pudo relajarse al verla sonreírle, pero volviendo a mirar hacia Takemichi fue cuando su expresión se volvió seria y fría, intimidándolo fácilmente.

—Takemicchi. Recuerdo haberte pedido que me trajeras a Baji y a Yuki. —recordó con un poco de réplica, frunciendo el ceño—. ¿Qué haces aquí con el subcomandante de Baji? ¿Qué es lo que pretendes, Takemicchi? ¿De verdad quieres morir?

—¿Eh? P-Pues...

—Manjirō-kun. —murmuró Masumi jalándolo sutilmente de su camisa, en un silencioso reclamo.

El silencio nuevamente se hizo presente en todo el lugar, otro silencio tenso en dónde todos inevitablemente tenían su atención sobre Hanagaki Takemichi, quien parecía tener un conflicto interno mientras veía hacia el suelo, apretando sus puños. Tuvo que terminar por tomar un pequeño suspiro para alzar su mirada con seguridad, luego de organizar sus pensamientos y poder tener un poco más de coraje.

—Mikey-kun. —habló con más seguridad, caminando hacia él—. Yo... Quiero ser el lider de la TōMan.

Las cejas de Mikey se alzaron, no esperando que dijera eso, aunque realmente ninguno de los líderes de aquella pandilla se lo esperó. Draken alzó una de sus cejas y Tenshi se mostró sorprendida, no evitando mirarse con él como si ambos se preguntaran que aquello. Miraron a Takemichi colocarse frente a frente del comandante quien le sostuvo la mirada sin muchos problemas, sintiéndose algo intrigado por su declaración.

—Algún día me ganaré tu reconocimiento. ¡Eso es lo que quiero hacer!

Nadie dijo nada respecto, sólo mirándose entre si los que estaban al mando de la TōMan, demostrando así la sorpresa que los tres compartían el mismo sentimiento de sorpresa y a su vez inevitable incredulidad. No pasó mucho para que tanto Takemichi y Chifuyu se despidieran para irse por otro lado, mientras la ligera lluvia continuaba cayendo encima de ellos, sin llegar a ser tan fuerte como para ser una lluvia a cántaros. Draken fue el primero en romper el silencio al momento que dejó salir una ligera risa, negando con la cabeza.

—Si que es un idiota. —dice con un poco de diversión más que burla, en realidad algo sorprendido por su seguridad al hablar.

Mikey a un lado de él, aún compartiendo el paraguas con Masumi, también rió un poco, suavizando finalmente su rostro por completo con una cálida sonrisa de lado, mirando hacia la dirección en dónde el héroe llorón se había retirado junto con el vicecapitán de la primera división.

—Si. —suelta él con tranquilidad, con una sonrisa de lado.

—Oh, a mi me pareció tierno. —sonrió Masumi algo enternecida—. Me recordó a un niño pequeño diciendo que quiere ser de grande como su ídolo. Que lindo.

—Literal acabó de decir con otras palabras que es como un sueño de niños que probablemente no vaya a cumplir. —se burló nuevamente Draken, sintiéndose un poco más risueño con aquella interpretación.

—Se acaba de burlar de manera linda. Que mala es Masu-chan. —rio Mikey, siguiéndole el juego.

Masumi frunció el ceño e hizo un pequeño puchero, mirando con cierto reproche hacia ambos. —Pero ustedes si son. Siempre retuercen mis palabras.

—¡Pero pensaste que es una tonteria!

—¡No, no lo hice!

Draken rodeó los ojos al escucharlos discutir, si es que puede llamarse así a su adorable pelea, dejando una sonrisa de lado mientras finalmente se acomodaban para poder subirse a sus motos, aún escuchando las pequeñas quejas de Tenshi.

AL FIN ACTUALICE, pero es por su culpa que no les gusta votar y cumplir la meta/dedo señalándolos

¿Por qué no son como en el segundo arco que duraban menos de un día para cumplir la meta?😭

No es mentira cuando les digo que tengo todos los caps en borradores esperando para subirse. Vamos que ustedes pueden ❤️

En fin

Al fin un vistazo más profundo de Yuki ;)

me gustó mucho este capitulo, aunque me bloquee tantito con su aparicion

MIREN, MAS PERSONAJES

todo tiene su razón, ya sea mala o buena, no sé, ¿ustedes que piensan del pequeño grupo de chicas de Valhalla? ;)

¿Que piensan de que mami tenshi se haya visto con Kazu y no le haya dicho nada a Mikey? ¿como cree que reaccione?

❪📚❫',·curiosity's zone

#Sano Shin'ichirō murió un 10 de agosto, mientras que la madre de Masumi, Imaushi Hikari lo hizo poco tiempo antes, exactamente un 3 de agosto. Por eso, se menciona que Masumi los perdió casi al mismo tiempo; ni siquiera pudo tener su duelo bien, porque mientras pasaba lo de su madre, pasó lo de Shin'ichirō.

#Ese mismo año, inevitablemente Masumi cayó en depresión. Dejó de comer y de dormir completamente por la incertidumbre y carga que le había caído encima; perdió a su madre y a una persona importante para su vida, agregando que fueron Keisuke y Kazutora, aparte de que tuvo que hacerse cargo de sus hermanas prácticamente sola, sin ayuda. Eso fue mucho para ella y estuvo un largo tiempo que ni comía; por eso, en el capítulo «one for each other» se decía que ella estuvo un tiempo que era extremadamente delgada. Y a raíz de eso, ella tampoco es que coma demasiado.

#Mikey y Tenshi son muy parecidos en una cosa; esconder su dolor tras una sonrisa, hacer ver qué todo estaba bien y al mismo tiempo demostrar que ellos van a arreglarlo.

→S H A N X L A B Y X←

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