❪𝟯𝟵❫ ; 𝘀𝗵𝗲 𝗶𝘀 𝗲𝗮𝘀𝘆 𝘁𝗼 𝘄𝗶𝗻.
❪ARC THREE; EVERYTHING FOR THE ANGEL❫
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CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE;
ELLA ES FÁCIL DE GANAR
❛llega a Tenshi y llegas a Mikey❜
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©Shanxlabyx
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SU MIRADA ESTABA PERDIDA EN ALGÚN PUNTO DE AQUEL LUGAR, AÚN tratando de procesar el lugar en donde su yo del pasado había acabado de aparecer. Parecía algo bastante corriente, pero aún así continuaba algo perdido mientras veía la bebida que había adquirido en la recepción de aquel baño público. Porque, ahí había sido el lugar donde había aparecido.
Tuvo que dar un largo suspiro luego de beber, tanto por haberse relajado como por anotar todo lo que había sucedido en ese día, dándose de cuenta que verdaderamente había vuelto al pasado, acompañando a dos de los tres líderes de la Tōkyo Manji, al parecer pasando sólo el rato.
—Vamos, Takemicchi. —dijo el más pequeño a quien miró por unos segundos, asintiendo de manera aún dudosa y desconcertada por donde sea que fueran a ir.
—Ya te dije que no voy a ir a beber contigo, Hana-chan. ¿Por qué me quieres meter malos vicios?
❛Esa voz...❜ Takemichi casi quiso acelerar sus por escuchar aquel timbre dulce aunque suave, mirando directamente hacia la entrada del establecimiento en donde Sano Manjirō había sido el primero en atravesar seguido de Ryūguji Ken, ambos usando el uniforme de la TōMan. Apretó sus labios y casi vaciló en aparecerse, siendo algo inevitable tomando en cuenta que, para él, hace unas horas había visto a la misma persona que parecía hablar.
—¡Kimi-chan, es fin de semana! —escuchó la queja de otra voz femenina—. Como si comer dulces no fuera un mal vicio también. ¡Se te van a caer los dientes por las caries!
—¡E ir a un bar tampoco es muy bueno! Sabes muy bien que no me agrada el alcohol. —se quejó con un pequeño hilo de voz—. ¿Recuerdas la última vez que bebí? Estuve con el estómago revuelto por lo menos una semana.
—Oh, me acuerdo de eso. Le vomitaste los zapatos a Mucho. —se rio otra voz ajena provocando que alguien ajeno comenzara a carcajearse.
—Y todo para evitar que no se fuera de cara.
—¡Había sido un accidente, Muto-kun! Fue muy vergonzoso. Ay, me hicieron sentir pena otra vez. —una serie de carcajadas se hicieron presentes.
—Tenshi-chan es muy delicada. —rio alguien más con diversión—. Tendrá que beber champagne infantil.
—Pero no he dicho que si.
Finalmente pudo salir del establecimiento luego de pasar por la cortina, dirigiendo su mirada inconscientemente a la cabellera rizada, oscura y con mechas blanquecinas que estaba de espaldas, hablando con los que pudo distinguir como los capitanes de las divisiones de la pandilla, pero inevitablemente se fijaba en la figura más bajita presente, quien estaba usando de igual manera el uniforme, usando su cabello en una sencilla media cola, dejando que sus rizos entremezclado entre negro y blanco cayeran por sobre su espalda.
❛¿Por qué rayos siento que voy a llorar? Si aquí en el pasado está bien❜ fue lo que pensó el viajero del tiempo con una mueca un poco temblorosa, sintiendo sus orbes cristalizarse brevemente al ver al ángel de la TōMan de espaldas e igual de tranquila y amable como siempre, conversando de cualquier cosa.
—Todos ustedes son un caso... ¿Huh? —musitó, girando su cabeza hacia atrás y mirando con sus orbes rosáceos hacia los tres que habían acabado de salir, mostrando una pequeña sonrisa al verlo—. ¿Qué tal la pasaron?
—¡Hasta que al fin salieron! —se quejó brevemente Cherry mientras se cruzaba de brazos, recibiendo un pequeño golpecito en su hombro de la de mechas blanquecinas—. ¡Pero, Kimi-chan!
—Ja. —señaló Mikey sin descaro, burlándose del regaño de su novia.
—Fue relajante. —Draken se encogió ligeramente de hombro—. Hasta que el enano de tú novio se le ocurrió-
—¡Pero no hagas que me regañe a mi! Masu-chan, no lo escuches. Está delirando por el calor del baño. —Mikey inmediatamente negó mientras iba hacia ella como un niño pequeño buscando evitar un regaño de su mamá. La chica frunció el ceño un poco confundida.
—¿Qué hiciste? —preguntó, mirándolo unos segundos para ver hacia Takemichi quien se encontraba aún con la mirada fija en ella—. ¿Estás bien, Take-kun? Parece que viste un fantasma, —dijo la chica con cierta preocupación al ver su mirada, luego observó a a Mikey y Draken, colocando sus manos en la cintura—. ¿Qué fue lo que le hicieron?
—Yo no hice nada. Soy un ser completamente inocente. —Mikey se abrazó a sus hombros con sus mejillas infladas.
Takemichi sólo se abstuvo a suspirar para poder calmarse y no verse tan afectado ante la presencia de la dulce chica que la Tōkyo Manji tenía como vicecapitana, desviando la mirada hacia un lado para no verse tan extraño y, en cambio, mirar hacia los demás presentes. Observó unos segundos a la otra rubia presente y luego desplazó la mirada hacia los demás que usaban su uniforme de la TōMan, cosa que lo confundió un poco.
—En fin, fuera del asunto de mamá Tenshi... —murmuró Takashi en medio de una pequeña risa—. Ya llegó la hora, ¿no?
Masumi mostró una pequeña sonrisa un poco más animada que antes, dejando que el rubio más bajo la soltara y mirara hacia su invitado que continuaba más que confundido en esos momentos, no sabiendo a quien mirar.
—Vamos, Takemicchi. —sonrió el rubio mientras metía sus manos en sus bolsillos—. Nombraremos al nuevo capitán de la tercera división.
❛¿Qué...?❜ volvió a preguntarse con su ceño fruncido el teñido de manera confundida, siguiendo inconscientemente a los miembros de la TōMan ir hacia donde estaban estacionadas las motos de los presentes. Se quedó mirando varios segundos a la más pequeña en estatura ir hacia una de estas que era negra como la mayoría pero con unos detalles blancos en lo que era la zona del motor, en unos patrones bastante bonitos.
Aunque claro, estaba sorprendido porque ella también tuviera una, pero al mismo tiempo esperándoselo. Tenía que recordar que, a pesar de su apariencia y su naturaleza, seguía siendo una pandillera.
—¿Qué esperas, Take-kun? Ven. —musitó la chica para su sorpresa, parpadeando un par de veces al ver como palmeaba levemente el asiento en la parte de atrás, mostrándole una sonrisa. Un poco dudoso se encaminó hacia ella.
—Quieres... ¿que vaya contigo? —preguntó el chico un poco dudoso, la chica sonrió y rio un poco.
—Pues, ¿si? No es la primera vez que te llevo.
Takemichi se quedó en silencio por varios segundos por aquella mención, confundiéndose al principio pero luego recordando que en el pasado ya habían pasado varios días, habrán pasado varias cosas. Pensó en el hecho de que la chica parecía ser más confianzuda con él que antes, aunque lo tenía un tanto pensativo, lo sintió como buena señal porque significaba que se estaban llevando bien, y se estaba dando de cuenta que la confianza de Tenshi era lo más esencial, sobre todo en ese pasado.
Sonrió un poco timido y se subió con cuidado detrás de ella, observando como sacaba las llaves de la chaqueta de la TōMan y las colocaba en donde debía, observó como tenía de llavero un lindo osito, haciéndolo sonreír un poco más enternecido al pensar en el hecho de que podría verse ruda o hasta intimidante en esa moto y su uniforme de la TōMan, pero seguía siendo aquella adorable chica que le gustaban las cosas adorables.
—Igual que Mirai-chan... —susurró inconscientemente al recordar al la pequeña niña de rizos.
—¿Cómo?
—¡AH- —Takemichi estuvo que le dió algo al momento que Masumi pareció escucharlo, mirándolo sobre su hombro—. ¡Eh, perdón! Es que ví... una película y la protagonista se murió, estoy algo... distraído por eso. Lo lamento.
La de orbes rosáceos lo miró por varios segundos, parpadeando un par de veces como si procesara lo que había acabado de suceder. Pero, para su sorpresa, notó como ella iba formando un puchero lamentero, compartiendo ese pensamiento.
—¿A ti te sucede lo mismo? Yo duro al menos unas dos horas llorando cuando se muere un personaje. Soy muy débil. —lloriqueó con un pequeño suspiro, para luego sonreír—. No sé de que película estarás hablando, pero el nombre Mirai me gusta bastante. Me parece muy lindo su significado. Si en algún futuro tengo un hijo, me gustaría colocarle ese nombre.
Un pequeño nudo se apareció en su garganta al escuchar sus palabras y ver la pequeña sonrisa bastante enternecida, en dónde parecía pensar tal cual como una adolescente fantaseando. Con sólo pensar en el hecho de que de alguna manera que se cumplía lo hacía querer llorar al recordar que en el futuro realmente no pudo disfrutar a su hija, teniendo que suspirar con cierta pesadez y mostrar una buena sonrisa, colocando una de sus manos en su hombro.
—¿También vas a intentar robarte a mi Masumi, Takemicchi? —el cuerpo del aludido se tensó notoriamente al escuchar la voz de Mikey junto con su mirada acusatoria—. Primero Emma y ahora tú.
—¿¡E-Eh!? ¡Y-Yo no...!
—Ya, déjalo. —regañó la chica, mirando con una pequeña sonrisa hacia su novio quien infló sus mejillas y sólo aceleró su moto para poder arrancar, cosa que la chica no tardó en hacer—. Discúlpalo, Take-kun. Él siempre es así y lo hace para molestar.
—Claro que no. Lo estoy diciendo en serio.
Masumi miró con un poco de reproche a su novio cuando le pasó por el lado, observando como él le sacaba la lengua de manera infantil. Hanagaki vio la interacción con atención y su corazón se encogió un poco por verlos tan animados y haciéndose bromas entre si, más por parte del rubio que de la más baja, que se los seguía regañándolo, aunque notaba como la sonrisa en el rostro de Mikey era bastante genuina y natural.
Se preguntaba como rayos fue que en el futuro, a pesar de que ella haya quedado en ese estado, pareciera haberla abandonado al igual que Mirai. Definitivamente esta linea del tiempo tenía demasiados cabos sueltos, viniéndole el pensamiento de Kisaki, apretando un poco las manos en los bordes del asiento al ser donde prefirió agarrarse y evitar tocarla, tanto por respeto como por nervios.
—¿Ya has pensado lo que te dije más temprano? —observó por varios segundos la cabellera oscura y rizada que casi quería chocar contra su rostro, balanceándose con el aire—. Ya te lo he dicho muchas veces. Aprecia un poco más lo que tienes, Take-kun, y no seas tan descuidado con ella.
El teñido se mostró confundido por varios segundos, tratando de saber a que rayos se refería, sobre todo cuando se refirió a una chica, por alguna razón se le vino a la mente Hina y se le revolvió algo en el estomago por recordar la última vez que la vio.
—¿Mm? ¿Qué pasa? —ver como giraba su rostro sobre su hombro para lograr verlo lo hizo sentir un nudo en su garganta al ver sus ojos vivos y brillantes—. ¿Te molestó algo que dije? Perdón si lo hizo, pero te digo las cosas por algo.
❛¿De qué esta hablando? ¿Qué me habrá dicho más temprano aquí en el pasado?❜ se preguntó arrugando el entrecejo, observando la mirada comprensiva y al mismo tiempo algo severa que le mandó la mayor, volviendo a mirar hacia el camino, escuchándose los distintos motores al rededor, estando Mikey como la cabeza, seguido de Tenshi y Draken y así sucesivamente.
No dijo nada el resto del camino, ni tampoco la de mechas blanquecinas, sobre todo al notar un ambiente un poco más pesado en el aire, más bien uno más serio. Recordó como el capitán de la TōMan mencionó aquel nombramiento y aspiró fuerte por la nariz, sintiendo que su plan se descarriló un poco. Aunque... ¿y si lo iban a nombrar a él de pura casualidad? Tal vez pensaba demasiado precipitado.
¿Pero, y si era una posibilidad? Podía darse de cuenta que parecía haberse vuelto más cercano a Tenshi y quizás eso lograría darle más chance, apretó sus labios entre ansioso y nervioso. Sólo se abstuvo a mirar hacia su alrededor, notando como no pasó mucho para que se estacionaran enfrente del santuario Musashi.
—Llegamos. —canturreó la chica mientras aparcaba su moto, dejando que él bajara primero y luego ella, ayudándola al ver como tropezó ligeramente al colocar un pie en el suelo—. Ay, gracias. A pesar del tiempo, no sé sostener bien el peso de la moto cuando me bajo.
—Deberías tener más cuidado, Tenshi-san. —Takemichi no pudo evitar sonreír un poco divertido, observando el pequeño puchero avergonzado de la chica.
Mucho no pasó para que todos los capitanes se reunieran y comenzaran a subir por las escaleras, quedando él detrás y siguiéndoles el paso de cerca. Nuevamente aquel ambiente algo tenso y a su vez pesado se hizo presente en el aire conforme llegaron a la cima, en donde no tardaron en darle la bienvenida al lider del a Tōkyo Manji, seguido de sus sublideres y los de las divisiones. Él tuvo que quedarse entre los miembros, observando a Mikey subir a las gradas y a Tenshi y Draken colocarse a ambos lados de ellos.
—¡Vamos a nombrar al nuevo capitán de la tercera división! —exclamó Draken una vez estuvieron enfrente de todos.
Los murmuros no se hicieron esperar, igual de confundidos y sorprendidos de que hasta ese punto ya hayan encontrado un capitán, comenzando con las teorías y a su vez dudas de quien podría ser, dando a entender que ni ellos sabían de que podría tratarse. Takemichi observaba la expresión seria de los tres capitanes, esperando que podría llegar a pasar.
—¡Capitán de la tercera división, da un paso al frente, por favor! —fue ahora turno de Tenshi en hablar, fuerte y claro, sólo provocando que todos los presentes comenzaran a mirarse entre sí esperando algún movimiento.
❛¿Quién podría ser?❜ se preguntaba el viajero, mirando a su alrededor y luego fijándose en la chica de los largos pendientes quien al igual que Ken y Manjirō se encontraba expectante a que el dichoso nuevo capitán hiciera acto de presencia. Por alguna razón sintió que lo estaba mirando al notar sus orbes en su dirección, enderezándose un poco más. ❛¿Realmente se tratará de mi? ¿Será por eso que parece más cercana conmigo?❜
Cualquiera de sus teorías, y pequeñas ilusiones, cabe decir, se acabaron unos pasos se hicieron presentes detrás de él, junto con pequeñas quejas de los miembros cuando fueron apartados con poca delicadeza, provocando que mirara a aquella dirección; observó desde allí un rubio con lentes seguido de uno robusto más grande. Varios murmuros se hicieron presentes al verlo avanzar con cierta superioridad y tranquilidad, siendo seguido del más alto.
Una vez llegó a las gradas en donde estaban los tres capitanes, subió algunos escalones y, para sorpresa de la mayoría, simplemente se sentó, dándole la espalda a ellos y provocando que inmediatamente todos se indignaran.
—¿¡Qué hace!?
—¡Se sentó dándole la espalda al capitán!
—¿¡Quién eres!?
—¿¡Quién demonios te crees!?
—¡Escuchen! —exclamó el tipo que iba a su lado, callando de inmediato las quejas de los presentes—. ¡A quien tengo sentado detrás de mi es el nuevo capitán de la tercera división, Kisaki Tetta!
Definitivamente eso cayó como un balde de agua fría a Takemichi, tensándose por completo.
Esto no puede ser...
—¡Nunca lo había visto!
—¿No es de Moebius?
—¿Kisaki en Moebius?
—¿¡Qué hace aquí alguien de Moebius!?
—¡Vuelve con Moebius!
—¡Si, piérdete!
—¡Lárgate!
Masumi desde su lugar hizo una pequeña mueca al ver a todos oponiéndose por completo a su integración. Agachó la mirada hacia donde estaba sentado con bastante tranquilidad al tipo al que todos parecían odiar casi al instante, haciéndola suspirar y cerrar sus ojos con un poco de pesadez al continuar escuchándolos corear la misma palabra. Alzó la mirada e inconsciente se encontró con los orbes shockeados y casi paralizados de Takemichi en medio de ellos, regalándole una pequeña sonrisa a la par que Draken se posicionaba enfrente.
—¡Silencio! ¡Quien se oponga a la decisión de Mikey que dé un paso al frente!
Tal como lo esperó, nadie reaccionó ni continuó con sus quejas apenas se hizo mención de su capitán, quedando todo en completo silencio. Ahí fue cuando el rubio dio un par de pasos hacia enfrente y alzó la cabeza, viendo a todos con aquella seriedad caracterizada en su porte a la hora de dirigir.
—En algún momento pelearemos contra Valhalla. —comenzó a decir, frunciendo el ceño—. ¡Valhalla es tan grande que ni Moebius es rival en su contra! ¡Y la TōMan también debe crecer para poder vencerlos! —exclamó, paseando su mirada hacia su alrededor— Kisaki Tetta tuvo controlados a los de nuestra generación en Moebius. ¡Necesitamos a Kisaki para pelear contra Valhalla! ¡El capitán de la tercera división, es Kisaki Tetta! ¡Recuérdenlo bien!
Todo se quedó en completo silencio ante las palabras del invencible Mikey, ya no oponiéndose a sus palabras apenas fue declarado. Un ambiente bastante tenso se hizo presente en el lugar, sobre todo con la presencia del comandante quien estaba erguido con superioridad, en donde nadie podía oponérsele.
—¡Doy por terminada la ceremonia! —exclamó mientras metía sus manos en sus bolsillos, dando la vuelta.
—¡Comandante!
Mikey se detuvo apenas escuchó aquella voz llamarlo, en donde el tal Kisaki se había levantado y caminado hacia él, esperando lo que sea que fuera a decirle. Tenshi lo siguió con la mirada en completo silencio, observando como colocaba sus manos detrás de su espalda, inclinando su cuerpo hacia abajo.
—¡Muchísimas gracias!
—Bien. —respondió con simpleza, volviendo a retomar su paso.
—¿En que demonios piensa nuestro comandante? —murmuró Draken volteando a ver luego hacia la chica de mechas blanquecinas que observaba hacia su dirección en silencio.
Masumi dio un pequeño suspiro y mostró una leve sonrisa como si diera a entender que ella se encargaría de lo que sea que estaría pensando su pareja, sobre todo al notar el pequeño recelo del chico del tatuaje al momento que miró hacia Kisaki y luego hacia ella de manera aún algo interrogante. Dio un par de pasos algo acelerados hacia el capitán, aunque unos pasos ajenos la sacaron de su ensimismación, escuchando luego un fuerte golpe a sus espaldas.
No fue la única sorprendida al mirar y notar como Takemichi, sin dudar ni un segundo, fue hacia donde estaba Kisaki y le asentó un fuerte puñetazo en el rostro, provocando que girara este mismo y que sus gafas cayeran al suelo. Un profundo silencio se hizo presente, en dónde todos estaban igual de sorpfendidos.
—¿¡Que crees que haces, Takemicchi!? —exclamó Draken con bastante enojo.
Takemichi respiraba de manera pesada, aún mirando de forma fija hacia el principal causante de todos sus problemas quien escupió sangre sin quitarle la mirada de encima, incluso metiéndose en medio aquel tipo con el que venía. La tensión se sentía en el aire, en donde todas las miradas se habían puesto en él. No fue si no hasta el momento que sintió un fuerte y firme agarre en su brazo que pudo salir de sus pensamientos.
Fue jalado casi con brusquedad, haciendo que girara a ver aquellos orbes rosáceos de Masumi que usualmente lo veían con ternura, pero que en este momento lo veían con reclamo, sintiéndose pequeño bajo la mirada juzgadora que la chica le estaba mandando.
Si ella está molesta, es más que seguro que la cagó.
—¡Hanagaki Takemichi, ¿qué se supone que estás haciendo!? —soltó la mayor con bastante severidad, sorprendiéndolo ante la mirada alterada que le mandó. Era la primera vez que la veía molesta.
—T-Tenshi-san... —balbuceó cohibido ante su mirada y su tono de voz, mirando el agarre tan fuerte que le estaba dando a su brazo al jalarlo, alejándolo de Kisaki.
—¡Ni siquiera estás en la TōMan! ¿¡Qué demonios haces!? —se escuchó una vez más a Draken quien en su misma indignación se encaminó hacia él—. ¿¡Piensas arruinar la ceremonia!?
—D-Draken-kun... —murmuró al ver al más alto, mirando a su alrededor cuando escuchó varios pasos detrás de él, sintiéndose más que indefenso al ver a los capitanes de las divisiones subir hacia donde estaba él—. N-No, yo no...
—¡Explícate, Takemicchi! —exigió Mitsuya con enojo.
—¿Quieres arruinar la reputación de Mikey? —canturreó Smiley mientras tronaba sus puños, sin dejar de sonreír.
—Definitivamente quieres que te maten. —dijo Cherry con una sonrisa maliciosa en sus labios, inclinándose hacia el teñido quien se sobresaltó.
—¡No es eso! —negó con nervios al ver rodeado por Draken, Cherry, Smiley, Mitsuya, Mucho y Tenshi, miró a esta misma con cierta desesperación—. ¡Tenshi-san, yo no...!
—¿¡En qué se supone que estás pensando, Takemichi!? —replicó nuevamente la de mechas, acercándose a él y, sutilmente, alejándolo de los demás—. ¿Olvidaste en donde estás, en medio de lo que estás? ¡Te he dicho una y mil veces que dejes de buscar problemas!
—Y-Yo sólo... —balbuceó el chico retrocediendo al ver como la chica estaba enojada—. ¡Yo sólo...!
—¿Qué está pasando?
Toda la burbuja se rompió al escuchar aquella burlona voz junto con unos calmados pasos, todos observaron como una alta figura de cabellera oscura y larga parecía regodearse al caminar, con las manos en sus bolsillos y sus labios extendidos en una sonrisa, mostrando los dos caninos en medio de su dentadura. No tardó en subir hacia donde estaban todos los capitanes, ahora con su atención puesta en la nueva presencia.
—Esto tiene pinta de ser divertido. —dijo Baji Keisuke sin borrar su sonrisa.
—Baji... —murmuró Mitsuya con sorpresa.
—A ti te prohibieron estar aquí. —respondió Muto, inclinando su cabeza.
—¿Qué tan idiota debes ser como para dar la cara por acá? —soltó Cherry mientras fruncía el ceño.
—Kei-kun... —murmuró Masumi con voz algo temblorosa al verlo presente.
❛¿Kei...? Espera, ¿en el futuro Tenshi-san no lo nombró...?❜ apenas había logrado terminar de pensar aquellas palabras cuando el de cabello largo soltó una pequeña risa y en medio de un segundo fue hacia él y comenzó a asentarle fuertes golpes por el rostro y el abdomen, sacándole el aire y sacándole sangre por la nariz. Por un momento creyó que podría dejarlo inconsciente si seguía así si no fuera por Takashi quien terminó por hacerle un firme gancho en el brazo para detenerlo.
—Ya basta, Baji. —dijo Mitsuya sin doblegar su expresión de seriedad.
—Suéltame si no quieres que te mate, Mitsuya.
—¿A qué viniste?
El pelinegro se quedo en silencio mientras lo veía de reojo, observando por unos momentos a los demás capitanes y deteniéndose por un segundo en la femenina de orbes rosáceos quien había tenido el impulso de ir hasta que Draken la tomó del brazo.
—¡Suéltame, Ken-kun! —decía la chica tratando de zafarse, provocando que el más alto casi la apresara entre sus brazos para detenerla.
—Ya quédate quieta, maldición.
Keisuke frunció un poco el entrecejo mientras veía hacia donde estaba las más pequeña que casi lo miró con desesperación, pero sólo desvió la mirada y se zafó del agarre, girándose hacia Mikey quien veía en silencio la escena.
—¡Mikey! —exclamó para poder llamar su atención, aunque desde hace rato la tenía.
—¿Qué haces aquí, Baji? —cuestionó casi con desinterés—. Tienes prohibido venir a las reuniones.
—Ya golpee a otro debilucho. —sonrió con altanería, ignorando a los demás presentes—. ¿Qué vas a hacer ahora que arruiné tú reunión? ¿Echarme?
Todo una vez más se quedó en silencio ante la declaración de Baji, en donde todos estaban atentos a lo que podría suceder. Mikey no hizo más que observar de reojo hacia su amigo de infancia quien no doblegaba su expresión para nada. No fue si no hasta un segundo en donde logró observar hacia la de mechas blanquecinas la cual continuaba observándolo con desesperación.
—¿O acaso no había sido suficiente con lo de Tenshi, hah? —volvió a vociferar.
Esa simple declaración terminó provocando que el rubio tensara las cejas por unos segundos, a comparación de Masumi quien simplemente negó con la cabeza, tratando de buscar su mirada la cual estaba fija en el comandante de la primera división.
—Me voy con Valhalla.
El silencio se volvió más que tenso conforme el de pelo largo se iba alejando, sin quitar ni un momento el firme porte que mostraba así como la sonrisa altanera. Nadie lo detenía ni le decía nada, así que se le hizo más fácil avanzar.
—Aquí sólo soy una molestia, ¿no?
—K-Kei-kun, no... —la chica trató de detenerlo aunque sólo haya logrado hacerlo por medio de su voz, en donde al momento que pasó enfrente de ella, con sus manos en sus bolsillos, se detuvo, sin mirarla ni un segundos, pareciendo incluso tomar una pequeña respiración.
—Mantente alejada de mi si no quieres que la próxima vez sea yo quien lo haga y esta vez si no haya nadie que te ayude.
Un pequeño nudo se formó en su garganta ante las palabras que dijo, doliéndole más el momento en donde no le dirigió la mirada que por lo que dijo, el chico continuó con su paso sin dirigirle la mirada ni a ella ni a nadie. Deteniéndose en el borde de las gradas, giró su cabeza por sobre su hombro con una leve sonrisa.
—Renuncio. A partir de hoy, el capitán de la primera división, Baji Keisuke, es enemigo de la TōMan. —declaró sin mirar a atrás.
—¡Baji! —volvió a llamarlo Mikey con cierto reclamo al verlo irse así sin más.
—Parece que la TōMan es un desastre. —dijo Kisaki con una sonrisa en sus labios luego de colocarse las gafas en su lugar, todos observando como todos tenían la mirada fija en quien había acabado de dejar su puesto de capitán y al mismo tiempo enemigo.
—Baji... —murmuró Manjirō casi con melancolía.
—Que no te afecte, Mikey. Sabes que él es así. —dije Draken mirándolo de reojo, luego bajando la mirada hacia la chica a quien continuaba sosteniendo—. Las cosas son como son.
—Me niego. N-Nunca lo voy a aceptar... —susurraba la muchacha casi desparramada entre sus brazos, con pequeñas lágrimas en sus ojos, negando una y otra vez con su cabeza—. No lo acepto.
Draken frunció un poco el ceño al ver su estado en sólo unos momentos, dejando salir un pequeño suspiro y dándole una pequeña palmada en la cabeza viendo luego por sobre su hombro hacia el comandante de la TōMan quien terminó fijándose. Le hizo un pequeño gesto con la cabeza para que se acercara cosa que no dudó en hacer, acercándose a paso calmado y luego tomándola de los brazos, dejando que el más alto la soltara.
—Ya, respira. —murmuró el chico mientras limpiaba las lágrimas que corrían por sus mejillas.
—E-Es que... Es que... —balbuceó la chica de manera silenciosa.
—Tranquila. Ya...
Takemichi observaba la escena en completo silencio desde su lugar, suavizando un poco la mirada al ver la interacción de ambos y recordar el futuro que sólo en una fracción había sido el que merecían. Dejó salir un pequeño suspiro y miró hacia la dirección en donde el tal Baji Keisuke se había ido, tratando de procesar todo lo que había acabado de pasar en unos más que adolescentes jugando a ser pandilleros. En serio era demasiado.
—Oi, Takemicchi.
—¿Eh? —volteó a mirar hacia Kisaki quien se acercó bastante sonriente hacia él.
—Cara o abdomen. Elige.
—¿Eh? ¿Por qué?
—Yo te recomiendo la cara. ¿Y bien?
Takemichi frunció un poco el ceño, aún bastante desconcertado por su repentino acercamiento y al mismo tiempo su pregunta, ladeando la cabeza. Pero, algo curioso por lo que sea que vaya a hacer, respondió. —¿Abdomen?
Y pam, de inmediato recibió un puñetazo de lleno en el rostro que le sacó sangre, y como no, lo mandó directo al suelo.
—¡Take-kun! —lloriqueó Masumi al ver a Takemichi caer al suelo desmayado—. ¿Por qué tiene que pasar todo esto?
EL LUGAR ERA BASTANTE SILENCIOSO, APENAS ESCUCHÁNDOSE LOS GRILLOS del lugar en donde la luna llena llegaba a iluminar a su alrededor evitando que la oscuridad del templo Musashi se extendiera por completo, en donde Takemichi, luego de un largo rato inconsciente ante tantos golpes al fin estaba abriendo los ojos.
Primero se encontró con el cielo oscuro y estrellado de la noche, luego encontrándose con la luna. Frunció un poco el ceño mientras pensaba en todo lo que había pasado en sólo un rato, cerrando por unos momentos sus ojos al sentirse bastante desorientado.
—¿Take-kun?
Logró espabilarse un poco más al escuchar aquella dulce y tersa voz, alzando un poco más los parpados y tratando de enfocar bien su mirada hacia arriba, quedándose mirando unos segundos unos rizados mechones blancos y negros que caían hacia abajo, no evitando mirar hacia la zona del pecho al ser lo primero que estuvo en su campo de visión. Bastante desorientado, quedó con su mirada allí por unos segundos.
—Tenshi-san parece muy suave... —balbuceó casi para si mismo aún tratando de reaccionar y casi en una burbuja, viendo un poco borroso el bordado de su nombre y rango en la camisa.
—Oye, Takemicchi, sé que somos amigos pero el único que le puede mirar los pechos a Masu-chan soy yo.
Oh, no es un sueño.
—¿¡M-Mikey-kun!? —exclamó Takemichi alterado, casi cayéndose por los escalones por el susto.
—¡Manjirō-kun! —inmediatamente la chica lo empujó del hombro bastante avergonzada, provocando que este se riera entre dientes. Ahí Takemichi se levantó y miró bastante alterado hacia los dos adolescentes que estaban allí presentes.
—¿Qué? Por derecho soy el único que puede hacer eso.
Masumi le lanzó una mirada despectiva, teniendo un pequeño sonrojo en sus mejillas y viendo ahora hacia el teñido que aún estaba un poco infartado luego de haberse dado de cuentan de la presencia de Sano Manjirō, no evitando disculparse rápidamente con la femenina ante la acusación bastante cierta hacia él, admitía que a veces era bastante mirón. Miró varios segundos a la pareja que estaban sentados en los escalones del templo, ya el lugar estaba desierto y pareciera que sólo estuvieran ellos tres. El ambiente no era incómodo, pero si se encontraba bastante nervioso a pesar de la sonrisa de Mikey y la expresión tranquila de Tenshi.
—Takemicchi, ¿no te agrada Kisaki? —preguntó el ojioscuro con una sonrisa casi amena, tomándolo por sorpresa.
—¿Eh? —balbuceó el chico, un poco deslocado por aquella pregunta, desviando la mirada algo apenado—. Bueno, pues...
Antes de poder formular por completo su respuesta, un pequeño tono de llamada se hizo presente, interrumpiéndolo y haciendo que mirara hacia la ojirosa al ser de quien venía el sonido. Masumi sacó el teléfono un poco confundida, alzando la tapa de su teléfono plegable.
—Oh, ¡lo siento! Es mi tío. Tengo que contestar. Ustedes sigan conversando. —se levantó rápidamente de allí, casi trotando para alejarse lo suficiente para poder contestar.
Mikey fue el que soltó una pequeña risa mientras seguía con la mirada a la más baja quien parecía comenzar a conversar con Wakasa, aunque Takemichi seguía bastante perdido en sus pensamientos y sólo miró por unos segundos hacia donde se había ido, sintiéndose de alguna manera indefenso al quedarse sólo con Mikey, aunque este sólo tenía una sonrisa de lado, bastante tranquilo en realidad.
—Expandir la organización no es nada fácil. —comenzó a decir, mirando hacia la nada—. Cuando entra gente nueva, otros la abandonan. —recordó inevitablemente la integración de Kisaki y el abandonó de Baji, dejando salir un pequeño suspiro mientras sentía la brisa de la noche golpearlos—. Mi sueño aún está muy lejos...
El silencio una vez más se hizo presente en el lugar, en dónde a duras penas se escuchaba la voz quejosa de Tenshi en el fondo en dónde efectivamente estaba regañando a alguien, específicamente a alguna de sus hermanas. Mikey miró por algunos segundos su cabellera rizada agitarse de un lado a otro al caminar y relajó su expresión, mirando hacia el menor.
—Quiero pedirte un favor, Takemicchi.
—Dime.
Mikey fue agachando el rostro para luego formar una pequeña sonrisa, volteando a mirar hacia el rubio teñido que había seguido con la mirada inevitablemente a la única chica presente quien ahora caminaba de un lado a otro sin dejar de hablar. Se imaginó que podría haber sucedido y su expresión se suavizó por imaginar la situación.
—Tengo un amigo de la infancia. —comenzó a relatar, recibiendo un asentimiento del menor—. Éramos vecinos, tampoco es que fuéramos muy cercanos. Siempre buscaba pelea conmigo y yo le daba una paliza sin falta.
—¿Buscaba pelea contigo? —cuestionó con una sonrisa incrédula y algo nerviosa—. Suena algo tonto.
—Si. —Mikey asiente con una sonrisa, no evitando reír con ligereza—. Es el tipo que te golpeó hace poco.
—Me golpearon dos personas. ¿Cuál es? —sonríe un poco nervioso, rascándose con ligereza su mejilla raspada.
—El capitán de la primera división... —murmuró, ahora con una mirada algo entristecida, aunque bastante sutil—. Baji Keisuke. Es bastante impredecible, ¿no?
—Si, aún no sé porque me golpeó. —balbuceó Takemicchi con una sonrisa aún incrédula, sobándose la mejilla.
Mikey no aguanta carcajearse, negando un poco con la cabeza. —Siempre ha sido así. Golpeaba transeúntes cuando tenía sueño o incendiaba autos cuando tenía hambre. Masu-chan tuvo que memorizarse las horas donde le daba hambre para darle de comer y que no se metiera en problemas.
—Ya veo... —balbuceó un poco nervioso e incrédulo por esa información.
—Ese es el tipo de persona que es, y es uno de los miembros fundadores.
—¿Miembros fundadores?
—La TōMan... nació cuando estaba en primero de secundaria. —relató, sin quitar la mirada del cielo, recordando inevitablemente esos tiempos—... Con Masumi, Draken, Mitsuya, Cherry, Pahchin y Baji.
—¿Cherry-san y Tenshi-san...? —murmura un poco pensativo por esa información, buscando con la mirada hacia la chica que parecía regañar a alguien por el teléfono. Luego volvió a mirar a Mikey—. ¿Ustedes siete?
Manjirō hizo una pequeña pausa ante aquel número en particular, pero luego formó una sonrisa despreocupada y asintió. —Si. Nos juntamos y formamos este equipo.
El teñido asintió un par de veces, admirando la expresión algo nostálgica del mayor quien continuaba mirando hacia la dirección en dónde se encontraba su novia, haciéndolo suavizar un poco su expresión y sólo ver a la misma dirección que él, en un silencio tranquilo y bastante ameno.
—Takemicchi, trae a Baji de vuelta de Valhalla. —pidió, luego formando una pequeña sonrisita—. Lo quiero mucho. —admitió con cierta calidez, dejando salir una risa—. Además, si alguien más no lo hace, Masu-chan lo hará sea como sea a pesar de lo que sucedió. Es bastante terca aunque no parece y eso le ha pasado factura varias veces, no quiero que termine involucrándose con Valhalla.
—¿A pesar de lo que sucedió? —pregunta Takemichi con cierta curiosidad y confusión, tratando de recordar alguna información en el futuro.
—¿Recuerdas que a Masu-chan la atacaron el tres de agosto? La persona que la golpeó en la cabeza. —preguntó Mikey con su mirada hacia el cielo, recibiendo una dudosa afirmación del menor—. No sé si sabías, pero se trataba de una chica.
—¿Una chica? —balbuceó algo confundido, frunciendo el ceño, aunque no tardó en tener un pequeño destello de ese día donde había visto su rostro.
—Tal vez la has visto alguna vez en las reuniones. Usualmente estaba con Emma y las demás novias de los miembros. Tenía el cabello blanco, corto y los ojos claros. —Takemicchi trató de tener un leve recuerdo de esa descripción, aunque uno bastante vago que parecía entrelazarse con los recuerdos del tres de agosto—. Según sé hasta ahora, también es parte de Valhalla.
—¿Valhalla? —repitió un poco confundido, aunque realmente no tenía demasiada información de esa pandilla. Asintió lentamente, no debía sorprenderse; después de todo, la TōMan también tenía chicas.
—Aparentemente Baji tuvo que ver con ella el tres de agosto, incluso la ayudó a escapar y golpeó a un miembro de la cuarta división cuando quiso ir contra ella. Por eso dijo, luego de que fuera contra ti hoy, que había golpeado a otro debilucho. —Hanagaki alzó sus cejas con sorpresa por esa información, teniendo pequeños flashbacks de lo sucedido esa vez—. Por eso se le prohibió venir a las reuniones. Puede que si, le tengo aprecio y tal vez lo que está haciendo ahora es para protegerla, pero a fin de cuentas, sea como sea que se hayan dado las cosas, atentó contra la vida de la vicecapitana de la TōMan y no puedo simplemente dejarlo así.
No supo si había sido idea suya, pero la mirada de Mikey pareció casi apagarse por unos instantes al momento que miró su mano. Sutilmente miró hacia la misma dirección que él, en dónde conectó miradas momentáneamente con Masumi, quien le sonrió con ligereza por unos instantes.
—Puede que sea bastante impredecible, pero en alguna parte habrá alguna explicación, sobre todo cuando se trata de ella. Baji parecía un hermanito a su lado y no entiendo porque hizo lo que hizo. Ella ha estado buscando alguna manera para hablar con él, ha estado muy angustiada y parece preocuparle más como está que de lo que al parecer estuvo involucrado, incluso quiere saber sobre aquella chica. —se encogió de hombros con un poco de pesadez, sonriendo con ligereza—. Yo lo único que quiero es que Masu-chan sea feliz.
Takemichi ahora se tomó su tiempo para mirar hacia Mikey, detallando la mirada que tenia en sus ojos, la manera en la que mostraba un verdadero sentimiento, incluso pareciendo relajarse más. Recordaba como incluso en el futuro se habían convertido en marido y mujer, llegando a tener una cría. Se preguntaba que hubiera pasado si ella no hubiera terminado como terminó, quizás hubieran sido felices...
—¿Y cómo se llama aquella chica? —preguntó luego de unos segundos de procesar esa información.
—Hayami Miyūki. Usualmente le dicen Yūki, no era parte de la TōMan pero si era la novia de Baji. Quiero imaginar que él puede estar haciendo esto para cuidarla, porque hasta donde sé, ella nunca ha sido parte de una pandilla y también me pregunto cómo terminó así y haciendo lo que hizo si se llevaba bien con Masu-chan. —se quedó en silencio algunos segundos, dejando salir un pequeño suspiro—. No me agrada del todo pedirte esto, ya que al fin y al cabo ella la atacó... Pero te pido que también la saques de Valhalla, porque si no, Masu-chan no se va a quedar nada tranquila.
Takemichi se quedó callado, alzando un poco las cejas y observando el perfil del líder de la TōMan. Sus puños se apretaron ligeramente y vio hacia lo lejos en dónde Kiyoko Masumi continuaba hablando por teléfono, teniendo pequeños flashbacks del tres de agosto y el rostro que tuvo unos segundos para poder admirar y observar, atando quizás algunos cabos, pero dejando aún una gran cantidad sueltos. Miró una vez más a Mikey quien de igual manera le dirigió la mirada y le dió una sonrisa.
—¿Te lo puedo encargar?
—¡Claro! Si es lo que quieres. —Mikey mostró una pequeña sonrisita satisfecha ante la disposición de Takemichi, aunque este mismo luego agachó la mirada—. Pero, ¿podría pedirte algo a cambio?
—¿Qué cosa?
La mirada de Takemichi tembló con ligereza, sintiéndose algo dudoso de hablar, teniendo la mirada del capitán de la TōMan fija en él, en donde tomando una pequeña respiración, pudo endurecer su propia mirada y mirar casi sin parpadear al más bajo. —¿Podrías expulsar a Kisaki de la TōMan?
—¿Qué?
—¿Por qué metiste alguien así en la TōMan? —cuestionó casi con impotencia, apretando sus puños—. ¡No puedo explicarte el porque, pero es un peligro! Él... Kisaki... ¡Llevará a la TōMan a la ruina! ¡Va a lastimar a Tenshi-san y...!
—Masu-chan fue la que me dijo que Kisaki podría estar en la TōMan. —el cuerpo de Takemichi se tensó por completo al escuchar esa declaración, sintiendo que se le iba el aire.
—¿Q-Qué...? —balbuceó, sintiendo sus manos temblar.
—Yo confío en el juicio de Masu-chan en todo lo que cabe, sobre todo cuando se trata de la TōMan. —murmuró, mirando hacia su mano en donde estaba aquel anillo que compartía con ella—. Yo confío en ella, y si dice que Kisaki nos va a ser de ayuda, entonces debe ser así.
El cuerpo de Takemichi tembló por completo al escuchar el nombre del ángel de la TōMan y al que podria ser el monstruo de la misma en el futuro, el causante principal de los problemas y una de las razones por la que estaban allí. Por un momento perdió el aire, pensando en las palabras de Draken en el futuro, sólo provocando que su corazón se encogiera.
«Ella siempre ha querido verle el lado bueno a las personas que no quería darse de cuenta entre las garras que estaba apresada y del verdadero monstruo que era Kisaki.»
En ese mismo instante quiso llorar por sólo pensar que ya aquel horrible futuro de Tenshi se estaba desatando en donde Kisaki tenía que ver al momento que confió con él. Parecía que uno de los planes, no, uno de los PRINCIPALES planes de evitar que Kiyoko Masumi terminara conviviendo con ese maldito se había ido a la mierda. Saber que incluso habían convivido lo suficiente como, al parecer, ganarse a el ángel de la TōMan... Agachó la mirada con sus puños temblorosos, pensando que ya había fracasado, sobre todo al ver como Mikey parecía estar de acuerdo con esa decisión.
—Pero también sé que ella es bastante fácil de ganar y probablemente es lo que hizo Kisaki para poder llegar a mi y aceptarlo, aunque de alguna manera nos beneficie. —habló nuevamente, Takemichi alzó la mirada con sorpresa al verlo levantarse y escucharlo. Mikey miró hacia el cielo, metiendo las manos en sus bolsillos—. ¿Quieres que lo expulse de la TōMan? De acuerdo.
—¿Eh? ¿En serio? —cuestionó algo incredulo de que aceptara así.
—Pronto vamos a pelear contra Valhalla. Trae a Baji y a Yūki devuelta antes. Demuéstrame que eres más útil que Kisaki. —declaró, mirándolo con seriedad—. Sé que Kisaki es un peligro y de alguna manera terminó engatusando a Masu-chan para llegar hasta acá. Pero también necesito su fuerza. La TōMan necesitara la fuerza de Kisaki en el futuro.
El menor sintió el chispazo de la ilusión de que pudiera aún tener chance de resolver las cosas y evitar aquel horrible futuro, sobre todo cuando el mismo novio de la de mechas blanquecinas le permitía meterse en ese asunto y que pareciera no confiar en Kisaki, a pesar de todo, sólo guiándose por Masumi. Apretó un poco sus labios y asintió con ligereza.
—Tienes que serme útil, Takemicchi. Gánate a Masu-chan y le muestras que puedes ser más necesario que él.
—¿Yo?
—Hasta ahora Kisaki no ha hecho nada contra ella como para meterme, así que no tengo mucho en contra de él. Aunque sea ingenua y fácil de ganar, siempre llega a tener la razón en algunas cosas, pero no ve más allá de las personas y de lo que realmente son. —dirige su mirada oscura hacia él, frunciendo un poco su ceño y volviendo su mirada en una más oscura—. Tú mismo propusiste este trato. Así que si fracasas, eres hombre muerto.
El cuerpo del teñido se tensó notoriamente apenas escuchó las últimas del lider de la TōMan junto con aquella mirada, recorriéndole un escalofrío por completo al darse de cuenta de lo serio que podría estar hablando y que en serio sería hombre muerto.
—¡Ya terminé! —la dulce voz de Masumi hizo que el ambiente tan pesado se disipara—. Sumi había terminado con la mochila de otra compañera y estaba en medio de una crisis, pero ya fueron a intercambiar.
—¿En serio? Que mal. —en un sorprendente cambio, Mikey no evito carcajearse al imaginarse a la trilliza del medio llorando dramáticamente. Luego, volvió a enseriar un poco su rostro—. ¡Mitsuya! ¿Hasta cuando piensas espiar? —replicó mientras veía hacia uno de los pilares que tenían detrás—. ¡Sal de ahí! Veo tus ridículos mechones plateados.
Todos observaron como el aludido no tardó en hacer acto presencia con una sonrisa un poco temblorosa, la expresión de Mikey era bastante seria mientras la de Takemichi aún se veía algo espantado por la clara amenaza que recibió, y Tenshi, pues ella parecía bastante ajena y tranquila con lo que sucedía, mirando con una sonrisa al platinado.
—Veo que me descubrieron. —soltó una risa algo nerviosa, acercándose a los tres presentes—. Me topé con su conversación mientras buscaba el baño.
—¿El baño? Oh, pues está por allá. —bastante ajena a la situación, Masumi señaló hacia la izquierda.
—Ah, si, cierto. Gracias, Masu.
—¡Ya sé! ¡Que oportuno! —Mikey, cambiando por completo la expresión seria que tenia, sonrió—. Mitsuya, haré que Takemicchi se una a tú segunda división.
—¿Eh? —musitaron ambos a la vez mientras la única chica presente sonreía un poco emocionada.
—Takemicchi. A partir de hoy, eres miembro oficial de la TōMan. —dijo el chico bastante seguro y relajado, observando la expresión sorprendida del teñido—. Bienvenido.
—¡Que bueno! ¡Me alegra mucho, Take-kun! —la más baja dio varios aplausos emocionada mientras se acercaba hacia el ojiazul con cierto entusiasmo, este mismo la miró con una sonrisa un poco incredula y algo ingenua mientras asentía algunas veces.
—¡Si, muchas gracias! —soltó, reaccionando un poco mejor, mirando hacia nuevo lider e inclinándose ligeramente—. ¡Será un placer trabajar juntos!
—Me pasa por metiche... —murmuró con una pequeña gota de sudor en su frente, tratando de disimular debido a la emoción de la única chica presente.
—Te prepararé tú comida favorita en celebración. ¿Qué te gustaría que te cocine? —decía con cierto entusiasmo, ruborizando un poco al menor ante su gesto.
—¿Eh? ¿En serio?
Mitsuya suspiró ligeramente al ver lo emocionada que estaba, mirando unos segundos hacia Mikey quien parecía bastante divertido con su actitud, así que sólo la dejó ser y que la situación fluyera como sea, sobre todo cuando se trataba de la dulce muchacha que parecía no saber la seria conversación que se había llevado momentos atrás.
—Deberíamos irnos. —musitó Mikey bastante relajado, colocando uno de sus brazos sobre el hombro de la muchacha y sacándola de su burbuja—. Estoy más que seguro que tendrás que ir a consolar a tú hermana. Estaba muy asustada, ¿no?
—¡Oh, cierto! —soltó la chica al recordar ese detalle, Mitsuya trató de escapar disimuladamente pero Mikey lo rodeó con su otro brazo y lo hizo caminar a su lado.
—Iré a limpiarme la sangre, pueden adelantarse. —Takemichi sonrió con ligereza, haciendo un gesto despreocupado cuando notó la intención de la muchacha en ayudarlo. Algo le dijo que se iba a ofrecer.
Ahora tenía mucho por pensar.
Había ido al pequeño pozo para poder lavarse el rostro, siseando un poco al sentir el ligero ardor en los raspones que tenía en este mismo y a los que les echó agua, sólo pensando en todo lo que había sucedido para el en un día, caminando y secándose las manos con sus pantalones. No había evitado sonreír un poco tenso al recordar cómo su plan era convertirse en el líder de la TōMan, y apenas y había logrado ser miembro de una de las divisiones. Bueno, algo es algo, pero el hecho de que Kisaki si se haya convertido en capitán lo tenía realmente inquieto, sobre todo con el hecho de que ya parecía haber convivido con Masumi.
❛Mikey-kun dijo que Tenshi-san es fácil de ganar, así que tiene en claro que Kisaki no es confiable❜ fue lo que pensó recordando sus palabras, suspirando con un poco de pesadez, relajándose un poco al saber que no era el único que desconfiaba en ese tipo. Aún así, era inevitable que no se preocupara por la de mechas blanquecinas, sobre todo al ya saber que ella podría llegar a ser presa fácil. ❛Entonces, para llegar a Mikey-kun, hay que llegar primero a Tenshi-san❜
Suspiró con cierta pesadez mientras metía las manos en sus bolsillos y miraba perdidamente al suelo, recordando de igual manera en el trato que había hecho con Mikey que era de vida y muerte, literalmente hablando. Tenía en claro algunas cosas y otras sin respuesta, frunciendo un poco el ceño para si mismo por pensar en la chica que atacó a Masumi y que de igual manera estaba en Valhalla. Parecía ser una de las partes más complicadas, ya que a ella si no la ha visto mucho. Su mirada se perdió en el suelo, pensando que hacer, aunque terminó captando algo mas.
—¿Un amuleto? ¿Se le cayó a alguien? —murmuró un tanto sorprendido, agachándose para poder sostener el amuleto morado por el cordón, aunque se dió de cuenta como parecía tener algo a dentro—. ¿Y esto? ¿Una foto?
Sin esperar mucho, guiándose por su curiosidad, abrió el aumento con cuidado para poder sacar la foto impresa que estaba perfectamente doblada, notando como estaba ligeramente vieja y algo deteriorada en el material, aunque al mismo tiempo se veía lo suficientemente intacta para distinguir con claridad la imagen; un grupo pequeños de jóvenes estaban en la foto, usando un peculiar uniforme oscuro y distinguiendo el logo de la Tōkyo Manji, así como el rostro de algunos.
—¡Son Mikey-kun y Draken-kun! ¡Que jóvenes! —sonrió para si mismo algo entusiasmado al reconocer las apariencia jovenes de dos de los capitanes de la Tokyo Manji, buscando un poco con la mirada logró reconocer al ángel de la TōMan sentada al lado derecho de Mikey—. ¡Tenshi-san!
Parecía haber cambiado y al mismo tiempo no; su cabello estaba por sobre sus hombros completamente negro, suelto, no usaba aquellos dichosos aretes que siempre la veía usar si no más bien unos aros, teniendo una expresión casi nerviosa en su rostro. Claro, la cara no había cambiado demasiado y se veía casi igual, pero la diferencia con la Tenshi de la foto y de la actual era clara, de alguna manera la que conocía en el presente se veía más... cansada y triste.
Su sonrisa se volvió algo leve por comparar la mirada de la pequeña Tenshi con la actual, preguntándose que podría haber llegado a pasar para que ahora su mirara se volviera más apagada, a pesar de que siempre se mostrara dulce y amable. Trató de disipar esos pensamientos y siguió reconociendo a los demás miembros; Pahchin, Mitsuya y Cherry también se encontraban allí. ¿Y como no? También estaba Baji, el mismo tipo que lo golpeó rato atrás sin razón alguna.
—¡Me encontré con algo increíble! —detalló un poco más a los presentes, frunciendo un poco el ceño cuando se dio de cuenta de la cantidad que había, contando uno demás de lo que le llegaron a mencionar—. ¿No que eran siete miembros fundadores?
Su mirada se fijó en el chico que era abrazado por los hombros por Keisuke, sonriendo con bastante sencillez con sus orbes dorados, directo hacia la cámara. Trató de distinguirlo de algún lado, pero en realidad no recuerda haberlo visto nunca, pero si pudo darse que era cercano a Baji ante la fraternidad que se mostraba en esa foto.
—Tiene un tatuaje en el cuello... ¿Quien será?
Q tal, un cap en su mayoría el punto de vista del Micchi q todos amamos
¡Con este capítulo; empezamos oficialmente el arco de Valhalla! Y no está demás decir que es mi favorito
Espero que lo hayan disfrutado y hayan despertado su curiosidad, sobre todo referente a nuestra mami Tenshi ;)
Sip, ella naturalmente es alguien que, al momento de conocer a una persona, si se comporta bien con ella, inconscientemente pensara que es buena y se queda con ese ideal, al menos hasta ver lo que realmente es. Y este es el caso con Kisaki.
Ya sabemos que este pendejo es un cerebrito y calcula cada detalle, y para que negarlo, sabe muy bien como planear las cosas. Así que, si quería una manera de acercarse a Mikey más que antes y al mismo tiempo entrar a la TōMan, tenía que acercarse a Masumi ya que es la única vía para hacerlo, porque si se la gana a ella, se gana a Mikey.
Aunque más o menos, pq Maiki tampoco es tan pendejo y sabe que Kisaki no es de fiar🤸🏻♀️
Pero como dijo, si Masumi considera que Kisaki si puede ser de ayuda, entonces debe ser así para él. No mentí cuando dije que Masumi es como la sensatez de Mikey, su sentido común.
Y si, ya sé q en el capítulo conflict's beggings Masumi se negaba a aceptar a Kisaki sabiendo que estaba pidiendo algo a cambio para hacerlo, sobre todo tomando la situación de Pah en su momento, pero no lo conocía y como cualquiera no confiaría asi como así. Pero Kisaki sabe eso y buscó que lo conociera para cambiar eso, y de lo angelito, lo ingenua lo tiene Masumi.
Ya verán lo q se viene, solo esperen
Recuerden votar y comentar para desbloquear el siguiente capítulo❤️
❪📚❫',·curiosity's zone
#Podrán haberlo notado, pero al momento que todos saltaron cuando Takemichi golpeó a Kisaki, Masumi también estaba molesta, obvio, estaba interrumpiendo algo que era importante y no se iba a quedar callada. Pero, ¿se dieron de cuenta que siempre buscó una manera de alejarlo de los demás? Porque sabía que en algún punto si lo iban a golpear, así que buscó intervenir y alejarlo.
#Y también si, hasta este punto ya Masumi llegó a conocer a Kisaki y llegó a un punto dónde le cayó bien, bueno, al menos un poco, y sabiendo como es él, claro que buscó la manera en convencerla para que lo aceptaran en la TōMan. Cómo dijo Take, para llegar a Mikey, tienen que llegar a Tenshi.
#Pudieron darse de cuenta desde el primer arco, pero este libro es parte de una saga y varias cosas cambiarán, así como el hecho de que varios personajes tendrá su relación con algún protagonista de esta saga. ¿Recuerdan el capitulo del hospital cuando Baji habló con Tenshi y él parecía saber algo sobre la persona que la golpeó? También recuerden que fue la última persona que se vio con
Yūki (les dije que iba a ser importante)
→S H A N X L A B Y X←
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