❪𝟮𝟳❫ ; 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗹𝗶𝗰𝘁'𝘀 𝗯𝗲𝗴𝗶𝗻𝗻𝗶𝗻𝗴.
❪ARC TWO; ANGELS LIKE HER❫
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CAPÍTULO VEINTE Y DOS;
EL COMIENZO DEL CONFLICTO
❛quiebre❜
#📌ADVERTENCIA; spoilers del manga.
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©Shanxlabyx
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¿TENÍA MIEDO EN ESE MOMENTO? INEVITABLEMENTE SI. A PESAR DE sentirse de alguna manera protegida al no estar sola, estaba asustada por la situación. Una gran cantidad de pandilleros de Moebius estaba enfrente de ellos, rodeándolos por completo; eran mucho más que ellos y casi terminaron noqueando a uno de los más fuertes. Sostenía a Pah contra ella, escuchando sus pequeñas quejas mientras se sostenía la nariz.
Ay, ¿cómo es que terminaron así?
—Vinimos a verte desde muy lejos, Mikey de la Guarderia de Secundaria. —se burló Osana mientras sostenía entre sus dedos el cigarro humeante, lanzándolo al suelo en un simple movimiento, buscando el provocarlo más, sobre todo al ver su reacción cuando le habló hacia Masumi.
Manjirō seguía mirándolo con alta molestia, disimulada en la expresión fría y oscura que portaba. Al estar de pie, no dudó en meter sus manos en los bolsillos de su joggers para comenzar a encaminarse hacia Osana sin duda alguna, más que dispuesto a encararlo. Todos los siguieron con la mirada, los miembros de la TōMan con atención mientras que los miembros de Moebius reían un poco, sobre todo cuando se colocó enfrente del mayor, demostrando una enorme diferencia de tamaño.
Moebius no tardó en comenzar a rodearlos al colocarse en círculo, no habiendo mucho movimiento de parte de los pocos miembros de la TōMan, más que de Peh en tratar de colocar distancia entre los chicos que se colocaron bastante cerca de la única femenina presente. Masumi los miraba alerta y nerviosa, aunque trataba de no demostrar esto mismo, apretando sus labios al escuchar las risitas y notar las miradas a su persona.
Definitivamente se sentía como un filete en medio de un montón de leones hambientres.
—¿Necesitas a tantos contra unos niños de secundaria? —habló Manjirō luego de un pequeño silencio, sonriendo de manera burlona—. Eres justo como te imaginaba, un pedazo de mierda.
—¿Que dijiste? No te oigo, pulga. —exclamó con burla con una de sus manos sobre uno de sus oídos para recalcar su burla. Poco después se escucharon las risas de los demás—. Como sea. Acabaremos con esto rápido. Así tendremos tiempo para divertirnos con la linda Tenshi.
—Será mejor que todos y cada uno se aleje de mi novia. —habló Manjirō sin mirarlos, pero era más que claro que su tono de voz era sombrío y casi escalofriantes, y a pesar de eso, estaba con una sonrisa—. Se atreven a tocarle un sólo pelo y les juro que los voy a matar a uno por uno.
—¡Ay, defendiendo a la zorrita de su novia! —se burló una vez más, volviendo a repetirse las risas de los demás chicos presentes.
Masumi desde su lugar observó la espalda de Manjirō, suspirando con un poco de pesadez pero de alguna manera agradecida por sus palabras... Agradecía en sí que no estuviera completamente sola y estuviera acompañada con varios de su más sincera confiaza. Puede que sí, de alguna manera sabía defenderse en una pelea y todo, pero si estuviera en una situación tal cual como la de ahora donde había una gran cantidad de pandilleros de Moebius rodeándola, se colocaría a llorar.
Esperaba que esto se resolviera rápido. Aunque por fuera se viera tranquila, por dentro estaba temblando de los nervios, más con la mirada de casi todos puestos en ella.
—Oi. —Osanai musitó con su mirada fija en Takemichi quien se sobresaltó ligeramente—. ¿A quién demonios crees que estás mirando? —preguntó amenazante, acercándose con lentitud al pobre rubio que apenas pudo balbucear un par de palabras, mirándolo curioso cuando se inclinó sobre él.
No pudo reaccionar cuando le asentó un fuerte puñetazo en el rostro, comenzando a darle distintos golpes con bastante fuerza, con una curiosa manera de lanzarlos. Parecía tal cual un tipo de pelea de boxeador, asentando toda su fuerza en todos y cada uno de los golpes. Kiyoko se sobresaltó por aquello e hizo un atisbo de levantarse para ir a ayudarlo, pero nuevamente Peh la detuvo para que no se metiera.
—Intentabas mirarme por encima del hombro, ¿no? ¡Ese es el tipo de mirada que más odio! —decía entre todos sus golpes, logrando desequilibrar al pobre rubio. Aunque antes de dar otro golpe, lo tomaron del hombro—. ¿Hah? ¿¡Qué mierda quie...
Antes de poder replicar su repentina interrupción, una fuerte patada le llegó de lleno al costado de su rostro provocando que su cuerpo fuera hacia un lado y llegara a arrastrarlo por la fuerza, escupió algo de sangre debido a lo fuerte que había sido. Miró con su mandíbula apretada hacia la persona que se había atrevido a tocarlo, por un momento pensando que se trataba de Mikey, pero lo siguiente que vio fue como una figura femenina caminó con calma para quedar cara a cara, aunque había distancia entre ellos.
La chica tocó el suelo un par de veces con la punta de su zapato, mirando un poco aburrida este mismo. Le había dolido un poco darle aquel golpe con toda su fuerza, dejando salir un pequeño bufido mientras jugaba con la paleta en su boca.
—Vaya que tienes la cabeza dura, ¿huh? Veo que ustedes no se cansan de andar jodiendo. —canturreó una voz femenina de manera burlona y al mismo tiempo aspera, Takemichi apenas lograba dejar de estar tan desorientado, observando una figura bastante curvilinea enfrente de él, con una postura llena de confianza al tener sus manos puestas en su cintura—. Primero me dejan fea la cara y ahora vienen y emboscan al lidercito.
Takemichi trató de reincorporarse, sosteniéndose la nariz al sentir como esta sangrando notoriamente ante los fuertes golpes que había recibido. Trató de dar un pequeño paso pero se tambaleó, sosteniéndose apenas con su otro pie, con su mirada entrecerrada hacia la persona que se había aparecido de la nada, sorprendiendo a Osanai el cual se recuperó fácilmente, teniendo un pequeño raspón en su mejilla y su ceja alzada, hasta chasquear la lengua y reírse, observando de arriba a abajo a la chica.
❛¿Una chica? ¿Quién es...?❜ pensaba confundido el viajero del tiempo al distinguir que se trataba de una chica, bastante bien desarrollada y dejando a ver esto con los shorts y la blusa algo corta aunque de mangas largas que estaba usando. Se fijó en su cabello rubio y algo cortó, más abajo de su nuca, teniendo entre estos unos poquísimos mechones de un color rosa, llegando a ser fucsia.
—Tal vez dejaría que molesten un poco al lidercito, pero a mi linda Kimi-chan no van a hablarle feo. —la chica sacó la paleta de su boca, relamiéndose sus labios que luego curveó en una sonrisa algo macabra. Sus ojos se abrieron, dejando ver unos orbes afilados y de un verde olivo, que en esta ocasión estaban opacos, viéndose más intimidante con las gasas que había en su rostro—. Así como dijo Mikey... Quien trate algo con mi Kimi-chan, lo voy a matar con mis propias manos.
—Ya estaba la perrita del capitán y ahora viene la zorra de la TōMan. —soltó burlesco, dejando salir una fuerte carcajadas—. ¿No te bastaron aquellos golpes, Cherry? ¿acaso viniste para que esta vez te cogiera? Si que son urgidos los bebés de secundaria, pero no me molestaria. Así podrás chuparmela como se debe en vez de que tus amiguitos vengan al rescate. Al menos esta vez estarás acompañada por la perrita de Mikey. —una vez más las risas hicieron eco en el lugar.
—No gracias, tengo mis estandares. Y estoy más que segura que grandulones como tú no son del gusto de Kimi-chan. —negó con su mano con desinterés, mirando detrás de ella con curiosidad al rubio de ojos azules quien estaba más que desconcertado por su presencia—. ¿Y tú? A ti no te conozco.
Takemichi parpadeó apenas observó su rostro, notando los piercings que tenía en unas de sus orejas. De alguna forma se le hizo conocida, como si ya la hubiera visto antes, pero ante los mismos golpes no lograba reconocerla bien, sintiendo su vista borrosa y su cuerpo tambalente. Antes de poder decir algo, observó como justo detrás de ella se asomaba la enorme figura de Osanai, quien alzaba su puño para poder lanzar hacia la distraída chica.
Pero antes de siquiera tocarla, otro brazo se interpuso, haciendo un gancho lo suficientemente firme como para detenerlo. El líder de Moebius miró con rabia a la persona que lo detuvo, observando la mirada compuesta y seria de Hayashida Haruki, conocido como Pahchin. Cherry giró su rostro hacia enfrente al darse de cuenta de lo que sucedía, parpadeando un poco confundida.
—Tú vas a pelear conmigo, malnacido. —vociferó el de la cicatriz soltando con brusquedad a Osanai.
—¿Eh? ¿Por qué tú? La que debería pelear aquí soy yo. ¿No ves que se atrevieron a tocarme la cara? —replicó con enojo e indignación la de mechas rosáceas, señalándose el rostro en donde tenía raspones y algunas curitas por sus mejillas o su nariz—. Estuve en cama como tres días.
—Con más razón voy a pelear con él, Cherry, hazte a un lado.
—Ya dije que no. Déjense. —agitó su mano hacia Pah como si lo echara, provocando que este le mirara con molestia, observando como ella golpeaba su puño contra su palma, transformando su expresión en una sonrisa bastante sombría—. Será un placer que una mujer les patee el trasero...
—¡Asami Hana, alejate de ahí en este instante! —finalmente, la voz de Tenshi se escuchó de manera autoritaria, sorprendiendo al viajero del tiempo al escuchar la dureza con la que habló, llegando a la conclusión de que la chica si era conocida de ellos. Pero...
—¿Asami... Hana? —repitió el viajero en el tiempo, llegando a tener un flashback en ese mismo instante.
—Oye, Naoto. ¿Quién es ella? —había preguntado mentras señalaba una peculiar fotografia en el tablero de demás miembros de la TōMan, siendo, hasta que una específica le llamó la atención al ser una de las poquísimas mujeres en el tablero.
—Su nombre es Asami Hana, conocida como Cherry. Según lo que investigyue, era miembro de la TōMan de hace doce años. Al parecer era bastante cercana a Kiyoko. —explicó con brevedad, buscando más información en su lapto mientras Takemichi se acercaba curioso, pronto viendo la misma fotografia que estaba en el pizarrón—. Parece que después de que Ryūguji muriera y Kiyoko quedara en estado de coma, enloqueció, ya que días después mató a unos tipos a punta de golpes. Quedó encerrada desde entonces.
Takemichi miró sorprendido a aquella chica, observando como era una foto de la comisaría, sintiendo un pequeño escalofrío recorrer todo su cuerpo ante la mirada tan sombría que cargaba encima; su cabello estaba despeinado, cayendo debajo de sus hombros de forma descuidada, sus ojos eran afilados y ojerosos de un color verde, mostrando una mirada de mala muerte.
—¿Era cercana a Tenshi-san? —murmuró el chico con curiosidad, apretando un poco sus puños por pensar en el impacto del estado en coma de Tenshi como para que ella terminara en esos pasos.
—A la edad de veintiun años, cuando cumplió la mayoría de edad e iba a enjuiciarse nuevamente, al parecer hubo una violenta pelea dentro de la correccional. —decía el chico, pasando ahora a las noticias de ese entonces donde se mostraba la fotografía de la correccional junto con de distintos jovenes al parecer implicados en lo sucedido, incluyéndola a ella—. Murió en medio de esa riña.
—¡Kimi-chaaan! —lloriqueó la chica de manera dramática, recibiendo una dura mirada de la más baja para que se fuera a su lado, sobre todo porque ahora ya varios le habían puesto la mirada encima—. ¡No me veas así! ¿No ves que me emboscaron injustamente? ¡Esta debería ser mi venganza!
—¡Asami Hana! —repitió la mayor con el mismo tono haciendo que la rubia refunfuñara varias veces, pateando el suelo con cierto reproche, cruzando sus brazos con un puchero infantil. No tuvo más remedio que, dándole una mirada de mala muerte a Osanai, irse hacia donde estaba su vicecapitana, colocándose a un lado de Draken.
—Esta pelea es de Pah, Cherry. —dijo Mikey desde su lugar, mirando fijamente la escena donde se desataría el enfrentamiento de Pahchin contra Osanai, quienes estaban viéndose fijamente y con un ambiente bastante tenso.
—No, Pahchin... —balbuceó finalmente Hanagaki, dando unos debiles pasos hacia ambos ante su desorientación por los golpes—. No pelees contra Moebius...
El robusto alzó su mano para empujarlo desde el pecho, lanzándolo devuelta al suelo luego de haberse levantado con algo de esfuerzo, estando más que tembloroso por todos los golpes. No obstante, no sintió el suelo como tal, si no un agarre suave y delicado al igual que un suave aroma a dulce, incluso quizás a vainillas. Miró hacia atrás observando el rostro de Tenshi quien lo había atajado de caer del suelo.
—Tú no te metas. —dijo Pah, preparándose para pelear. Inmediatamente Takemichi miró hacia allí y trató de levantarse, pero la misma debilidad de sus piernas y a su vez el agarre de la chica lo mantuvo en su lugar, sentándolo en el suelo.
—Entiendo que estés preocupado, Take-kun. —dijo la chica con un tono de voz bastante bajo, haciendo que el chico con esfuerzo la mirara; ella tenía su rostro en la dirección de la escena, con una expresión seria y expectante, pero podría notar su miedo, su preocupación, sobre todo en la manera que sutilmente sus manos temblaban alrededor de él—. Pero yo sé que Pah-kun es fuerte y capaz. Él va a ganar.
—No subestimes a Pahchin, Hanagaki. —Peh se unió a la conversación, colocándose de cuclillas a un lado de la chica y el no miembro de la TōMan—. Es uno de los que mejor pelea en la TōMan. Sin importar contra quien vaya, acaba con grupos enteros él solo. No perderá contra Osanai.
—Mejor quédate quieto de una vez. —escuchó como la tal Cherry le hablaba de manera venenosa, siendo observado por sus orbes verdosos con molestia—. Ni idea de quien eres, pero no te metas donde no te llaman si no quieres que te maten. Ya debes saber lo que estos tipos son capaces de hacer.
—No se trata de eso... —balbuceó Hanagaki una vez más, mirando impotente al suelo.
❛¡Si no hago nada, Draken-kun morirá y atacaran a Tenshi-san! Prácticamente todos tienen sus ojos encima de ella❜ pensó con impotencia cuando observó sutilmente detrás de él donde la chica continuaba sosteniéndolo, con su mirada fija en la dirección de Pah. Apretó su mandibula con cierta fuerza por pensar en lo que esos tipos le hicieron en el futuro antes de terminar incapacitada. No iba a permitir a ninguna costa que eso se repita. ❛Por lo que Akkun y Hina...❜
—Takemicchi. —dijo Mikey con su mirada fija hacia enfrente—. Ustedes miren desde allí. Esta pelea es de Pah.
Y al apenas decir esas palabras, los puños comenzaron a volar de aquí para allá, donde Osanai destacaba notablemente ante su estilo de pelea donde tenía unos notorios movimientos de boxeo, incluso siendo señalado por Pah con cierta burla, aunque antes de tan siquiera lograr dar otro golpe, el lider de Moebius le asentó un puñetazo de lleno en medio del rostro, realmente rompiéndole la nariz en ese mismo instante, derramando sangre por doquier y provocando que se tambaleara.
—¡No! ¡Le dio de lleno! —soltó Peh con preocupación.
—¡Desgraciado! —chilló Cherry con impotencia al ver tal cosa.
—Con un golpe como ese... ¡no aplastarías ni a una hormiga! —y a pesar de todo, el chico de la cicatriz alzó su rostro con una sonrisa arrogante en sus labios, con sangre chorreando por su piel. Se notaba que apenas y podía estar consciente.
—Pah-kun... —murmuró Masumi de manera temblorosa con una mano apretando su pecho. Estaba muy asustada en ese momento.
—N-No puede ser... ¿Qué tipo de monstruo es Osanai? —vociferó el subcomandante de la tercera división de la TōMan, mostrándose asustado por el estado de su capitan. Tanto que por puro impulso trató de correr hacia allí—. ¡Pahchin!
—¡Peh! —inmediatamente el aludido se detuvo cuando Mikey habló, este teniendo la mirada opaca en la escena—. ¿No les dije que miraran desde allí? —Pehyan vacilo por unos momentos hasta enderezarse, disculpándose con su lider y quedándose quieto en su lugar, aún teniendo un mal sabor de boca.
—¿Qué veamos desde allí? —repitió Takemicchi con incredulidad—. ¿No te parece cruel, Mikey-kun? ¡Tiene la nariz rota y apenas está consciente! ¡No puede más! —exclamó apretando sus puños mientras la postura de aludido se tambaleaba en su lugar—. ¡Pahchin podría morir! ¡Hay que pararlo!
—¿Y por qué? —cuestionó mientras giraba su cabeza con una sonrisa confiada—. Si aún no se ha rendido.
Takemichi observó con incredulidad al rubio, observando como en el fondo estaba un Pahchin aún tambaleante, tratando de asentarle un golpe a duras penas a Osanai que hasta este punto se mofaba de su estado tan deplorable en donde apenas y podía mantenerse pie, volviendo sus movimientos sumamente lentos y vagos por la misma debilidad. El viajero sólo podía pensar que lo que vivía era una tortura.
Manjirō miró unos segundos al lado de este en donde Masumi continuaba viendo la escena, sosteniéndose el pecho de manera algo temblorosa, notando claramente su preocupación y una sutil necesidad en sus ojos. Necesidad de que aquello se acabara de una vez. Algo se removió en su pecho con ver su expresión, mirando hacia enfrente una vez más.
—¡Miren, el idiota se desmayó parado!
Y efectivamente ese había sido el caso, al menos en su mayoría, donde Haruki estaba completamente paralizado en su lugar y con su mirada desencajada, apenas sosteniéndose casi que forma inconscientemente sobre uno de sus pies cuando quiso caer, aunque terminó desplomándose hacia adelante. No obstante, su cuerpo no tocó el suelo.
—Lo siento... Mikey. —susurraba este de manera debil, siendo casi únicamente escuchado por el aludido quien lo sostenía contra él, evitando que tocara el suelo—. No sirvo para nada...
—¿Qué estás diciendo, Pahchin? Masu-chan te regañará por decir eso. —habló este con cierta suavidad, mostrando una sonrisa—. No has perdido.
Las carcajadas y burlas de los demás no se hicieron esperar apenas el capitán de la TōMan decir esas palabras, cosa que él ignoraba por completo mientras lo colocaba con cuidado en el suelo, notando como casi al instante las dos femeninas presentes se acercaban rápidamente hacia allí. Miró con sus manos en los bolsillos como su novia se arrodillaba a un lado de él con sus manos temblorosas, frunció el ceño al ver lo asustada que estaba. Así que, le dio una pequeña caricia en su cabeza antes de comenzar a encaminarse hacia Osanai, quien encendía un cigarrillo despreocupadamente.
—Ay, Pah. Tonto Pah. Casi te matan, Pah. —decía Hana con un puchero en sus labios mientras se colocaba sobre una de sus rodillas para cerciorar que estuviera vivo, alzándole el pulgar a Tenshi quien estaba algo perdida viendo hacia a Mikey, tocando el mismo lugar donde él puso su mano—. ¡Está con vida!
La chica entrecerró su mirada para suspirar con alivio, observando con lastima el cuerpo del chico todo magullado, sobre todo su rostro. Se decía tonta así misma por no haberse preparado y haber traído alcohol y gasas como solía hacerlo todo el tiempo, siendo precisamente el día en donde estaba con los bolsillos vacíos, ni siquiera tenía algún condenado dulce encima para poder calmar los nervios que sentía en ese momento.
—Tranquilo, Pah-kun... —susurró lo suficientemente cerca de él, no estando segura si la escuchara—. Cuando esto termine, te prepararé tú comida favorita. —dijo con suavidad, acariciando un poco su cabeza.
—¿Quieres pelear, Mikey? —escuchó la voz de Osanai, alzando la mirada hacia allí y viendo a este portando una sonrisa, soltando el humo del cigarro por la nariz—. ¡Te mataré en diez segun...!
Y de una fuerte y bastante agil patada, Osanai terminó en el suelo casi de inmediato; aquel ataque esencial del invencible Mikey que casi siempre era su golpe de gracia. Observando sin expresión alguna el cuerpo de Osanai tendido en el suelo, bajó por completo su pie mientras volvía a meter sus manos en los bolsillos. Rápidamente se comenzaron a escuchar los gritos confundidos de los demás restos de Moebius al ver como de una simple patada noqueaba a su lider.
—Que vengan los que creen que Pahchin perdió. Los mataré a todos. —soltó este con una mirada amenazante que dejó a todos completamente quietos y firmes en su lugar. Luego, fue mostrando una sonrisa llena de confianza—. ¡La TōMan me pertenece! Y mientras tenga mi apoyo... ninguno de nosotros perdera.
Masumi se levantó de su lugar, dejando a Asami a cargo de Pah; no tardó en acercarse un poco más, quedando a un lado de Draken que veía con una pequeña mueca de aburrimiento la escena, dándose una mirada con la mayor quien continuaba con una expresión preocupada. No tardó en mirar fijamente y por varios segundos a uno de los lideres de Moebius, tratando de cerciorarse desde allí que seguía respirando.
—Lo siento, Kenchin, Masu-chan. —canturreó Manjirō de manera más animada, volteándolos a ver con una sonrisa—. Me dejé llevar.
Draken miró al chico con un poco de cansancio hasta dejar salir un pesado suspiro, riendo con ligereza. —No tienes remedio, Mikey. Quizás si hubieras hecho eso desde el principio Masu no estaría al borde del llanto. —se burló, provocando que el rubio más bajo se riera un poco.
—¡No estoy llorando! —soltó esta con cierta vergüenza de que lo señalara, aunque su voz se escuchaba un poco temblorosa.
—Quizás un poquito. —señaló Mikey divertido provocando otra queja de parte de su novia.
—¿Por qué les gusta burlarse tanto de mí? —una vez el dúo se rio ligeramente ante las palabras de la chica de mechas blanquecinas, quien al igual que Mikey estaba ajena de lo que estaba sucediendo a un par de pasos de allí.
—¡Cuidado, Mikey! —Draken fue el primero en reaccionar, al momento en donde Osanai agarró un pedazo de botella rota y comenzó a correr directamente hacia Manjirō.
El chico giró su cabeza hacia atrás con confusión, en donde su mejor amigo reaccionó rápidamente y lo cubrió con su cuerpo, colocándose en medio tanto de él como de la femenina que estaba a su lado, apenas logrando procesar lo que había sucedido.
—¡Ken-kun! —chilló Masumi con espanto ante tal escena, pero, en un rápido movimiento, Ken lo sostuvo y le dió un rodillazo justo en su abdomen, llegando a levantarlo del suelo. Osanai escupió sangre con sus ojos desorbitados.
—Osanai, te diré porque perdiste. —decía con una enorme seriedad, escuchando como la botella de vidrio se caía al suelo y se quebraba por completo—. Se descarriaron como pandilleros. Violar a mujeres y atacar a los padres de otro los vuelve simples pedazos de mierda. —gira su rostro hacia los demás presentes quienes continuaban paralizados—. Escuchen, la próxima vez que escuche que hagan fechorías los buscaré y mataré yo mismo. —declaró de tal manera que los demás comenzaron a retroceder sutilmente con miedo—. ¡Mikey acaba de destrozar a su comandante! ¿¡Alguien más va a oponerse!? —exclamó con la suficiente fuerza para que todos los escucharan—. ¡Si no, Moebius se someterá a la Tōkyo Manji!
Casi luego de decir eso, a lo lejos se llegó a escuchar las sirenas de la policia alterando de sobremanera a todos los presentes que estaban allí, al menos los miembros de Moebius ya que los pocos de la TōMan quienes si se tensaron, al menos Masumi miró hacia la nada con cierto susto por pensar en lo que se estaba acercando, no comparándose a Draken quien sonrió un poco irónico y quizás divertido, volteándolos a ver.
—Esto es malo. Llegó la ley.
—¿¡Qué!? ¿¡La policia!? —soltó Takemichi mirando a todos lados de manera asustada.
—Ay, no. Otra vez... —murmuró Masumi con una mezcla de cansancio y nervios provocando que Takemichi le mirara sorprendido. ¿¡Otra vez!?
—¿Vendrán a celebrar nuestra victoria? —bromeó Pah provocando que Mikey se riera de forma divertida.
—¡Corran por su vidas, idiotaaas! —chilló Asami mientras pasaba al lado de ellos corriendo, pronto siendo imitada por estos mismos y por Tenshi quien fue tomada de la mano casi de inmediato por Mikey.
—¡Vamos, Masu-chan! —dijo este entre risas como si fuera algún juego, luego mirando a su invitado no invitado con diversión—. ¡Hay que huír, Takemicchi!
—¡Voy! —soltó este aún desconcertado—. ¿Cómo son tan despreocupados?
—¿¡Qué crees que haces, Pah!?
Todos se detuvieron cuando escucharon la voz desesperada y enojada de Draken, observando hacia la dirección en donde estaba este aún sosteniendo el cuerpo de Osanai, aunque luego lo dejó caer al momento que empujó con cierta brusquedad a Haruki, cayendo sentado a un par de metros. No obstante, el regaño no era lo que les llamó la atención, si no ver como en la espalda baja de Osanai estaba clavada completamente una navaja, algo que claramente los asustó de sobremanera.
Masumi jadeó asustada por eso y casi al instante se soltó de Mikey, algo que no fue demasiado dificil debido a que este por la misma impresión aflojó el agarre, apenas observando como la chica casi corría hacia el cuerpo inmovil de uno de los lider de Moebius que Draken comenzaba a agitar en un intento de que reaccionara, mirando casi desesperado a la chica quien se arrodilló a su lado, revisando apresuradamente todo, incluso teniendo un impulso de tocar la navaja pero casi de inmediato el del tatuaje la agarró de la muñeca.
—¡No lo toques! —soltó este, observando la manera en la que su mano estaba temblando.
—Aún está respirando... —decía Masumi con su voz y respiración temblorosa, buscando donde tocar. Sus ojos estaban cristalizados por los nervios—. ¿Debería sacar la navaja? ¿Pero y sí ahí realmente se desangre y muera? No está sangrando demasiado, ¡pero podría morir! ¿Qué hago? ¿¡Qué hago!? ¡P-Pah-kun no puede ir a la carcel!
—¡Cálmate! —soltó Draken mientras la tomaba de los hombros al notar como iba a tener un ataque nervioso, observando las gordas lágrimas que comenzaban a caer de sus ojos, lanzando estos mismos con apremio hacia Pah quien se levantaba poco a poco.
—¿¡P-Por qué hiciste eso, Pah-kun!? ¡Sólo t-teniamos que irnos! —decía esta con la voz rota y temblorosa por lo que se había metido, no sabiendo realmente que hacer para ayudar a su amigos, porque muy diferente era ayudar con heridas superficiales e incluso una tarea a tratar de ayudarlo luego de que apuñalara una persona.
—¡Hay que irse, Pah! —soltó Mikey con desesperación, observando a su amigo completamente quieto en su lugar.
—¡Mierda, Pah, vamonos! —chillaba de igual manera Hana, con pequeñas lágrimas
—Lo siento, Mikey... Lo siento, Masu. Supongo que no podrás cocinarme hoy mi comida favorita. —mencionó este con pesadez provocando un sonoro sollozo de la chica, dándose de cuenta que si la había escuchado cuando dijo eso—. Hana, cuida muy bien a Pochi. Pehyan, te encargo la tercera división. Me voy a entregar. —declaró con pequeñas lágrimas en sus ojos.
—¡No jodas, Pah! ¡Yo no voy a cuidarte nada porque vamos a volver a casa! —soltó Hana en una firme negación, observando claramente como Draken luego de ver las lagrimas en el rostro de Pah apretaba su mandibula para que, de un rápido movimiento, cargar a Masumi cuando esta se negó a levantarse, casi al instante hizo lo mismo con Manjirō cuando este quiso ir con su amigo.
—¡Tenemos que irnos, Mikey, Masu! —decía este casi empujando como pudo a Pehyan y Cherry cuando estos vacilaron en irse, pronto no teniendo opción cuando las sirenas de la policia comenzaron a escucharse más cerca.
—¡N-No! ¡Pah-kun puede venir, no puede quedarse solo! —chillaba esta misma sin dejar de llorar al ver como uno de los primero amigos de su infancia se hacía más y más lejano, simplemente esperando a que la policia llegara.
—¡Pah! ¡Ven con nosotros! —soltó Mikey estirando sus manos con desesperación, queriendo soltarse para alcanzar a su amigo.
—¡Nos van a arrestar a todos! —soltó Draken, sintiendo un fuerte nudo en su garganta por dejarlo atrás.
—¡Pah!
Este día no podía ser peor.
HAYASHIDA HARUKI, CONOCIDO COMO PACHIN, HABÍA SIDO arrestado esa misma tarde.
Masumi apenas había logrado tranquilizarse, le dolía la cabeza de tanto llorar ese día. Apenas había logrado llegar a casa para volver a echarse a llorar, pero sintiéndose tan triste y necesitada de pedirle a su mamá o a su papá que le dieran un abrazo para consolarla y decirle que todo iba a estar bien. Pero era algo que no iba a ser posible.
Agradecía que no había estado completamente sola, ya que Manjirō se negó a dejarla allí y se quedó lo que restó del día a su lado sin decir ni una sola palabra más que abrazarla. Se desahogó un poco y pudo pensar más claramente, ya que lo único que quería era devolverse y traer a Pahchin devuelta con ellos, pero sabía que hasta este punto ya estaba bajo los cargos de la policia. Y por eso mismo Mikey había convocado únicamente a los lideres de las divisiones a reunirse para ver que podrían hacer.
Ella no se opuso, ya que lo único que había pensado era en sacar a su amigo de la carcel. Asi que ahí estaba, con todos los chicos reunidos, incluyendo a Asami Hana quien no dejaba de agitar su pierna de arriba hacia abajo debajo de la mesa al haber ido a un restaurante cualquiera. El ambiente estaba bastante tenso por todo lo que se conversó, aumentando apenas Sano Manjirō llegó con la propuesta de que iban a hacer.
—¿Dijiste que quieres integrar a Kisaki a la TōMan?
Masumi suspiró con pesadez mientras masajeaba su cien ante la respuesta incredula de Draken mientras los demás estaban en silencio hablando, y quizás analizando lo que había acabado de decir; al parecer, Mikey no hace mucho había conocido a alguien llamado Kisaki Tetta, quien según él iba a serles de mucha ayuda a la pandilla en general. Cualquiera que lo escuchara tal cual no dudaría, pero a más de uno en la mesa no se convenció debido a la condición; que se le integrara a la pandilla a cambio.
Apoyó su mentón en la palma de su mano cuando recostó el codo en la mesa, llegando a cubrir un poco su boca cuando movió sus dedos hacia enfrente. No era mentira que no estaba muy... entusiasmada, al principio tuvo las energías por los cielos cuando su novio dijo tenía una solución para los problemas, pero se fueron cayendo cuando poco a poco contaba. Claro, para varios allí se le hacía bastante sospechoso que alguien apenas conocido llegara y dijera «puedo ayudarlos, pero a cambio de algo». No era lo más confiable, incluso Masumi no estaba segura.
Sentía un pequeño revoltijo pensar en meter a un desconocido a la TōMan por hacer un favor. Ni siquiera ella lo conocía, y ciertamente si era demasiado extraño por lo que le había dicho Mikey, no obstante, estaba con la encrucijada debido a que podría ayudarlos en sus aprietos y con el, aparente, bajo precio de que entre a la TōMan. Pero era inevitable que estuviera esa pequeña espina en su pecho.
—Yo me opongo. —dijo Draken sin dudar, frunciendo el ceño—. No me agrada. Parece tener un plan.
—Yo también me opongo. No estás siendo razonable, Mikey. —ahora fue turno de Mitsuya de hablar.
—Yo te apoyo, Mikey. —habló Smiley con bastante seguridad, mientras Mucho a su lado asentía, secundando sus palabras.
—También yo. Si queremos fortalecer a la TōMan creo que es alguien necesario. —dijo este, mirando a su lado en donde se encontraba Hana cruzada de brazos.
—Mierda, no me importa. Ojala que sea cierto que ayudará a la TōMan.
—Mikey... ¡No admitas a Kisaki! —exclamó Keisuke casi de inmediato, notándose su descontento y su inquietud—. No se puede confiar en él.
—Él será de ayudar. —respondió el lider de la TōMan, insistiendo. Aunque aún así, su mirada se veía perdida y bastante sería—. En realidad, él puede liberar a Pah.
—¿Qué? —musitó Draken con su ceño fruncido.
—Es claro que Tenshi-chan está de acuerdo. —canturreó el pelinaranja igual de sonriente como siempre—. Ella debe ser una de las que más querrá que Pah salga. No puede vivir tranquila sin uno de sus polluelos. —bromeó sutilmente, riendo con ligereza. Sin embargo, no recibió respuesta alguna de la chica.
Los que se había puesto de lado de Mikey dirigieron casi de inmediato su mirada hacia ella, notándola completamente callada, mirando hacia abajo con una mueca dudosa. Incluso el rubio colocó de inmediato su mirada sobre ella al ver que no dijo nada para confirmar las palabras de Nahoya, en sí, no había dicho nada. Pero podía darse de cuenta con las pequeñas muecas que hacía que era lo que estaba pensando, y con sólo imaginarlo, entrecerró su mirada hacia ella.
Masumi no estaba de acuerdo.
—¿En serio, Kimi-chan? —se exaltó Hana con una mueca incrédula, recibiendo la mirada de la aludida—. ¡Es lo más rápido para que Pah salga de la carcel! ¡Debe ser una de la que más quiere que él salga!
—Si quiero... —murmuró la chica algo cohibida en su lugar al sentirse de repente intimidada, cosa que hace mucho no sucedia. Suspiró, cubriendo sus ojos con una de sus manos—. Pero no creo que sea la manera correcta en hacerlo. ¿No les parece un poco raro? Así como dijo Ken-kun, podría tener algo entre manos y nos perjudique, o algo... —murmuró, jugando un poco con sus dedos.
—¿No te importa Pah acaso? —habló Mikey con una sorprendente dureza en su voz, algo que la sorprendió un poco. Lo miró de manera confundida por lo que dijo—. ¿No quieres que él salga de la carcel?
—¡Claro que si! —soltó la chica de inmediato, ligeramente alterada de que estuviera dudando de eso, sobre todo por haberla visto con claridad el mar de lágrimas que había sido luego de su arresto.
—¿Entonces? ¡Es lo más rápido para sacarlo de ahí!
—¿No crees que es raro ese tal Kisaki? ¡Ni siquiera lo conoces bien!
—¡Lo que me preocupa ahora es sacar a Pah de la carcel! ¡Al menos a mi si me importa!
—¡S-Si me importa! ¡Deja de decir que no me importa Pah-kun! —la voz de Masumi se rompió notablemente mientras las lágrimas comenzaron a acumularse por sobre sus ojos, estando al borde del llanto. Era más que claro que estaba bastante suceptible aún—. ¡Y-Yo quiero que él salga lo antes posible!
—¡Me estás dando a entender otra cosa!
—¿¡En que momento dije que no me preocupa o que no me importa!? ¡Y-Ya van dos veces que me dices eso!
—¿Otra vez vas a estar al lado de Kenchin? ¡Apóyame un poco, ¿no?!
—¿¡Pero cuando he dicho que no te apoyo!? ¡Sólo te dije que pensaras mejor las cosas!
—¡Piensalas mejor tú!
—¡Mierda, cálmense! —Draken rápidamente trató de meterse al notar como la situación se acaloraba entre ellos dos, algo que no sólo lo sorprendía a él, si no a todos en general. Era la primera vez que se alzaban la voz entre sí—. ¡Mikey, piensa por una vez! ¿Ese es el verdadero motivo? Con más razón me opongo. ¡La TōMan no puede mancharse de esa manera!
—¿No que uno para todos y todos para uno? ¡Incluso tú misma lo dijiste, Masumi! —la señaló bruscamente, estando tan cegado por el enojo que no cayó en cuenta de como ya esta estaba soltando lágrimas sin parar, sobresaltándola ante el movimiento que hizo—. ¡Esta es la solución para que Pah salga de la maldita carcel!
—¿Y si terminamos metidos en algo peor? ¡E-Ese Kisaki podría ser un Yakuza o algo! —chilló un poco paranoica, aunque no era algo que no se le haya pasado desde antes a la cabeza. Que tenga ese tipo de habilidad como para sacar a alguien de la carcel no era de fiar—. ¡Pah-kun no estará contento si haces eso!
—¡Sólo estoy buscando algo que nos ayude a resolver las cosas! ¡Al menos yo hago algo!
—¡Mikey, Pah se entregó a la policía por cuenta propia! —habló una vez más el del tatuaje, azotando su mano en la mesa al momento que se levantó—. ¡Esa fue su decisión y no nos concierne meternos si él mismo se entregó! Acepta que a fin de cuentas apuñaló a alguien y quiso pagar las consecuencias. ¡Entiende!
—¿Acaso estás diciendo que tiene que quedarse en la cárcel y sólo abandonarlo?
—¡No es por abandonarlo, Mikey! ¡No eres el único que quiere que salga, pero respeta por una puta vez la decisión de alguien!
—¡Kisaki va a ser de ayuda para que salga de ese maldito lugar lo antes posible! ¡Entiende tú, estúpido tótem!
—Por la puta... ¡Eres tan insoportable! ¡Si tanto vas a sostener ese maldito pensamiento, me voy de la TōMan! —vociferó el chico ya harto por todo lo que escuchaba del capitán de la Tōkyo Manji.
—¿Q-Qué? —ahora fue turno de Masumi de hablar, mirando con apremio y lágrimas en sus ojos hacia Draken girarse y comenzar a irse—. ¡N-No, no digas eso! ¡No es necesario llegar a ese punto! —la chica lo siguió, sosteniéndolo del brazo, sintiendo una desesperación enorme
—¿Acaso formamos la TōMan para imitar algo tan sucio como eso? Si Mikey no quiere escuchar por una vez y quiere llegar a hacer eso, pues que lo haga. Si van a hacer algo con lo de Pah, ¡dejaré la TōMan! —refutó una vez más zafándose con brusquedad del agarre de la chica, buscando alguna manera de irse de allí .
—N-No, no, no. ¡No digas eso! —Masumi lo jaló del brazo nuevamente con cierta necesidad, estando nerviosa hasta los pies, y asustada, muy asustada—. ¡P-Piensa bien, Ken-kun! No es necesario que dejes la TōMan, podríamos hablarlo bien y ya...
—¡Dile a tú estúpido novio que piense bien y mejor dejame en paz, maldita sea! ¿Puedes dejar de ser tan molesta una vez en tu vida y dejar tranquilas a las personas? ¡Él que debe pensar bien es él, no yo! ¡A mi no... —se fue quedando mudo al ver la expresión de la chica, cayendo en cuenta de lo que había dicho. Observar como tenía su ceño fruncido y sus labios temblorosos, una expresión de aflicción y cierto dolor. Inmediatamente cayó en cuenta de lo que dijo.
—¿Qué mierda, Kenchin? ¿Acaso quieres que te rompa la cara? —rápidamente Mikey se encrispó por observar con atención la manera en la que le habló a la chica, sintiendo una gran molestia por sólo ver su expresión, incluso levantándose de su lugar. Rápidamente Baji lo tomó del brazo al notar perfectamente la intención de pelea entre esos dos—. ¿Cómo te atreves hacerla llorar?
—¿Hah? ¡Tú tambien la hiciste llorar, imbecil!
—¿Y acaso tienes siquiera derecho TÚ de hacerlo?
—¿¡Acaso eres el único que puede hacerla llorar!?
—¡Es mi novia, no la tuya! ¡Yo puedo hacer lo que se me dé la gana!
—¿¡Te estás escuchando, estúpido!?
—¡Ya dejen de gritar! —exclamó Masumi, notando como ambos casi querían lanzarse al otro.
—¡Oigan, ya basta! —Keisuke tuvo el valor de meterse en la acalorada discusión que se estaba llevando, notando la enorme atención que estaban teniendo de los pocos dentro del restaurante, que si no fuera por las mismas miradas de Draken y Mikey, ya se hubieran quejado.
—Están haciendo mucho escándalo. —soltó Smiley con su sonrisa un poco tensa.
—L-Lo siento... —la de mechas blanquecinas de manera temblorosa tomó una pequeña respiración, limpiándose el rostro como podía—. M-Mejor me voy a mi casa. —dijo esta entre pequeños hipos y sollozos.
—Oye... —murmuró Takashi queriendo agarrarla del hombro, sintiendo como temblaba, zafándose de su agarre.
—Te llevo a tu casa. —habló Draken queriendo hacer el mismo gesto, pero casi como si la quemara se alejó.
—No es necesario. Puedo irme sola. —respondió casi de inmediato, tratando de relajar su respiración, teniendo sus mejillas y nariz rojas—. No quiero ser más una molestia.
—Mierda, yo no quise decir eso...
—¿Entonces que quisiste decir? —preguntó la chica con la mirada hacia un lado, su respiración era agitada—. Parecías muy seguro cuando lo dijiste.
Draken apretó la mandíbula por sus palabras y chasqueó la lengua, terminó dando una última mirada hacia Mikey para comenzar a irse rápidamente de ahí, abriendo la puerta con brusquedad y desapareciendo. Todos estaban en silencio ante la escena, sólo escuchándose la respiración algo ahogada de la chica quien trataba de colocarse un poco más decente antes de irse, encogiéndose un poco en su lugar ante las miradas de las personas que estaban en el restaurante. Sin decir ni una palabra, se fue rápidamente al baño para poder lavarse la cara, ni siquiera Hana se sintió suficiente para levantarse e ir a hablar con ella, aparte de estar shockeada por lo que sus ojos vieron.
La mayoría observó como Mikey se levantaba de su lugar para salir de entre la mesa, metiendo sus manos entre sus bolsillos mientras se acercaba a la zonas de los baños, aunque no pasó de allí. Cuando Masumi salió nuevamente, con el rostro menos rojo, se sobresaltó al tenerlo frente a frente, pero no le dijo absolutamente nada. Vaciló un poco pero carraspeando se alejó de él y quiso irse de largo, pero este la agarró nuevamente de la mano, deteniendo su paso.
—Hey, ¿a dónde vas? —dijo este una vez la detuvo, no obstante, la chica con una mirada un poco temerosa y reacia se soltó.
—P-Pues me voy a mi casa. Permiso. —respondió, queriendo irse, pero una vez la sostuvo para evitar que se fuera.
—¿Vas a caminar todo eso para llegar a casa? Sólo deja que te lleve.
—No es necesario. Puedo irme sola.
—Que incómodo... —murmuró Smiley hacia Mucho quien estaba cruzado de brazos con una pequeña gota de sudor en su frente.
—No seas terca, no te voy a dejar caminar por ahí sola. —dijo el chico queriendo agarrarla del brazo—. Vas a caminar un buen rato.
—¡P-Puedo irme sola! —chilló soltándose con rapidez de su brazo y yéndose casi dando zancadas, escuchándose el pequeño tintineo de la campana cuando salió.
El chico miró con sus orbes algo desencajados su negación y casi huída a su persona. Se miró la palma por unos segundos notando como de manera imperceptible sus dedos llegaban a temblar sintiendo una gran ansiedad en su persona, apretando su mano con bastante fuerza al punto de que sus nudillos comenzaron a colocarse pálidos por la misma presión. Chasqueando su lengua, apretó sus manos en puños y comenzó a caminar hacia donde se había la chica, dispuesto a seguirla y buscar hablar con ella, aunque no pudo avanzar un paso más.
—Deja que tenga su espacio, Mikey. —dijo Mitsuya, tomándolo del brazo y evitando que avanzara y siguiera a la chica, en donde probablemente empiece una discusión peor.
Sabía que Masumi en sí no era alguien problematica, justo ahora estaba dolida y sólo necesitaba tiempo para pensarlo, aunque si sentía la pequeña espinita de que estuviera sola, ya que probablemente se iría a casa a llorar sin parar como conocía muy bien. No era el único que había notado las ojeras más pronunciadas y los ojos hinchados que poseía ahora, era claro que estaba afectada con el arresto de Pahchin. Ahora sólo necesitaba su propio espacio.
—Pah tampoco querría esto. —dijo el de cabello platinado, yéndose de igual manera.
Manjirō se quedó en completo silencio en su lugar, sin moverse ni hacer más que mirar hacia la dirección donde se habían ido varios de los anteriores presentes, quedando los demás completamente callados observando como había terminado la escena, sin saber que realmente decir. Aunque el único que si buscó levantarse y acercarse a él fue Baji, tomándolo del hombro al notar la manera tan tensa en la que se encontraba su postura.
—Mikey. —dijo este apenas colocó su mano sobre él, no obstante, el chico en un movimiento bastante brusco de zafó y alejó de allí, casi golpeando la puerta cuando la abrió.
Definitivamente podía cortarse el aire con un cuchillo.
La discusión no me la saqué de la cola, esto si sucede en el manga en un cap donde muestran la razón por la que Mikey y Draken se pelearon y como llegaron a un conflicto interno.
Quizás no sea un spoiler muy fuerte o algo(?), pero por si las moscas. Para los que no están al día con el manga (aunque ya se terminó), la escena en el restaurante SI SUCEDIÓ, donde muestran más a fondito cómo es que llegaron a dividirse.
Obvi, le puse más sazón para que sea más intenso y se vea realmente un fuERTE conflicto y darle más sentido a qué estos dos más adelante no quieran ni verse a la cara.
Sobre todo porque Emma, cuando fue a ver a Takemichi en el hospital había dicho "todos discuten", y quise agregar más ese detalle y resaltarlo. Y si, va Tenshi incluída 💋
Mentira, me dolió verlos discutir.
Pero en fin, así fue como se inició el conflicto interno; Mikey quería sacar a Pah sea como sea mientras Draken no quería ya que quería respetar su decisión que al fin y al cabo Pah apuñaló a una persona, llegando al punto de despertar las diferencias de la TōMan en general, mientras Tenshi no quería que la pandilla se dividiera ni mucho menos que se acabara, pero ninguno la escuchaba y así.
A veces el enojo puede sacar lo peor de las personas🧚🏻♀️
❪📚❫',·curiosity's zone
#Canónicamente, para estos sucesos Mikey ya conoció a Kisaki. Tenshi no ha conocido personalmente a Kisaki, pero si sabe de él.
#Lo que dijo Mikey sobre «hacer lo que se le dé la gana» con Tenshi fue más que nada en el calor del momento y el enojo. En realidad él nunca tiene intención de lastimarla y no ha querido eso.
#En el futuro original, donde Tenshi terminó en coma, Mikey se sintió súper horrible porque nunca llegaron a hablar desde la discusión y cuando la volvió a ver ya estaba así. Le quedó ese cargo de culpa y consciencia; la última vez que hablaron terminaron mal y nunca llegó a disculparse para cuando ella ya no abría los ojos más.
→S H A N X L A B Y X←
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