Sechs (6)
"Cuando el teatro es necesario, no hay nada más necesario"
Peter Brook
Sin duda de las mejores frases que he aprendido en clase, la actuación es algo que se vuelve tu pasión, te acostumbras a ella y es lo que permite que te desarrolles como persona, aprendes a vivir con ello y a vivir las situaciones de las personas, sintiendo el dolor, el amor y la felicidad.
Mordí mi pluma, no se me ocurría algo más sobre mi conclusión de la frase que nos había ensañado la maestra Pansy.
— chicos, por favor pasen sus hojas de conclusión hacia enfrente-la maestra retiró sus lentes,tallando sus ojos levemente.
Observé cómo todos mis compañeros de clases las pasaban, incluso Dylan, quien parecía tener la mandíbula tensa, no se como pero me perdí viéndolo, hasta que él me dirigió una mirada fija, estaba molesto por que lo veía así que disimulé saludando torpemente a uno de mis compañeros que nunca les había dirigido la palabra, ni si quiera sabía sus nombres pero me contestaron.
~ Trágame tierra por favor ~
Poco a poco giré mi vista hacia mi cuaderno, el cual necesitaba guardar en la mochila lo antes posible, ya que la clase había concluido.
Millie & Sophia al igual que yo, se levantaron.
—Esperen-nos detuvo Sophia– esperemos a Wyatt-sugirió.
— Los veo en la cafetería, voy al baño-les informé, lo cual ambas asintieron con la cabeza.
Caminé por algunos pasillos, uno de ellos bastante vacío, ahí se encontraba una puerta para el baño de chicas.
Entré y al ver que todos los baños estaban vacíos, me dirigí al primero que se me ocurrió, cerré la puerta y dejé colgando mi mochila en un perchero de metal que estaba pegado a las paredes de aquel baño.
Terminé de hacer mis necesidades, lavé mis manos cuidadosamente y salí de nuevo, al pasillo.
El cual estaba solo y con una luz que alumbraba suave.
Me coloqué los audífonos al teléfono escuchando algo de música Ariana Grande, me gusta tanto escucharla ya que me relaja mucho.
Tomé paso firme para salir de aquel pasillo que en las paredes estaba lleno de casilleros rojos, cuando alguien me toma por sorpresa dándole un tirón fuerte a mis audífonos.
~¡me los va a pagar!~pienso con rabia.
Al levantar mi vista me topo con unos ojos cafés y un cabello un tanto alborotado, con unos mechones rubios.
— La niña establo-por alguna razón aprieto con fuerza mis puños, ese apodo estaba pasado de moda, DIOS, SUPÉRALO- por cierto ¿como te la pasaste en la fiesta?
Su pregunta no era nada agradable, pues mantenía una sonrisa malvada, quería que llorara de nuevo, pero no lo iba a dejar.
Me quedé como idiota frente a él, sin habla. Pero estaba tan enojada que dejé que mi yo interior me controlara.
— La verdad me la pasé "muy" bien, me la pasé con Asher, es un chico lindo. Pero gracias por preguntar-acomodé mi mochila en mi hombro, pasándole por un lado.
Cuando siento una mano sobre mi muñeca, me estaba lastimando, en ese instante tiró de ella, haciéndome quedar frente a él.
— Apenas llegas y ya te revuelcas con Asher-sonríe para si mismo– pues claro.
Sentí un dolor en el pecho, sus palabras me habían lastimado.
— Pues eso no es de tu importancia "Dylan" y con permiso-me solté de su agarre para volver a retomar mi camino.
Pero de nuevo tomó mi brazo, esta vez haciendo que me estrellara con un casillero.
Se puso lo bastante cerca de mi para acorralarme, era incomodo, pues nuestros cuerpos estaban prácticamente pegados.
— ¿Que te pasa?-le quejé.
— Tú estás mal si piensas venir aquí a ser feliz con alguien más, vas a sufrir, por que eso se merece la gente como tú.-replicó- y ese Asher, que no se te vuelva a acercar, por que tú eres mía.
Sus palabras me hicieron temblar, lo empujé con todas mis fuerzas, estrellando mi palma de la mano con su mejilla, saliendo de prisa de ahí.
¿Porqué a mi? está loco si piensa alejarme de Asher. Dylan no es nadie para impedirme nada, sobre todo cuando se porta así, teniendo novia.
Decido no pensar de más, lo mejor es ir con Sophia y Millie.
— ¿Sophia?-le pregunto a la chica zanahoria que se encontraba abrazada a la otra pequeña diablillo.
— Hola-sueltan Millie y Sophia al unísono- ¿que vas a comer?-pregunta una de ellas.
— No tengo mucha hambre.
— ¿ni una ensalada con aderezo de miel?-pregunta Sophia.
— A eso no me le niego-nos sonreímos y vamos a pedirla.
Ya después de pagar la comida en aquella cafetería, nos sentamos junto a Wyatt y Noah, los cuales nos estaban contando acerca de un gran videojuego que lanzarían.
— ¿es ya el sexto juego? no se porque les emociona, solo es para cometer delitos.
— y para completar misiones muy interesantes-completa Noah.
— No es solo eso, es el mejor juego de la historia.–contesta Oleff.
— No, vamos, friki Oleff, deja de soñar tanto-responde Sophia riendo- el mejor es el cuatro, dos versiones anteriores pero mejor historia.
— Me pierdes Sophia-el de rulos pretende ofenderse– luego te invitaré a mi habitación a jugar.
En ese momento Millie escupe con fuerza el jugo que traía en la boca, ocasionando que partículas del líquido y la baba de esta, nos saltaran en la ropa.
Noah se echó a reír tímidamente, mientras que Wyatt parecía maldecir por lo bajo, limpiando su camisa.
Sophia disfrutaba del momento para echarle en cara a Wyatt cual divertida era la situación.
— Ve el lado positivo, ahora tendrás una camisa naranja muuy bella-se echo a reír junto a nosotros.
Negué rotundamente con la cabeza, cuando me interrumpe la voz de Noah.
— Raven, ¿irás el viernes a la fiesta?-otra fiesta..tragué saliva.
Estaba por decir no, cuando a lo lejos observé a Dylan besando a Mackenzie sin ningún remordimiento.
— Claro-solté al instante– solo se vive una vez ¿por qué no?-sonreí mirando de reojo a aquel chico de mechones rubios.
~ Vamos, seguro nos divertiremos, Raven, es tu vida, que nadie te impida hacer nada.~mis pensamientos me estaban animando.
[...]
Eran las seis de la tarde, salí al gran patio, a leer un rato por el césped.
Escuchar unas voces me hicieron parar de sumergirme en aquella lectura, cerrando mi libro para levantarme, no sin antes sacudirme el pantalón.
— Eres una inútil-me asomé por el rabillo del árbol.
En mi vista se encontraba Emmy Perry arrodillada tratando de limpiarle la chaqueta con una servilleta a la menor de las Ziegler, 'mientras sus patéticas amigas observaban y todavía la chica la estaba amenazando con hablarle al director de la institución.
El enojo se apoderó de mi, o más bien, mi naturalidad salió a la luz, me acerqué con paso seguro hasta aquellos sujetos.
— Que sorpresa, Mackenzie. ¿Disfrutas amenazando a las personas y utilizándolas a tu antojo?
— Tú qué haces aquí, entrometida-soltó una sonrisa sarcástica– la inútil esta,tiró malteada en mi chaqueta.
— ¿y?-sonreí de igual manera, para volver a subir el tono a mi voz-esa, no es manera de tratar a los demás, ¿quien te crees?
— Duh, Mackenzie Ziegler, estuve en Dance Moms, soy cantante, modelo y.. no estuve en una película para niñitos como tú.
— A ver, ¿cuánto cuesta tu chaqueta?
— Algo que ustedes no pueden pagar, idiotas, es cara, y la arruinó con su estúpido batido.
Dirigí mi mirada a la chica, la cual trataba de limpiar el batido.
— ¿todavía tienes ese batido de fresa?-le pregunté y la chica asustada asintió con la cabeza, me lo entregó.
— Bueno, ya que tú chaqueta es de mal gusto, el color es horrible, está arruinada y nadie será tu sirviente para lavarte la ropa-sonreí lanzando un suspiro de ironía.
Lancé el batido a su ropa, pero por alguna razón no la lancé a Kenzie, si no, a la novia de Jack.. ups. Talia Jauregui.
— ¡Te vas a arrepentir!-gritó Talia.
Sus amigas la ayudaron a limpiarla, mi prima que se encontraba en su grupito de estupiamigas, solo negó con la cabeza.
La chica Emmy, sonrió al ver tal escena, se levantó. Ambas observamos como las estupichicas se iban de ahí.
— Muchas gracias-sonrió la chica de cabellos castaños–por ayudarme.
— No hay de que.
— Soy Emmy, Emmy Perry.
— Soy Raven Sink, un placer. disculpa que te pregunte pero ¿no eras amiga de ellas?
— Si amiga te refieres a estar con ella por que mis padres son interesados y tengo que soportarla, entonces si, somos amigas.
Ambas comenzamos a reír, puesto que el comentario de Emmy tenía mucho sentido.
— Nos llevaremos bien Emmy, y no te preocupes, puedes cambiarte a nuestra habitación si quieres.
— Te lo agradezco Raven, pero necesito un tiempo para pensarlo, mis padres seguro se molestarán por que Kenzie les dirá algo, solo déjame hablar con ella para calmar la situación. Además, Jack es mi amigo, y cuídate, es solo lo que diré. Seguro Talia ya fue de chismosa.
— Por supuesto Emmy, eres libre de hacer lo que quieras, y por eso no te preocupes, si supieras cuantas veces me molestaba en secundaria. ¿quieres ir por un café en la noche?
— ¿Secundaria? Vaya, nunca me habló de ti, él y yo nos conocemos desde pequeños.-sonrió hacia un lado- pero si, aunque, ya es noche-sus ojos se posaban en aquellas estrellas que apenas salían.
— eso es impactante, y déjame ser más específica, en dos horas, mis amigas estarán ansiosas de conocerte.
La verdad es que la única razón por la que la invité al café es por que me dió buena vibra, es demasiado tierna y una buena chica, que solo por ser inofensiva cayó en manos de víboras (no diré nombres).
No se que era peor, Kenzie o esa Talia que se juntaba también con Kenzie.
¡Oh ya se que es peor!
tocar el pelo a la novia de Jack.
Dios se apiade de mi.
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