°. '*. ✿. * • '. 𝙿𝚁𝙾𝙻𝙾𝙶𝚄𝙴: 𝚃𝙷𝙴 𝚀𝚄𝙴𝚂𝚃𝙸𝙾𝙽𝚂

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Mariam pensó en su momento que era como el 90% de las personas, común y corriente, pero el accidente de auto le hizo cambiar de idea. Cuando el monstruo atacó, ella viajaba junto a sus padres hacia Nueva York donde verían a un conocido de sus padres.

Tenía siete años entonces y el trauma de ver morir a quiénes más amaba aún le perseguía en los sueños que tenía. Lo que si no recordaba realmente era como había sido capaz de derrotar al monstruo sin un arma y con cero experiencia en batalla.

Vagó durante días por el bosque hasta que se topo con el campamento mestizo, era sin duda un lugar impresionante y la cautivó de inmediato. Un centauro la miró un par de segundos antes de ir hasta ella y preguntar que hacia allí.

Tras presentarse y hablar de lo sucedido en la carretera éste entendió todo, se llamo a si mismo Quirón y le explicó la procedencia del lugar. Un campamento para semidioses, lo que significaba que uno de sus padres no era lo que dijo en su momento.

Estaba aturdida, triste y traumatizada en cierta medida pero aún así le preguntó al centauro cómo era que ella pudo matar a un cíclope tan facilmente, Quirón en su momento dijo que tal vez era que su madre o padre divino le habían ayudado deshaciendose del monstruo, pero ni éste se creía tal cosa y lo notaba en sus ojos.

Fue impuesta a dormir en la cabaña once hasta que su madre o padre divino le reconociera, lo que no sucedió en siete largos años. Ahora y con catorce años Mariam estaba decidida a encontrar respuestas de su nacimiento sin importar a quién debía preguntarselo y pensandolo mucho se dijo a si misma que debía visitar el inframundo ¿Pero cómo lo haría? Nadie excepto Hermes había entrado y salido de éste y eso fue siglos enteros atrás ¿Cómo una semidiosa llegaría hasta allí y saldría? ¿Y cómo convencería al señor sel inframundo que le dejase hablar con el fantasma de su madre o padre?

— Oye, Mariam despierta. Eh, estrellita del oeste, es un día importante. Oye, estás babeando de nuevo sobre tu almohada  — Otra vez esa irritante voz por la mañana, se dio vuelta sin prestarle atención — Debes levantarte Mari, tenemos inspección ahora.

— Luke eres peor que Drew Tanaka por la mañana, no dejan dormir nunca — El hijo de Hermes se ríe un poco pero se encoge de hombros — Ya voy, jefe.

— Bien, pero date prisa que se acaba el agua caliente — Mariam quiso decirle que eso no era posible en el campamento pero este ya se había ido — Aún tengo sueño y debo levantarme por una tonta inspección ¿Por qué a mí?

Se puso de pie notando que Luke tenía razón, su almohada iba a necesitar una limpieza profunda a menos que...... miró la almohada de Connor y las intercambió sin que nadie se diera cuenta. El hijo de Hermes abrió los ojos adormilado unos segundos después y la miro recoger sus cosas, parecía confundido.

— Tenemos inspección Connor — Este arrugó el ceño y se dejo caer en la cama — Lo sé, yo también tengo mucho sueño.

— ¿Para que nos inspeccionan si al final siempre nos dan la misma nota? Quiero dormir — Y en ese momento lo notó, la almohada que tenía estaba húmeda — No de nuevo.

— Tendrás que lavar eso — Él gruñe un poco y termina levantandose para lavar la almohada fuera de la cabaña, Mariam quiso reírse — Y lo mejor es que no seré yo quién la lave.

Tras ayudar al resto de la cabaña limpiando y recibir una puntuación regular de la limpieza se dirigió al comedor, pidió hot cakes con algo de fruta y dio su ofrenda de todos los días con una diferencia esta vez.

— Para Hermes — Dijo tirando algo de fruta y tras pensarlo atentamente susurró por lo bajo — y para Hades.

No sabía como haría para viajar al inframundo y preguntar cuál era su origen, ya que nadie de arriba parecía prestarle atención.

— Mocosos, ya pueden desayunar o lo que sea — El señor D, director del campamento y dios del vino tenía casi unas décadas ahí sintiendose miserable y en una desintoxicación forzada por su padre el dios Zeus — No de nuevo.

Mariam solía jugar al póker con él cuando Quirón estaba ocupado con otros asuntos, en el pasado le preguntaba si ella era realmente una semidiosa porque durante años había vivido en el campamento y nadie le reclamó como hija, el señor D siempre le respondía que nadie que no tuviese sangre divina no podría pasar la barrera.

— No creas que lo olvido, me debes la revancha mocosa — Mariam suspira ante la mención del hombre — ¡Nadie es tan bueno en el póker!

— Señor D, es solo un juego — Quirón parecía avergonzado — Además es solo una niña.

— Perdí 500 dólares ¡No es bueno para mi imagen! — De inmediato Mariam se sienta junto a los chicos de la cabaña once.

— El señor D si que está molesto por esa derrota — Luke se ríe por lo bajo — Te enseñe bien entonces.

— Todavia no apuesta su casa así que todavia no he visto las ganancias totales de tus clases — Todos en la mesa se ríen — Entonces ¿Aún vas a hacer lo que dijiste ayer sobre...?

— Si, aunque no debes preocuparte Mari — Responde con tranquilidad sin dejarle terminar sus palabras — Me convertiré en el príncipe azul de tus sueños.

— Lamento romper tu corazón pero no eres mi tipo Castellan, los rubios no me van — Sus hermanos hacen gemidos de dolor por el rechazo de su líder y hermano — Tengo estándares elevados, lo siento.

— ¿Y quién es aquel que cumple tales estándares? Princesa — En realidad ella no tenía un tipo en especial solo que no le interesaba nadie por el momento y menos Luke porque claramente coqueteaba con ella solo en la superficie  — No te han quitado la lengua aún príncesa para no responder.

— No es asunto tuyo, principe azul falso — Respondió cerrando el tema y volviendo a comer. Tras terminar de desayunar en la mesa once se dirigió a clases de arco con los hijos de Apolo — Hey mi estimado rayo de luz, Lee Fletcher ¿Qué aprenderemos hoy?

— Mi querida estrellita fugaz, hoy lanzaremos flechas a larga distancia — Dice sonriendo — Pronto no tendré nada más que enseñarte, deja de aprender tan deprisa..

— Eres muy buen profesor, eso es lo que pasa Fletcher — El chico se sonrojó — De no ser por ti, no habría descubierto que mi anillo era un arco y menos que me ayudaste a deshacerme de Clarisse y sus novatadas.

— Me halagas pero realmente eres hábil para esto, más que todos los hijos de la cabaña 7 — Dice mirando a sus hermanos prácticar — Creo que las cazadoras visitaran el campamento pronto, suelen hacerlo tras bastante tiempo de ausencia, puedes unirte a ellas si ven tus habilidades.

— Se muy bien eso, pero no es lo mío — No sabía porque pero simplemente sentía que aquello no era para ella — No sería una buena cazadora, rompería facilmente las reglas y mis votos si conozco a alguien a quién ame.

— Entiendo. Bueno empecemos a prácticar — Cuando lanzaba flechas hace siete años atrás y daba en el blanco se imaginaba que Apolo pronto le reconocería y se uniría a la cabaña como todos sus hijos decían, pero eso no sucedió y por unos días eso le deprimió. Con el tiempo se esforzó por se positiva y ahora estaba pensando en locuras como visitar el inframundo — Es hora de cenar ¿Todo bien Mariam?

— Estaba pensando en algo, no me di cuenta de la hora — Guardo su arco y se dió una ducha rapida para dirigirse al comedor pero los gritos comenzaron entonces — ¿Qué pasa Silena?

— Ha llegado un nuevo campista, dicen que derrotó al minotauro — ¿El qué? Era imposible, nadie podría haber... ¿Cómo fue posible?

Pudo reconocer al sátiro Grover inconsciente y un chico de cabello oscuro ser trasladados a la casa grande junto al centauro. Mariam párpadeo sorprendida al ver un aura al rededor del chico.