47. Amor
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La niebla se aclaró, la risa se hizo presente y Adhara sintió sus manos temblar. Había un ambiente de miedo, desesperación y terror que le hacía temblar por completo.
—¡Harry Potter!
Hubo un silenció en la oscuridad, una gota de sudor recorrió la frente de Adhara, quien cerró sus ojos.
—¡Está muerto!
Adhara se despertó agitada. Había tenido una pesadilla, y no había sido cualquier pesadilla.
Era Harry Potter muerto.
Pego sus rodillas a su pecho y se abrazó escondiendo su rostro, trato de respirar calmándose un poco, pero sabría que no lo iba a lograr tan fácil. Había sido un sueño horrible.
Harry había fallado en su misión de los Horrocruxes y Lord Voldemort lo mataba frente a todos debido a que se había enterado del plan que tenía «El Elegido.»
No quería imaginarlo. Un mundo sin Harry Potter sería un lugar en donde definitivamente Adhara no iba a querer vivir y mucho menos si iba a ser un mundo gobernado por Lord Voldemort.
Se levantó lentamente sintiendo una punzada en su pecho y limpio cualquier rastro de lágrimas. Trato de quitar el sudor de su frente, pero sus manos temblorosas le prohibieron hacer mucho. Tomo un poco de ropa y la guardó en una pequeña bolsa que tiene un eficaz encantamiento de extensión indetectable; se cubrió con su bata y salió de la sala común de Slytherin.
Como prefecta, estaba rompiendo reglas al salir de su sala común a altas horas de la noche, pero no era la primera vez que hacía y la verdad es que se moría por tomar una ducha en el baño de prefectos.
La ventaja de Adhara es que es muy cautelosa. En realidad, es una de sus grandes talentos.
No tardó en llegar al corredor del quinto piso, llevó una mano a su despeinado cabello y soltó un bostezo. Miro la estatua de Boris el Desconcertado y la imagen de un rayo verde golpeando el pecho de Harry se hizo presente en sus pensamientos.
—¿Adhara? —soltó un chillido y dio un brinquito girando asustada.
—Maldición, Harold —al ver a Harry con el mapa del merodeador se lanzó a los brazos del chico.
Él respondió aquel abrazo un tanto confundido.
Escucharon un maullido y los dos se giraron para ver a la señora Norris.
—¿Qué tu no duermes? —le gruño Adhara a la gata—. Limonium vulgare.
Una de las puertas se abrió. La señora Norris volvió a maullar enojada al ver como los dos se metían al baño de prefectos. Ninguno se movió por unos segundos, como si estuviesen esperando a que el conserje, Filch, entrara para regañarlos.
Pero eso nunca paso.
—¿Qué ocurre? ¿Estás bien? —preguntó Harry a Adhara—. Amor, ¿tienes fiebre? Estas sudando —susurró preocupado y llevando una mano hacia la mejilla de la chica.
—Estoy bien —susurró acercándose a Harry, él la abrazó pegándola a su pecho—. ¿Qué haces despierto? —preguntó sin separarse de él.
—No podía dormir —musitó—. Estaba tan aburrido que me puse a ver el mapa, pero todos duermen y luego vi tu nombre y me causo curiosidad —admitió. Ambos se separaron para verse—. Por un momento creí que irías a la enfermería y ya estaba por bajar cuando vi que te dirigías hacia acá —Adhara pasó una mano por su cabello—. Ad... ¿qué ocurre?
—Solo tuve una pesadilla —respondió desviando su mirada de los ojos de Harry.
No quería decirle que lo había visto morir a manos de lord Voldemort.
—¿Quieres hablar de ello? —preguntó con ternura Harry. Ella negó sin mirarlo y sintió sus ojos arder—. Bien, ¿quieres un abrazo? —esta vez, Adhara asintió y rodeo a la joven con sus brazos.
Le fue imposible no soltar un sollozo al escuchar los latidos del corazón de Harry.
—Por favor... —susurró Adhara, se separaron un poco y Adhara acarició la mejilla de Harry—... no mueras —Harry parpadeó un par de veces.
Quería responderle. Quería decirle que no iba a morir, pero, ¿acaso estaba seguro de eso? Al final de cuentas, una profecía le había dicho que no podían vivir los dos, uno de ellos tendría que morir.
¿Qué si era él el que moría?
—Harry —le llamó, el joven dejó de lado sus pensamientos para ver a su novia.
—No moriré —dijo en voz baja tomando las manos de Adhara—. No hoy —continuo—. Quizá tampoco muera mañana o dentro de una semana —Adhara sintió sus ojos arder.
—Soñé que Voldemort te... mataba —Harry sintió una punzada en su pecho y negó con su cabeza.
—No pienses en eso —pidió tomando las manos de Adhara.
—Es solo que... me da miedo —susurró—. Me da miedo saber que puede llegar... él puede... —Harry negó y limpio las lágrimas de Adhara.
—No, Estrellita, no pienses eso —suplicó tomando las mejillas de Adhara.
Sus ojos se encontraron y Harry sintió una punzada en su pecho al verla derramar lágrimas, quería ponerse a llorar con ella porque la verdad, él también tenía miedo.
El hecho de dejar de verla, el tan solo pensar que podía perder a Adhara le daba tanto miedo.
Harry la abrazo con amor y pego su cabeza en el hombro de Adhara. Siempre le gusto abrazarla porque le hacía sentir una calidez que solo ella era capaz de brindarle. Aparte, el cosquilleo aparecía cada que estaba cerca de ella.
Al separarse, Harry relamió un poco sus labios y acarició la mejilla de Adhara, pero fue ella quien se paró de puntitas para juntar sus labios con los del chico.
—Harry —susurró.
—¿Sí? —respondió separándose un poco.
—Te amo —dijo por fin.
Harry sintió su corazón acelerarse mientras Adhara lo miraba con una pequeña sonrisa ladeada.
Ambos se llamaban por la palabra «amor» y eso era algo que les parecía correcto decirlo, pero el hecho de escuchar a Adhara decirle «te amo», era algo completamente nuevo. Un sentimiento que provocaba que su corazón latiese con rapidez.
—También te amo, Adhara —susurró.
Adhara dio un pequeño brinco para colgarse del cuello de Harry quien tomó a Adhara de la cintura, haciendo que sus cuerpos sean uno mientras juntaban sus labios en un necesitado beso.
Caminaron torpemente hasta llegar a las escaleras que permiten subir a la piscina. Harry tropezó con Adhara entre sus brazos haciendo que ambos soltaran una risita, pero los besos continuaron.
Le quitó la bata a Adhara con cuidado mientras se divertían jugando con sus lenguas. Acarició con delicadeza su hasta llegar a su cintura, la cual tomó con delicadeza para sentarla entre sus piernas.
Toda la piel de Adhara se erizo. Harry se dejó caer un poco y por accidente, terminó golpeando algunos de los grifos, haciendo que el agua comenzará a caer a la piscina.
—Oops —susurró mirando a Adhara, quien apretó sus labios y comenzó a reír.
Se miraron con una pequeña sonrisa. Adhara acarició la nuca de Harry, quien sintió un pequeño escalofrío y se encorvo un poco cerrando sus ojos. Le gustaba esa caricia, pero sabía que podía pasar algo más.
Adhara volvió a juntar sus labios con los de Harry. Esta vez un poco más desesperados, ansiosos, apasionados. Los labios del joven Gryffindor comenzaron a besar la mejilla de Adhara y los besos continuaron hasta su cuello, que cerró sus ojos y se aferró de Harry mientras continúa jugando con su cabello.
En el baño, solo se podía escuchar el agua caer de uno de los grifos, al igual que las respiraciones y jadeos de los jóvenes que no tenían planeado parar aquel acto.
Adhara tomó la camisa de Harry, profundizando más aquel beso, él joven acarició las caderas de la chica, tratando de pegar más sus cuerpos y deseando que sus ropas no estorbaran tanto.
Y como si ese pensamiento se hubiese apoderado de ambos (lo cual, en realidad, sí pasó), las manos de Harry comenzaron a subir lentamente de la delicada tela de la blusa, mientras que sus dedos acariciaban con delicadeza el abdomen de la chica, haciendo que su piel se erizará ante aquel tacto.
Pero Adhara fue más rápida que él. Le quitó la camisa a Harry quien sintió una brisa golpear contra su espalda.
Mientras las manos de Harry aún se encuentran por debajo de la blusa de Adhara, ella comenzó a depositar besos en el cuello y pecho de Harry, quien cerró sus ojos disfrutando de los roces que dan los labios de Adhara a su cuerpo.
Adhara movió sus caderas sobre las de Harry sintiendo como su miembro se iba creciendo debido a la excitación y repentino calor que se había apoderado de sus cuerpos. Regreso a depositar besos en el cuello de Harry y dio una pequeña mordida casi al llegar a su oreja haciendo que gruñera un poco. Regreso por el camino de besos que había dejado anteriormente hasta los labios de Harry para besarlos con desesperación.
Las manos de Harry fueron subiendo lentamente por el abdomen de Adhara, eran caricias delicadas y lo hacía como si quisiera memorizar cada rincón del cuerpo de Adhara. Vago con sus manos hasta los pechos de Adhara, los cuales acaricio con cuidado, mientras la escuchaba soltar pequeños jadeos satisfactorios.
Volvió a recorrer el abdomen de Adhara con sus manos hasta llegar al borde de su blusa, lo fue levantando poco a poco y con ayuda de Adhara se deshizo de esta.
Mordió su labio, nerviosa al ver como Harry admiraba el abdomen desnudo de la chica. Acarició con las yemas de los dedos la figura de sus pechos y siguió bajando lentamente, como si estuviese dibujando algo. Curioso, llevo una de sus manos a la costilla de Adhara.
—Tienes...
—Sí, forman una constelación —dijo sonriendo un poco al ver que los lunares que tenía esparcidos en esa área podían formar una constelación.
—La de... ¿Cassiopeia? —ella asintió sonriendo.
—Así es —afirmó.
Ella se pegó al pecho de Harry, abrazándolo con fuerza, sus respiraciones se mezclaron y juntaron nuevamente sus labios para continuar con los besos y las caricias.
—Ad —susurró Harry.
—¿Hum? —la chica relamió sus labios sintiendo su respiración agitarse.
—Estas... —pero Harry mordió su mejilla interna, un poco nervioso.
—¿Sí? —preguntó sintiendo su corazón latir rápidamente.
—¿Te sientes bien haciendo esto? Porque sí... —pero ella le interrumpió con un beso y soltó una risita nerviosa.
—Me siento bien —aseguró.
La sonrisa de Harry se ladeo un poco—. Bien, porque si quieres dejar de hacerlo o te sientes incomoda, puedes decirlo.
A Adhara le fue imposible no sonreír—. Bien —susurró sonriendo aún más—. ¿Tú te sientes cómodo?
Harry asintió sin dudarlo—. Muy cómodo —aseguró levantando un poco de los muslos a Adhara para acomodarla entre sus piernas.
—Sí, ya me di cuenta —ambos soltaron una risita y Adhara mordió su labio—. ¿Te parece si nos damos un baño? —Harry mordió un poco su labio y asintió torpemente.
Ambos se pararon al mismo tiempo. Adhara sintió la brisa del agua que salpicaba la bañera y abrió un par de grifos más para que el agua se llenará. Quedaron frente a frente y se quitaron lo que les restaba de ropa hasta quedar desnudos.
Adhara paso su brazo derecho por debajo de sus pechos, abrazándose un poco y tomando su brazo izquierdo, mordió su labio mirando a Harry quien tenía su mirada fija en sus ojos.
Ambos ojos brillaron cual estrellas en el cielo nocturno.
Harry dio un paso hacia ella, acortando la distancia. Adhara le imitó para quedar aún más cerca.
Las manos de Harry acariciaron las caderas de la chica hasta tomarla de la cintura y Adhara llevó sus manos a la espalda de Harry, abrazándolo y acariciándole con sus dedos. Inclinaron un poco sus rostros para poder unirse en un tierno beso y sus cuerpos se hicieron uno solo.
Solo que Harry dio un paso hacia atrás y terminó por resbalar hacia la piscina con Adhara entre sus brazos quien soltó un gritito.
—¡Harry! —chillo Adhara una vez que salieron a la superficie, soltaron una carcajada y Adhara le aventó agua aun riendo—. ¿Qué mi hermana te pego su torpes? —él negó aun riendo y sintiendo sus mejillas sonrojar.
—Lo siento —se disculpó pasando una mano por su mojado cabello—. Es solo que... cuando estoy nervioso soy muy torpe —confesó.
Adhara lo miró con amor y nadó hacia él.
Se abrazó de la espalda de Harry, él la cargo mientras flotan sobre el agua.
—También estoy nerviosa —susurró Adhara.
—¿Ah sí? —curioseo. Ella asintió y Harry besó los labios de la chica.
—Sí —susurró Adhara.
Harry se pegó al borde de la piscina, Adhara sintió el miembro del chico rozar sobre su entrepierna y cerró sus ojos en cuanto Harry comenzó a besar su cuello.
...
Adhara se sentó en su cama y vio que el reloj marcaba las siete cuarenta de la mañana. Bostezo un poco y sintió un ligero dolor que le hizo sonrojarse. Llevo sus manos a su rostro tratando de no sonreír mucho, pero le fue imposible.
—¿Qué traes loca? —le preguntó Daphne que acomoda su cabello y pone un color rojo en sus labios.
—Eh... nada —murmuró parándose y tratando de no hacer una mueca de dolor.
—¿Te machaco Harry en su carrera de escobas? —preguntó curiosa.
—Sí, muchísimo —murmuró caminando al baño y sonriendo estúpidamente.
No demoró mucho en estar lista, pero escribió un poco en su diario y en cuanto vio que el reloj marcaba las ocho y media salió de la habitación tomando su bolso rumbo al Gran Comedor. Camino sin prisa alguna, viendo los retratos y muros del castillo como si fuese la primera vez que los veía.
Al entrar al Gran Comedor, observó a sus compañeros sentados en la mesa de Slytherin. Saludó a Theo y a Tracey, sin embargo, se dirigió hasta la mesa de los leones, donde Hermione y Ron se encuentran sentados juntos y frente a ellos esta Harry.
—Buen día —saludó sonriendo y tomando asiento al lado de Harry.
—Buenos días, Ad —dijeron a coro Hermione y Ron.
—Hola, Estrellita —saludó Harry sonriendo. Ambos se dieron un corto beso en los labios y se dedicaron una pequeña sonrisa.
—¿Sabían que hacen una pareja hermosa? —dijo Hermione sonriéndoles.
—Sí, lo sabemos. Nos lo has dicho desde que salimos —le recordó Adhara un poco sonrojada.
—Lo bueno es que Adhara no estaba enamorada de Harry —dijo Ginny con una sonrisa burlona, uniéndose a la conversación.
—Oh, cállate Ginevra —murmuró sonrojada.
Harry miró a Adhara alzando una ceja—. ¿Cómo así? —preguntó curioso.
—Larga historia —dijo restándole importancia y solando una risita nerviosa. Ginny la miró divertida y siguió mirando su libro, ahora es ella quien batalla con los TIMOs.
—Ad, ¿no dormiste bien? —preguntó preocupada Hermione viendo a su amiga—. Es extraño verte con ojera, ¿está todo bien?
Sintió un sonrojo al ver como los tres la miraban y parpadeó varias veces ideando alguna mentira. Harry desvió su mirada mientras bebía de su copa. Era claro que no le diría a su amiga que había tenido una pesadilla y después había hecho el amor con Harry, llegando a su habitación a las cinco de la mañana.
—Hum, no... Millicent ronca —murmuró nerviosa.
—Me imagino, es como un monstruo —murmuró Ron.
—¡Ronald! —le regañó Hermione dándole un golpe con el periódico—. No puedes simplemente andar por la vida criticando a las personas por su apariencia.
—Perdón —murmuró algo sonrojado.
—¿Qué clase tienes? —le preguntó Harry mirando hacia su novia. Ron frunció el ceño al ver como su amigo tenía una marca roja con morado debajo de su oreja.
—Oye, ¿qué te pasó ahí? —señaló Ron.
Harry llevó una mano a donde señalo el chico y acarició, pero no sentía nada.
—¿Qué tengo? —preguntó mirándolos.
Adhara tomo de la mejilla de Harry para ver lo que había mencionado Ron y sintió sus mejillas arder. Hermione comenzó a reír al ver el sonrojo de su amiga.
—¿Qué te crees vampiro o qué? —le dijo burlón Ron a la Slytherin, quien soltó una risita nerviosa y se resbalo un poco en su asiento.
—¿Qué? —preguntó Harry frunciendo el ceño.
—Al parecer Ad se emociono besandote...
—¡Ah! —exclamó reaccionadno.
—¡Ronald!
Ambos amigos comenzaron a reír y Adhara lo miro alzando una ceja—. Basta de risas, Harold.
Harry se inclinó a ella para darle un tierno beso en la mejilla, pasó un brazo por los hombros de la Slytherin y sonrió.
—Mi novia es un vampiro —dijo sonriendo a Ron y Hermione, quienes estallaron en carcajadas.
—¡Harry! —chillo cerrando sus ojos.
Se inclinó para susurrar—. Me gusta que seas vampiro.
Adhara soltó una pequeña risa nerviosa y rodó sus ojos mientras Harry besaba su mejilla.
—Ay, váyanse a decirse sus cochinadas a otro lado, algunos tratamos de comer —señaló Ron.
—Uy, mira que hace unos meses no te importaba andarte besuqueándote con Lavandera —le recordó Adhara.
Ron se puso algo colorado al ver como ellos se burlaban de él.
—Punto para Adhara, ding, ding —señaló Ginny, dejando de leer, ya que parecía que mantenía sus ojos en la lectura y sus oídos en la conversación del cuarteto de amigos.
—¿Qué tú no tienes nada mejor que hacer? —le preguntó Ron a su hermanita.
—No, respiro gracias a tu molestia —comentó sonriendo la menor, ella cerro su libro y se paró—. Adiós, perdedores —sin más, la chica los dejos solos.
—Ginny es un amor —ironizó Adhara viendo a la pelirroja.
—Cada vez se parece más a los gemelos. Mamá teme que también le vaya mal en los TIMOs —comentó Ron rodando los ojos.
La primera campana de clases sonó, indicando a los jóvenes que tenían que salir del gran comedor para dirigirse a las aulas.
—Nos vemos en pociones —le dijo la chica mientras tomaba su bolso, deposito un beso en la mejilla de Harry antes de irse dando brinquitos hacia Theo y Daphne.
—¿Harry sigues vivo? —preguntó con burla Hermione.
—Oh, calla Herms —musito rodando los ojos algo sonrojado.
—Merlín Harry, nunca creí conocer a personas que se amaran tanto como ustedes dos —comentó Ron.
Harry sintió un vuelco en su corazón mientras camina con sus amigos a herbología.
—Yo nunca creí que... iba a amarla tanto —susurró llevando una mano a su nuca.
—¡Basta! Me vas a hacer llorar —chilló Hermione con emoción.
—Sí y a mí vomitar —murmuró Ron.
Harry solo se limitó a reír mientras Hermione golpea a Ron por tener tantos sentimientos como una piedra.
Nota de autora:
¡Feliz San Valentín mis amores!
Sí, sí, en mi rancho aun es catorce, ok?
Weon yo sé que estos vatos están acá en el you know business de saber más de los horrocruxes y ajá, pero mk también debían darse amorcito, ok?
Btw, ay' dispénseme, no quería escribir smut pero como que si quería escribirlo y pues ajá, puse la advertencia bc maybe a algunes podía incomodarles o que se yo. A MI ME INCOMODO, ALTO CRINGE JAJAJAJA
Pd: yo siento que los magos en vez de utilizar condón tienen como que algun hechizo envuelve pene que impide la salida del esperma o que se yo, así que si mis bebés, ¡hicieron el hechizo! Seguró el Sirius le dijo como se hacía o k se io, luego especifico eh
Lots of love, Cici x
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