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41. Filtro de amor




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Adhara sonrió un poco cuando el profesor Snape le permitió seguir estudiando las cinco materias que más le gustaban: Defensa Contra las Artes Oscuras, Transformaciones, Pociones, Encantamiento y Astronomía. Había quitado Cuidado de Criaturas Mágicas, Runas Antiguas y no podía seguir en Herbología debido a que había sacado un Aceptable en el TIMO y mucho menos Historia de la Magia, en donde tenía un Desastroso como calificación.

En realidad, estaba agradecida de tener pocas materias ya que iba a tener mucho tiempo libre para practicar Quidditch, balancear sus horarios de prefecta y sí, pasar tiempo con sus amigos.

Y su novio claro, quien se había encargado de relatarle como su hermana le había salvado de que terminara en Londres.

—Tenemos casi las mismas materias —dijo Daphne a Adhara—. Salvo por pociones, ¿puedes creer que saque un Aceptable? Bueno, a mi padre casi le da un patatus —Adhara comenzó a reír y negó lentamente.

Las amigas caminaron al aula de defensa contra las artes oscuras y Adhara se recargo en la pared pegando su libro a su pecho en la espera de que Snape llegará y les dejará pasar al aula.

Pero entonces, Harry llegó acompañado de su amigo pelirrojo.

Sonrió sin poder evitarlo. Harry si había cambiado mucho. Había crecido unos cuantos centímetros y debido a tanto practicar quidditch desarrollo un poco más de masa cultural; ya no era el mismo Niño pequeño y flacucho que Adhara seguía conociendo, sin embargo seguía realmente enamorada de él.

Se impulsó un poco para separarse de la pared y abrazar a Harry por el cuello.

—¿Cómo se encuentra tu nariz? —preguntó en un susurró.

—Bien —aseguró sonriendo, se dieron un fugaz beso debido a la mirada de los curiosos y se separaron para entrelazar sus brazos—. Oye, Ad, ¿tu hermana está bien? Ayer estaba un poco... seria —musitó.

Adhara carraspeo—. No, no la está pasando bien —confesó con una mueca—. He tratado de hablar con ella, pero... es terca —murmuró.

—¿Ah sí? ¿Es de familia? —Adhara lo miró ofendida. En lugar de molestarse, solo rodó sus ojos con una pequeña sonrisa divertida.

—Más respeto, Potter —dijo apuntándole con su dedo y fingir seguir ofendida.

Porque estoy solita, no hay nadie aquí a mi lado —canturreo Daphne haciendo que Ron soltara una carcajada.

—Oh cállate, tienes a George —le recordó Ron dándole un codazo.

Daphne le regreso el codazo más fuerte y continuaron regresándose codazos mientras que Adhara y Harry negaban lentamente ante la rudeza de ambos.

La puerta del aula de Defensa Contra las Artes Oscuras se abrió y el tan temido (y odiado) profesor Severus Snape salió viendo a los jóvenes con su típica mirada severa.

—Adelante —musito.

Ambos se separaron, pero sosteniendo sus meñiques se adentraron a la oscura aula.

—Guarden sus libros —ordenó Snape.

Adhara dejó caer su libro en la mochila y acomodo su varita en el pupitre con una pequeña sonrisa.

Miro de reojo a las demás personas en el aula. Había aproximadamente quizá veinte alumnos de las cuatro casas dispuestos a aprender más sobre la materia. Adhara se cruzó de brazos mientras escuchaba a Snape hablar sobre la materia, lo hacía con más amor que cuando hablaba de pociones. El enserio añoraba ese puesto y si lo veía por otra perspectiva, era preocupante.

—Júntense en parejas. Uno tratara de embrujar al otro mientras que se defiende para repeler el hechizo, también en silencio. Pueden empezar.

Como cuando eran las prácticas del ED, Adhara y Daphne se pusieron en parejas. Tenía que admitirlo, era difícil pero divertido, aparte, le gustan los retos.

«¡Cantis

Pronto, Daphne abrió su boca y comenzó a cantar una hermosa canción de ópera. La chica parecía querer cerrar la boca más no podía. Adhara comenzó a reír algo triunfante y sonrió.

«¡Finete

Su amiga dejó de cantar y Daphne puso una mano en su abdomen.

—Bien hecho, señorita Tonks —dijo Snape al pasar al lado de las chicas.

—No vuelvas a hacer eso —pidió Daphne haciendo que Adhara riera.

Sin embargo, la risa cesó.

Se giró sus talones para ver como Snape ya estaba regañando a Ron. Alzo una ceja por que al parecer, Snape iba a seguir siendo cruel (mucho más) de lo que ya era con los Gryffindor en esa materia.

—¿Cuál es su problema? —susurró Daphne, a lo que Adhara alzó sus hombros.

—¡Potter! —le llamó.

—Oh no —susurró Adhara al ver cómo decidía utilizar a Harry como conejillo de Indias—. Creo que no quiero ver...

—Pues yo sí —aseguró Daphne fulminando a Snape.

Un hechizo salió de la varita de Snape, sin embargo Harry no iba a permitir ser embrujado por el profesor que tanto odia.

—¡Protego! —Snape se tambaleo chocando contra un pupitre y Adhara abrió los ojos de golpe.

Su novio es medio idiota.

—¿Te suena por casualidad que les haya mandado practicar hechizos no verbales, Potter?

—Sí —respondió fríamente.

—Sí, «señor» —le corrigió.

—No hace falta que me llame «señor», profesor —replicó impulsivamente.

Adhara se dio un golpe en la frente mientras que algunos soltaban pequeños gritos de asombro.

—Castigado, te espero en mi despacho el sábado después de la cena —informó el profesor.


...


—Tú sí que eres idiota —dijo Adhara tomando la mano de Harry para salir junto con el trío de Gryffindor.

—Bueno, Snape colma mi paciencia —respondió tranquilo.

—Sí, Harry, pero debes aprender a controlarte, sino vivirás todo el ciclo escolar castigado —le dijo Hermione.

—Ajá, o peor aún, sin jugar Quidditch —dijo esta vez Adhara—. ¿No recuerdas cómo pásate todo el año pasado sin poder jugar? ¡Eres capitán! ¡Simplemente no puedes no jugar quidditch por los castigos!

—Oh no, Wood poseyó a Adhara —jadeo Ron llevando sus manos a su cabeza.

Harry golpeó a Ron en el brazo, sin embargo Hermione soltó una pequeña risita y cubrió su boca de manera inocente.

Pero Adhara no pudo defenderse, ya que Jack Slopper llegó junto con ellos a entregarle un pergamino a Harry.

—Es de Dumbledore —señaló Harry.

Los cuatro pares de ojos leyeron lo que contenía el mensaje.

—El sábado después de la cena tendremos nuestra primera clase —golpeó el pergamino con su pulgar y sonrió mirando a sus amigos—: Bueno, me libre del castigo de Snape —comentó con alegría.

Amor, aun así, no puedes estar simplemente rezongando con los profesores.

Harry miró a Adhara y parpadeo varias veces. El tono de voz que había utilizado había sido tan amoroso y tranquilo; aparte, le había llamado amor.

Adhara le había llamado amor y le había encantado como se había escuchado esa palabra venir de sus labios. Y no era una simple palabra, no, por supuesto que no, tiene un significado tan fuerte que Harry no creyó escucharlo, al menos no tan pronto.

¿Era pronto? ¡Ja! No, Harry querría escuchar a Adhara llamarle amor a todas horas por todos los días. Por que sí, le había gustado y emocionado tanto, que internamente se podía ver a él mismo gritando de emoción; claro que, solo mostró una gran sonrisa y sus ojos brillaron en dirección a la Slytherin.

—No volverá a pasar... creo —murmuró sonriendo un poco.

—Más te vale que no, Potter.


...


Adhara entró al aula de pociones y sonrió a Theo, quien está junto con Draco y Blaise; solo son ellos cuatro de la casa de Slytherin cursando la materia. En cambio, hay tres estudiantes de Ravenclaw, a quienes reconoció como Michael Córner, Padma Patil y Terry Boot; de Gryffindor solo se encuentran sus tres raros amigos y el único estudiante de Hufflepuff es Ernie Macmillan.

Comenzó a olfatear un poco reconociendo los aromas y sintiendo como una explosión de aire fresco y brisa de mar... ¡claro! Es la loción de Harry; también identificó el olor de la menta y el de palo de escoba.

Harry olfateo sobre su hombro y ella lo miró confundida.

—Lo siento, es solo que el salón huele a ti —susurró Harry, Hermione comenzó a reír con la cabeza agachada.

Adhara sintió sus mejillas sonrojar y vio por el caldero el brillo nacarado de la poción, así como el vapor que asciende en espirales, reconociendo el filtro de amor más poderoso de todos.

—Vaya —musitó sonriendo un poco.

Sintió su corazón latir con rapidez. Bien, no le sorprendía saber que el olor de la Amortentia le recordaba a Harry, pero si le emocionaba saber que, para Harry, la Amortentia olía como ella.

El profesor Slughorn entró al aula saludando con entusiasmo a los alumnos, Adhara se cruzó de brazos viendo al profesor mientras trataba de prestar atención, pero cada vez el olor de Harry la hacía sentirse atontada.

—Supongo que alguien sabe lo que hay en ese caldero, ¿no es así?

—Amortentia, señor —se adelantó Adhara, Slughorn asintió.

—Así es, muy bien señorita...

—Tonks.

—Lo supo por su brillo nacarado, ¿no es así señorita Tonks? —ella asintió.

—Sí y también por el vapor que asciende en forma de espiral —agregó.

—Excelente —le felicito sonriente—. Supongo que también sabe lo que produce, ¿no es así? —Adhara asintió tranquila.

—Es el filtro de amor más poderoso que existe —dijo acomodando un mechón de su cabello—. Aparte, se supone que para cada uno tiene un olor diferente, según lo que nos atraiga —aclaró.

Miro de reojo a Harry quien bajó su cabeza sintiendo un sonrojo. Hermione y Ron tuvieron que reprimir sus ganas de ponerse a reír.

—¿Ejemplo? —Adhara sintió sus mejillas sonrojar.

Hum, yo huelo, hum, palo de escoba, menta y... una loción —musito apretando sus labios.

—Cuanto te apuesto a que es la de Harry —susurró Ron a Hermione quien tuvo que morder su lengua para no comenzar a reír.

—Como la señorita Tonks lo ha dicho, es el filtro de amor más poderoso que existe, aunque por supuesto, la Amortentia no crea amor. Es imposible crear o imitar el amor. Sólo produce un intenso encaprichamiento, una obsesión. Probablemente sea la poción más peligrosa y poderosa de todas las que hay en esta sala —aseguro.

Pst... Ad —susurró Harry.

—¿Sí?

—Entonces, ¿para ti el aula huele a mí? —preguntó sonriendo un poco.

Adhara rodó los ojos negando lentamente—. Obvio que huele a ti, Potter.


...


Adhara miraba el campo de Quidditch con emoción, había muchos Gryffindor dispuestos a hacer las pruebas para entrar al equipo de los leones. Hermione se sentó al lado de Adhara con un libro en sus manos.

—Nunca vi tantas personas hacer prueba para entrar a Quidditch —comentó Adhara a Hermione.

—Tu sabes bien porque hay tantas personas —Adhara exhalo mirando al grupo de chicas que tomaban su escoba y reían tontamente a Harry—. Oye, relájate, Ginny se está encargando de gritar que tú eres su novia —Adhara comenzó a reír de tan solo imaginar los gritos de la pelirroja.

—¿Qué esos no son de Ravenclaw? —señaló Adhara al ver un grupo de Ravenclaw entre las filas de los aspirantes.

Ambas amigas se echaron a reír a carcajadas al ver la desesperación de Harry y como un grupo de chicos y chicas salía riendo a carcajadas, porque ni siquiera eran Gryffindor, solo estaban ahí para estar cerca de Harry.

—A Harry le hace falta tener mano dura —dijo rodando los ojos Adhara.

—Muero por ver las pruebas de Slytherin —comentó Hermione con emoción, Adhara carraspeo y sonrió al ver como Ginny anotaba un tanto.

—Sí bueno, espero que al menos logré haber aspirantes —murmuró.

—¿A qué te refieres? —preguntó cerrando su libro.

—Bueno, Herms, al menos más de la mitad de los Slytherin tiene padres mortífagos, ¿lo olvidas? —Hermione suspiro—. No es como si les entusiasme mucho el Quidditch —musito.

—Verás que habrá gente, el Quidditch mantiene distraídos a todos —aseguró sonriendo—. Aparte, serás una increíble capitana —una sonrisa se formó en los labios de Adhara.

—Mira, ya tocan los guardianes —señaló Adhara a Ron.

Escucharon un par de cuchicheo y ambas se inclinaron un poco al escuchar el nombre de Ron; eran Lavender y Parvati, ambas hablando del pelirrojo, pero Lavender era la que más aportaba información.

—Tú también has notado como Lavender saluda todo el tiempo a Ron, ¿o solo yo? —preguntó en un susurró la Slytherin.

Hermione alzó su cuello mirando al campo de Quidditch—. Sí —respondió restándole importancia.

Pero su tono de voz le delataba.

—Y... ¿qué opinas? —murmuró Adhara.

—¿Qué debería opinar? No me importa —respondió cruzándose de brazos, con voz ligeramente aguda.

—Ajá —canturreo Adhara—. Vamos Herms, ¿por qué no me has dicho lo que olía tu Amortentia? —preguntó codeándole.

Las mejillas de Hermione tomaron un color carmesí y trato de esconder su rostro sonrojado con su cabello.

Adhara sonrió triunfante—. Quién lo diría —susurró sonriendo.

—Cállate Adhara —murmuró Hermione rodando los ojos.

Hermione, tu eres una chica —Adhara comenzó a reír, pero Hermione le dio un golpe con el libro que tenía en el brazo derecho—. ¡Aguas! con este brazo lanzó —murmuró sobándose.

—Pues si quieres seguir lanzando, deja de decir tonterías —murmuró—. Hay que prestar atención.

Adhara le hizo caso al observar los movimientos de McLaggen.

—Mira, ese tal McLaggen es bueno y Ron se ve tan nervioso como el profesor Quirrell —comentó cruzándose de brazos.

En realidad, el tal McLaggen era realmente bueno, ya había parado cuatro quaffles antes de que pasaran a la portería. Adhara vio a Hermione que sacó su varita de su túnica y dijo un encantamiento en voz baja.

Confundo —susurró.

El chico, se lanzó a la dirección equivocada haciendo que más de uno comenzara a reír.

—¡Buena suerte! —grito Lavender al ver como Ron se montaba en su barredora 11.

—Uy —susurró Adhara viendo como Hermione apretaba su mandíbula.

—Vamos Ron —susurró Hermione con la vista fija en el pelirrojo, parecía estar rezándole a todos los dioses, brujas y magos poderosos, o al menos, eso creía Adhara.

—¡Vamos Ron! —le animaba Adhara con fuertes gritos entre cada quaffle que paraba.

Ron estuvo simplemente increíble. Detuvo los cinco tantos que querían anotar las tres cazadoras, Ginny, Katie y Demelza Robins. En cuanto se dio por terminada la práctica, ambas amigas bajaron corriendo al ver como Harry hablaba con el nuevo equipo de Quidditch.

—¡Has estado fenomenal Ron! —chillo Hermione al llegar hacia el equipo de Gryffindor.

—¡Muero por jugar ahora! —exclamó Adhara dando brinquitos cual niña pequeña.

—Sí, me siento mucho más confiado —admitió Ron con emoción.

Hermione y Adhara le dieron un poco de espacio para que Harry les informara la fecha en que comenzarán las prácticas y Adhara sonrió al ver a Harry apoyado en su escoba.

—Baba a la vista —bromeo Ginny pasando por su lado—. Por cierto, Ad, me he encargado de decirle a todos que ya hay boda entre tú y Harry, ya sabes, para espantar a todas las imitaciones Cho —las mejillas de Adhara tomaron un color carmesí cuando Ginny se había ido dando brincos lejos de ella.

—Hola —saludó Harry llegando hacia su novia—. ¿Cómo es que nos vamos a casar y no sabía eso? —preguntó ladeando su cabeza con mirada curiosa y sonrisa inocente.

Adhara cubrió su rostro con sus manos tratando de reprimir risas nerviosas, pero Ron y Hermione estaban carcajeándose por que Harry simplemente lo había preguntado como si estuviese hablando del clima

—Ginny está loca —fue lo único que dijo descubriendo su rostro.

Harry le planto un beso sonriendo—. Iremos a ver a Hagrid, ¿vienes con nosotros?

—Me encantaría, pero a las cinco tengo que hacer la prueba y quiero ver la lista de aspirantes —comentó sonriendo.

—Bueno, nos vemos por ahí.

—Sí, nos vemos por ahí —ambos se dieron un beso antes de que Adhara se diera la vuelta dando un brinquito.

—Andado Harry —le codeo Ron divertido al ver como su amigo observaba a Adhara alejarse del campo de Quidditch.





Nota de autora:

¡BUENAS FLORECITAS! Espero estén muy, muy bien, el Harry ya se ve casado con Adhara a que-

Anyways, espero que les haya gustado este cap y nos leemos pronto 💖

Lots of love, Cici x

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