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Las vacaciones de invierno fueron como siempre increíbles para Adhara, la navidad es su época favorita del año y esperaba que a pesar de estar ya en Hogwarts nunca dejará de pasarla con su familia, ya que disfruta mucho de sus padres y su hermana, con quien nunca hay momentos aburridos, aparte la mejor amiga de Nymphadora, Tulip había pasado las fiestas con los Tonks, haciendo que hubiese bromas por toda la casa, y aunque Adhara hubiese deseado quedarse en casa con su familia por más tiempo ya era momento de regresar a la escuela.

En cuanto Adhara subió al tren para regresar a Hogwarts comenzó a buscar en los compartimientos a alguno de sus amigos y por desgracia, los encontró junto con Pansy y la pandilla de Draco.

—Hola —saludó entrando con una pequeña sonrisa, casi nula.

—¡Hola! —respondió con alegría Daphne, ella palmeó sus piernas.

Adhara es realmente pequeña a diferencia de Daphne que es más alta, así que no había problema en que se sentara en sus piernas, ya que el compartimiento estaba lleno. En realidad, Theo y Blaise están sentados en el piso intercambiando cromos ya que no había más espacio.

—¿Qué tal las vacaciones Adhara? ¿Te gustó mi regalo? —preguntó sonriendo Draco.

—Sí, me gustó mucho —admitió sonriéndole a su primo.

Draco se había encargado de darle un collar con forma de serpiente, la cual tiene colgando una B. Según su madre, ese collar lo tenían todas las mujeres Black y a ella le tocó justo el que alguna vez perteneció a su abuela materna. 

Andrómeda le mostró su collar que aún guarda en una caja pero el cual no usa debido a que no le parece tan importante, y aunque Adhara estuvo a punto de regresarle el collar a su primo, Andrómeda le recomendó que mejor lo aceptara y lo utilizará, ya que al final de cuentas, era un muy lindo regalo. 

—¿Qué te regalo? —preguntó Pansy interesada.

—Pan con queso —respondió tomando a Alfred, Daphne comenzó a reír por la cara de confusión y enojo de Pansy.

...

En cuanto las clases continuaron, Adhara y Hermione siguieron sus encuentros de estudio en la biblioteca, así como también comenzaron a pasar más tiempo fuera de los estantes recorriendo los pasillos del gran castillo y aprovechando a pasar el tiempo en el aire libre. 

Pero por el momento, dos niños y dos niñas  se encontraban sentados en una de las mesas de la biblioteca, Adhara bebió un poco de la botella con agua que tenía jugando entre sus manos y les miró.

—Bueno, mamá dijo que sabía que Nicolás Flamel es un alquimista —Hermione frunció el ceño—. La alquimia es el estudio de los cuatro elementos básicos, así como el estudio de la transmutación de las sustancias —explicó a Ron y Harry que se veían confundidos. 

Hermione chasqueo—. ¡Claro! ¡Qué tonta! —ella se paró de un brinco y rápidamente comenzó a caminar lejos del pasillo.

—¿Se acaba de llamar tonta? —preguntó Ron sorprendido—. Debo ser yo un asno entonces —Harry soltó una risita, Adhara negó con una pequeña sonrisa.

Hermione regresó cargando un libro grande y por la expresión en su rostro algo pesado, con cuidado lo dejo en el piso y los cuatro miraron al libro.

—Lo había pedido para algo de lectura ligera —Harry y Ron se miraron sorprendidos.

—¿Lectura ligera? ¡Es gigante! —dijo Ron, pero Hermione le ignoró, ella comenzó a hojear el libro y señaló una parte del texto para después comenzar a leer.

—Nicolás Flamel es un conocido alquimista y único fabricante y poseedor conocido de la Piedra Filosofal, una sustancia legendaria que podía transformar cualquier metal en oro y con ella se podía fabricar el elixir de la vida, que a quien lo bebiera tendría vida eterna —leyó Hermione.

Adhara alzó una ceja, el trío de Gyrffindor's se miró, ella les miró confundida.

—La piedra filosofal —susurró Harry.

—¿Eso es lo que protege Fluffy? —preguntó Ron.

—¿Qué es un Fluffy? —cuestionó Adhara.

Hermione quería ahorcar a Ron en ese momento.

—Es algo... suave o esponjo —dijo Hermione y puso su mejor sonrisa.

—Ustedes tres son raros, ¿lo sabían? —Harry fue el primero en asentir con la cabeza, sus ojos brillaron y Adhara sonrió un poco—. Bueno, si tienes trabajo que hacer Herms, digo, la piedra filosofal es algo muy importante.

—¿Sabes lo que es? —preguntó Ron.

—¿Acaso no escuchaste lo que dijo Hermione? Puedes convertir cualquier metal en oro y fabricar un elixir de la vida —dijo Adhara abriendo sus ojos, dándole más dramatismo—. Cómo sea, tengo hambre y quiero un té, permiso —ella se paró y sacudió un poco su túnica de Slytherin.

—A veces, Adhara es media extraña —dijo Ron, ella se giró para verlo y Harry le dio un codazo al pelirrojo.

La Slytherin rodó los ojos y continuó su camino fuera de la biblioteca.

Pero claro, simplemente no podía dejar de pensar en aquella extraña conversación, ¿acaso estaban intentando encontrar la piedra filosofal que es cuidado por algo suave o esponjoso?

...

Adhara estaba muy emocionada, Gryffindor y Hufflepuff jugarían en un partido de quidditch y como fiel entusiasta se arregló y pintó una banderita de Gryffindor en la mejilla izquierda, pero en su mejilla derecha puso la de Hufflepuff.

La lealtad por la casa de su hermana y su papá era muy fuerte y sentía que los traicionaba al no apoyarlos.

—Entonces, ¿apoyas a ambos? —Adhara, quien iba rumbo al gran comedor, observó al jugador de quidditch de Hufflepuff que le había hablado.

—Sí, mi amigo es buscador de Gryffindor, pero mi hermana y mi papá fueron Hufflepuff —explicó y alzó los hombros.

—¿Enserio? ¿Hace cuanto se graduó tu hermana? —preguntó curioso.

—Se graduó el verano pasado —comentó—. Nymphadora Tonks —él joven sonrió.

—Claro, claro, conocí a Tonks, muy torpe y bromista —Adhara asintió sonriendo un poco, pronto ambos comenzaron a caminar rumbo al gran comedor—. No tenía idea de que tú eres su hermana, ¿Adhara? ¿No es así?

—Sí, así es —respondió con voz clara.

—El curso pasado solo hablaba de lo emocionada que estaba de que tu enteraras —comentó el joven—, un gusto, soy Cedric Diggory —se presentó sonriendo y ambos estrecharon sus manos.

—El gusto es mío —respondió sonriendo—. Bueno Cedric, iré a con mis amigos, pero mucha suerte en el partido —ella le dedicó una sonrisa y sin más, se fue dando brinquitos a la mesa de Gryffindor.

Algunos ya se habían acostumbrado de ver a la serpiente entre los leones.

—Hola, Harry —ella tomó los hombros de Harry con delicadeza, él levantó un poco su cabeza para verla.

—Hola, Adhara —respondió rápidamente al ver que sí se trataba de ella.

—¿Estas nervioso? Te ves nervioso —murmuró y se sentó mirándolo.

—Sí... Snape será árbitro y... bueno, no le caigo bien y ningún Gryffindor le cae bien, en realidad —se corrigió.

Adhara hizo una mueca, ella nunca había tenido ningún problema con Snape, y quizá eso es porque es Slytherin.

—Hum, descuida, no creo que sepa mucho de quidditch —dijo en voz baja.

—Sí, tampoco yo —respondió de la misma manera, el señalo las banderas pintadas en las mejillas de la niña—. Me gusta, tu si eres imparcial, deberes ser arbitra —Adhara soltó una risita.

—Descuida, Harry, todo saldrá increíble, eres un gran jugador —le aseguró sin levantar mucho el tono de voz.

—Eso espero... y gracias —respondió algo tímido—. Ya quiero que juegues quidditch para jugar contra ti —Adhara sonrió un poco.

—Sí, también yo... —admitió.

Pero la conversación se vio interrumpida cuando Oliver Wood, el capitán de Gryffindor llamó a los jugadores al campo de quidditch.

—Suerte, Harry —le dijo Adhara sonriendo.

—Gracias, Adhara —sin más, ambos se dedicaron una sonrisa y el niño se fue con el equipo de quidditch.

Ella miró por donde salió y sonrió un poco, sin más, fue a la mesa de las serpientes y llamó a Daphne para así, juntas salir rumbo al campo de quidditch.

—Aquí entre nos, apoyó a Hufflepuff —le dijo Daphne tomando asiento en las gradas.

—Hum, apoyo a ambos —respondió tranquila y alzando los hombros.

—Qué traidora —ella alzó una ceja mirando a Theo, pero el niño tiene una pequeña sonrisa burlona, dando a entender que estaba bromeando.

—Más te vale que sea una broma —le advirtió Adhara.

—Sabes que sí, Ad —le guiño un ojo y Daphne soltó un gritito emocionada al ver a los jugadores salir. 

—¡Ahí vienen!

Adhara no tardó en comenzar a gritar con emoción, junto con los demás aficionados.

—¡VAMOS HARRY! —grito aplaudiendo, ella vio como Harry miraba en su dirección, él le dedicó una sonrisa tímida y a pesar de la distancia que había entre ambos, Adhara vio ese lindo brillo a través de los anteojos en los ojos verdes de su amigo.

Pero, así como se habían elevado, Snape ya había pitado un penalti a favor de los tejones por que George Weasley le había tirado una bludger. Adhara soltó una risilla mientras que algunos de sus compañeros abuchean a los leones y miró a Harry que daba vueltas alrededor del campo en busca de la snitch dorada.

En ese momento, él arrancó en un espectacular vuelo que hizo a Adhara soltar un grito y aplausos de emoción, acababa de ver la snitch y la estaba siguiendo con rapidez, cual escarbato emocionado por encontrar oro.

—¡VAMOS HARRY! ¡VAMOS! —Adhara se paró en el asiento con emoción dando brincos y aplaudiendo.

No había mayor fanática del quidditch que Adhara Tonks.

Harry cayó como una bala en picada y ella gritó emocionada en muestra de su apoyo a su amigo. 

Todo pasó tan rápido que él ya tenía la snitch en la mano, estirando el brazo con una enorme sonrisa y mostrando que la había capturado.

—¡ASÍ SE HACE! —le animó fuertemente y dando brinquitos.

No le importó que sus compañeros de casa la miraran mal.

De un brinco se bajó y se abrió paso para salir rumbo al campo de quidditch, pedía disculpas y con lo pequeña que es le fue muy fácil abrir el camino. Los Gryffindor ya se encontraban en el campo de quidditch, pero ella pasaba entre ellos tratando de no ser aplastada o pisada.

—¡Harry! —le llamó, el niño está siendo abrazado por Oliver, quien tiene una gran sonrisa.

—¡Adhara! —ella lo abrazo soltando una risita.

—¡Estuviste increíble!

—¡Lo sé! —ella comenzó a reír, las mejillas de Harry se pusieron rojas—. Digo, ¡gracias! —se corrigió, ella negó aun sonriendo.

—¡No duró ni cinco minutos! Dure más pintando mis mejillas que lo que duró el partido —ambos comenzaron a reír.

—Iremos a la cabaña de Hagrid, ¿qu-quieres venir? —preguntó algo tímido—. Me refiero a... Ron y Hermione también estarán ahí —agregó rápidamente.

—Oh... claro —asintió sonriendo un poco—. Sí, claro, porque no —Harry ladeó su sonrisa.

—Bien, yo... iré a cambiarme —señaló a los vestidores.

—Genial, iré a buscar a Ron y Hermione.

Sin más que decir, Adhara fue en busca de ambos, a quienes encontró en las gradas y Ron tiene sangre en la nariz mientras que Hermione parece estar regañandolo. 

—Pero qué... —susurró Adhara.

—Me he peleado con tu estúpido amigo —bufó Ron limpiándose la sangre con su túnica, pero en realidad no dejaba de salir.

—¿Theo? —preguntó confundida.

—Malfoy —bramo molesto.

—Oh... —susurró—. ¿Qué ha pasado? ¿Quieres que le pegue yo también? —Ron, quien tenía el ceño fruncido, se relajó un poco y negó sonriendo.

—No, ya le he dejado el ojo negro —Adhara abrió los ojos y soltó una risita.

—¡Adhara! —ella dio un brinquito cuando Blaise y Daphne aparecieron.

—Draco te está buscando —dijo Blaise tomando del brazo de la chica para llevársela de ahí.

Solo que Adhara no se movió por que quedo plantada en el piso bastante firme y Ron de un brinco se paro y tomo del otro brazo de Adhara para jalarla en su dirección. 

—Adhara va a venir con nosotros —dijo el pelirrojo mirando con el ceño fruncido a Blaise. 

Blaise la jalo hacía con él, ella jadeo adolorida.

—¡Cuidado! —se quejó Adhara.

Ambos comenzaron a tirar de los brazos de Adhara, Ron quería que fuera con ellos, pero Blaise quería que se fuera con ellos. Nuevamente hubo un caos porque Hermione y Daphne regañaban a los niños por no soltar a Adhara, quien estaba bastante dolorida y muy furiosa ya para ese momento. 

—¡La van a lastimar! —les regañó Hermione dando un golpe al piso con su pie. .

Hasta que Adhara, terminó cayendo encima de Blaise cuando Ron la soltó por órdenes de Hermione.

—¡Qué les pasa! Son unos imbéciles —bufó limpiando su túnica y dándole un zape a Blaise y a Ron.

Sin más que decir, la niña se fue de ahí muy molesta, ignorando incluso el llamado de Harry, que en realidad no había escuchado por que en su mente solo seguía maldiciendo y soltando palabrotas. 

...

Adhara estaba en el corredor del cuarto piso, sentada en uno de los grandes ventanales, le gustaba mucho ese lugar, en especial, esa ventana por que se podía apreciar a lo lejos el campo de quidditch, sin mencionar que era un perfecto lugar para escribir lo que le dicen las estrellas. Solo que esta vez, Adhara está leyendo y sostiene el libro con cuidado y su mirada está fija en la lectura, tan concentrada, que ni siquiera noto a Harry cuando llegó a su lado.

—Hum, hola —ella levanto su vista para ver a Harry, sonrió solo un poco al niño.

—Hola, Harry —colocó el separador en el libro y lo cerró con cuidado para después pegar sus rodillas a su pecho y permitir que Harry tomara asiento frente a ella. 

—¿Cómo estás? —preguntó abrazándose de sus rodillas Harry, imitando a Adhara. 

—Bien, ¿y tú?

—¿Segura? Bueno, es que lo que paso después del partido y... Hermione me lo dijo, Ron es medio tonto —ella soltó una risita.

—Sí, solo que me molesto que me trataran con muñeca de trapo —admitió con una mueca.

—También regañe a Ron —comentó sonriendo un poco, Adhara sonrió un poco—. Digo, ellos son tus amigos —dijo refiriéndose a los Slytherin.

—Harry, todos son mis amigos —aclaró, el asintió rápidamente—. Digo, no es mi culpa —musitó—, a veces quiero golpearlos, pero... son mis amigos —levantó los hombros sin saber exactamente qué decir—. Excepto Parkinson, ella no es mi amiga —aclaró levantando su dedo índice, Harry comenzó a reír ante la sinceridad de la niña.

—Bueno, me alegra saber que aun somos amigos —ella se sentó como indio y sonrió mostrando un poco sus dientes.

—¿Creíste que por eso dejaríamos de serlo? Ah, ah, Harry, las estrellas me dijeron que seriamos amigos —Harry levantó ambas cejas un tanto sorprendido, Adhara se sonrojo mucho al recordar lo que dijo—. Yo... bueno, me gusta la astronomía y, buen-bueno, trato de leer las estrellas —susurró apenada.

—Bien, hay que hacerles caso a las estrellas —Adhara miró a Harry un tanto sorprendida—. Seamos amigos —una pequeña sonrisa se formó en el rostro de ambos.

Sí bueno, solo que no tenían ni la menor idea de que Adhara había leído muy mal a las estrellas, ellas no solo querían que fueran amigos, pero por ahora, las estrellas dejarán que todo transcurra normal, quizá pronto, le darían un mensaje más claro a Adhara.

[Fin del Primer Acto]

Nota de autora: 

Cortico este acto bc introduction, you know ;)

Btw, ¡ya son 1.2k lecturas! ¡No puedo creerlo! ¡Mil gracias! ¡Les amo! ¡Estoy gritando! ¡Hasta la próxima!

Lots of love, Cici x