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Decir que la relación de Adhara y Blaise era mala era incorrecto, en realidad, ambos disfrutaban pasar el tiempo juntos, sin mencionar que Blaise hacía reír a Adhara con cada chiste que le contaba antes de entrar a clase de pociones, donde ella era su tutora, ya que a veces, Blaise olvidaba leer entre líneas, por eso mismo se encontraba en la habitación de los chicos de quinto año con un libro de pociones en sus manos.

—¡Vamos Blaise! Es realmente sencillo, ¡es el filtro de confusión! —le picoteo en las costillas y Blaise se dejó caer de forma dramática a la cama.

—¡Adhara me confundí! —la risa de Adhara hizo eco en las paredes de la habitación y le lanzo un cojín.

—Levántate, Snape nos está dando ventaja al decirnos que probablemente esta poción vendrá en nuestro TIMO —Blaise resoplo y alzó una ceja.

—Pero tú ya se lo dijiste a tus amigos, ¿no? —Adhara se cruzó de brazos y alzó su cuello.

—Le he avisado a mis amigos de Hufflepuff, sí, quienes ya le avisaron a los Ravenclaw —asintió con su cabeza—, solo me falta decirle a mis amigos de Gryffindor.

—Solo me hace falta decirles a mis amigos de Gryffindor —le imitó Blaise con voz aguda.

—Ugh, no hablo así —murmuró rodando los ojos.

—Ajá, lo que digas —Adhara carraspeo con su lengua y achino sus ojos.

—¿Qué? ¿Acaso te molesta que le avise a mis amigos y amigas? —le preguntó cruzándose de brazos.

—Bueno, les das ventaja que Snape nos da a nosotros —Adhara rodó los ojos y ladeo una sonrisa.

—Todos merecen saberlo —aseguró sonriendo un poco.

Blaise se sentó correctamente para ver a Adhara con una pequeña sonrisa.

—Tú eres realmente una buena persona —susurro, acariciando ligeramente su mejilla, mientras le dedica una sonrisa ladina.

Adhara alzó sus hombros sin saber muy bien que decir y acepto el beso que Blaise se inclinó para darle.

Lentamente rodeó el cuello de Blaise quien apretó con fuerza la cintura de Adhara para profundizar más aquel apasionado beso, donde las manos de Blaise recorrieron la cintura de la joven haciendo que su uniforme se arrugase y dejara de estar tan perfecto como siempre.

Fue fácil para Blaise cargar a Adhara quien se sentó ahorcajadas sobre el chico, se separaron solo un poco para tomar un poco de aire, y tras relamer sus labios continuaron con los besos, pero esta vez, los de Blaise comenzaron a recorrer el cuello de Adhara, quien dejó caer su cabeza hacia atrás mientras sostiene con fuerza la nuca de Blaise y suelta pequeños suspiros satisfactorios.

Oh por Merlín, ¿¡qué es lo que estaba haciendo?!

Ah claro, recordaba bien la charla con su madre acerca de estas situaciones, en donde ella le había comentado que era normal el sentir este tipo de deseos y mientras se sintiera bien, lo hiciera con consciencia y estando segura de querer hacerlo.

¿Se sentía bien?

El momento, sí, excelente.

Pero... ¿quería estar con Blaise?

No, no por ahora.

Las manos de Blaise vagaron hasta las piernas de Adhara y lentamente, las fue pasando bajo la falda de la chica. Ella soltó un suspiro cerrando sus ojos al sentir el frío tacto del joven sobre su trasero.

—Hum, Blaise... yo... Blaise —él se separó rápidamente para verla.

—Lo siento, ¿me pase? —preguntó con una mueca.

—Es solo que... hum, no me siento... cómoda —mintió con una mueca.

Blaise ladeo una sonrisa y asintió con su cabeza.

—Lo siento, perdón —dijo rápidamente.

—Descuida —murmuró, ella se bajó del regazo de Blais y acomodo su uniforme mirando el piso con una mueca—. Ire... a la biblioteca —musitó.

Beso la mejilla de Blaise antes de salir dando brinquitos del cuarto de su amigo, pero al llegar a la sala común, voló como alma que lleva al diablo en busca de su amiga Hermione.

A quien afortunadamente encontró con Harry y Ron, los tres caminaban en dirección al Gran Comedor.

—¡Hermione! —chilló con voz aguda.

Miró fugazmente a Harry quien alzó ambas cejas viendo lo desordenado que se encontraba en uniforme de su amiga, algo inusual en Adhara.

Y ella no pudo evitar pensar que a Harry realmente se le veía muy bien esa corbata mala hecha.

—¡Adhara! —respondió dando un brinco y frunció el ceño—. Merlín, ¿estás bien? —preguntó confundida al ver su cabello e uniforme desaliñado.

Asintió con su cabeza y fingió una sonrisa.

—Sí, yo... necesito hablar contigo, urgente —sin más que decir, la jalo de la mano y empezó a correr con Hermione tratando de seguirle el ritmo, pero ella no era tan deportista como lo es Adhara.

No iban ni por el quinto piso cuando Hermione la detuvo de golpe mientras trataba de recuperar la respiración.

—¡Ay, ya me cansé! —se quejó Hermione soltándose del agarre de Adhara, puso sus manos en sus rodillas para respirar agitada y miró confundida a Adhara, quien dio brincos impaciente. 

—Herms, tenemos que ir a la sala de menesteres —susurró mirando a todos lados—. Alguien puede escucharnos y es algo... vergonzoso —admitió con una mueca.

—¿Qué? —preguntó con desesperación Hermione—. ¡No me puedes dejar así!

Adhara resoplo y tras estirar sus brazos tratando de encontrar a alguien invisible suspiro.

—Bueno, al parecer Ron y Harry no nos siguieron bajo la capita, entremos aquí —Adhara jalo el brazo de Hermione entrando a un aula vacía.

—Me preocupas —admitió cruzándose de brazos Hermione.

—Hum, por Salazar, que difícil es de decir esto —murmuró sonrojada.

—Sólo escúpelo —dijo desesperada Hermione.

Adhara se recargo en la puerta del aula y cerró sus ojos.

—Bueno, Blaise y yo estábamos como... hum... compartiendo besos —carraspeó incómoda y Hermione soltó una risilla—, bueno... no eran solo besos... ¡no paso nada! —agregó rápidamente al ver como Hermione abría sus ojos de golpe—. Solo... ugh, es solo que las cosas se pusieron un poco intensas —murmuró con sus mejillas rosas, Hermione soltó una risilla burlona por el sonrojo de la chica—. Oh, no te rías, dime algo —pidió dándole un leve golpe en el brazo.

—¿Qué quieres que te diga? Tu eres la que tuvo cosas intensas con Blaise, no yo —le recordó divertida—. Bueno, no parece que lo disfrutaste... ¿o sí? —preguntó curiosa.

—Sí y no —respondió—. Es que... mira, Blaise es muy lindo y atento conmigo y le agradezco todo lo que hace por mí y a pesar de que fue un buen momento... no se siente bien, ¿me explico?

—Por Harry, ¿no es así? —Adhara bajo su cabeza y la pego a la puerta.

—No... —Hermione la miró incrédula y carraspeó con su lengua—. Creo que si —susurro haciendo que la castaña sonriera un poco—, soy patética, dilo.

—Eres patética.

Adhara la miró indignada—. ¡Hermione!

—¡Me dijiste que te lo dijera! —Adhara le soltó un golpe en el brazo y ambas se pusieron a reír.

Avergonzada, la Slytherin cubrió su rostro con sus manos mientras pataleaba frustrada el piso. Hermione suspiró y apoyó su mano en su cadera tratando de encontrar las palabras correctas para ayudarla.

—Mira Ad, es súper normal que eso pase entre tú y Blaise por que... son amigos con beneficios —murmuró con una mueca—, pero tienes que admitir que no puedes seguir con el —Adhara mordió su labio inferior y bajó su cabeza apenada—, te gusta Harry no Blaise —susurró—, y solo te lastimas a ti y a él y, ¡hasta yo salgo lastimada! —dramatizó—, sabes que estoy para apoyarte, pero tienes que admitir que estás muy enamorada de Harry...

—No estoy muy enamorada —murmuró, ganándose una furtiva mirada por parte de su amiga—, de acuerdo, solo un poco —dijo entre dientes—, pero como sea, el sale con Cho.

—El sale con Cho por que tú sales con Blaise —confesó soltando un suspiró, como si se hubiese guardado un secreto que por fin podía decir.

Adhara parpadeo dos veces y miró sorprendida a Hermione.

—Espera, ¿qué? —preguntó perpleja.

—Idea de Sirius —resopló cruzándose de brazos—, si me lo preguntas, ¡una muy mala idea! —aseguró.

—Sirius... ¿le ayuda? —preguntó en voz muy baja.

—Ajá, dice que entonces será oficialmente su sobrino —comentó algo burlona, causando que sus mejillas se pusieran rojas.

—Entonces... entonces solo...

—¡Solo da por terminado tu estupidez con Zabini! —exclamó irritada—. Si tú terminas lo que sea que tengas con Blaise, entonces Harry por fin dejará a Cho y dejara de seguir los estúpidos y muy malos consejos que le da Sirius —gruñó—. Yo no entiendo por que nadie me hace caso a mi —bufó rodando los ojos y Adhara apretó sus labios, tratando de no pensar en que Sirius le había dado (muy malos) consejos a Harry.

Aunque, no es como si Adhara fuera la más inteligente.

—Merlín, solo... voy a terminar con lo que sea que tengamos y...

—¡Y ya dile lo que sientes a Harry! —exclamó irritada—. ¡Solo dicelos! Dile, Harry te amo —dijo firme—. Van a suceder dos cosas —levantó su dedo índice y medio moviéndolos adelante y atrás—, te dice que él también te ama o te dice que no te ama.

Adhara jadeo y cerró sus ojos suspirando.

—Pero estoy segura de que el también confesará sus sentimientos por ti —agregó con más calma—. Solo... solo confiesen sus sentimientos, dejen de involucrar a terceros.

—Somos idiotas —gruño con una mueca.

—Lo son —afirmó Hermione cruzándose de brazos—, pero... los jóvenes solemos cometer idioteces —dijo, tratando de hacerla sentir mejor—, aunque tu y Harry se pasan...

—Bien, ya entendí —le interrumpió entre dientes.

—Vamos Ad, es momento de que se dejen de inmadureces —pidió algo divertida—, eres hermosa y ya te diste cuenta de que podrías tener a cualquier persona detrás de ti...

—¿Incluso a ti? —preguntó enderezandose y poniendo una gran sonrisa.

—Sí, sí, incluso a mí —respondió algo divertida.

—Genial...

—Pero no hablamos de nosotras, hablamos de ti y Harry —le recordó.

Adhara jugueteo con su pie y soltó un suspiro dramático.

—Odio aquí —susurró cerrando sus ojos, haciendo que Hermione soltará una carcajada.

—Ya déjate de tonterías, deja a Blaise y habla con Harry —asintió con su cabeza y froto sus manos con su falda.

—Pero... ¿si Harry niega su amor por mi tendrías una cita conmigo? —preguntó con una sonrisa algo burlona.

—Merlín Santo, si eres sobrina de Sirius Black.

—¿Eso fue un sí?

...

Para cuando Adhara dejó de colapsar se encargó de arreglar su aspecto a que volviera ser el mismo de siempre, luciendo decente y aliñada, por lo que al ver que se encontraba lista para ir junto con Hermione a buscar a Ron y Harry se encaminaron ambas al Gran Comedor, donde los chicos les saludaron algo confundidos y Harry observó nuevamente a Adhara y sin poder contenerse acomodo un poco la manga de su suéter.

—¿Qué traen ustedes dos? —preguntó Ron antes de llevarse una cucharada de pudín a la boca.

Adhara y Hermione compartieron miradas.

—Cosas de chicas —respondieron ambas.

Ron y Harry se miraron ligeramente confundidos.

—¿Cosas de chicas? —preguntaron ambos.

—¿Qué cosas? —cuestionó Ron.

—Sí... cosas Ron, no seas entrometido —le regañó Hermione.

—Buh —el chico le saco la lengua de manera infantil y Hermione solo rodó los ojos mientras tomaba una empanada.

—Hola —saludó Ginny sentándose al lado de su hermano, a quien le soltó un codazo para que soltará la galleta que tenía en su mano, quitándosela para llevarla a la boca.

—Me iba a comer eso —murmuró con el ceño fruncido.

—Iba —recalcó Ginny, causando que Adhara, Hermione y Harry apretaran sus labios para no reír—. Harold, ¿cuándo aprenderemos el encantamiento patronus? —preguntó sin rodeos.

—Woo, alerta ruda —susurró Adhara causando que Hermione comenzará.

—Shh, dije Harry no señora de Zabini —comentó burlona.

La sonrisa de Adhara se eliminó, pero no fue la única ya que Harry también borro su sonrisa divertida, frunciendo el ceño y mirando de reojo a Adhara.

—No soy señora y mucho menos de Zabini —le aseguró Adhara—, vuelve a llamar señora de Zabini y te pateare el trasero —le advirtió cruzándose de brazos.

—Aw, eres tan adorable Ad —le dijo Ginny con algo de diversión.

—Entonces, ¿ya no eres novia de Blaise? —preguntó Harry ladeando un poco su cabeza.

Los ojos verdes de Harry se encontraron con los ojos miel de Adhara y ninguno desvió su mirada.

—No —respondió algo seria—. Blaise y yo no somos novios, Harry... solo somos algo —le corrigió, restándole importancia.

—Oh —susurró Harry—. Pero, te gusta, ¿no es así?

Hermione y Ron compartieron miradas al ver como ambos susurraban, eso siempre sucedía cuando ambos olvidaban que se encontraban rodeados de personas, Ginny por su parte luce bastante divertida con la situación.

—Adoro ver el mundo arder —susurró con una gran sonrisa, Ron le dio un zape que terminó recibiendo aún más fuerte.

—No —respondió Adhara a Harry, ella bebió un poco de jugo sin siquiera dejar de mirarlo—. No me gusta —repitió.

Una pequeña sonrisa ladeada se formó en los labios de Harry.

—Hum, ¿chicos? —hablo Ron, haciendo que ambos dejaran de mirarse—. Bien, siguen con nosotros...

—Yo... iré a volar —dijo Adhara parándose y carraspeando algo nerviosa.

—Hum... sí, iré a la lechucería —murmuró Harry también parándose al mismo tiempo que ella.

Los dos salieron del Gran Comedor, pero tomaron caminos diferentes.

—¿Por fin se van a confesar su amor? —preguntó Ginny impaciente.

—No lo sabemos —murmuró Ron con una mueca.

—Demonios, tienen que apurarse por que aposte 20 galeones con Sirius, ¡no tengo 20 galeones! —la pelirroja se paró algo frustrada y salió dando grandes zancadas, causando que Hermione y Ron compartieran miradas.

—Bueno... iré a la biblioteca.

—Bien, yo iré a la sala común.

...

Adhara lo había pensado mientras volaba por el campo de quidditch. Debe dejar de ser tan estúpida, ¡claro que está enamorada de Harry! ¿Y qué? Es momento de que lo acepte y que termine lo que sea que tenga con Blaise. Así que al verlo recostado en el sillón de la sala común leyendo un libro, se encaminó hacia él con pasos firmes y con mucha seguridad.

—Blaise —le llamó, por lo que levantó la vista.

—¿Sí, Ad? —preguntó sonriendo un poco.

—Oye... yo, quería decirte algo —murmuró inclinándose un poco.

—Adelante —Blaise cerró el libro mirándola un tanto curioso.

—Mira... yo... lo nuestro, o esto —musitó—, es solo que... quería que todo esto terminará —dijo con una mueca.

Blaise alzó una ceja y mordió internamente su mejilla.

—Oh, de acuerdo —asintió tranquilo y levantando los hombros dándole a entender que le restaba importancia aquello.

—¿Todo bien? —preguntó Adhara ocultando una sonrisa—. Seguimos... siendo amigos —él asintió con su cabeza.

—Claro que sí Ad, todo bien —puso una sonrisa radiante y ella besó con ternura la mejilla de Blaise.

—Genial.... aparte, imagínate que tu madre se entere de que estás con una mestiza —dijo algo burlona, causando que Blaise comenzara a reír.

—Sí, tienes razón, le daría un infarto —Adhara despeinó el cabello de Blaise y sonrió un poco.

—Nos vemos luego, Blaise.

Se paro rápidamente y dando brincos dejó la sala común, Blaise carraspeó y jugó un poco con libro para después abrirlo y dejarlo caer sobre su cara.

Y mientras Adhara buscaba a Harry por los pasillos, el galeón falso le quemó un poco su bolsillo, por lo que dejó de buscar ya esa misma noche tendrían reunión en el Ejército Dumbledore.

...

Era definitivamente la primera vez que Adhara llegaba a tiempo a una reunión, pero como había pasado el día en los terrenos del castillo, y disfrutando del clima nublado que no tuvo que inventarle excusas a Theo de a donde iría, así que cuando llegó a la sala, no se sorprendió de encontrarla vacía, más lista para ser usada.

Por lo que para matar el tiempo, estuvo leyendo de los libros que había en las estanterías.

Hasta que, dos chicas y dos chicos entraron a la sala de menesteres. Adhara cerró su libro para caminar hacia Ginny, quien iba de la mano con Michael Corner.

—¡Hola Adhara! —saludó Luna con una sonrisa.

—Hola Luna, disculpa Ginny, puedes venir por un momento.

—¡Claro! —se soltó del agarre de Michael y dando brincos siguió a Adhara.

—¿Que fue eso? —musitó entre dientes, viendo de reojo cómo al aula empezaban a llegar más integrantes.

—¿Funciono? ¿Dejaste ya a Blaise? —le preguntó con cierta emoción.

—¡Ginny! —chillo.

—Oh vamos, Ad —le codeo algo divertida—, estoy rezándole a Merlín por que ustedes dos ya por fin estén juntos —resoplo rodando los ojos.

—Solo, deja de presionar, ¿si? —pidió con una mueca.

—¿¡Se lo dirás?! —preguntó con emoción.

Adhara ladeo una sonrisa viendo cómo Harry entraba acompañado de Ron, Hermione y Neville. El azabache al ver como Adhara lo miraba le dedicó una pequeña sonrisa.

—Estoy en eso —susurró.

—¡Sí! —Ginny dio un brinco con emoción y Adhara rodó los ojos algo divertida.

—Reúnanse por favor —pidió Harry alzando un poco su cuello.

Ginny jalo a Adhara para acercarla con el resto de los miembros del ED, la Slytherin dedicó una pequeña sonrisa a Daphne quien movió sus labios y sin pronunciar palabra alguna dijo:

—¡Herms me contó todo! —levantó sus pulgares mostrando notoria emoción.

—Bien, sé que algunos nos encontramos estresados por los TIMOs —hablo Harry al ver como estaban todos reunidos—. Pero he querido que la práctica de hoy y de quizá la próxima semana sea acerca del encantamiento patronus.

Todos comenzaron a cuchichear emocionados, Adhara sonrió pensando en la forma corpórea que tomaría su patronus y comenzó a emocionarse junto con sus demás compañeros.

—Tengo que confesarles, hacer un patronus no es nada fácil —dijo Harry tomando su varita con ambas manos—. Se requiere de mucha fuerza mental, pero, sobre todo, se necesita un recuerdo muy poderoso. Ese es el verdadero secreto, contar con un recuerdo que te haga feliz, una vez que lo tengas solo recuérdalo al momento de conjurarlo —dijo tranquilo—. No se desesperen si a la primera no les sale el encantamiento patronus, pronto lo lograran —aseguro sonriendo para inspirar confianza—. Para lograr realizar un patronus se necesita decir expecto patronum —comentó mirando a todos—. Venga, todos al mismo tiempo —propuso sonriendo.

—Expecto patronum —corearon todos.

—Sí, de esa misma manera tienen que realizar el hechizo, con fuerza y emoción, pero por favor, no olviden el recuerdo feliz —repitió, Harry alzó su varita y dijo—. ¡Expecto Patronum! —un ciervo salió de la punta de su varita para comenzar a recorrer la sala de menesteres.

—¡Que hermoso! —chillo Cho mirando al ciervo.

La forma corpórea del patronus de Harry desfiló por toda la sala hasta llegar a Adhara, corriendo en círculos a su lado y haciendo que la chica soltará risitas emocionada por estar viendo el patronus.

El ciervo se desvaneció y Harry miro a los veintinueve chicos y chicas—. Bien, pueden comenzar, yo estaré supervisándolos.

Adhara sacó su varita de su túnica, pero antes de decir las palabras del encantamiento, hizo una mueca, ¿cuál es el recuerdo más feliz que tiene? Vaya, eso es muy difícil, tiene muchos recuerdos, pero no sabe con cual probar.

Así que se decidió probar por todos.

—¡Expecto Patronum!

Un humo plateado muy ligero salió, pero se desvaneció rápidamente.

Carraspeo y pensó en otro momento—. ¡Expecto Patronum! —volvió a decir.

Pero no era la única que tenía problemas, todos los estaban teniendo.

—¡Expecto Patronum! —dijo nuevamente, logrando solo un escaso humo plateado.

Jadeo y escucho la risa de Hermione, de su varita había salido una nutria, la cual daba vueltas alrededor de ella haciéndola sonreír y soltar risitas emocionada.

—Es hermoso —comentó la leona con una gran sonrisa.

—¡Expecto Patronum! —exclamó Daphne, Adhara vio el humo plateado que salía de la varita de su amiga—. ¡Chispas! —se quejó dando una patada al suelo—. Espero que sea un dragón, si mi patronus no es un dragón alguien saldrá lastimado y todo indica a que será Theo —Adhara soltó una carcajada y negó lentamente.

Intento nuevamente en tratar de hacer el encantamiento, pero no funcionó y la verdad es que se estaba rindiendo. Lo peor de todo es que no entendía cómo es que aquel encantamiento no podía salirle, si en realidad, Adhara era muy buena en la materia.

—Bien, no se preocupen, han mejorado, les aseguro que para la próxima clase ya todos habrán realizado el patronus —aseguró Harry—. Manténganse al tanto de los galeones falsos para avisarles de la próxima clase.

Todos comenzaron a salir poco a poco y Adhara resopló algo decepcionada, no noto el hecho de que Ron y Hermione salieron rápidamente de ahí y tampoco vio cómo Ginny palmeaba la espalda de Harry diciéndole un «suerte».

Una vez que la sala quedará vacía, Harry camino hacia Adhara, quien ya se había acercado a la estantería.

—¿Todo bien? —Adhara dio un brinco y el libro se cayó de sus manos debido al susto.

—Harry, tienes que avisar que estás aquí —susurró agachándose para levantar el libro.

Pero Harry fue más rápido que ella y tomó el libro antes que Adhara.

—Lo siento, no quería asustarte —murmuro entregándole el libro.

Adhara hizo sonar su garganta y miró a Harry algo curiosa.

—¿Ocu-ocurre algo? —preguntó haciendo sonar su garganta.

—Yo... hum... —Harry frunció el ceño y llevó una mano a su nuca—. Oh... yo... ¿has leído la sección del clima en El Profeta? —Adhara alzó una ceja y negó con su cabeza, Harry la miró confundido—. Ad, hoy habrá tormenta eléctrica...

—¿¡Qué?!

—¿En serio no sabías? —murmuró en voz baja.

—¡No tenía ni idea! —confesó alterándose un poco—. ¡Oh, Harry, tengo que irme!

De un brinco salió corriendo de la sala común, Harry ladeó una sonrisa y negó con su cabeza lentamente.

—Ah, y también quería decirte que me gustas, pero... es más importante la tormenta eléctrica —suspiró inflando sus mofletes y tras carraspear salió un poco más tranquilo de la sala de menesteres.

...

Harry tenía razón, mientras Adhara iba corriendo rumbo a las mazmorras, podía ver como el cielo se veía iluminado por rayos, dando inicio a la tormenta eléctrica. Jadeo desesperada al ver como tenía que bajar y continuar bajando las escaleras que lo hacía lo más rápido que le permitían sus pies, ignorando incluso a la señora Norris, quien había soltando un horrible maullido al ver a Adhara correr, pero Filch no pudo ni alcanzarla.

No le importaba ni siquiera si Umbridge llegaba a verla, en realidad era lo que menos le preocupaba.

Lo único que le importaba era llegar rápidamente por la poción para poder beberla y concluir con su proceso de animago.

Ignoro a Daphne quien le preguntaba qué es lo que pasaba y sólo tuvo que mostrar el fresquito para que se diera cuenta de lo que sucedía y salió nuevamente de la sala común tan rápido como se lo permitieron sus pies.

Afortunadamente, llegar al patio fue mucho más rápido, por lo que en cuanto estuvo bajo el cielo iluminado por rayos y relámpagos, tomó un poco de respiración para después destapar el frasco, vio como el cielo se iluminaba y bebió la poción cerrando sus ojos; se apuntó al corazón con su varita para después decir en voz alta.

—Amoto animo animato animagus —el hechizo tomo un color dorado y Adhara sintió un dolor agudo y un intenso latido doble.

Había funcionado.

Cerró sus ojos por unos momentos y en su cabeza, la imagen de una mariposa apareció en su mente.

Entonces, sintió como su cuerpo se hacía ligero y pronto toda su visión cambió y sintió como sus pies dejaban de tocar el suelo.

No podía creerlo, ¡sí había funcionado!

Comenzó a revolotear por todo el patio, sintió una adrenalina correr por su cuerpo y se adentro al castillo en su forma animaga; en su forma de una hermosa mariposa negra con líneas color miel.

No podía esperar a contárselo al trío de Gryffindor y a Daphne.

Nota de autora:

raza, perdonen, ¿si? 

ay, no me soporto ):

Lots of love, Cici x