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Las vacaciones en Grimmauld Place habían sido sin duda alguna increíbles. Pese al accidente que había pasado el señor Weasley, Juniper, Tonks, Bill y Tulip se habían encargado de mantener un ambiente lleno de diversión, y con los gemelos ya más tranquilos de que su padre estaba a salvo, no tardaron en unirse con ellos para llenar el cuartel lleno de risas.

Y para mala suerte de Adhara, a todos les parecía muy divertido burlarse de ella y Harry.

—Deberías invitarlo a salir —le dijo Juniper mientras esperaban el autobús noctámbulo.

—Oh sí, es tan fácil —murmuró rodando los ojos.

—Vamos Ad —le codeo su hermana—, ya se besaron, ya sólo te falta decirle que lo amas.

—¿Y ustedes de cuando acá son tan expertas en el amor? —les preguntó algo incomoda—. Digo, a ti te gusta alguien trece años mayor, quien por cierto, te ignora —señaló a su hermana y después giró su mirada a Juniper—, y de ti ni hablar, tú te fuiste por que te daba miedo tener que soportar estar en el lugar donde viviste muchas cosas con Bill.

Las mejillas de Juniper tomaron un ligero sonrojo, mientras que Nymphadora se cruzaba de brazos, bastante ofendida, no sin antes haberle dado un zape a Adhara.

—Más respecto, niña —le reprimió algo molesta—. La cosa es que por lo mismo de que ya pasamos por tu edad te lo decimos —aclaró mientras rebuscaba en su bolsillo una paleta, la cual se llevó a la boca—. Sigue nuestro consejo, ¡síguelo!

—Si Ad, no seas como nosotras —le pidió Juniper sonriendo—. ¡Síguelo y dile que lo amas! —exclamó alzando sus brazos.

Para su mala suerte, Harry se encontraba saliendo junto con Remus, los cuales miraron a las hermanas Tonks algo curiosos.

Adhara tenía que salvarse al ver como Harry miraba aquello preguntándose si se lo decía a Adhara o a Nymphadora, así que codeó a su hermana.

—Sí Dora, ya dile que lo amas —murmuró ladeando una sonrisa.

Nymphadora abrió su boca indignada al ver como Adhara había dicho eso, mientras que Remus bajaba su cabeza y tomaba el baúl de Harry para bajar las escaleras, Juniper tuvo que cubrir su boca para no ponerse a reír.

—Son unas...

—¿Hermosas? Por que si somos —respondió sonriente e impidiendo que Nymphadora soltara una palabrita—. Digo, yo soy muy bella...

—Si eres —dijo una voz detrás de ella.

Sonrío a Fred quien asintió bobamente y Bill, que justo se encontraba saliendo con el baúl de Ginny, consideró apropiado empujarlo en dirección a Fred, quien debido a peso terminó cayendo por las escaleras mientras fingía preocupación, causando que Adhara y Nymphadora rieran con fuerza acompañados de George, mientras que, Juniper miraba ligeramente sonrojada a Bill.

...

Regresar a Hogwarts era algo por lo cual Adhara (y el resto de los estudiantes) debía sentirse alegre, y ella lo había estado.

Sí, había por que la mañana después de regresar al castillo, mientras se encontraba desayunando en la mesa de Slytherin con Theo y Daphne, llegó la suscripción de El Profeta el cual anunciaba una fuga masiva en Azkaban, y mostraban la fotos de aquellos mortífagos que habían escapado.

Entre ellos, Adhara notó la de Bellatrix Lestrange, un nombre que era realmente conocido no solo por que fue una de las seguidora más fieles del señor tenebroso, sino porque, Bellatrix es en realidad la hermana mayor de su madre.

Oh si, Bellatrix Lestrange es su tía.

Trago saliva y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Adhara en realidad nunca antes había visto una foto de su tía Bellatrix, y hasta ese día no sabía porque. Anteriormente pensaba, que quizá su madre se avergonzaba de enseñarle alguna foto de la mujer a quien alguna vez llamó hermana (por que la hizo sufrir tanto que ya no la puede llamar así), pero ahora que lo veía, el motivo por el cual nunca antes había visto una foto de ella es debido a su gran parecido físico.

Sí, Bellatrix y Andrómeda son realmente parecidos, salvo por que su mamá tiene en cabello castaño y luce decente y pulcra a comparación de aquella foto de la que dice ser su tía, pero a quien sabe que nunca podrá llamar así.

Lo peor de todo, es que como Adhara se parece tanto a su madre, eso por ende la hace parecerse a Bellatrix.

Y si lo ve bien, ella en realidad tiene tanto parecido a Bellatrix que ahora entendía por qué muchas personas decían que era una Black, ya era capaz de entender por qué es Narcisa Malfoy siempre la miraba como si fuese una vieja amiga, y ya entendía por que su madre la miraba con nostalgia algunas veces.

Por que sí, Adhara escupía a gritos que era una descendiente Black, familia que para estos días, sólo existe mediante la línea femenina.

Suspiró dejando El Profeta y vio de reojo a Daphne, quien miraba las fotos con una mueca incómoda.

—Mira, Ad —hablo bajando lentamente el periódico—, eres mi amiga y voy a ser sincera —comentó algo apenada—, te parece a Bellatrix Lestrange y eso me da miedo.

Escuchar a Daphne decir eso le hizo remover su estómago, incluso perdió el apetito.

—¡No! —susurro Theo alargando la «o».

El chico le quitó el periódico con rudeza para ver la foto detenidamente, pegándoselo muy cerca de su cara; bajo el periodico viendo a Adhara y nuevamente volvió a ver la foto en el profeta.

Hizo eso al menos unas diez veces.

—No jodas, Daphne, Adhara si se baña —respondió después de unos segundos.

Adhara lo miro molesta, pero Daphne y Theo comenzaron a reír viendo el lado divertido de la ocasión.

Era obvio que Theo había notado que Adhara se parece a Bellatrix, pero no tenía el valor suficiente para decirle que se parecía a una loca mortífaga prófuga de Azkaban.

—No da risa —murmuró apretando su mandíbula.

Theo comenzó a toser rápidamente y Daphne la miró ladeando una sonrisa.

Ellos dos son de sus mejores amigos, no podía simplemente no decirles la verdad, aparte, era mejor que se los dijera ella antes que Draco lo mencionara y la expusiera ante su particular grupo de amigos.

—Bellatrix... —susurró ladeando una mueca, se inclinó para habla en voz baja—. Bellatrix es mi tía —comentó con una mueca.

—¿¡QUÉ?! —exclamaron Theo y Daphne completamente sorprendidos ante aquella noticia.

Aquel grito hizo eco en las paredes del Gran Comedor y absolutamente todos voltearon a ver a los jóvenes Slytherin.

Rápidamente, Theo se encogió al sentir las miradas de los curiosos, Adhara carraspeo sonrojándose un poco y Daphne aplaudió parándose un poco.

—Nada que ver aquí, siguen desayunando —ordeno la rubia con tranquilidad y haciendo un ademán de manos.

Con decir eso, todos volvieron a sus habituales pláticas sobre quidditch, exámenes y salidas a Hogsmeade, pero Adhara captó la mirada del trío dorado viéndolos curiosos.

Y también noto la estúpida mirada de George a Daphne, pero prefirió ignorarla.

—¿Cómo por qué no sabía eso? —preguntó Daphne frunciendo el ceño y un poco ofendida—. Por que según yo tú y yo nos contamos todo y...

—Shh, shh, es más importante esto —le interrumpió Theo—. ¿Eres Tonks Lestrange? —preguntó algo sorprendido.

Ella negó con su cabeza—. No, ew —murmuró—. Soy Tonks Black —corrigió—. Es hermana de mi mamá —suspiró explicándoles.

Theo y Daphne compartieron miradas.

—¿Black? ¿Cómo Sirius Black? —preguntó nuevamente Theo abriendo los ojos.

—Sí —musitó.

—Mira que linda familia que tienes —ironizó el pecoso en voz baja.

—Un momento —susurro Daphne abriendo sus ojos—. Eres... ¿Black como Narcisa Black? —pregunto mirando a la puerta del Gran Comedor.

En ese momento, la pandilla de Draco se encuentra entrando, mientras que el primogénito Malfoy camina con aires de superioridad. 

—Por la túnica de Salazar Slytherin —dijo Theo perplejo.

—Shh —ordenó llevando una mano a sus labios al ver como se acercaban a ellos.

—¿Qué onda? —Blaise se sentó al lado de Adhara y ella sonrió un poco.

—Hola —saludó sonriendo un poco.

—Fuga masiva en Azkaban, ¿eh? —leyó Draco con una sonrisa ladeada.

—Interesante —murmuró Goyle con una mueca que se podía interpretar como sonrisa.

—Tétrico —corrigió Pansy cruzándose de brazos, por su semblante lucía preocupada.

—Hum, no hablemos de eso —pidió Theo doblando el periódico, para que evitaran ver las fotos y leer la nota.

—Bien, hablemos de unicornios, quiero uno —dijo rápidamente Daphne sonriendo.

—¿Tú quieres uno? Seguro lo patearías —le dijo con burla Blaise.

—Qué te pasa, no pateo animales —bramo molesta—. Tengo más empatía por los animales que por los humanos —aseguró—. Por ejemplo, si me ponen enfrente a un escreguto y a ti, preferiría mil veces patearte a ti, Blaise —el moreno se cruzó de brazos y Adhara negó sonriendo un poco.

—Iré a la biblioteca —murmuró parándose y tomando con ella un pergamino ya que Hermione le había conseguido una firma del profesor Flitwick para entrar a la sección prohibida.

—¿Qué? ¿Por qué? —preguntó Blaise.

—Vamos a jugar gobstones —Pansy jadeo ante el comentario de Theo.

—Ir a la biblioteca suena más interesante que jugar gobstones —les dijo Pansy rodando los ojos.

—Tengo... algo que hacer —murmuró guardando muy bien el pergamino y tomando su bolso.

No dijo más puesto que sus compañeros de casa no tienen ni idea el plan de la chica en convertirse en animago, salvo por Daphne, quien lo considera una increíble forma de ver los talentos que tiene.

Pero aún no subía las escaleras cuando escuchó que la llamaban. Se paró en seco para ver a Blaise correr hacia ella.

—Adhara, yo —el tomo aire y lo dejó salir—, acabo de ver que en el tablero pusieron un anuncio de la próxima salida a Hogsmeade —hablo llevando su mano a su cuello.

Parpadeo dos veces seguidas viendo fijamente a Blaise, quien retomó la palabra.

—Me preguntaba si... bueno, ¿quieres ir conmigo a Hogsmeade en la próxima salida? —preguntó el chico balanceándose sobre sus talones.

«Corre.»

No, no lo hizo, no corrió, pero si vio a Blaise algo confundida. No se esperaba aquello, en lo absoluto, y por eso estaba ahí, parada sin poder dar respuesta alguna, ¿qué se supone que debía decirle?

—¿Ad? —susurró algo tímido.

—Ah...

Abrió su boca y solo afirmó con su cabeza sin poder negar.

—Claro, me encantaría —respondió con voz ligeramente aguda y mejillas tan rojas que podían colgarla en algún semáforo.

Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Blaise.

—Genial —musitó—, bueno, te dejo para que sigas con tu trabajo —ella asintió con su cabeza y se dio la vuelta rápidamente.

¿Por qué carajos no le había negado la invitación?

Oh sí, decirle no a las personas es bastante difícil, aparte, eso lastimaría a Blaise.

¡Adhara no podría hacer eso!

...

Su camino a la biblioteca se había alargado, en realidad, ni siquiera pudo llegar ya que se topó con Hannah y Susan quienes al ver tan desesperada a la joven la invitaron a tomar té a la sala común de Hufflepuff y no pudo negarse.

¡Ella estuvo adentro de la sala común de Hufflepuff y había sido magnífico!

Aparte, no había persona en Hufflepuff que no sintiera agrado por Adhara, así que la serpiente fue muy bien recibida entre los tejones, quienes muy amables le enseñaron el pequeño espacio dedicado a Cedric que Adhara admiro por unos momentos con ojos cristalizados, ya que todos le deseaban está descansando en paz.

—Tu y él se llevaban muy bien, ¿no? —Adhara asintió a las palabras de Andrew, quien fue mejor amigo de Cedric y suspiró—. Si, el decía que eras su Slytherin —murmuró con ojos cristalizados 

—¿Su que? —preguntó en voz baja.

—Su Slytherin —repitió—. Es que todo Hufflepuff necesita su Slytherin y tu eras la de Cedric.

Los ojos de Adhara se cristalizaron rápidamente y una lágrima resbaló por su ojo sin previo aviso.

—Lo era, sí —susurro con una pequeña sonrisa—. El era... una increíble persona —musitó viendo la foto en donde Cedric estaba sonriendo—, y... demonios, no tenía que irse —susurró negando con su cabeza—, no todavía, él, él tenía que seguir aquí, él y yo teníamos que seguir hablando de quidditch y de nuestro sueños y...

Pasó una mano por sus ojos sintiendo como más lágrimas salían de sus ojos. Andrew hizo aparecer un pañuelo y tomó del hombro de Adhara en señal de apoyo.

Lo peor de todo es que hace exactamente un año ella y Cedric se encontraban en las cocinas, bebiendo chocolate caliente y diciendo que eran los putos amos por que eran un Hufflepuff y una Slytherin.

Y ahora, Adhara no tiene a su Hufflepuff porque Lord Voldemort ha regresado, y eso solo implica más muertes y peligro; ahora los mortífagos han escapado y no hay nada que pueda hacer por que este es solo el inicio de la guerra. 

—Al menos está en un mejor lugar que esté, ¿no? —susurró Adhara—, ya sabes, debe estar... volando alto —ladeo una sonrisa y apretó sus labios.

—Definitivamente —asintió Andrew limpiando una lágrima que recorría su mejilla.

—Ah, será mejor que me vaya, no quiero tener problemas —tallo sus ojos con sus manos temblorosas y miro una vez más la foto de Cedric.

—Espera, tienes que firmar —dijo Andrew caminando a la repisa. 

—¿Puedo?

—Por favor —pidió tendiendole una pluma

Leyó lentamente los cortos mensajes que le habían dejado todos los Hufflepuff, miró la fotografía y sonrió al mismo tiempo que lo hacía Cedric.

Su mano tembló un poco pero fue capaz de escribir.

Nos volveremos a encontrar, pequeño cupcake; te quiere por siempre, la tierna Slytherin.

No pudo ni siquiera despedirse de Andrew y el chico lo entendió, al igual que Susan y Hannah que dedicaron sonrisas tristes a Adhara. Corrió lo más rápido que pudo esquivando a los alumnos mientras su llanto comenzaba a salir de forma desesperada, ni siquiera noto cuando había chocado con Ron por que las lágrimas acumuladas en sus ojos le impedían reconocerlo. En cuanto llegó al baño de chicas del segundo piso, gritó furiosa dando patadas al piso como si fuese una niña pequeña y se metió a un cubículo para llorar.

Sus oídos no podían captar los pasos de dos chicos afuera del cubiculo, Ron codeo a Harry fuertemente pero negó con su cabeza, hizo señas desesperadas con sus manos, Harry apenas podía entender lo que el pelirrojo le intentaba decir, así que desesperado, lo empujo y moviendo sus labios sin pronunciar palabra alguna dijo:

—Déjame solo con ella. Busca a Hermione.

Ron asintió, lo veía como la mejor opción, así que sin pensarlo dos veces, salió corriendo del baño de chicas dejando a Harry con Adhara.

Paso sus manos por su pantalón y sintió su pecho arder cuando escuchó el sollozo de Adhara.

Abrió lentamente la puerta y tuvo que alzar su cabeza parpadeando varias veces, por que aquella imagen le dolía tanto que podía ponerse a llorar en cualquier momento.

—Ad —habló con ternura y caminando hacía ella.

No respondió en un principio, Harry se sentó a su lado lentamente y sin poder decir nada, Adhara se aferró al brazo de Harry, escondiendo su rostro en el cuello del chico.

—Descuida, todo estará bien —susurró ligeramente confundido, sin saber exactamente qué decir.

No era simplemente normal ver a Adhara llorar de esa forma y le frustraba no saber qué hacer para poder ayudarla.

Pero por fortuna, Adhara levantó su cabeza un poco para ver a Harry, pasó una mano por su rostro hasta llevarlo a su cabello y negó lentamente con su cabeza.

—Nada está bien, Harry.

Su voz sonó áspera, ronca y temblorosa, Harry juntó sus manos con la de Adhara tomándola con fuerza.

—Yo... —un puchero se formó en su rostro y más lágrimas salieron de sus ojos—, no puedo soportarlo, no puedo —confesó—, no puedo creer que Cedric Diggory esta muerto por que... lo extraño demasiado y siento que la última vez que lo vi fueron años —admitió—. Estoy muy enojada —chilló con voz aguda y apretando sus ojos para dejar las lágrimas salir.

Harry no pudo contener las suyas por que le dolía ver a Adhara llorar.

—Estoy enojada por que Voldemort está tomando cada vez más poder, porque diez mortífagos han escapado y... ¡el estúpido ministro no hace nada! —exclamó irritada—. Y me frustra, me frustra saber que la guerra está comenzando, q-que tu estás en peligro...

—No estoy en peligro, Adhara, no lo estoy —dijo rápidamente, tomando con cariño la mejilla de Adhara.

Limpio con su pulgar las lágrimas de Adhara quien negó cerrando sus ojos.

—Harry, no mientas, por favor no me mientas —susurró—. No creas que Hermione no me dice de tus pesadillas —Harry apretó su mandíbula y soltó un suspiró.

—No quiero preocuparte...

—¡Pero lo hago! ¡Eres mi amigo y te a...! —se cayó abruptamente.

Harry parpadeó algo torpe y Adhara separó su rostro de la mano de Harry.

—Te apreció como no tienes una idea —murmuró.

Paso sus manos por su rostro sintiendo su cuerpo temblar, no sabía qué es lo que había querido decir pero estaba agradecida con la reacción que había tenido su cerebro al coordinarse con su boca, las cuales no formularon la palabra. 

Sin previó aviso, Harry pasó su brazo por los hombros de Adhara, la acercó a él y no se negó ya que realmente esperaba con ansias un abrazo. 

—Adhara, si estamos haciendo algo —susurró Harry, tomando con cariño el brazo de la chica.

Posó su cabeza en el hombro de Harry mientras sentía como él recostaba su cabeza sobre la de ella.

—Estamos luchando, lo haremos nosotros si ellos no quieren creerlo —continuó.

Sus manos se entrelazaron y Adhara cerró sus ojos suspirando.

—Lucharemos y lo haremos Cedric —susurró—, para que sepan que su muerte no fue en vano. Lo haremos por todos aquellos que murieron en la primera guerra y... ganaremos, lo sé —dijo con voz firme.

Harry mordió su labio lentamente recordando a sus padres, recordando cómo habían dado la vida por él, pensando en como había creído que no llegaría algún día en que alguien lo quisiera tanto, pero estaba tan equivocado, por que estaba con Adhara y aunque ella no lo había dicho, él sabía que Adhara lo ama. 

Maldita sea, él también la ama, la ama tanto que a veces duele no estar a su lado. 

Los ojos de Adhara permanecían cerrados, por lo que nunca notó cuando Hermione y Ron se posaron frente a ellos. Afortunadamente, Hermione fue capaz de empujar a Ron y corrieron rápidamente lejos del baño, dejándolos solos de nuevo.

—Ad —susurró Harry.

Lentamente, alzo su cabeza para poder ver a Harry.

—¿Si? —preguntó en voz baja.

Harry ladeó un poco su sonrisa, acarició la mejilla de Adhara limpiando un rastro de lágrima y aunque sentía que podía confesar sus sentimientos de golpe, no lo hizo, no era para nada un momento oportuno. 

—¿Recuerdas lo que dijeron las estrellas? —preguntó en voz baja.

—Recuerdo todo lo que nos dicen, Harry —respondió algo confundida, él asintió con su cabeza.

—Después de la guerra —recordó con voz firme—, ¿lo recuerda? —afirmó algo confundida y Harry tomo la mano de Adhara con cariño—. Estoy seguro de que son cosas mejor —susurró—, estoy completamente seguro, de que después de la guerra, vendrá todo lo bueno —llevó la mano de Adhara a sus labios depositando un cálido beso.

—¿Eso crees?

—Sí, lo creo.

...

Aquella charla con Harry había mejorado un poco más a Adhara, aunque claro que el coraje seguía ahí porque estaba consciente de que los mortífagos comenzarían a hacer de las suyas tarde o temprano, por ende, en cada reunión del ED se enfocaba a prestar atención a Harry mientras que por otra parte, comenzaba a recolectar los ingredientes para la poción de animagos.

En realidad, ese día había sido capaz de conseguir el libro de Animagos que se encuentra en la sección prohibida (del cual su tío Sirius le había hablado) y ya estaba cada vez más cerca de cumplir su sueño de ser animaga, por que ya no había marcha atrás y no quería prolongar más el tiempo.

Aparte, esperaba con ansias que llegará el verano y presentarse ante Sirius en su forma de animaga, estaba segura de que él estaría realmente orgulloso de ella. 

Estuvo como siempre de pareja con Daphne, aunque claro que cambió con Fred para que la parejita de enamorados estuvieran juntos, Adhara últimamente veía a su amiga (a quien consideraba muy ruda) más amorosa y estaba segura que eso era gracias a George y su extraña relación sin confirmar. 

—Hey, tenemos cervezas de mantequilla —informaron los gemelos sacando botellas de aquel líquido que tanto querían.

Pero Adhara no sé quedo, no porque fuera antipática o algo por el estilo, simplemente quería leer un poco el libro, así que tras despedirse de sus amigos y amigas, salió de la sala de menesteres para caminar hacía la torre de Astronomía, donde tomó asiento apoyándose en el barandal y dejando colgar sus piernas.

Sacó el libro y se tomó su tiempo para leer la advertencia que venía en el primer apartado.

Solo que al ver como las estrellas brillaban con intensidad, cerro el libro lentamente y comenzó a leerlas cambiando las expresiones en su rostro.

—¿Leyendo las estrellas sin mi? 

Dio un brinco y se aferró del barandal para ver a Harry algo asustada.

—Potter, casi me matas —murmuró cerrando su ojos.

Harry tomó asiento a su lado quedando muy juntos.

—Deberías sujetarte a mí para que eso no pase —propuso sonriendo un poco. 

Adhara ladeo una sonrisa, no replicó, solo paso uno de sus brazos por el de Harry para obedecer, y en cierta parte, le gustaba cuando entrelaza su brazo con el de Harry de esa forma. 

—¿Qué es lo que te dicen? —preguntó en voz baja.

—Bueno... —Adhara tragó saliva—, mencionaron la palabra muerte —señalo cinco estrellas que titilaban y parecían estar moviéndose de lugar—, después, esas de allá, la que parece constelación —señaló—, están diciendo Bellatrix Lestrange —musitó.

Hubo un silencio entre ambos, Harry miro de reojo a Adhara e hizo una mueca al ver su semblante serio.

—¿Qué crees que signifique?

—No lo sé, Harry, pero espero que esa perra se muera pronto —murmuró.

—Es... es tu tía, ¿cierto? —susurró.

Adhara abrió su boca y antes de que pudiera decir algo, Harry continuó.

—Sirius me lo dijo —explicó—. Sirius... me dijo que eres su sobrina —murmuró tímido—. Hablo conmigo y...

Dejó de hablar de golpe, no entro en detalles porque tampoco le iba a decir que Sirius había hablado muy seriamente con él para decirle que no lastimara el corazón de su sobrina o él le lastimaría el brazo, y si continuaba hablando, quizá decía cosas que no debía decir.

—Él, bueno, también me dijo que fue ese el motivo por el cual la borraron del árbol de los Black, por casarse con tu papá —ella asintió lentamente—. Es admirable...

—Lo es —dijo rápidamente Adhara—, mamá siempre es un ejemplo para mí, ella... ella creció en una familia de puristas, Harry. Le decían que tenía que hacer, como vestir, la forma de hablar y con quienes y no se podía juntar —susurró mirando sus manos—. Pero mamá siempre fue más inteligente que su familia y sabía que era muy grosero tratar mal a las personas solo por ser impuros o traidores —ella suspiro—. No le importo dejar toda su fortuna y los lujos con los que creció y mucho menos el desprecio de sus padres para irse a ser feliz con papá —ella parpadeo y miro a las estrellas que iluminaban el cielo.

—Es... muy valiente —murmuró Harry, Adhara asintió lentamente.

—Sí, lo es —susurró—. Sabes, tampoco quería estar en Slytherin por eso —admitió con una mueca—. Todos me dicen que soy una Black y a veces eso me hace sentir incomoda —confesó.

—Oh, Adhara, pero... mira el lado bueno, tu tío es Sirius —le recordó con una sonrisa—. Él es un Black y, es bastante genial —Adhara soltó una risita y negó con su cabeza.

—Sirius odia que le recuerden que es un Black —dijo en voz muy baja—, en realidad, me contó que cuando tenía dieciséis años le había pedido a la profesora McGonagall que lo llamará por su nombre o por el apellido Potter.

Harry tomó aire tras enterarse de aquella información y relamió un poco sus labios, estiro su mano para entrelazarla con la de Adhara y observó el esmalte tinto que tenía pintando.

—¿Sabes lo que eres, Adhara? —la chica alzó una ceja esperando a que continuara—. Tú eres una estrella —las mejillas de Adhara tornaron un color carmesí y alzó su mirada a Harry—. Eso eres —sentenció—. Eres luz para cualquier persona que dejas entrar a tu vida... lo eres para mí —dijo en voz apenas audible.

Hubo un momento de silencio donde ambos solo se miraron y disfrutaron de la sensación que provenía de sus manos entrelazadas.

—Gracias —susurró sonriendo.

Nota de autora:

¿Entienden que Adhara tuvo que asimilar muy rápido la muerte de Ced por qué de un momento a otro la persona que siempre le alentaba a seguir sus sueños se murió?

Estoy llorando ja, perense esto no es un meme. 

Anyways, colapse escribiendo este capítulo, COLAPSE, pero aquí está (:

Les prometo que vendrán capítulos alegres (cof, cof, el 35, cof, cof)

Lots of love, Cici x