31. Navidad en Grimmauld Place
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—¡Hermione!
Adhara dio un brinco parándose del banco para correr en su encuentro con su amiga la leona, quien entró al Gran Comedor algo desconcentrada, ligeramente perdida en realidad, como si hubiese perdido algún patrón que seguir.
Esa mañana había sido particularmente extraña, ya que la noche anterior había quedado con Harry para encontrarse en el corredor del cuarto piso y beber un poco de chocolate caliente para disfrutar de un tiempo de calidad juntos (recuperar el tiempo perdido, en realidad), pero, él no había aparecido.
Sin mencionar que había tratado de buscar a alguno de sus compañeros, pero Neville solo le había comentado que por la noche Harry se había despertado con una pesadilla.
—Hermione, Hermione, ¿has visto a Harry? —preguntó rápidamente.
—Oh Merlín, justo venía a preguntarte si has visto a Harry o a Ron —agregó abriendo sus ojos—. No los he visto en toda la mañana, me siento perdida sin esos dos idiotas —confesó mirando por todo el Gran Comedor.
La Slytherin negó con su cabeza logrando despeinar un poco su cabello.
—Eso te iba a decir, quedé de verme con Harry en el corredor del cuarto piso pero no llegó y Nev me dijo que por la noche tuvo una pesadilla...
—¿Neville te dijo eso? Oh demonios —susurró abriendo sus ojos—. ¿No te dijo que clase de pesadilla?
—No...
Hermione (quien mantiene su mirada fija en la mesa de Gryffindor) hizo ojos de pistola y con un brusco movimiento miro a Adhara.
—¿No es extraño que tampoco están los Weasley? —preguntó en voz baja.
—¿Qué?
Hasta ese momento, Adhara no se había percatado de aquello, por lo que rápidamente comenzó a mirar por todos lados, llevándose la sorpresa al no encontrar una usual cabellera naranja por el Gran Comedor.
—No están... —ambas compartieron miradas preocupadas, sin siquiera avisar, Hermione tomo la mano de Adhara para salir rápidamente del Gran Comedor, escondiéndose en una de las esquinas del Hall para hablar en voz baja.
—¿Crees que algo habrá pasado? —preguntó Adhara llevando su pulgar a su boca, apunto de morder su uña.
—No lo sé, pero es bastante extraño que Harry hubiese tenido una pesadilla y que ahora no esté él, ni los Weasley.
Antes de que Adhara pudieran replicar, un hombre de túnica azul cielo y barba blanca y larga se posó frente a ellas. Ambas vieron al director Dumbledore quien ladeo una pequeña sonrisa.
—Me alegra encontrarlas juntas —confesó.
—¿Ocurre algo profesor Dumbledore? —preguntaron ambas al mismo tiempo.
—Sí, en realidad sí —respondió juntando sus manos—. Pero antes de decir algo, me gustaría que fuéramos a mi oficina, no me gustaría que alguien escuchara nuestra conversación.
Definitivamente algo malo había pasado y le fue imposible a Adhara no sentir nervios en la boca de su estómago.
Caminaron en silencio a la oficina del director, mientras ambas amigas comenzaban a imaginarse hasta lo peor. Tomaron asiento juntas y tras negar de forma amable algunos dulces, el director habló con claridad.
—El motivo por el cual los Weasley y Harry han abandonado el castillo antes de las vacaciones es por que me temo que han atacado al señor Weasley por la madrugada en el ministerio —Hermione ahogó un grito y Adhara miró preocupada a la profesora—. Él ya se encuentra estable y libre de peligros —prosiguió—, pero por ese motivo, han dejado el castillo y se encuentran cuartel.
—¿Cómo que lo han atacado? —preguntó Hermione.
—¿Fueron los mortífagos? —preguntó esta vez Adhara.
—Me temo que fue obra de Voldemort —explicó el director, ambas amigas se miraron nerviosas.
—Pero, ¿cómo lo supieron? ¿cómo...?
Adhara se vió interrumpida por Dumbledore.
—Fue Harry quien nos alertó acerca de lo sucedido —Adhara llevó una mano al dije del collar que cuelga de su cuello para comenzar a juguetear con este algo nerviosa—. Un sueño le mostró a Harry que Arthur estaba siendo atacado por la serpiente de Voldemort.
—Ay, por Merlín —susurró Hermione que había palidecido.
—Lo encontraron justo a tiempo —continuó—, y no hay nada de que preocuparse, por ahora —agregó—. Ahora, se el aprecio que le tienen a los Weasley y por Harry, y si estuviera en mi completa libertad de actuar les permitiría irse ahora mismo, pero me temo que he tenido ya un altercado con la profesora Umbridge y por eso les pido que esperen el final del curso para ir a visitarles.
—De acuerdo, profesor.
—Sin problema.
—Recuerden no escribirles ya que pueden interceptar las cartas —asintieron nuevamente con su cabeza—. Bien, pueden retirarse.
—Gracias nuevamente, profesor —murmuró Adhara.
Las dos salieron tomadas del brazo y Hermione jadeó preocupada.
—¿Cómo es que crees que Harry lo haya visto? —preguntó Hermione—. Me refiero a que... no fue una pesadilla, ¿cómo es que eso sucedió?
Adhara suspiró realmente preocupada y negó con su cabeza sin tener una respuesta.
—No tengo ni la menor idea, Herms, pero algo me dice que todo es obra de Voldemort.
...
Adhara y Hermione habían seguido las órdenes del director y no habían escrito a sus amigos; en cambio, habían mandado cartas a sus respectivos padres para informarles que pasarían las vacaciones con los Weasley, aunque no entraron a profundidad con el tema, simplemente informaron que querían pasar tiempo de calidad con sus amigos.
Y cuando por fin era hora de ir a casa para las vacaciones, Adhara se despidió de sus amigos de Slytherin antes de subir al tren informando que quería estar con Hermione, viéndose envuelta en abrazos por parte de Theo y Daphne, aunque sorpresivamente este año también fue abrazada por Blaise, quien le dio un pequeño regalo, el cual aceptó algo apenada, ya que Draco no dejaba de fulminar con la mirada a su amigo.
Encontrar a Hermione no fue difícil ya que estaba en un vagón solitario. La castaña realmente se vio alegre al ver a Adhara llegar y ambas disfrutaron del trayecto, ansiosas por a ver a sus amigos de nuevo y de saludar al señor Weasley.
Aunque, le fue imposible no sentirse incómoda en cómo Hermione hablaba acerca de cómo Harry y ella estaban mejorando en todos los aspectos.
—Veras, hay algo que no te he dicho —Hermione dejó de acariciar a su gato y miro a Adhara que está frente a ella.
—¿Ocurre algo?
—Bueno, más bien... hice algo —musitó.
Hermione frunció el ceño—. ¿Ahora qué? —preguntó como si hubiese hecho algo malo otra vez.
—Bueno... después de la última práctica del ED —comenzó jugando con un listo—. Yo, hum, bueno, yo llegue a la sala común y ahí estaba ya Daphne con Theo y Blaise en uno de los sillones —explicó.
—Ajá —murmuró Hermione impaciente por saber más.
—Y bueno... estábamos hablando de que Theo decía que lo amigos no se besan en la boca —musitó sonrojada—. Y bromeé diciendo que los besos reforzaban las amistades —Hermione frunció el ceño.
—Ay no me digas... besaste a Theo —dijo quitando a Crookshanks de sus piernas para inclinarse en el asiento.
—Ay, no, no —negó rápidamente—. Bese a Blaise.
—¿¡DE NUEVO?! —exclamó sin poder creerlo—. Adhara, no te gusta Zabini, ¿o sí? —preguntó curiosa.
—¿Qué? No, no —murmuró—. Es solo que fue un impulso de... idiotez —hizo sonar su garganta y vio a Hermione quien mantiene una mirada de incredulidad—. Bien, la verdad es que lo bese porque me sentí celosa de que Harry se hubiese quedado con Cho en la sala de menesteres y... lo bese, ¿sí? —subió sus piernas al asiento y pego sus rodillas a su pecho.
Hermione carraspeo—. Respecto a eso... —Adhara levantó su cabeza para verla.
—¿Qué? —preguntó rápidamente.
—No debería decírtelo yo —agregó rápidamente—, pero Cho y Harry... bueno, ellos se besaron debajo de un muérdago —Hermione hizo una mueca y Adhara parpadeo dos veces.
—¿Debajo de un muérdago? —preguntó en voz baja, Hermione asintió algo apenada, pero Adhara agregó rápidamente con ligera preocupación—. Esas cosas tienen nargles.
La expresión de preocupación que mantenía Hermione pasó de un segundo a otro a confusión y miro a Adhara sin entenderle.
—Me lo dijo Luna —agregó Adhara, tratando de arreglar las cosas.
Pero a pesar de que quisiera no pensar en Harry y Cho besándose debajo de un muérdago y tratar de despistarse en las criaturas que probablemente sean inexistentes, le fue imposible no sentir una punzada en su corazón.
—A Harry le gusta, ¿no es así? Desde el curso pasado que le gusta —susurró mostrando un rostro afligido.
—No creo —agregó rápidamente Hermione.
—Yo creo que sí —carraspeó frunciendo la boca—. No por algo fue a la primera persona que invitó al baile de navidad —recordó pegando su barbilla a sus rodillas—. Aparte, a Cho le gusta Harry, Ced me lo había dicho —susurró.
Pensar en Cedric le hizo sentirse aún peor, por que lo que más desearia Adhara sería estar con él, bebiendo chocolate caliente y él tratase de animarla hablando de quidditch y siendo simplemente adorable.
—Oh, Adhara —susurró Hermione sin saber muy bien a qué se debía el motivo de su tristeza—, yo la verdad pienso que a Harry no le gusta —admitió—, creo que solo está confundido...
—¿Con qué? Ni que fuera un examen —murmuró.
—...quizá no quiere aceptar que le gustas —continúo ignorándola.
—Es que no le gusto —aseguró la pelinegra de manera realista.
—Eres tan ciega —atacó la Gryffindor—. ¡Claro que le gustas! ¿Por qué crees que no te hablo después de que te viera besándote con Zabini? ¡Estaba celoso Adhara! —sintió una punzada en su pecho recordando las mismas palabras de Harry en donde él se lo confesaba y miro a Hermione—. Merlín, te regalaré unos lentes para esta navidad —comentó haciendo que Adhara soltará una risita.
—Pero, beso a Chang...
—Bueno, sí, ¿y qué? —preguntó cruzándose de brazos—. Digo, tú ya besaste a Zabini y dos veces —le recordó con reproche.
—Sí, pero estoy muy segura de que Zabini no me gusta —respondió tranquila—. Solo reforzamos la amistad —Hermione rodó los ojos y resopló—, en serio, no me gusta —agregó rápidamente.
—Yo sé que no te gusta —respondió Hermione pegando su cabeza al asiento—, a diferencia de Harry...
—Ese idiota sí que me gusta —confesó por fin en voz alta, haciendo que Hermione diera un grito desesperada.
—¡Los odio! ¡Los odio a los dos! —exclamó llevando las manos a su cabeza—. ¡Te gusta! ¡Le gustas! ¡Me volverán loca! —chillo—. ¡LOCA!
Adhara miro con miedo a Hermione, pero al ver como actuaba de manera tan dramática le fue imposible no comenzar a reír, y fue algo que le molestó aún más a Hermione, por que aparte de ser ciega, al parecer, Adhara también era sorda.
...
En la estación de King's Cross, Nymphadora estaba ya esperando a Adhara y a Hermione sentada en una banca, aunque, lo más divertido fue verla disfrazada de una vieja que portaba un vestido a la rodilla y abrigo de lana púrpura. Adhara le dio un fuerte abrazo a su hermana un tanto divertida por su apariencia.
—¿Así es tu método de conquista a Lupin? —preguntó con burla Adhara mientras salían de la estación.
—Oh cállate, que al menos Remus y yo no nos dejamos de hablar —atacó Nymphadora. Hermione soltó una carcajada ante la respuesta de la metamorfomaga y Adhara se cruzó de brazos algo sonrojada—. Cómo sea, tenemos que pasar desapercibidas, por lo que vamos a tomar un carro privado de esos que lleva pasajeros de un lugar a otro. ¿Cómo se llama Hermione?
—¿Taxi? —preguntó más que afirmar.
—¡Sí! Eso mero, muy bien, ¿dónde están esos takis? —curioseo viendo los carros fuera de la estación de tren.
—Déjamelo a mí —pidió un poco divertida la hija de muggles.
Lograron subirse a un taxi y Nymphadora estaba tan emocionada que hasta había entablado la conversación con el conductor, quien estaba un poco confundida por el entusiasmo de la chica.
—¡Gracias, Josh! —dijo ondeando su mano al conductor que le regresó el saludo sonriendo—. Que agradable sujeto —Hermione y Adhara comenzaron a reír y al ver que no había nadie extraño, las tres se dirigieron al número 12 de Grimmauld Place.
—¡Adhara! —le llamó Ginny—. ¡Adhara mira quién está aquí! —exclamó con un toque de emoción.
Adhara y Hermione compartieron miradas curiosas, por más que quería buscar a Harry no pudo ignorar el llamado de Ginny, por lo que se encamino al salón, en donde los hermanos Weasley se encontraban reunidos.
La boca de Adhara se abrió ligeramente al ver a una chica de piel blanca y cabello dorado parada en medio de la sala, justo entre los gemelos, quien están mirando bobamente a la hermosa chica.
Viste unos pantalones entallados color negro, con una blusa ceñida manga larga, la cual tiene el logo de los Chudley Cannons y un abrigo de lana color tinto que hace juego con sus botas de dragón. Sin mencionar la nariz perforada y aquellos ojos chocolates grandes que se encuentran maquillados con un delineador negro.
Ella simplemente luce como una persona realmente increíble, ni hablar de su belleza.
—¿¡JUNIPER?! —exclamó dejando caer su baúl en el pie de su hermana, quien soltó una maldición mientras se ponía a dar brincos sujetando su pie.
—¡ADHARA!
Ambas gritaron emocionadas y Adhara corrió a los brazos de la rubia quien la recibió con un gran abrazo y beso en la frente, causando que sus mejillas se pusieran ligeramente sonrojadas.
—En fin, la vida tiene favoritos —suspiró Fred con aire dramático dejando caer los hombros.
—¿¡Cómo has estado?! —preguntó sin poder esconder su emoción.
—¡De maravilla! —respondió Juniper sonriente—. ¡Merlín! Mirate, estas bellísima Adhara.
Si antes estaba sonrojada, ahora parecía la luz roja de un semáforo.
—Oh, basta —murmuró apenada—. ¿Qué haces aquí? ¡Cuéntame todo! —pidió olvidándose por completo de Harry.
—Me siento ligeramente celosa —confesó Nymphadora achinando los ojos, haciendo que Ginny comenzará a reír.
—Pues, me entere que Voldemort ha regresado y creí que sería bueno que yo también lo hiciera —respondió con algo de egocentrismo Juniper ignorando a Nymphadora.
Fred y George suspiraron de forma dramática.
—Hiciste bien.
—Realmente bien —continuó el gemelo, Ron asintió con su cabeza sin poder quitar una pequeña sonrisa de sus labios.
—¡No puedo creerlo! ¡Me alegro tanto de verte! —emitió un ligero grito emocionada y le dio nuevamente otro abrazo.
Fue entonces, cuando Adhara notó la mirada de confusión de Hermione quien parece no estar entendiendo absolutamente nada.
—¡Oh! Hermione ven, tiene que conocer a Juniper —dijo sin ocultar su gran sonrisa.
Rápidamente tomo del brazo a Hermione, para guiarla con Juniper y quedar frente a frente.
—Ella es Hermione Granger, de mis mejores amigas —presentó.
—Un placer —saludó Hermione con una sonrisa.
—El placer es mió, Hermione Granger —respondió inclinando un poco su cabeza, Adhara se balanceo sobre sus talones con emoción, al tiempo en que los gemelos suspiraban con aire enamorado.
—Ella es Juniper Lovelace —le señaló con emoción—. Es jugadora de quidditch en la liga nacional de Estados Unidos...
—Era —le corrigió—. Actual jugadora de los Chudley Cannons —agregó la rubia guiñando un ojo.
—¡Increíble! —exclamó Ron con emoción.
El grito que profano Adhara, hizo que muchos brincaran asustados.
—¡¿QUÉ?!
Chillo emocionada dando brincos alrededor de Juniper quien comenzó a reír, ni siquiera los gritos de Walburga la hicieron dejar de gritar o dar por terminado su emoción.
—¡Callen a esa loca vieja! —se quejó Sirius—. ¡Ay callen a la loca de Adhara! —dijo nuevamente cubriendo sus oídos.
Pero claro que Adhara ignoró a su tío por observar a Juniper con alegría.
—Oh, eres mi idola —suspiró emocionada y llevando una mano a su pecho.
—Siempre tan tierna, Ad —dijo Juniper soltando una risita y por primera vez, a Adhara no le molestó ser llamada «tierna.»
—Entonces, ¿ahora formas parte de la orden? —preguntó con curiosidad.
—Ajá, es por eso que regrese a Londres.
Se escuchó un tosido y todos giraron para ver a Ginny—. Y por Bill —volvió a toser nuevamente de forma exagerada—. Bill —agregó de la misma manera.
—¿Me hablaron?
La mirada de los presentes dejó de estar en Ginny para ver al primogénito Weasley, quien como siempre, tiene ese particular estilo de estar por asistir a un concierto de rock, aunque Adhara no podía negar que ese año se veía mucho más guapo que el anterior.
Lo más divertido de todo, fue cuando Bill abrió sus ojos y su boca, al notar a Juniper al lado de Adhara.
—Juniper —susurró perplejo.
—Hola Bill —saludó Juniper con una pequeña sonrisa.
—Hermione, ellos son la primer versión de Harry y Adhara —explicó Nymphadora suspirando y negando con su cabeza.
Las mejillas de Adhara se pusieron rojas y se giró para ver a su hermana con una mirada de curiosidad y molestia.
—¿Qué? Yo se cosas...
—Por cierto, ¿dónde está Harry? —preguntó por fin.
Había estado tan emocionada por ver a Juniper que se había olvidado por completo de su miope y problemático amigo.
—El ciego está arriba —señaló Ginny, quien llevó una gragea a su boca viendo a su hermano mayor y a Juniper, los cuales parecen estar congelados viéndose fijamente con una pequeña sonrisa—. ¿Se van a besar o qué?
—Vamos con Harry —dijo Adhara a Hermione algo burlona, ambas salieron del salón para dirigirse a las escaleras—. Ah, Juniper es hermosa —admitió suspirando.
—No me digas, ¿también estuviste enamorada de ella? —preguntó algo divertida Hermione.
—Sí —confesó con una sonrisa adorable—. Es solo que la conozco desde que era una niña —explicó mientras subían las escaleras—, ella también fue Slytherin, y siempre me hacía lindos peinados —abrieron la puerta de una habitación pero al no encontrar a Harry la siguieron y continuaron buscando.
—Es realmente guapa —admitió Hermione—, entonces, ella y Bill...
—Que yo sepa el suertudo de Bill salió con Juniper en su sexto año —volvió a cerrar otra puerta y vio a Hermione—. ¿O habrá sido Juniper la suertuda?
—Creo que ambos.
Volvieron a subir las escaleras, mientras Adhara continuaba hablando.
—... pero Juniper tenía el sueño de ser jugadora de quidditch y Bill de ser rompemaldiciones, así que tuvieron que tomar caminos diferentes y dieron por terminada su relación —suspiró algo triste y cerró una puerta—. Aún recuerdo lo mucho que lloró, en serio, lloró demasiado —agregó abriendo sus ojos.
—Eso del amor da miedo —confesó Hermione con una pequeña mueca.
—No me lo recuerdes, por favor —murmuró rodando los ojos—. Solo espero que se den una nueva oportunidad, ¿viste como se miraron? —preguntó con emoción.
—Oh Adhara, eres una romántica —dijo con ternura Hermione, quien tomo la perilla de la puerta y la giro, más la puerta no se abrió—. Creo que aquí se encuentra Harry...
Hubo un silencio entre las amigas, Adhara tocó la puerta tres veces seguidas y pegó su cabeza a la puerta.
—Harry —hablo Adhara sobre la puerta—. Haz, sé que estás ahí, ¿puedes abrirnos por favor? —habló con tono tierno y amoroso.
En realidad, Harry si se encontraba detrás de la puerta y había permanecido ahí desde que había escuchado los gritos de Adhara tras ver a Juniper, la cuestión es que no quería salir por que se encontraba realmente apenado debido a lo sucedido.
—Vamos Harry —dijo esta vez Hermione—, por favor, ábrenos.
Tuvo que tomar aire y fuerza para levantarse. Camino con paso tembloroso y mantuvo su mano en la perilla por unos segundos antes de girarla y abrir la puerta. Observó a sus amigas y sintió un remordimiento por no haberles abierto la puerta en cuanto lo habían pedido.
—¿Qué hacen aquí? —preguntó en un susurró—. Hermione, ¿no habías ido a esquiar con tus padres? —preguntó curioso—, y tú Adhara, siempre pasas navidad con tu familia —recordó.
—Bueno, no soy muy fan de esquiar —se apresuró a decir Hermione.
—Sí y una navidad que no pase con mi familia no ocasiona problema alguno —aseguró Adhara con una pequeña sonrisa—. Aparte, Dora también está aquí —agregó.
Harry pasó su mirada primero a Hermione y luego a Adhara. Con voz muy baja y ligeramente apenado, hablo:
—¿Podrían abrazarme?
Ni siquiera respondieron la pregunta, ambas en un mismo movimiento, rodearon a Harry en un abrazo que duró algunos minutos.
—¿Por qué siempre se abrazan? —preguntó Ron llegando y mirandoles con el ceño fruncido, un tanto confundido.
—Las personas que tenemos corazones damos abrazos —respondió tranquila Adhara.
—Yo tengo corazón —aseguró Ron.
Adhara abrió sus brazos con una sonrisa.
—Ven aquí Ronnie —le dio un fuerte abrazo donde Ron soltó un quejido, por lo que les fue imposible a Harry y a Hermione soltar una risita.
—Ya, es demasiado —pidió algo asqueado.
—¿Ves? Los abrazos son buenos —Adhara dedicó una sonrisa a Ron y giró un poco su cabeza, para encontrarse con los hermosos ojos de Harry, que brillan tanto como si fuesen estrellas.
...
Las vacaciones estaban marchando realmente bien el cuartel; ya habían visitado al señor Weasley quien lucía mucho mejor y hasta más alegre. Para el cumpleaños de Adhara, Andrómeda y Ted llegaron con un gran pastel color esmeralda el cual tenía la frase «feliz cumpleaños Ad» en letras doradas. Pasaron un agradable momento jugando en el salón de la casa y Sirius realmente se veía alegre de que hubiese tanta alegría en aquel viejo y empolvado hogwar.
Pero cuando el cumpleaños de Adhara paso y Sirius noto que la navidad estaba por llegar y la casa no tenía ni siquiera un árbol, entró en pánico y tras armar un escándalo, comenzaron a adornar la casa.
Todos habían ayudado en la víspera de navidad para adornar y llenar los candelabros de guirnaldas de acebo y serpentinas doradas y plateadas; un gran árbol adornado con hadas de verdad tapaba el tapiz del árbol genealógico de la familia Black e incluso las cabezas con elfos pegadas en la pared estaban decoradas con sombreros de papá Noel y bufandas coloridas.
Claro que eso había sido idea de Juniper y nadie pudo decirle que no, por que se había puesto tan feliz al ver a los elfos adornados que al final tuvo que fingir un comportamiento más serio al ver como los gemelos o Ginny se reían por su conducto.
Sin mencionar que era bastante divertido para todos, ver el comportamiento tan torpe de Bill cuando se encontraba cerca de Juniper, ya que dejaba de lucir tan cool como siempre, que incluso Nymphadora se preguntó en voz alta si había perdido su torpeza y se la había pasado a Bill cuando el pelirrojo tropezó con unos listones y cayó sobre algunas esferas.
Aunque que después, Nymphadora se tropezó con sus propios pies y cayó encima de Remus, respondiendo para sí misma (y para todos) su pregunta. Oh incluso Harry quien había permanecido viendo todo desde una esquina mientras comía galletas, se carcajeo del sonrojo que había aparecido en las mejillas de la metamorfomaga y de cómo su cabello pasaba por todos los colores.
Adhara la había señalado con su dedo índice mientras soltaba sonoras carcajadas acompañada de Sirius, aunque no duraron mucho ya que terminaron comiendo por error (en realidad fue gracias a Nymphadora) unas galletas que los hicieron convertirse en enormes canarios.
Ese día, las risas no habían faltado y a pesar de todas las penas que sufrieron algunos, se divirtieron demasiado.
Y cuando por fin llegó la mañana de navidad, Adhara se despertó con más alegría de lo normal.
—¡Feliz navidad! —exclamó Adhara tras bostezar.
Al pie de su cama se encontraban varios regalos, justo al igual que en la de Ginny y Hermione. Las tres comenzaron a ver sus regalos con una sonrisa y completa emoción.
—Regalos, regalos, amo los regalos —canturreo Ginny viendo como tenía tantos regalos como Hermione y Adhara.
Las tres chicas comenzaron a abrir sus regalos mientras los mostraban con emoción.
Nymphadora le había regalado a su hermana unas botas color negras que llegaban por arriba del tobillo, estaba segura de que si se las ponía se iba a ver demasiado ruda y eso le agradaba. Su papá le había regalado una tarjeta de regalo de la tienda de quidditch con un valor de cincuenta galeones y le fue imposible no gritar emocionada. Su madre por su parte, le había dado un hermoso pasador de oro que tenía mariposas para adornar en su cabello. Hermione se encargó de regalarle una novela muggle.
—Es mi favorita, estoy segura de que te gustara —le dijo sonriendo, Ginny ya había salido del cuarto dejándolas solas.
—¡Oh, gracias Herms! —dijo abrazando a su amiga.
—No es nada —agregó sonriente—. Me ha gustado mucho el collar que me has dado —dijo sonriendo y tomando la cadena de oro que tiene un león.
—Me alegra que te gustará —ella tomo el ultimo regalo y sonrió al ver que se trataba de un jersey que le había hecho la señora Weasley.
El del año pasado había sido color morado con un A en dorado, pero este año es color esmeralda y la A es negra, los colores de su casa. Se lo coloco sin pensarlo dos veces y antes de salir, Ginny entro corriendo y cerró la puerta. Su respiración es agitada y se ve preocupada.
—¿Qué ocurre? —preguntó rápidamente Hermione.
—Es mamá, está llorando —murmuró—. El imbécil de Percy le ha regresado el suéter sin ninguna nota, ni siquiera ha preguntado por papá —Adhara y Hermione se miraron sin saber qué hacer—. Tonks y Remus están tratando de calmarla, pero... nunca había visto a mamá llorar tanto —susurró.
—Ese Peter es un tarado —gruñó Adhara, llamándole de la forma que Draco lo había hecho en su primer año en Hogwarts.
Ginny escapó una pequeña sonrisa.
—Iré a hablar con ella —dijo Adhara tomando una pequeña cajita de terciopelo de su baúl—. Le haré saber que Peter se va a arrepentir de todo lo que está haciendo.
—Suerte —murmuró Ginny.
Adhara camino con paso firme al comedor, donde encontró a su hermana junto con Remus, ambos consolando a la señora Weasley, antes de entrar, escucho un poco lo que estaban diciendo.
—No sé qué hice mal, no sé qué es lo que le hicimos —se asomó un poco para ver como su hermana y Remus están frente a la señora—. Oh, soy una madre tan terrible...
—No lo eres Molly —se apresuró a decir Remus—, ser madre no debe ser nada fácil, y no por lo que ha sucedido con Percy significa que eres una mala madre.
—Rem tiene razón, Molly, te preocupas demasiado por tus hijos y eso es comprensible. El problema está en que no todos están acostumbrados a ver lo que es realmente ser una madre, por que a pesar de que tus hijos estén grandes, tú sigues estando ahí para ellos...
El sollozó de Molly hizo que Adhara se sintiera realmente mal, odiaba ver y escuchar a las personas que quería llorar y a la señora Weasley le tenía gran aprecio. Por eso mismo, no espero más para entrar al comedor.
En cuanto la señora Weasley notó a Adhara, comenzó a limpiar sus lágrimas bastante apenada.
—Oh, descuide señora Weasley, siempre es mejor derramar lágrimas, aliviana el dolor que siente nuestro corazón —aseguró sonriendo un poco tímida.
La señora Weasley miró a Adhara con ternura y emitió un sollozo.
Ella caminó hacia su hermana y Remus, colocándose en medio de ambos y le extendió la cajita.
—Es un regalo, espero le guste —murmuró algo tímida.
—¿Pa-para mí? —preguntó cuál niña pequeña, Adhara asintió tratando de contener sus lágrimas.
Molly abrió lentamente la caja y una sonrisa se formó en el rostro de la señora pelirroja. Saco el hermoso brazalete de plata el cual tiene un par de dijes colgando.
—Oh, oh, Adhara es hermoso —dijo mirando a la Slytherin, ella sollozó de nuevo y Adhara le puso el brazalete en la muñeca.
—Señora Weasley, usted es una gran mamá —ella negó con su cabeza y Adhara asintió con el ceño fruncido—. La admiro demasiado, tener siete hijos no debe ser nada difícil —comentó con una mueca—, y a pesar de eso, se ha esforzado demasiado por darles la mejor crianza —acomodo el brazalete en la muñeca de Molly y sonrió un poco—. Si le soy sincera, si yo estuviese en su lugar, teniendo a Fred y George como hijos, hubiera renunciado —comentó abriendo los ojos, haciendo que Molly soltará una risa divertida—. Pero aún así, usted y Arthur se esfuerzan por sacar adelante a su familia y eso es admirable —Molly bajó su mirada sin poder decir algo—. Así que, sí piensa que es una mala madre... no lo es. No hay un libro que diga cómo ser madre, por que... todos los hijos son diferentes y usted tiene siete que ha criado y sigue criando —tomó un poco de aire antes de continuar—. Son tiempos difíciles y eso hace que las personas actúen de ciertas maneras, así que por favor, no pierda la esperanza, por que yo se que Percy va a darse cuenta de todo, tarde o temprano y se que se arrepentirá de su comportamiento.
Ella sollozó y abrazó con fuerza a Adhara—. Oh, tan linda que eres, Adhara. Eres como un brillo de esperanza, ¿lo sabías? Claro que lo sabías —agregó abrazándola con ternura—. Muchas gracias por tus palabras tan reconfortantes —dijo limpiando sus lágrimas con la servilleta y sonrió con ternura,
—No es nada, pero lo digo enserio. Él va a reaccionar —la matriarca Weasley asintió con su cabeza un tanto segura y tras agradecer, camino a la cocina mientras continuaba limpiando sus lágrimas. Adhara miró a Remus y Nymphadora que tienen una pequeña sonrisa tras escucharla decir aquellas palabras—. ¿Qué dicen? ¿Vamos a golpearlo?
—¡Es lo que yo dije! —replicó Nymphadora—. Pero Remus no me deja.
—Dora, no vas a golpear a nadie —dijo con tranquilidad—, mucho menos tú, Adhara.
—Pero, ¿por qué no? Ese imbécil las tiene que pagar —acotó.
—Ese es el espíritu que estaba esperando de mi hermanita, ¿desde cuándo dejaste de lado tu lado adorable para ser tan ruda?
—Yo no soy adorable —agregó inflando los cachetes por lo que Remus comenzó a reír.
—Claro que sí, Adhara —respondió tranquilo—. Ahora si me permiten, iré por chocolate —sin más, metió sus manos en el bolsillo de su pantalón y caminó fuera del comedor.
Adhara tuvo que golpear a Nymphadora quien lo miraba bobamente.
—Bueno, déjame babear a gusto —la metamorfomaga se fue indignada y Adhara se giró tras escuchar a alguien carraspear a su espalda.
—Fue muy lindo lo que le dijiste —susurró Harry, Adhara sonrió un poco tímida.
—¿Crees que estuvo bien?
—Muy bien —aseguró—. Por cierto, te tengo un regalo —murmuró sacando una pequeña caja terciopelo escarlata.
—Oh, Harry no debías —comentó algo apenada, sin mencionar que él le había regalado un kit nuevo para escobas.
—Solo... espero te guste —murmuró llevando su mano izquierda a su nuca.
Lo abrió sin poder contenerse para encontrarse con un anillo el cual tenía una quaffle en medio, sonrió un poco con sus mejillas sonrojadas y miró a Harry algo apenada.
—Feliz navidad, Ad.
—Feliz navidad, Haz —dijo acercándose a él para abrazarlo.
Al separarse, sintió una electricidad recorrer su cuerpo al ver a los ojos del chico.
Pero, arriba de ellos se escucho como si algo aparecía, por lo que ambos ligeramente confundidos alzaron su cabeza para ver cómo se iba creando un muérdago. Se miraron un tanto confundidos y en una misma voz, hablaron:
—Están llenos de nargles.
Se escucharon un par de risas burlonas y se giraron para ver a Juniper, junto con Nymphadora, Tulip y los gemelos. Juniper es quien tiene su varita afuera y la creadora del muérdago, por lo que al ver como los dos la miraban algo sonrojados, la bajó de manera inocente.
—Juro que yo no fui, amenazaron con golpearme —aseguró señalando a los gemelos.
—¿¡QUÉ?!
—¡Eso nunca pasaría!
—Yo no fui, yo soy inocente —agregó alzando sus manos al ver la fulminante mirada de Adhara—. Ad, tu me amas, ¿verdad? ¿lo haces? —hizo ojitos y Adhara rodó los ojos sintiendo sus mejillas arder (aún más).
—Vamos Harry, hay que dejar que los nargles les afecten a ellos —murmuró tomando la mano de Harry para irse lo más lejos posible de aquellos cinco alborotadores.
Nota de autora:
Fleeeuggg quien te conoce
Quien adivine en quien está inspirado Juniper Lovelace se gana un abrazo mío, que oferton.
Pista: su nombre empieza con F y termina con ERNANDA (mi soulmate) 🌚💖
✨( mxxnylupin )✨
Lots of love, Cici x
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