28. Cabeza de Puerco
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Decir que las cosas entre Harry y Adhara se habían arreglado sonaba como una especie de sueño, por que ambos son realmente inmaduros y orgullosos como para hablar primero. Ya Hermione estaba bastante cansada de ambos que en realidad prefirió dejar de hablarle a ambos. Y cuando Harry iba rogando detrás de Hermione, ella solo le ignoraba de la misma manera que él ignoraba a Adhara.
—¿¡Por que a mi si me pides hablar Adhara no?! —había exclamado una tarde, cuando Ron decidió salir corriendo por el susto de ver a Hermione molesta.
Después de eso, se había topado con Adhara, quien había soltado su libreta y salido corriendo detrás de su amiga.
—¿¡Por qué no puedes ir y decirle a Harry que también deje de ignorarte?!
Adhara casi llora cuando escucho eso pero prefirió dejar las cosas por un rato.
En realidad, sí, ambos estaban siendo tan estúpidos que hasta Draco lo había notado y se había encargado de recordarle lo horrible que es su amistad con Potter.
—Es que si tan solo hubieses decidió mejor tus amistades... —canturreo Draco.
Se ganó un zape y que Adhara levantará su dedo medio mientras salía de la sala común sintiéndose realmente frustrada. Todos le decían lo mal que estaba haciendo, pero solo ella era capaz de sentir esa frustración por no poder hacer nada. Es por eso que había pasado todo el día en las cocinas, mientras bebía té y miraba el asiento vacío donde alguna vez estuvo sentado Cedric.
Sí, ella trataba de hablarle, pero él no ponía de su parte, ¿es que acaso tenía que rogar? ¡Por supuesto que no! Aun tiene dignidad (¿tiene?) como para seguirlo a cada lado que va.
Y cuando llegó la primera salida a Hogsmeade, Hermione se acercó a Adhara como si nada hubiese pasado para informarle que harían una reunión en Cabeza de Puerco para crear un grupo de estudios debido a que con Umbridge no aprenden nada.
—Ahí estaremos —respondió sonriendo un poco, en referencia a ella y Daphne.
—Bien, ahora, ¿quieres ir por té o prefieres chocolate caliente? —preguntó con aire pomposo y una pequeña sonrisa ladeada.
—Té suena espectacular.
...
Daphne arreglo la bufanda de su amiga mientras ambas caminan por el pueblo de Hogsmeade para ir al punto reunión donde Hermione les había citado. Ambas amigas tomaron sus brazos y dieron un par de vueltas para distraer a sus compañeros, ya que Blaise y Theo insistían en que debían ir a las Tres Escobas. Al ver que los habían perdido de vista, caminaron hacia la taberna de Cabeza de Puerco, un lugar el cual Adhara siempre había evitado, aunque su hermana Nymphadora le había dicho que era muy bueno para traficar productos de bromas.
Cuando Adhara y Daphne entraron al pub ambas hicieron una mueca. Apestaba a cabra y no era para nada un lugar agradable. Reconoció a todos los estaban ahí y sonrío un poco puesto que estaban desde los Weasley, hasta sus amigos de Hufflepuff; hizo una mueca al ver a Cho, pero sonrió un poco cuando encontró a Luna Lovegood con sus pendientes dirigibles con forma de ciruela.
—Oh, llegaron —suspiró Hermione parándose.
Daphne carraspeo y pasó a sentarse al frente junto con George, quien le había apartado un lugar. Fred palmeó el asiento vacío a su lado a Adhara y ella se sentó bajo la atenta mirada de todos.
—Una disculpa, teníamos que evitar a nuestros... amigos —murmuró un poco sonrojada Adhara viendo a Harry, quien ni siquiera se dignó en mirarla.
—Escupan la sopa —ordenó Fred al trío—. No tenemos todo el día —les recordó.
—Oh, bueno, hola —hablo Hermione—. Como verán... bueno, es que... todos sabemos por qué estamos aquí —dijo un poco nerviosa—. Harry ha tenido la idea —pero por la fulminante mirada de Harry ella se corrigió—. Yo he tenido la idea de que sería conveniente que la gente que quisiera estudiar Defensa Contra las Artes Oscuras, o sea, estudiar de verdad, ya saben y no esas tonterías que nos hace leer la profesora Umbridge —de pronto, la voz de Hermione se volvió con más confianza, Anthony Goldestein asintió varias veces haciendo que Hermione continuará más segura—. Debido a esto considere bueno que nosotros tomáramos cartas en el asunto —ella hizo una pausa—. Con eso quiero decir aprender a defendernos como es debido, no sólo en teoría, sino poniendo en práctica los hechizos...
—Pero también aprenderemos para los TIMOs, ¿no? —interrumpió Michael Corner.
—Por supuesto. Pero también quiero estar debidamente entrenada en defensa porque... porque... — inspiró hondo y terminó la frase— porque Lord Voldemort ha vuelto.
Adhara miro a todos lados para ver cómo hacían muecas o se incomodan ante aquel nombre. Nunca entendió por qué la gente reaccionaba tan mal al escuchar el nombre de Voldemort, su madre había sido quien se había encargado de enseñarle que no pasaría nada si llegaba a pronunciarlo, que temerle al nombre solo le haría temerle más a la persona.
Y aunque Voldemort es un tipo aterrador, Adhara en realidad no se preocupa mucho en decir aquel nombre.
—Bueno ese es el plan —dijo Hermione—. Si quieren unirse, son bienvenidos.
—¿Qué pruebas tienen de que Quien-No-Debe-Ser-Nombrado ha regresado? —preguntó de golpe un Hufflepuff.
Adhara miró con cierta molestia a Zacharias Smith, claro que lo conocía, había compartido una que otra palabra con él y en realidad, le agradaba muy poco.
—Bueno, Dumbledore lo cree —empezó a decir Hermione.
—Dumbledore le cree a él —Adhara lo fulmino y achino sus ojos.
—¿Cómo te llamas? —preguntó con brusquedad Ron.
—Zacharias Smith —respondió—. Y creo que deberíamos saber por qué creen que Quien-no-debe-ser-nombrado ha regresado.
—Mira, ese no es el tema de la reunión —le recordó Hermione.
—Déjalo Hermione —le interrumpió Harry—. ¿Quieres saber qué es exactamente lo que me permite afirmar que Quien-Tú-Sabes ha regresado? — preguntó mirando a los ojos a Zacharias—. Yo lo vi. El año pasado, Dumbledore le contó al colegio en pleno lo que había ocurrido, pero si tú no lo creíste, no me creerás a mí, y no pienso malgastar una tarde intentando convencer a nadie.
Hubo un silencio y Adhara bajo su mirada recordando vagamente a su amigo Cedric Diggory.
—Lo único que nos contó Dumbledore el año pasado fue que Quien-tú-sabes había matado a Cedric Diggory y tú llevaste el cuerpo a Hogwarts. No nos contó los detalles ni nos dijo cómo habían matado a Diggory, y creo que a todos nos gustaría saber...
—Si has venido a oír un relato de como mata Voldemort, lo siento, no puedo ayudarte —Adhara miró sus manos jugando con ellas nerviosa y sintiendo su corazón latir rápidamente.
Harry miró a Adhara sintiendo una punzada en su corazón y continúo hablando.
—No voy a hablar de Cedric Diggory, ¿de acuerdo? De modo a que, si a eso han venido, pueden marcharse.
Entonces, una voz se escuchó y Adhara se giró para ver a Susan Bones que había hablado.
—¿Es cierto que sabes hacer un patronus corpóreo? —preguntó con voz aguda.
Todos murmuraron y Adhara levantó su cabeza para ver a Harry que está mirando a Susan con una ceja alzada.
—Sí —respondió Harry a la defensiva.
—¿Un patronus corpóreo?
—¿Conoces a la señora Bones? —preguntó Harry un tanto brusco, ella asintió sonriendo.
—Es mi tía —respondió—. Soy Susan Bones. Me ha dicho lo de tu vista. ¿Entonces es cierto que puedes hacer un patronus corpóreo? ¿Un ciervo?
—Sí —contestó.
—¡Caramba Harry! —exclamó Lee sorprendido—. ¡Eso no lo sabía! —el miro a los gemelos, como queriendo reclamarle por no decirle nada.
—No nos veas así, mamá nos hizo prometer no decir nada —explicó Fred—. Dice que Harry ya tiene mucha atención.
—Está en lo cierto —murmuró, Adhara soltó una risita mirando a Harry quien rápidamente desvió su mirada a sus pies.
—¿Y mataste a un basilisco con la espada de Gryffindor? —inquirió Terry Boot—. Eso fue lo que me dijeron los cuadros de la pared del cuarto piso el año pasado...
—Pues sí, es verdad —admitió Harry.
—Y en primero, salvo la piedra filológica —dijo Neville.
—Filosofal —le corrigieron Hermione y Adhara con una sonrisa.
—Eso, sí... de Quién-Tú-Sabes —concluyó.
—Y el año pasado —habló Adhara haciendo que todos la miraran, incluidos Harry—. Tuvo que enfrentar las pruebas del Torneo de los Tres magos, luchando contra dragones, gente del agua y todo tipo de pruebas —dijo con una pequeña sonrisa, llena de orgullo.
Pronto todos comenzaron a murmurar, Adhara bajo su cabeza nuevamente y suspiró a lo bajo.
—Miren —hablo Harry—, yo entiendo que todo eso suena increíble, pero recibí muchísima ayuda —aseguró.
—Con el dragón no —saltó Michael Corner—. Fue un vuelo excepcional —halagó el Ravenclaw.
—Sí, bueno —murmuró Harry.
—Y tampoco te ha ayudado nadie ha librarte de los dementores este verano —le recordó Susan Bones.
—No —reconoció Harry—. De acuerdo algunas cosas las hice sin ayuda, pero lo que intento hacerles entender es que...
—¿Intentas escabullirte y no enseñarnos nada de eso? —le interrogó Zacharias.
La paciencia de Adhara se colmó.
—Smith por qué no cierras la boca de una vez y dejas que Harry termine de hablar —soltó de golpe Adhara haciendo que todos miraran a la Slytherin.
—No tienes por qué hablarme así.
—Te hablo como se me antoje —respondió con molestia y un ligero tono frío y egocéntrico.
—Bueno, pues hemos venido aquí para aprender de él y resulta que en realidad no puede hacer nada de eso...
—Harry no ha dicho eso —gruño Fred.
—¿Quieres que te limpiemos las orejas? —preguntó George sacando un largo instrumento metálico de su bolsa de Zonkos.
—O cualquier otra parte del cuerpo. De verdad, no tenemos manías —añadió Fred tomando el peligroso artefacto.
—Si bueno... —los interrumpió Hermione—. Siguiendo con lo que decíamos... Lo que importa es: ¿estamos de acuerdo en que queremos que Harry nos dé clases?
No hubo alguien que se quejara, Adhara miro a Smith quien miraba el artefacto que Fred tiene en su mano.
—Muy bien —sonrió Hermione al ver que por fin todos estaban de acuerdo—, ahora tenemos que ver con qué frecuencia nos reuniremos, propongo una vez a la semana...
—Espera —interrumpió Angelina Johnson—, tenemos que ver que no se interponga con nuestras prácticas de quidditch.
—Buen punto —murmuró Adhara viendo a Hermione.
—Ni con los nuestros —dijo Cho.
—Sí, ni con los nuestros —agregó Zacharias.
—Bien, procuraremos que no se interponga con ninguna práctica —agregó Hermione rápidamente—, pero piensen que esto es muy importante, estamos hablando de defendernos de Vol-Voldemort y los mortífagos...
—¡Así se habla! —Adhara miró con una pequeña sonrisa a Ernie Macmillan—. Yo creo que esto es mucho más importante que los TIMOs —Daphne arrugó su nariz y Adhara admitió un poco, si Voldemort estaba de regreso, los TIMOs era de lo que menos debía preocuparse—. Yo no entiendo cómo es que el ministerio permitió que una maestra tan competente nos diera una clase tan importante.
—Es por que el ministerio cree que Dumbledore está haciendo un tipo de ejército privado —le dijo Adhara, a lo que Ernie asintiendo, entendiendo aquello—. Cree que podría movilizarnos al enfrentarnos al ministerio.
—Imbécil —bramó Ernie.
—Entonces, ¿les parece bien una vez por semana? —volvió a preguntar Hermione.
—Me parece perfecto —hablo Lee Jordan.
—Mientras que no interfiera con el quidditch...
Hermione interrumpió a Angelina—. No va a interferir con el quidditch —aseguró.
—¿Dónde practicaremos? —preguntó Daphne hablando por primera vez.
—Esa es una buena pregunta —señaló Hermione.
Todos se quedaron callados, Katie Bella carraspeo—. ¿La biblioteca?
—Prince nos sacaría a todos de las orejas —dijo George con una mueca.
—¿En algún aula que no se utilice? —preguntó Dean.
—Sí —asintió Ron—. Podría ser, Hermione, Adhara y Harry practicaron en un aula vacía hechizos para la primera prueba —comentó el pelirrojo mirando a Harry y luego a Adhara.
Pero ninguno de los dos se encuentra viéndose, ambos están mirando a lados opuestos.
—Bueno —agregó rápidamente Hermione—. Ya encontraremos un lugar. Cuando tengamos el sitio y la hora de la primera reunión os enviaremos un mensaje a todos —Hermione rebusco en su mochila y sacó un pergamino—. Creo que ahora cada uno debería escribir su nombre para saber que estaban aquí. Pero también creo —ella tomó aire— que todos deberíamos comprometernos a no ir por allí contando lo que estamos haciendo. De modo que, si firman, estarán comprometidos a guardar el silencio.
—Genial, firmemos con sangre —propuso Daphne.
Todos miraron a la Slytherin con preocupación, pero los gemelos, Lee y Adhara comenzaron a reír.
—Es solo una broma —murmuró rodando los ojos.
Adhara fue la primera en tomar el pergamino y escribir su nombre sin pensarlo dos veces. Ella lo paso a Daphne y después de ella lo firmó George, seguido de Fred y Lee Jordan.
—¿Hay algún problema? —preguntó Adhara al ver como no muchos estaban inconformes con firmar.
—Bueno, ya sabes... somos prefectos —murmuró Ernie—. Si Umbridge se llega a enterar... tú lo has dicho Hermione.
—Acabas de decir que formar este grupo ha sido lo más importante de este curso —le recordó Harry.
—Sí, ya —repuso Ernie—, y lo creo es solo que...
—Ernie, hablamos de Hermione —le dijo Adhara cruzándose de brazos—. No es como si fuera a dejar el pergamino ahí tirado en un pasillo.
—No, claro, tienes razón —respondió un poco calmado—. De acuerdo, yo firmaré.
Cuando todos firmaron, Hermione tomó el pergamino y lo guardó con cuidado en su mochila. Adhara miro a los gemelos y a Daphne, ella juega inquieta con sus manos y trata de no ver a George.
—Dile a tu amiga que es bien obvia —le susurró Fred haciendo que Adhara soltara una pequeña risita.
—Bien, en cuanto encontremos un lugar se los haremos saber —informó Hermione—. Gracias por venir —ella puso una adorable sonrisa, por lo que todos comenzaron a pararse y a despedirse.
Adhara camino hacia Hermione y Ron—. Bueno, eso salió mejor, pero si ese Smith no se calla durante las prácticas le voy a partir la cara —advirtió Adhara haciendo que Ron riera.
—Sí, un cretino —bufó Ron.
—Ad, iré a buscar a Theo, ¿te quedas? —Adhara vio a Daphne que acomodó su bufanda y miró a su trío de amigos, Harry está despidiéndose de Cho.
—Hum, iré contigo —murmuró tomando su bolso—. Nos vemos por ahí —dijo a los Gryffindor, mirando a Harry, quien se dio la vuelta para tomar su mochila.
—Nos vemos, Ad —respondieron Ron y Hermione con una mueca.
Pero Harry ni siquiera volteo. Carraspeo y camino hacia Daphne para tomar su brazo y ambas comenzar a salir fuera del pub. Pero una flor azul se puso frente a las chicas, en realidad, frente a Daphne.
—El azul te va muy bien —halagó George a Daphne quien miró la rosa y formó una sonrisa ladeada.
—Gracias —murmuró tomándola sonrojada.
George beso la mano de Daphne y le guiño un ojo para después irse corriendo con Fred y Lee que están vitoreando a George.
—Oh Merlín santísimo, ¡se gustan! —chillo Adhara dando brinquitos.
Daphne no contestó, ella solo soltó una risita nerviosa.
—Vamos a las Tres Escobas, ahí debe estar Theo —murmuró tratando de cambiar de tema.
—Vamos, señorita de Weasley —Daphne puso los ojos en blanco y negó rápidamente.
—Ya déjate de tonterías, loca —murmuró ligeramente sonrojada.
Ambas caminaron tranquilamente por las calles del pueblo hasta llegar al famoso pub de las Tres Escobas. Encontraron a Draco y a Pansy en un rincón compartiendo salivas. Del otro lado, Blaise y Theo estaban con cervezas de mantequilla. Las dos se acercaron a sus amigos.
—¿Es para mí? —preguntó fingiendo emoción Theo al ver la flor.
—Quisieras —respondió Daphne codeándolo para que se moviera.
Adhara tomó asiento al lado de Blaise soltando una risilla—. Daphne está bien enamorada —se burló la pelinegra.
—¿Ah sí? ¿Quién es el desafortunado? —preguntó Theo—. Para advertirle que eres un dolor en el culo.
—¡No lo soy! —ella le dio un fuerte golpe en el brazo, Theo se abrazó así mismo algo adolorido.
—Eres ruda, maldita sea —gruño el pecoso sobando su brazo.
—Iré por cervezas de mantequilla —informó rápidamente Adhara al ver cómo comenzaban a pelear.
—Te acompaño —le dijo Blaise al ver como Daphne y Theo ya estaban peleando—. Sabes, antes creía que esos dos se gustaban —admitió en camino al bar.
—¿Cómo crees? Daphne y Theo básicamente crecieron juntos —comentó Adhara cruzándose de brazos.
—Sí bueno, ¿quién sabe? Así pasa cuando sucede —él se apoyó en la barra y levantó cuatro dedos—. Cuatro cervezas de mantequilla —pidió al bartender.
—¿Qué pasa cuando sucede? —preguntó confundida Adhara.
Blaise se giró apoyando ambos codos en la barra y vio a Adhara con una pequeña sonrisa.
—Tú sí que eres lenta —dijo algo burlón, por lo que rodó los ojos—. El amor, Adhara —le aclaró—, no le importa cuántos años llevan conociéndose, simplemente va a pasar, por que el amor aparece cuando menos te lo esperas.
—Claro —murmuró—, aparte, está escrito en las estrellas —le comentó con una pequeña sonrisa. Blaise alzó una ceja ligeramente sorprendido.
—¿Puedes leer las estrellas? Leí que no muchas personas tienen ese don —ella asintió un poco tímida.
—Sí, mamá me enseñó a leerlas desde que era pequeña —confesó—. Es uno de mis pasatiempos favoritos.
—¿Cómo sabes a que se refieren? —curioseo.
—Es que ellas ayudan a guiarte por un camino que te haga entender lo que sucede en tu vida —explicó tranquila.
—¿Te han ayudado? —preguntó ladeando su cabeza.
Adhara pensó en todas las veces que las estrellas le habían hablado acerca de Harry, o de cómo aclarar sus pensamientos. Ella asintió jugando con sus manos, ligeramente tímida.
—Sí —musitó.
—Genial —admitió sonriendo Blaise, él llevó un mechón de cabello de Adhara que cae sobre su frente.
—¿Por qué siempre haces eso? —preguntó curiosa.
—Porque me gusta ver tu rostro —comentó tranquilo, Adhara bajo su mirada sintiendo un calor en sus mejillas y negó con su cabeza.
—Sí tú lo dices —murmuró.
Nota de autora:
El Blaise re gritándole a Adhara que está bien enamorado y ella ni en cuenta por que se la vive en las estrellas ✨
efe por Blaise
Lots of love, Cici x
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