27. Celos
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La emoción que sentía Adhara al día siguiente nadie podría quitársela. En realidad estaba tan feliz que hasta los pasillos del castillo se veían hermosos, incluso se había olvidado de la horrible profesora Umbridge y ya les había mandado una carta a sus padres y a su hermana para contarles la noticia. Adhara entró dando brinquitos al gran comedor y al ver a sus amigos los leones, corrió hacia la mesa de Gryffindor.
Hermione la vio curiosa debido a que tiene una gran sonrisa y Adhara usualmente no va sonriendo así por la vida. Pero el hecho de que ayer hubiese sido aceptada por en el equipo de Slytherin le daba motivos hasta sonreír por los codos, si es que eso era posible.
—Hola, raros —saludó sentándose al lado de Harry, frente a Hermione y Ron, quienes alzaron una ceja ante el saludo.
—¿Raros nosotros? ¿Quién es la que anda sonriendo como loca? —le preguntó Ron llevándose una cucharada de cereal a la boca.
Ni siquiera el que Ron le llamará loca le ofendió o logro quitarle su sonrisa. Adhara tomo una tostada para untar un poco de mantequilla, y le dio una mordida para después sonreír mientras mastica con su boca cerrada.
—¿Nos dirás porque estás tan feliz? —preguntó Hermione sabiendo la respuesta, pero queriendo escucharla de las palabras de su amiga.
—Entraste al equipo —dijo Harry mirándola con cierto orgullo.
Ella asintió frenéticamente—. ¡Entre al equipo! —chillo con emoción.
Harry no dudo dos veces en abrazarla con una sonrisa.
—¡Felicidades! —exclamó Hermione.
—Gracias, estoy muy emocionada —admitió, Ron tragó saliva—. ¿Qué ocurre Ronnie?
—Ya me puse nervioso, voy a renunciar —Adhara comenzó a reír sin poder evitarlo.
El viernes habían sido las pruebas de los leones y Ron quedó como el nuevo guardián de Gryffindor.
—Deja de decir estupideces, Ron, sé que serás un increíble guardián —le animo sonriente. Ron tomó aire y miró su desayuno—. Vamos, confió en ti —Ron asintió.
—Felicidades, Ad —le dijo sonriendo un poco más tranquilo.
—Ay no —suspiró Hermione—. Ahora tendré yo que pintar mi mejilla con el nombre de Adhara —dijo rodando los ojos, causando que comenzaran a reír.
—Por fin vamos a jugar juntos —hablo Harry sin poder esconder su emoción—, me refiero a... vamos a jugar, contra nosotros, pero jugaremos... ¿si me explico? —Adhara soltó una risita y asintió con su cabeza.
—Sí, sí, lo entiendo Haz —respondió aliviando a Harry—, jugaremos partidos de quidditch juntos pero en equipos contrarios y eso lo hace aún más emocionante. ¡Ay! Espero ya poder meter tantos...
—Bien, renunció.
—¡Ronald!
—Vamos Ron, será divertido, ¿no crees? —preguntó con cierta emoción.
Claramente, Ron negó con su cabeza—. No, me das miedo —admitió dejando de lado su desayuno.
—Oh, dejo su comida, lo dice en serio —señaló Hermione un tanto burlona.
—Confío en ti, serás un increible guardián —le alentó Adhara—. Lograrás detener todos los tantos —Ron sonrío un poco ante eso—... menos los míos —agregó sonriendo y mostrando una sonrisa adorable.
—¡Adhara! —se quejó Ron tomando un sonrojo.
—Hey, Ad.
Harry y Adhara se giraron al mismo tiempo que Hermione y Ron alzaban sus cabezas para ver a Blaise, quien tiene su vista fija solo en la Slytherin.
—Vamos a ir a volar un rato al campo, ¿vienes? —preguntó alzando una ceja. Adhara asintió con emoción, no había forma de decir que no a una invitación como esa.
—Claro —Adhara se paró de un brinco y tomo los hombros de Harry—. Nos vemos al rato, ¿les parece? —Hermione y Ron asintieron, pero Harry no se inmuto en mover un músculo.
Ella se dio la vuelta y dio un brinco para acercarse a Blaise, quien entrelazo un brazo con Adhara, a quien no le molestó aquello.
—Sabía que vendrías, ¿vamos por tu escoba? —preguntó con una sonrisa ladina.
—Que mejor ella venga a mí —sacó su varita y la agito—. ¡Accio Nimbus 2000! —los dos salieron del Gran Comedor con una sonrisa y su escoba llegó en cuanto salieron rumbo al terreno—. ¿Y eso que quieres ir a volar?
—¿Qué no puedo competir contra ti? —preguntó con una sonrisilla.
—Sabes que vas a perder —canturreo montando su escoba.
—Eso ya lo veremos —Blaise le guiño un ojo y ambos montaron sus escobas para volar rápidamente.
...
Harry había estado el resto del domingo sin demasiados ánimos. En realidad, él había esperado que Adhara llegará con ellos para pasar el resto del día juntos, bebiendo té o compartiendo mensajes que le decían las historias.
Pero, no, había visto a Adhara en compañía de sus amigos de Slytherin, especialmente de Blaise, por lo que no estuvo tan feliz de tan solo pensar que dejaría de pasar tiempo con él.
Y a la hora de la cena, cuando se preguntaba en dónde estaría Adhara, escucho esa risa tan particular que tiene. Levantó su cabeza rápidamente y frunció un poco el ceño. Su corazón latió fuertemente al ver como entraba al lado de Zabini, quien tiene una sonrisa triunfante, mientras Adhara presiona de su estómago al estar riendo.
—¿Todo bien? —susurró Hermione a Harry. Había sido demasiado obvio el motivo del comportamiento de Harry por el día, solo que ella quería escucharlo decir como se sentía.
Claro que Harry no respondió, no por un momento mientras veía como Adhara tomaba asiento al lado de Blaise en la mesa de las serpientes.
—Sí —mintió Harry para después regresar su mirada al plato de su cena.
Definitivamente le molestaba saber que Adhara había pasado todo el día con Blaise Zabini aun cuando había dicho que los vería en un rato.
—¿Estás celoso? —preguntó Ron frunciendo el ceño.
—¿Qué? No —respondió molesto y arrugando su nariz.
Hermione y Ron compartieron miradas y después miraron a la mesa de los Slytherin, ambos agradecieron que Harry se encontrara de espaldas, porque en ese momento, Blaise estaba acomodando el cabello de Adhara con una sonrisa.
—¿Ustedes que se traen? —preguntó Draco con el ceño fruncido, mirando ligeramente molesto a Blaise.
—Estuvimos volando —respondió tranquila Adhara, ella aceptó el caldero de chocolate que Blaise les paso.
Pero Malfoy no acepto esa como una respuesta, fulmino a Blaise con la mirada y luego miró a Adhara.
—Es un hijo de Banshee, no caigas en sus garras —le advirtió Draco un tanto molesto.
—¿Qué? —dijo Adhara confundida, Blaise miró a Draco indignado.
—¿Celos? —preguntó Blaise a Draco.
—¿De qué me perdí? —inquirió en un murmuró al ver a los dos amigos mirarse de mala manera.
—¿Por qué Draco tendría celos? —preguntó esta vez Pansy mirando a Adhara.
Ella se encogió al ver como sus amigos la miraban—. ¿Qué comieron hoy? —preguntó preocupada.
Theo por su parte, está riendo bastante divertido de aquella situación.
—Que divertido, adoro ver el mundo arder —musitó sonriendo, Daphne le codeo rodando los ojos.
—No entiendo qué está pasando —confesó Adhara con el ceño fruncido y mirando su plato.
Mordió su labio mientras trataba de entender lo que acababa de suceder entre Blaise y Draco. Está claro que ambos son muy buenos amigos pero se habían molestado y ella realmente no entendía el motivo por el cual había sucedido.
«¿Por qué Draco le había dicho que Blaise era un hijo de Banshee?»
«¿Por qué Draco estaría celoso?»
—Iré a la sala común —murmuró arrastrando su banco y parándose rápidamente para salir del Gran Comedor bajo la atenta mirada de Harry.
—Bien hecho, imbécil —gruñó Blaise a Draco que salió detrás de Adhara—. ¡Hey, Tonks! —le llamó.
Se dio la vuelta ante el llamado del chico y se abrazó así misma sintiendo el aire golpear su cuerpo.
—¿Sí? —preguntó acomodando un mechón de su corto cabello.
—Tengo una pregunta y quiero que me respondas con sinceridad —dijo caminando hacia ella.
—¿Qué? —preguntó confundida.
—¿Me golpearías si te beso?
Adhara abrió su boca para decir algo pero no salio nada de ella. Balbuceo un poco y pestañeo tratando de comprender aquello.
—¿Qué? —preguntó en un hilo de voz.
—Bien... siguiente pregunta —murmuró Blaise—. ¿Puedo besarte?
Se sintió realmente estúpida al no tener una respuesta para eso, tan fácil que era decir «sí» o «no» pero Adhara no podía formular palabra alguna.
Así que simplemente respondió con su cabeza.
Cuando Blaise estuvo realmente cerca de Adhara, los ojos miel de la chica se vieron aún más claros, tratando de analizar los ojos oscuros de Blaise, que en realidad, brillaron con cierta emoción. Tomó con delicadeza la mejilla izquierda de Adhara y se inclinó un poco para juntar sus labios en un tierno beso.
Respondió de aquel beso un tanto confundida, pero aceptando aquel movimiento lento que hicieron sus labios.
¿Por qué lo estaba besando? ¿Por qué había sentido?
¿Por qué le estaba gustando el beso?
Sí, sí, le está gustando el beso, ¿pero Blaise? No, definitivamente no.
—¿Q-qué fue e-eso? —preguntó en voz baja.
—Fue un beso —respondió obvio Blaise.
Las mejillas de Adhara se pusieron rojas—. Me, me refiero a que...
—Me gustas —soltó de golpe Blaise. Adhara llevó una mano a su nuca un tanto nerviosa—. Bueno, me siento atraído por ti —se corrigió.
—Oh... Blaise yo... —él levantó su mano para que dejara de hablar.
—Espera —le interrumpió—, sé que no sientes eso por mi —dijo rápidamente, las mejillas de Adhara se pusieron rojas y miró sus zapatos nerviosa—. Y perdón por besarte, no sé por qué lo hice yo, es solo que... —él llevó su mano a su cabeza nervioso—... debería hacer un obliviate, ¿no es así? —Adhara apretó sus labios y comenzó a reír, no había visto a Blaise tan nervioso.
En realidad, nunca lo había visto nervioso.
—Hum, no lo hagas —murmuró—. Estoy segura de que me puedes terminar borrando toda la memoria y dejarme loca como Lockhart —Blaise soltó una risilla.
—Bueno, ¿te puedo acompañar a la sala común? —ella asintió un tanto confundida y mordiendo sus mejillas internamente.
—Claro —musitó.
—Bien, porque tengo otro chiste que contar, este es acerca de un Arpía que conoce a un Troll —con tan solo saber eso, Adhara soltó una risita y negó lentamente.
...
A la mañana siguiente, Adhara se despertó y fingió que nada había sucedido después de la cena con Blaise. En realidad, ambos habían quedado en no comentarlo, simplemente lo verían como un pequeño error. Ahora, la Slytherin se encuentra desayunando junto con Theo y Daphne, mientras que Adhara lee El Profeta con el ceño fruncido debido al titular de la noticia:
EL MINISTERIO EMPRENDE LA REFORMA EDUCATIVA Y NOMBRA A DOLORES UMBRIDGE PRIMERA SUMA INQUISIDORA.
—¿Qué es suma inquisidora? —preguntó Theo un tanto confundido.
Pero la pelinegra no respondió por que comenzó a leer la nota con rapidez. Bajó el periódico con molestia y miró a Daphne y Theo con los ojos entrecerrados.
—Escuchen esto —estiró el periódico, hizo sonar su garganta y comenzó a leer—. «El Inquisidor tendrá poderes para supervisar a sus colegas y asegurarse de que su trabajo alcance el nivel requerido. El ministro ha ofrecido este cargo a la profesora Umbridge, además del puesto docente, y estamos encantados de anunciar que ella lo ha aceptado.»
—Eso significa que...
—Estamos más jodidos de lo que creíamos —musitó Theo parpadeando varias veces.
Los tres miraron a la mesa de profesores, donde Dolores Umbridge se encuentra sentada con su cuello bien en alto y mirando a todas las mesas, sintiendo el poder en sus manos.
—Solo, vamos a herbología —gruño Daphne parándose y tomando con rudeza los libros.
Los tres salieron del Gran Comedor topándose con el trío de leones, a los cuales Adhara saludo con una sonrisa, pero antes de que pudiera decir hola, Harry había salido rápido de la vista de Adhara.
—¿Qué le pasa? —preguntó Adhara a Hermione y Ron, ellos se miraron cómplices.
—Hum, bueno... se siente mal —mintió Hermione mordiendo su mejilla.
—Oh, ¿no debería ir a la enfermería? —preguntó un tanto preocupada.
—Sí —musitó Ron—. Bueno, nos vemos en pociones —sin más que decir, Ron tomó del brazo de Hermione para jalonearla y que empezará a caminar, yéndose detrás de Harry.
Adhara frunció el ceño y miro por donde habían ido.
—¿Soy yo o estaban raros? —preguntó en un murmuró a Theo y Daphne.
—Adhara, esos tres son muy raros —le recordó Theo—. Pero sí, estaban más raros de lo normal. ¿Nos vamos o qué?
...
La clase de herbología se había pasado rápido y la de pociones fue bastante extraña, más de lo normal. Para empezar, Harry había ignorado completamente a Adhara y se había ido a sentar con Neville, Seamus, Ron y Hermione, quedando muy alejado de la Slytherin, quien a pesar de haber obtenido una E en su filtro de paz (qué es un extraordinario en los TIMOs) no pudo dejar de mirar la molestia en Harry, sin entender el motivo del por qué había sucedido.
—¿Qué tienes? —preguntó Blaise a su lado.
—Nada —musitó.
El chico sacó una rana de chocolate y la paso por debajo de la mesa—. ¿Chocolate? —apretó una sonrisa y asintió.
—Gracias —musitó.
Y aunque Adhara trato de alcanzar a Harry para irse junto con él a clase de Defensa Contra las Artes Oscuras estaba muy decepcionada de que eso no paso. Harry había tomado atajos para llegar al aula antes que Adhara, quien jadeó desesperada al ver como Harry se encontraba sentado junto con Ron. Hermione estaba al lado de Neville y del otro lado estaban Dean y Seamus.
Por algún motivo se habían sentado alrededor de él, impidiéndole a Adhara está cerca de Harry.
—Esto es muy extraño, ¿no? —susurró Daphne a Adhara mientras tomaban asiento detrás de Neville y Hermione.
—Demasiado —musitó Adhara—. pst, pst, Herms —le llamó haciendo que volteara—. ¿Ocurre algo? —preguntó confundida.
—Algo así —murmuró mordiendo su labio.
—¡Dime! —pidió en un susurró desesperado.
Hermione se giró nuevamente para escribir algo en un pergamino que arrancó y lo paso por debajo. Adhara se estiró un poco solo para tomarlo y abrirlo bajo la atenta mirada de Daphne.
«Harry te vio besándote con Blaise Zabini. ¡No me has dicho nada!»
Daphne soltó un gritito y todos la miraron viéndola cubrir sus labios.
—¿Todo bien señorita Greengrass? —habló la profesora Umbridge entrando al aula, ella asintió colorada.
—Sí, y-yo vi una araña —mintió.
Ron dio un brinco asustado y miró a todos lados con preocupación.
—Bien, la clase pasada terminaron de leer el capítulo uno, quiero que por favor terminen el capítulo dos —pidió la profesora.
Pero Adhara no leyó el capítulo porque estaba leyendo la nota.
—¿Cómo que lo besaste? —dijo en un susurró apenas audible Daphne, mientras cubría su rostro con el libro—. Debe tener una enfermedad de tantas chicas que ha besado —Adhara sintió su rostro arder y mordió su labio para no comenzar a reír.
—¿Todo bien señorita Tonks? —preguntó Umbridge.
Ella negó—. ¿Puedo ir al baño? —su mirada de súplica hizo que Umbridge hiciera una mueca—. Quiero vomitar —explicó.
Hermione y Ron la voltearon a ver, al igual que Blaise y Theo, los tres chicos un tanto preocupados y Hermione un tanto confundida.
Harry tuvo que apretar con fuerza la mesa con sus manos para no voltear a verla.
—Señorita Greengrass, acompañe a su compañera a la enfermería —pidió Umbridge.
Ambas rápidamente tomaron sus cosas y se libraron de la horrible clase.
—Que buena forma de saltarnos la clase, la voy a aplicar más seguido —dijo con emoción Daphne en su camino a la sala común de Slytherin—. Ahora, ¿me dirás cómo es que besaste a Blaise?
—Con los labios —respondió obvia—. Y no lo besé, él me beso —le corrigió.
—Pero, le respondiste, ¿no es así? —ella asintió un tanto confundida—. ¡Ew! ¡Te gusta!
—¡Ew! ¡No! —exclamó con horror.
—Y así es como se responde cuando en realidad no te gusta alguien —señalo con una sonrisa Daphne—. Pero, cuéntame más, ¿si es cierto que besa bien?
—¡Daphne!
—¿¡Qué?! Digo, ya que lo has besado sería bueno saber si vale la pena o no besarlo.
—¡Por Merlín!
...
—¡Harry! ¡Harry!
La voz de Adhara hizo eco por los pasillos del castillo. Había tratado de estar cerca de Harry en clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, pero él se había encargado de estar tan lejos como podía, sin mencionar que tener a Umbridge presente en clase, hacía todo aún más insoportable.
—¡Harry Potter, te estoy hablando! —Harry paró en seco y se giró para verla.
Ambos quedaron parados en el corredor del cuarto piso y Adhara trago saliva nerviosa. ¿Es que acaso tendrían que discutir siempre en ese lugar?
—¿Qué? —soltó de golpe.
—Y-yo —tartamudeo Adhara.
¿Pero qué es lo que iba a decir?
—¿Tú qué? —hablo con voz amarga.
—Es qué... yo, me preguntaba sí...
No pudo decir nada y dejo la oració al aire.
—¿Qué Adhara? —repitió molesto, al ver como ella solo balbuceaba.
—Harry —una tercera voz se escuchó del otro lado del pasillo.
Adhara abrió un poco su boca para ver a Cho y miro a Harry con suplica.
—Oh, Harry te estaba buscando —musitó apenada—. Me he enterado que te han castigado nuevamente.
Adhara frunció el ceño y miró a Harry preocupada.
—Sí, sí, lo ha hecho —respondió tratando de tranquilizarse.
—Quería ver si tu... bueno, si quieres ir a caminar un rato y hablar... para, despejar tu mente —aclaró sonriendo un poco.
Adhara quiso hablar, pero nada salió de su boca.
—Cualquier lugar es mejor que aquí —murmuró caminando hacia Cho.
El corazón de Adhara latió con rapidez, sintiendo nervios y un dolor insoportable. Se lamento terriblemente ver como Harry se iba al lado de Cho y como no había podido hablar con él para aclararle lo que había.
¿Por qué rayos no le había dicho a Harry la verdad? ¿Qué le costaba decirle que Blaise no le gustaba de la manera en la que le gusta Harry?
...
Al final del último pasillo entre los estantes de la biblioteca, Adhara, Daphne y Hermione se encuentran en silencio haciendo sus deberes, ya que sin duda los profesores les estaban dejando demasiado. Adhara levantó su cabeza para ver como Hermione escribía con su lengua por fuera y como Daphne lee con el ceño fruncido un libro de Herbología. La menor de las tres hizo sonar su garganta y ambas levantaron su cabeza para verla.
—Saben que ustedes son mis mejores amigas, ¿verdad? —Daphne y Hermione se miraron cómplices ya que sabían para donde iba todo eso.
—¿Ahora que paso? —preguntó Hermione cerrando su libro, Daphne le imito.
—¿Tengo que golpear a alguien? —preguntó la rubia tronando sus puños.
—Hum... no —murmuró pensando vagamente en el rostro de Cho—. Quiero volver a hablar con Harry.
Pero Hermione resopló—. Es que ustedes son tan tóxicos que me tienen harta —jadeo.
—Hermione, eres una buena psicóloga —le alardeo Daphne—. Gracias a ti, ya me llevo bien con mi padre —Adhara comenzó a reír y rodó los ojos.
—No quiero ser psicóloga, solo quiero que mis amigos dejen sus estupideces de lado —gimoteo la Gryffindor—. Aparte, tengo un plan —murmuró.
—¿Qué plan? —preguntaron ambas interesadas, las tres se inclinaron para escuchar lo que quiere decir Hermione.
—Formar un grupo para aprender lo que deberíamos aprender en Defensa Contra las Artes Oscuras —Daphne tuvo que cubrir su boca para no aplaudir.
—¡Yo le entro! —susurró emocionada.
—Y por eso quiero que Harry y Adhara arreglen sus problemas mentales —agregó Hermione.
—¿Por qué?
—Por qué él será el profesor —Adhara jadeo y pego su cabeza a sus rodillas—. Ad, solo dile la verdad.
—No le diré que estoy enamorado de él —susurró.
—Bueno, entonces dile que no estás enamorada de Blaise —propuso Daphne.
Ella levantó la cabeza y miró a Hermione y luego a Daphne.
—¡Solo dile algo! —dijeron exasperadas las dos.
Nota de autora:
Yo solo voy a decir que no sé por qué escribí esto.
Jeje salu2.
Lots of love, Cici x
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