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19. Tercera y última prueba


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El día de la tercer prueba había llegado y Adhara se había levantando más nerviosa y cansada que nunca, esto debido a que por la noche se había quedado tratando de leer las estrellas pero no había logrado descifrar algo, simplemente habían sido muy extrañas y por más que moviera el telescopia las estrellas no llegaron a formular palabra alguna.

Y cuando Daphne la levantó para decirle que ya era hora del desayuno Adhara sintió ganas de vomitar de tan solo recordar que por fin se llevaría a cabo la tercera y última prueba del torneo.

—Come algo —le dijo Theo señalando el alimento, Adhara soltó un suspiro viendo en la mesa de Gryffindor, Harry parece estar peleando por querer ver El Profeta, el periodico de los magos.

Miró a sus compañeros de casa para ver quién podía prestarle el periódico, pero todos estaban leyéndolo hasta que vio cómo Astoria dejaba el suyo con una mueca de desagrado.

—Tori, ¿me prestas el periódico? —preguntó en voz baja.

—Adelante.

Tomo rápidamente El Profeta, abriéndolo con un poco de brusquedad, pero antes de poder siquiera leer la nota que todos parecen estar burlándose, Draco gritó.

—¡Eh, Potter! ¿Qué tal te encuentras? ¿Te sientes bien? ¿Estás seguro deque no te vas a poner furioso con nosotros?

Rápidamente Adhara vio el titular y apretó su mandíbula.

HARRY POTTER, «TRASTORNADO Y PELIGROSO»

—Eso es una mierda —susurró Daphne viendo a Adhara.

El muchacho que derrotó a El-que-no-debe-ser-nombrado es inestabley probablemente peligroso, escribe Rita Skeeter, nuestra corresponsalespecial. Recientemente han salido a la luz evidencias alarmantes delextraño comportamiento de Harry Potter que arrojan dudas sobre suidoneidad para competir en algo que exige tanto de sus participantescomo el Torneo de los tres magos, e incluso para estudiar enHogwarts.

Potter, como revela en exclusiva El Profeta, pierde el conocimientocon frecuencia en las clases, y a menudo se le oye quejarse de que leduele la cicatriz que tiene en la frente, vestigio de la maldición con laque Quien-ustedes-saben intentó matarlo. El pasado lunes, en mediode una clase de Adivinación, nuestra corresponsal de El Profetapresenció que Potter salía de la clase como un huracán, gritando quela cicatriz le dolía tanto que no podía seguir estudiando.

Antes de que pudiese continuar, Theo le arrebató El Proefeta para hacerlo bolita.

—Skeeter es una sucia rata —dijo el chico viendo como Ahdara lo miraba con molestia—, no vale la pena leer eso y que tu te enojes.

Iba a replicar a Theo, pero la risa de Draco, Crabbe y Goyle la hicieron sacar de sus casillas. Los tres se encuentran haciendo caras y moviendo sus bocas como si fueran serpientes en dirección a Harry, claramente burlándose de él.

Adhara se paro con molestia dando un golpe a la mesa con sus dos palmas de las manos, llamando la atención de todos.

—¡Ya cierren la boca! —exclamó furiosa mirando a su primo y a los dos gorilas que le imitaban.

Hubo un silencio en todo el Gran Comedor, la mirada de Harry se posó en Adhara y el chico estuvo apunto de pararse para ir a correr hacía la Slytherin. Los párpados de Adhara temblaron de rabia y vergüenza, por lo que arrastró el banco y tomando con fuerza su bolso salió muy rápido del Gran Comedor.

—Bien hecho Adhara, tenías que gritarlo frente a todos —susurró jadeando y cubriendo su rostro.

...

El examen de historia de la magia había sido terrible para Adhara, ella nunca prestaba atención en esa clase así que estaba segura de que le iría muy mal pero poco le importaba, ya que ahora está tratando de seguirle el hilo a Hermione quien habla de la forma en la que Skeeter pudo haber escuchado la conversación que habían tenido Harry, Ron y ella días atrás en la sala común de Gryffindor.

Al entrar al Gran Comedor, Hermione vio a Adhara con el ceño fruncido ya que no había dicho nada.

—Adhara, te estoy hablando —resopló Hermione.

—Disculpa, estaba pensando —musitó.

—¿En tener otra serpiente de mascota? —preguntó con una ceja alzada.

La Slytherin rodó los ojos, no podía entender cómo es que Hermione seguía regañando por lanzarle una inofensiva serpiente (en realidad es muy cariñosa) a las Ravenclaw que se burlaban de ella.

—Quizá si tengo otra la llame Cho —dijo con algo de burla y mirando a Hermione mientras caminan lentamente a la mesa de Gryffindor.

—Adhara, no es divertido, no la pasaron muy bien —murmuró parándose en seco.

—Hermione, esas estúpidas se estaban burlando de mi por ser una Slytherin, discúlpame, pero no me iba a quedar cruzado de brazos —comentó un poco molesta.

—Sí, pero hubiese sido mejor... no sé, que se pusieran a bailar en medio pasillo o que les hubieras pegado la lengua —Adhara hizo una mueca—. Harry me dijo que te veías furiosa...

—¿Harry te dijo que tampoco hizo algo para defenderme? —Hermione tragó saliva y miro a otro lado—. Claro, no hizo nada, Hermione, se quedó solo parado...

—Y le dijiste que hablara pársel...

—¡Oh Hermione! No quiero pelearme tampoco contigo —gruñó cruzándose de brazos.

—Adhara, es que no quiero pelear, solo quiero... quiero que todo vuelva a ser como antes, ¿por qué rayos las personas se enamoran y no lo aceptan?

—¡No estoy enamorada! —susurró alterada.

—¡Claro que sí! —dijo con burla Hermione—. Solo... solo hablen —pidió—. Te lo suplico, arreglen todo esto —susurró.

—¡Adhara! —ella se giró para ver a Cedric, el chico tiene sus manos al aire y esta con su padre y su madre—. ¡Ven! ¡Quiero presentarte a mi mamá! —exclamó cual niño pequeño con emoción.

—Quizá después hable con él —murmuró retrocediendo.

—Llevas diciendo eso desde marzo y no veo avance —fue lo último que le dijo Hermione mientras ella continuaba su camino a la mesa de Gryffindor.

Adhara acomodo su túnica de Slytherin y camino sonriendo un poco hacia los Diggory que están parados en la entrada del Gran Comedor.

—Mamá, ella es Adhara, la chica que me ayudó a descifrar el enigma del huevo en la segunda prueba —dijo poniendo una mano en el hombro de Adhara con una sonrisa.

—Hola señor y señora Diggory —saludo con cortesía y una pequeña sonrisa.

Claro que ella ya conocía al señor Diggory, quien está con una gran sonrisa.

—Qué lindo y adorable de tu parte ayudar a nuestro hijo —dijo la señora Diggory con una gran sonrisa.

—Cedric es un buen amigo —respondió sonriendo un poco.

—¿Qué les parece si damos una vuelta por el castillo? —propuso Amos Diggory.

—Claro —respondió Cedric tomando la mano de su mamá.

Adhara vio hacia la mesa de Gryffindor, donde encontró a Bill viéndola un poco confundido. Él señalo a Harry y ella negó rápidamente antes de salir detrás de los Diggory.

Tenía que admitirlo, se había divertido bastante con ellos, más que nada con la señora Diggory, quien es bastante cariñosa y amigable a diferencia del señor Diggory, que solo se encarga de halagar a Cedric, tanto que el chico tuvo que pedirle que se callara más de una vez.

A la hora de la cena, Adhara tomó su habitual asiento en la mesa de Slytherin.

—Estas muy nerviosa, ¿verdad? —preguntó Theo a lo que Adhara respondió con su cabeza.

—Descuida Ad, todo saldrá bien —aseguró Daphne pinchando con su tenedor una pieza de pollo—, se han encargado de las pruebas y nadie saldrá herido —dijo tratando de animar a Adhara.

—Es solo que me pone de nervios con lo que se puedan topar —admitió—, ¿cuánto tiempo durarán ahí adentro? —susurró.

—Lo sabremos dentro de poco —dijo Theo—, ahora come algo —pidió sirviéndole un poco de estofado.

Comió muy poco, a tal grado que Theo comenzó a actuar cual padre preocupado al ver porción de comida más relativamente pequeña a las que suele comer. ¿Cómo rayos se supone que iba a disfrutar de la cena si Harry está por enfrentarse a la última prueba y no ha podido hablar con él?

Miraba de vez en cuando a Cedric mientras el chico se encuentra aun con sus padres, después pasaba su mirada a Harry con los Weasley y procuraba ignorar las miradas de confusión de la señora Weasley, sin mencionar que los comentarios de Draco diciendo cómo Harry podría ser pisado por un troll le causaban dolor de estómago.

Y al ver que se acercaba la hora, salió antes que los campeones y se recargo en el muro de la salida del castillo esperando a que Cedric saliera para desearle éxito.

Y a Harry también.

Pasaron veinte minutos quizá cuando los campeones salieron del Gran Comedor para dirigirse al campo de quidditch, Adhara dio un brinco al ver a Cedric.

—¡Cedric! —exclamó para correr a él y darle un fuerte abrazo—. Cuídate mucho, suerte —susurró besando su mejilla y acomodando el cabello del Hufflepuff.

—Gracias, Ad —le agradeció despeinando su cabello con una sonrisa—, descuida pronto estaremos peleando por que equipo de quidditch es mejor —aseguró con una sonrisa.

—Por siempre las Arpías de Holyhead —dijo para volverle a dar un abrazo—, por favor cuídate mucho, sabes que te quiero...

—También yo pequeña —besó su cabeza con una sonrisa.

Adhara miro a Harry, quien la mira completamente serio, en realidad, algo celoso de que no le esté abrazando y besando su mejilla de la misma forma que lo hizo con Cedric.

—Harry —murmuró.

—Adhara —musitó sintiendo un nerviosismos.

—Cuídate —fue lo único que dijo antes de que siguiera su camino con los demás campeones.

Adhara vio como poco a poco todos comenzaban a salir y se unió junto con sus amigos de Gryffindor y los Weasley al campo de quidditch.

—Así que... no se hablan —murmuró Bill a Adhara, ella negó—. ¿Y eso por?

—Porque son unos inmaduros —respondió Hermione a Bill haciendo que reprimiera una risita.

—Gracias, Hermione —resopló Adhara rodando los ojos.

Pero su amiga tenía razón, son unos inmaduros.

Adhara ahogó un grito al ver el campo de quidditch completamente irreconocible. Su lugar favorito en el castillo había sido modificado adecuadamente para la tercera y última prueba del torneo de los tres magos. Miro todo a su alrededor y vio a los altísimos setos que apenas emanaban un poco de luz, ya que todo era oscuridad, ella tragó saliva viendo a Harry.

—No puedo creer que esté a punto de entrar a ese lugar —susurró Adhara moviendo sus manos con nerviosismo.

—Estará bien, le hemos ayudado con todos los hechizos que nos dijiste —comentó Ron poniendo una mano en su hombro.

—¡Damas y caballeros! —hablo Ludo Bagman haciendo que todos callaran—. ¡Va a dar comienzo la tercera y última prueba del Torneo de los Tres magos! Permítanme que les recuerde el estado de las puntuaciones: empatados en el primer puesto, con ochenta y cinco puntos cada uno... ¡el señor Cedric Diggory y el señor Harry Potter, ambos del colegio Hogwarts!

Todos aplaudieron con fuerza, Adhara incluso soltó un grito de emoción y por una fracción de segundo su mirada se encontró con los nerviosos ojos de Harry.

Dijo las puntuaciones de Krum y seguido la de Fleur, a quienes solo pocos le aplaudieron y Adhara junto con los Weasley aplaudió por pura cortesía.

—¡Entonces... cuando sople el silbato, entrarán Harry y Cedric! —dijo Bagman—. Tres... dos... uno...

El silbato se escuchó y rápidamente Harry y Cedric penetraron los altos setos, perdiéndose en la oscuridad. Adhara se dejó caer en el asiento y Ron le imito. Pero Hermione no se sentó hasta ver como Krum se adentraba al laberinto.

—Supongo que ahora esperaremos, ¿no? —murmuró Hermione.

—Sí —susurró Adhara viendo cómo los profesores caminaban por los alrededores del laberinto.

Pero Adhara nunca creyó sentirse tan nerviosa. Trato de mirar el cielo, quería ver que le decían las estrellas, pero no había ninguna en el cielo, como si no quisieran darle una revelación de lo que está a punto de suceder.

—Gemelos, cállense, le estoy tratando de rezar a Merlín —se quejó Adhara, los gemelos comenzaron a reír.

—Pide por mi alma pecadora —pidió Fred con diversión.

Adhara gruño.

Chispas rojas salieron por el cielo y todos comenzaron a susurrar, Adhara y Hermione tomaron del brazo a Ron quien soltó un chillido adolorido ya que ambas tienen demasiada fuerza como para lastimarlo.

—Me lastiman —se quejó.

Claro que ninguna le hizo caso y lo sujetaron con la fuerza.

No pasó mucho tiempo cuando lograron sacar a Fleur quien no deja de llorar, Adhara alzó su cuello para ver como la madre de la rubia comenzaba a consolarla.

—Ay por Merlín —susurró Adhara.

—Se ve tan consternada —susurró Hermione tragando saliva.

—Bueno, sabíamos que no llegaría tan lejos, ¿o sí?

Adhara y Hermione se vieron, ambas, al mismo tiempo, le dieron un golpe a Ron haciéndolo chillar del dolor mientras Ginny les pedía que le dieran un golpe aún más fuerte.

...

Adhara tiene sus codos apoyados en sus rodillas, mientras sus mejillas están apoyadas en sus manos, Fleur y Krum se encuentra ya «a salvo» y en cuanto Krum salió, Hermione fue a ver como se encontraba.

No se encuentra para nada bien.

Sentía que el tiempo pasaba con lentitud, podía jurar llevar más de dos horas sentada ahí esperando por Harry y por Cedric. Esta sudando frío y ya lleva su quinto rezo, esta vez decidió agregar a Morgana y a Dios.

Y entonces, todo sucedió rápidamente.

Había regresado al borde del laberinto, todos en las gradas se levantaron para ver que lo es que estaba pasando, antes de que Adhara pudiera correr junto con Hermione, Ron las detuvo a ambas y entonces, el ministro exclamó con horror.

Las demás comenzaron a repetir lo que el ministro de magia había dicho.

—¡Está muerto!

—¡Está muerto!

—¡Cedric Diggory está muerto!

No, no, claro que no, era una especie de broma o se equivocaron de persona, Cedric Diggory no podía estar muerto cuando hace tan solo unos momentos le había dado un abrazo.

—Adhara —susurró Hermione con voz temblorosa.

—No —dijo apenas sin poder siquiera pensar.

Pensar, no había nada que pensar, su cerebro estaba en blanco y el corazón de Adhara comenzó a latir rápidamente sintiendo completo miedo, torpemente y a tropezones bajo de las gradas para unirse a la multitud de personas por que si Cedric estaba muerto Harry debía estar herido.

Vio a los señores Diggory correr rápidamente hacia ellos, Adhara trato de unirse pero simplemente no pudo caminar, era muchas las personas que se encontraban reunidas.

—¡Harry! —exclamó al ver como Moody lo llevaba con fuerza.

Los ojos de Harry expresaron miedo y completo dolor causando que las lágrimas comenzaran a salir de los ojos de Adhara.

—¡Mi hijo! ¡Mi hijo!

Adhara empujo con fuerza a las personas para abrir el paso y decidió no haberlo hecho por que sintió un horrible dolor en su pecho y le hizo falta respiración.

Su amigo yacía en el piso, sin vida.

—¡Cedric! ¡NO! ¡CEDRIC NO!

Pero Snape le detuvo el paso, la tomó por los hombros prohibiéndole caminar mientras sus gritos se escuchaban junto con los de los padres de Cedric.

—¡Déjame! ¡Déjame! —pataleo con sus mejillas húmedas por las lágrimas.

Una persona la rodeo con sus brazos.

—No, no quieres verlo, no lo veas Adhara —le dijo Draco sintiendo pena por su prima—. Recuérdalo con una sonrisa, Ad, recuérdalo —susurró acariciando su cabello.

Adhara se abrazó con fuerza de Draco cerrando sus ojos y viendo una vez más la sonrisa de Cedric diciendo que estaría bien, sollozó con fuerza dejándose caer en los brazos de Draco. Tenía que admitirlo, Draco nunca antes se había sentido doblegado ante una persona llorar, pero el saber que Adhara, su primita estaba llorando sin tener pena por ser vista por muchos, eso le destrozo.

—Draco, lleva a Adhara a la sala común, ahora —le ordenó Snape.

—Vamos, Ad, vamos —susurró lentamente y tomando a Adhara.

Pero no fue el único que la ayudó, Daphne un poco perpleja y sin creerlo, paso uno de sus brazos por la cintura de su amiga para ayudarla a mantenerla de pie. Y sin ella darse cuenta, todos sus compañeros de casa la guiaron a la sala común de Slytherin mientras los sollozos de Adhara resonaban por los solitarios pasillos del castillo.

...

Adhara miro una vez más a Snape, sus palabras hacían eco, él estaba tendiendo una taza con un té, pero ella simplemente no podía escucharlo.

—Adhara —volvió a repetir su jefe de casa.

—Harry —susurró y miro a Snape—. ¿Dónde está Harry? —preguntó en un hilo de voz.

—En la enfermería —respondió con voz amarga.

—Tengo que verlo —musitó parándose, pero él la detuvo—. Profesor Snape, tengo... tengo que saber cómo... cómo... ¿el vio? ¿Él vio cómo? —pero Snape no contestó—. ¿¡CÓMO?!

—Harry dice quien-no-debe-ser-nombrado ha regresado y mató a Cedric.

La noticia cayó como balde de agua fría y Adhara miro perpleja a su profesor.

—¿H-ha regresado? —susurró.

—Potter lo vio.

—Tengo que verlo...

—No.

—¡Tengo que verlo! ¡Él es mi amigo! —chillo parándose.

Snape maldijo a lo bajo y se paró—. Sígueme —gruño.

Con pasos temblorosos, Adhara camino hacia la enfermería, donde las puertas se encontraban cerradas, pero con un movimiento de varita, se abrieron.

El profesor detuvo a Adhara antes de que continuara.

—Adentro deben de estar los Weasley —ella asintió torpemente.

Con paso lento entro a la enfermería, todos la miraron. Por primera vez Harry vio a Adhara encorvada y con una mirada de profunda tristeza.

—Ad... —pero Harry no pudo terminar por que ella corrió hasta él para abrazarlo con fuerza.

La enfermería quedó en silencio, solo eran los sollozos de Adhara que se escuchaba mientras se abraza con fuerza del pecho de Harry. Los ojos esmeraldas de Harry se cristalizaron y un poco aturdido acarició el cabello de la joven.

—Perdón —susurró mirando a Harry, ella acarició la mejilla del chico con ternura—. Perdón —dijo con voz temblorosa, pero él negó.

—N-no pidas perdón —murmuró—. Fue mi culpa —dijo en voz baja—, todo fue mi culpa Adhara, todo, perdón, por favor perdóname —suplicó, Adhara asintió con su cabeza sin poder decir palabra alguna—. Y-yo... n-no se qu-que... no se que hubiera pa-pasado si yo...

—No sigas —suplicó tomando con cariño el rostro de Harry para poder admirar esos hermosos ojos esmeralda que tanto le gustan.

Las lágrimas de Harry recorrieron sus mejillas y Adhara se abrazó nuevamente del Gryffindor quien la tomó con fuerza.

Harry la volvió a abrazar y un perro soltó un ladrido.

Adhara ladeo la cabeza al verlo y el perro meneó su cola.

—Es Sirius —susurró en su oído Harry, ella trato de sonreír, pero le fue imposible.

—¿Estas bien? ¿Te hizo daño? ¿Él te hizo algo? —preguntó con voz temblorosa mientras mira a Harry, él negó lentamente.

—N-no —susurró—. Pero Ced-Cedric —Harry bajó la cabeza, Adhara asintió con lágrimas en sus ojos las cuales comenzaron a caer como si de una cascada se tratase.

—Lo sé —dijo apenas de una forma audible.

—Lo siento, Adhara, lo siento mucho —admitió Harry.

Su conversación se vio por terminada cuando Madame Pomfrey entró con una botella en manos.

—Bébela toda, Harry, es una poción para dormir sin soñar —dijo la sanadora.

Harry miro a Adhara y luego a los Weasley, ella se separó de él tallando sus ojos y Bill con ternura y comprensión tomo de los hombros a Adhara. Él joven no tardó mucho en tomar toda la poción.

Pronto, todo se volvió brumoso ante los ojos de Harry, quien trataba de pestañear para poder enfocar mejor su visión. Trato de ver a Ron, pero no podía identificar cuál de todos los pelirrojos era él y lo último que pudo ver antes de que su cabeza cayera sobre la almohada fue como Hermione abrazaba con fuerza a Adhara.


Nota de autora:

Minuto de silencio por que Cedric no podrá ver jugar a Adhara en el equipo de las Arpías de Holyhead, lpm me duele todo, no me hablen.

Ahora peda virtual por que es el cumple de Herms bebé 💕

Lots of love, Cici x

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