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13. Estrella en la tierra


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Los pasos de Adhara no son tan ruidosos en su camino hacia la biblioteca, sin mencionar que se ven amortiguados por los escándalos de Peeves, el poltergeist. Arreglo su bufanda de Slytherin al sentir un escalofrío y se abrazo a sí misma. El frío de invierno está comenzando a hacer presencia en el castillo y los terrenos de Hogwarts, por lo que dentro de poco, podrá estar disfrutando de la navidad.

Solo que por primera vez no estaría con su familia.

Al entrar a la biblioteca sintió la calidez entre los pasillos y libros; camino dedicando saludos a sus amigos de Hufflepuff y al encontrar una mesa sola y se sentó dejando los libros que había tomado en su paso. A lo lejos, diviso a la pandilla de Draco e hizo una mueca al ver como comenzaban a susurrar al verla.

Blaise le dedicó una pequeña sonrisa, pero Pansy le codeo para que dejara de verla. Adhara rodó los ojos, tomó su libreta e hizo inconscienteme una pequeña mueca, restó importancia al mojar su pluma en la tinta para comenzar a escribir.

Ingredientes para la poción de animagos.

1. Una hoja de mandrágora.

2. Un frasquito de cristal.

3. Rayos de luz de luna llena.

4. Un cabello del mago o bruja que realiza la poción.

5. Una cucharita de rocío.

6. Crisálida de polilla esfinge de la calavera.

Leyó una y otra vez la lista, golpeteando su pluma ligeramente en la mesa; sin poder evitarlo soltó un suspiro un tanto frustrada y tras unos minutos cerró la libreta con delicadeza.

Por más que desea convertirse en animago no es un buen año para hacerlo, para lograrlo tiene que tener una maxima concentración y para su desgracia este año no sería cuando sucedería ya le prometió a Harry ayudarle con el torneo y en realidad, eso es más importante que su transformación.

Unos libros cayeron en la mesa frente a ella, haciéndola sobresaltar. Al levantar su cabeza, se encontró con Hermione tomando asiento frente a ella, quien se ve muy decidida.

—Haré una revolución —Adhara la miró divertida.

—¿De qué? —preguntó interesada.

—En relación al P.E.D.D.O —explicó—, o como Ron lo ha llamado, Frente de Liberación de los Elfos Domésticos —Hermione rodó los ojos y Adhara sonrió un poco—. ¿Te unes?

—Claro, pero... mira, Herms, te seré sincera —ella se acomodó en su asiento—. No todos los elfos están de acuerdo con eso de recibir paga, me refiero a que al menos un 99% de los elfos se indignarían y probablemente saldrían de sus casillas... pero, me uno —dijo sonriendo un poco.

—Es que aun nadie se los ha propuesto —dijo rodando los ojos—. Pero mira a Dobby, el enserio se ve interesado, y no le molesta recibir pagar —Hermione alzó los hombros inocentemente.

—Cuenta conmigo —aseguró sonriendo—. Por cierto necesito tu ayuda —comentó jugando con sus manos.

—Te escucho.

—Debo entrar a la sección prohibida —Hermione alzó una ceja—. Para ir por el libro de animagos...

—Oh, Adhara, eso es peligroso —susurró Hermione—. He leído los que puede pasar si se realiza mal y... —ella no terminó, Adhara está haciendo ojitos y mirando con ternura a Hermione—. Bien, te ayudaré —murmuró sonriendo un poco.

—Gracias, Herms —dijo sin poder contener una enorme sonrisa—, por cierto, ¿alguna noticia de la segunda prueba?

—No, nada —respondió soltando un suspiró.

—Al menos, todavía tiene dos meses más —recordó.

—Sí, pero tiene que estar preparado para lo que sea que vaya a ser.

—Espero que nada peligroso —musitó Adhara jugueteando con sus manos.


...


Ver las Estrellas es uno de los pasatiempos favoritos de Adhara, es por eso que se encuentra mirándolas desde el patio de la torre del reloj. Está escondida detrás de la fuente por lo cual nadie la puede ver, al menos no alguien que pase sin prestar demasiada atención.

Soltó un suspiro con aire romántico y se abrazó muy fuerte de su abrigo mirando aun el cielo.

—Lindo, ¿no? —se sentó rápidamente al escuchar una voz a su lado, pero golpeó su cabeza con el borde de la Fuente, soltando una palabrota.

—¡Harry! —dijo en voz baja, acariciando su nuca—. Me has asustado —susurró.

Harry soltó una risita nerviosa y tomó asiento a su lado.

—Lo siento, es solo que andaba vagando por el castillo y... vi una bufanda salir, me causo curiosidad —comentó.

Adhara no noto la pequeña mentira del joven.

—Oh, que descuidada soy —murmuró ligeramente sonrojada.

Ambos se apoyaron en el borde de la fuente y Adhara suspiro mirando el cielo, donde las estrellas brillan con gran intensidad, en compañía de la luna.

—¿Siempre te han gustado las estrellas? —preguntó en voz muy baja Harry.

Como si no quisiera ser escuchado, aunque en ese momento se encuentran solos en la compañía de la luna y las estrellas.

—Sí —respondió Adhara de la misma manera—. Mamá me contaba historias sobre las estrellas todo el tiempo —miró de reojo a Harry él sonrió un poco—. Bueno, es que a ella también le gustan mucho —agregó—. Creo que es como algo familiar, a su madre también le gustaban —murmuró con una pequeña mueca.

—Oh, me habías dicho que tu mamá viene de una familia de sangre pura, ¿no es así?

—Sí —asintió con su cabeza—. Sí, así es. La gran mayoría está muerta —murmuró tranquila—. La otra parte... loca —carraspeó un poco incómoda—. Pero, esa herencia de nombrar a sus hijos con algo relacionado a las estrellas me gusta mucho —admitió.

Harry frunció el ceño y miró a la joven ladeando la cabeza.

—¿Adhara es una estrella? —preguntó curioso, a lo que ella asintió con su cabeza, sin poder evitar sonreír.

—Sí. Forma parte de la constelación de Canis Major —ella sonrió un poco y miro el cielo, Adhara achino un poco sus ojos y ladeo su cabeza—. El gran cazador —susurró, Harry la miró sorprendido—. No se ve muy bien desde aquí, pero mira —señaló—, creo que esa de allá debe ser Sirio o Sirius —miró a Harry con una sonrisa—, una de las estrellas más brillantes que se pueden ver desde la tierra —musitó señalándole.

Harry alzó su cuello, queriendo ver mejor la estrella.

—De aquí no se ven muy bien —agregó al ver a Harry quien hacía de sus ojos pequeños para tratar de encontrarla—, pero... de la torre de astronomía —Adhara silbó a lo bajo—, se ve perfectamente...

—¿Y por qué no las vemos desde allá? —preguntó sonriendo un poco.

Adhara miró a Harry sin poder creer lo que le estaba diciendo. Ver las estrellas con Harry suena como una fantasía.

—Por qué... —bacilo un poco antes de responder—, es medianoche y si alguien nos atrapa nos irá muy mal —susurró como si fuera obvio.

Harry miró a todos lados antes de pararse, el extendió su capa de invisibilidad y Adhara sonrió solo un poco.

—Te prometo que nadie nos atrapará —aseguró ondeando su capa de invisibilidad—. ¿Vamos? Quiero ver a Sirius desde cerca —Adhara tomó la mano de Harry que le ayudó a pararse y ambos se escondieron bajo la capa.

Harry tuvo que encorvarse solo un poco para que sus pies no se vieran, Adhara no tuvo problema con eso de la altura, y aunque se encontraba muy emocionada por ver las estrellas va caminando un poco nerviosa.

El motivo es simple: se encuentra muy cerca de Harry, ella nunca antes había sentido su corazón latir tan rápido cuando estaba a su lado.

Sentía que pronto iba a salirse de su pecho y comenzaría a correr para esconderse.

Harry por su parte mira Adhara quien tiene un brillo de emoción en sus ojos. Tenía que admitirlo, ante sus ojos se ve adorable. Nunca antes habían estado solo los dos bajo la capa de invisibilidad y eso le emocionó demasiado; en realidad, Harry está sorprendido por que Adhara suele ser demasiado recta como para romper las reglas, así que el hecho de que aceptara ir con él a la torre de astronomía le emocionaba, y mucho.

Por el sexto piso se encontraron con la señora Norris, que ronroneaba mientras caminaba de un lado a otro prohibiéndoles el paso, sin notarlos, por lo que Adhara se encargó de transformar uno de sus botones de su camisa en un escarabajo el cual arrojó en dirección al gato, quien no tardo en seguir al insecto.

—Y yo que tenía planeado patearla —susurró Harry, haciendo que Adhara soltara una risita.

—Harry, no maltratamos a los animales —respondió Adhara dándole un ligero golpe en el brazo, haciendo que ahora el comenzará a reír.

—Cierto, cierto, una disculpa —agregó rápidamente.

El resto del camino fue silencioso, miraban a ambos lados para no toparse con el horrible conserje Filch o algún otro profesor, pero la suerte estuvo de su lado ya que no había ni un fantasma rondando por los pasillos.

Subieron las escaleras de la Torre de Astronomía de la misma manera, primero el pie izquierdo, seguido del derecho y así sucesivamente hasta llegar al aula de astronomía, donde Harry dejo la capa en el piso y Adhara tomo de su mano para guiarlo al gran telescopio que sobresale de la torre.

Tomó su mano y Harry casi tropieza con una mesa por que el contacto es tan cálido que le provoca una extraña sensación en la boca del estomago.

—Allí, allí está Sirius —le hizo ver por el telescopio y Adhara sonrió.

Harry se ve fascinado.

—Increíble —susurró con una sonrisa.

Ambos se fueron a sentar a la baranda, apoyándose para mirar el cielo. Adhara soltó un suspiro con una pequeña sonrisa y Harry pego su mejilla a la baranda mirando a Adhara.

—¿Qué? —preguntó Adhara—. ¿No te gustan las estrellas? —curioseo al ver como Harry no miraba al cielo.

—Oh, estoy viendo a una —Harry la señalo y Adhara negó con su cabeza y una pequeña sonrisa nerviosa apareció en su rostro—. Digo, eres una estrella en la tierra —aclaró.

Adhara alzo su mirada procurando no sonrojarse, claro que eso fue imposible ya que sentí su rostro arder, señal de que estaba sonrojada.

—Todos lo somos —aseguró tratando de no sonar nerviosa—. Somos polvo de estrellas para después regresar a donde pertenecemos —explicó tranquila y con una pequeña sonrisa.

—No sé si eso me da miedo o me parece hermoso —murmuró Harry con confusión, por lo que Adhara soltó una risita.

—Hermoso, debe parecerte hermoso —respondió tranquila—. Cuando era pequeña decía que las estrellas eran mis hermanas —admitió mirando a Harry de la misma manera que él la estaba mirando—. A Dora le molestaba eso —musitó, a lo que ambos comenzaron a reír.

—Tiene sentido que te llames Adhara —murmuró Harry.

—¿Por qué lo dices? —preguntó confundida, viendo cómo Harry miraba al cielo para soltar un suspiro.

Harry regreso su vista a Adhara, sin poder evitarlo extendió su mano para acariciar la mano de Adhara, dando trazos con su dedo.

—Eres una luz para todos los que te rodean.

—¿Eso crees? —susurró sonrojada.

—Al menos, lo eres para mí —aseguró tranquilo.

Sin más, ambos regresaron su vista de nuevo al cielo nocturno y admirando las estrellas, Adhara no podía de dejar de admirar la luna menguante que adornaba el cielo de diciembre, Harry de vez en cuando miraba con una pequeña sonrisa a Adhara.

Y sus manos se mantienen ligeramente entrelazadas por que es cosquilleo que ambos sienten les provoca una emoción inexplicable.


...


La noche que Harry y Adhara vieron las estrellas juntos era un secreto, su secreto, por lo que ni Ron ni Hermione, Daphne o Theo tenían conocimiento acerca de esa, y les gustaba, les gustaba saber que tenían momentos.... íntimos.

Pero eso pasó hace una semana y ahora de lo que todos hablan es del baile de Navidad, el cual ya se ha anunciado y por lo que todos están muy emocionados.

Salvo por Adhara.

La joven estrella miró a Daphne y a Tracey, ambas están hablando con emoción acerca del baile de Navidad y de sus vestidos, resopló un tanto aturdida por el tema y regresó su vista de nuevo a la revista de quidditch que sale cada mes con nuevas noticias de los equipos de Gran Bretaña ignorando el tema de conversación.

Eso de tener que llevar a alguien como pareja le pone un poco nerviosa.

Muy nerviosa.

—Ad, ¿a quién llevarás? —preguntó Tracey emocionada, obligándola a formar parte de la conversación.

—No lo sé —musitó sin despegar la vista de la revista.

—Escuche que Blaise te quería invitar —dejo de leer la revista para ver a Daphne, quien tiene una sonrisa burlona—. No me mires así, los murtlaps estaban hablando de las personas a las que querían invitar y Blaise te menciono —dijo refiriéndose a la pandilla de Draco.

—Uh... Blaise es guapo —susurró Tracey con emoción.

—Y un imbécil —recordó Adhara poniendo los ojos en blanco—. Díganle que se ahorre la molestia, negaré la invitación —sin más, regresó su vista a la revista, un tanto incómoda.

—Pero, Ad —chillo Tracey—... oh, espera —musitó ladeando una sonrisa—, es que tú quieres ir con... —ella se inclinó frente a Adhara, quien la miro confundida—. Potter —susurró sonriendo.

Daphne comenzó a reír por el sonrojo de Adhara.

—Claro que no quiero ir con él —negó rápidamente.

—Sí, ajá —murmuró Daphne—. Ad, estás todo el tiempo con él.

—Sí y con Ron y Hermione —les recordó—. Mis amigos —las rubias rodaron los ojos.

—Hum, no lo sé, me parece que es falso eso de que solo lo ves como tu amigo.

—Por si no lo saben, Harry y yo somos muy buenos amigos —aseguró con voz calmada y propia—. Es como Daphne y Theo —señaló, Daphne achino los ojos y alzo una ceja.

—No creo —murmuró muy segura—. Si fuera como mi amistad con Theo entonces estuvieran peleando todo el tiempo —aseguró sonriendo.

—Son raros —admitió Adhara—. Como sea, ¿ya les pidieron ir al baile? —ambas negaron—. ¿Van a esperar a que alguien les pregunte? Digo, es muy fácil ir y pedírselo a algún chico...

Tracey chillo como si eso fuese algo prohibido de hacer.

—Pero se supone que ellos nos lo deben de pedir —dijo Tracey, Adhara negó soltando una risita.

—No obligatoriamente —respondió levantando los hombros—. Pero si quieren, les puedo ayudar —ella cerró la revista y cruzó sus piernas—. Dime, Tracey, ¿con quién te gustaría ir al baile? —preguntó con ternura.

—Su nombre es Adrien Le Burn y es de Beauxbatons —respondió soltando un suspiro, Daphne y Adhara se miraron un tanto divertidas—. Hemos hablado un par de veces, su mamá es escocesa y quería que estudiara en Hogwarts, pero terminó estudiando en Francia como toda la familia de su papá —explicó—. Tiene un acento tan lindo —se apoyó en el sillón y miró a Adhara.

—¿Es con el que estudiaste pociones? —ella asintió con emoción—. Sí, lindo —aseguro—. Descuida, me las ingeniare para que te invite a salir ya que tu no lo harás —murmuró rodando los ojos—. ¿Qué hay de ti, Daph?

—¿Yo? Oh, no, yo no necesito a ningún chico para ir al baile —Adhara levantó una ceja divertida—. Pero seguro termino yendo con Theo porque es un fracasado y no conseguirá pareja —dijo algo burlona.

—Ajá, sí —le ignoró Adhara.

—Oh, rayos, debo irme, tengo que ir al club de teatro —Tracey se paró de un brinco y salió corriendo de la sala común, Adhara se inclinó frente a Daphne.

—Ya que se fue la parlanchina —canturreó poniendo nerviosa a Daphne—, dime, ¿quieres ir con Georgie? —las mejillas de Daphne se pusieron muy rojas, pero ella negó con dureza.

—¿Bromeas? No, para nada, ¿Weasley y yo? —ella pensó que decir—. Ew —Adhara le dio un codazo por la falsa mueca que había hecho y comenzó a reír.

—Sí, claro, voy a creer que tú te estás expresando así de alguien —ironizó la joven sonriendo—. He visto sus miraditas, ¿uh? Es lindo —canturreo.

—No, no, es un idiota —aclaró con un dedo al aire.

—¿Quién es un idiota? —Theo se dejó caer en el sillón al lado de Daphne, pasando un brazo por los hombros de la chica.

—Tú —respondieron al unisón las amigas, dejando al pecoso un tanto indignado.

—Gracias y yo que venía a pedirles ayuda —bufó rodando los ojos.

—¿Qué necesitas? —preguntó Adhara curiosa.

—En realidad, venía contigo —dijo Theo señalándole—. Dudo que esta rubia oxigenada pueda ayudar —Daphne lo miró ofendida.

—¿Oxigenada? Tú eres un hueco —gruñó.

—Cómo sea, ignoremos el zumbido que se escucha, debe andar una mosca por ahí —Adhara sonrió al ver como Daphne le pegaba—. Quiero invitar a Hannah Abbott al baile y tú eres amiga de todos en Hogwarts—le recordó Theo.

—Yo no soy amiga de todos en Hogwarts—murmuró Adhara con el ceño fruncido.

—Bueno... eres amiga de todos los Hufflepuff —se corrigió Theo—. ¿Sabes si le gustan las flores? ¿Los chocolates? ¿Le gustan los dulces? ¿A quién no le gustan los dulces?

Ambas amigas se miraron irritadas, cuando Theo está nervioso, le da por hablar hasta por los codos.

—Theo basta, ya entendí —le interrumpió Adhara, ella dejo la revista en la mesa—. Iré a buscarla, hablare con ella y ¿qué te parece si se encuentran en el patio? —él asintió muy emocionado.

—Sí, sí, sí —Adhara sonrió con ternura a su amigo.

—Genial, ¿quién lo diría? Soy cupido —murmuró parándose.

—¿A dónde vas? —preguntó Theo.

—A hacer mi magia —hizo un movimiento delicado con sus dedos y salió de la sala común.

Daphne y Theo se miraron un tanto divertidos al ver como Adhara se menea con delicadeza saliendo de la sala común de Slytherin.


Nota de autora:

Como cuando puedes juntar parejas pero no te puedes juntar con tu crush, e f e

Yo nada más vengo a decir que se viene un drama 🥴

BTW ya casi son 10k lecturas y ya les estoy preparando una sorpresa 🤧

Lots of love, Cici x

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