Septiembre 10

Hace ya un par de semanas había entrado a la universidad, mi mejor amigo Jin se había ausentado después de que se había roto una pierna por jugar al Fútbol Americano, es muy torpe para practicarlo, y era por esa razón que estaba sola siempre al igual que un chico de mi clase, él era muy extraño, se llama Taehyung, no hablaba, no participaba, no sonreía, no comía, o se desaparecía y quién sabe a donde demonios iba, y lo peor es que estaba como yo, solo, siempre se la pasaba sentado en la hora del descanso viendo a las personas que caminaban de un lado a otro, todos los días iba acompañado de un cubre bocas, no se lo quitaba para nada, era muy extraño, tal vez algo estaba mal conmigo cuando pensaba que él tenía unos ojos atractivos.

Algunas veces me lanzaba una mirada amenazante y hasta eso me ponía los pelos de punta, no sé qué es lo que pasaba en su vida, dudaba si debería hablarle ya que será imposible sacarle algunas palabras de su boca, ese chico era difícil de tratar y en definitiva muy misterioso.

Llego a casa después de un largo día fuera de mi cama, mamá nunca estaba, siempre trabajando, cuando solía salir a una hora temprana de la universidad todos los días pasaba por mi hermano pequeño para cuidarlo, pero ahora no, ahora era la vecina la que cuidaba de él toda la tarde. Crucé calle para ir a la casa de la vecina e ir por mi hermano, que este no tardó en salir y darme un cálido abrazo, en serio lo quería mucho a pesar de que a veces se pasará de la línea, después de dar las gracias a la vecina, nos fuimos a casa.

— ¿Quieres ver alguna película? — Le pregunté a mi pequeño hermano. Él asintió con la cabeza.

— ¿Cuál quieres que veamos? — YoungJae puso su dedo índice en su mentón pensando.

— Cualquiera que no sea de Terror — Reí ante su comentario, era un niño muy tierno.

— Muy bien. Pero antes tienes que ir a hacer las tareas — Su cara cambió por completo, ahora reflejaba decepción.

— Está bien — Caminó hacía a su habitación con la mirada fija en el suelo, mamá siempre decía que era mejor hacer las tareas antes que hacer otra cosa, y vaya que tenía razón, Jae me veía como su madre, pues cuido de él casi todo el tiempo, ya que nuestra mamá se la pasaba en el trabajo, y la verdad es que le creo, un día pasé a verla a su trabajo, y tenía documentos regados por todo su escritorio, de tan sólo verlo, me dolía la cabeza, y hasta eso no la veo más que un rato por las mañanas y otro por las noches, mi hermano y yo nos la pasábamos en casa solos, haciendo cualquier cosa, papá murió siendo militar hace años y mamá prefirió trabajar para mantenernos a ambos, era un gran reto para ella.

Ya que mi hermano fue a hacer sus tareas, aproveché la oportunidad y decidí hacer las mías. Pasé a quebrarme la cabeza con las fórmulas, Jae se quedó dormido en la mesa mientras hacia la tarea. Acto seguido encendí la televisión para ver si mi vista captaba algo interesante y no aburrirme, iba a apagarla de nuevo, pero una noticia captó toda mi atención.

Un joven de veinte años de edad fue encontrado muerto. El joven desapareció en el transcurso de la semana pasada, testigos dijeron que él iba camino a su casa a las 21:47, pero desgraciadamente él no llegó, su nombre era: Jeon JungKook, las autoridades estuvieron buscándolo, pero no hubo ningún rastro de él, ni nada que pudiera dar indicio de que estuviera por la zona. Hasta que el día de ayer, nueve, los policías encontraron su cadáver a la orilla de el río Yangjaecheo, el asesino del cual aún se desconoce por completo su identidad, lo golpeó y apuñaló diez veces con una navaja, él sigue estando en las calles de Seúl, y por este gran motivo, les pedimos que vayan con cuidado a altas horas de la noche, debemos impedir que esto se haga grande y que más personas pierdan la vida. Gracias. 

Mi barbilla ya me llegaba hasta por los suelos, él era mi compañero de pupitre y hace apenas una semana habíamos hecho un trabajo juntos, y esa era la razón por la que no había ido a la escuela, estaba en shook, me sentía pérdida de todo, tal vez porque había salido en las noticias apenas, ahora puedo entender la razón del porque su madre había puesto un pie en la universidad, ella se veía destrozada por la muerte de su hijo, todo esto se estaba volviendo extraño, era una muerte misteriosa, nadie sabe quién lo asesinó, y quién sabe hasta cuándo se vaya a saber.

Me levanté de la silla para dar a por un vaso de agua, tras esa noticia, me había sentido mal, hasta que sonó el teléfono, antes de que abriera el refrigerador decidí atender la llamada, lo hice y esperé por un ¿Hola? o un Buenas noches, pero sólo recibí un suspiro de parte de la otra línea, lo cual se me hizo extraño, sin pensarlo colgué, me di vuelta y seguí con mi decisión de tomar un vaso de agua, pero no giré por completo hasta que sonó el teléfono de nuevo, acto seguido lo vuelvo a tomar y de nuevo recibí de respuesta un suspiro, pero este ya con un efecto pesado.

— Si esto es una maldita broma, no tiene ni una pizca de gracia, ya no moleste — Y di de azote el teléfono, esta vez pude seguir con mi vaso de agua. Fui al comedor para seguir con mis deberes, volvió a suceder lo mismo, el teléfono sonando en la cocina, está vez no decidí coger la llamada, dejé que el teléfono sonará hasta que se callará, mis ganas de que se callará ya, sucedió, pero éste duro un minuto de silencio. Jae se levantó de la mesa, ya había despertado de su quinto sueño y fue a la cocina, no le tome importancia porque sabía que iba por algo de comer o por algo de deber, el tono del teléfono volvió a sonar pero rápido se calló, lo que se me hizo extraño, pero nunca pensé que la delicada voz de Jae, fuera a responder. Mierda. Me levanté lo más rápido posible para ir, cuando llegue a la estancia él sostenía el teléfono en una de sus pequeñas manos.

— Si, ella está aquí... ¿Quien eres? ¿Eres novio de mi hermana? — Fruncí el entre cejo a lo que preguntó Jae. Rápido le quité el teléfono de las manos, se me vino a la mente Jin, pero Jae sería capaz de reconocer la voz de Jin aunque la cambiará, entonces, no era él...

— ¿Hola? — Fue un segundo de silencio, empecé a escuchar esa respiración entre cortada de nuevo.

— Con que eres tú... De verdad que tienes las bolas para seguir llamando ¿Para que llamas?... — Esa persona tan misteriosa no pronunciaba ninguna palabra y tal vez no se esforzaba, solo su fuerte respiración se escuchaba del otro lado de la línea.

— ¿No vas a contestar? Bien, porque a partir de ahora ya no vas a llamar...— Colgué. Mi paciencia tenía límites como para soportar a un cabrón que solo hace estúpidas llamadas. Desconecte el teléfono para que no hiciera otra llamada. Al terminar con esto, noté que Jae seguía ahí, él estaba sorprendido.

— Ya no volverá a llamar... — Me puse a su altura y acaricié su cabello.

— ¿Por qué hiciste eso? — Mira hacia el teléfono y después me mira a los ojos.

— Porque molestaba mucho, cariño — Sonreí pero él seguía confundido.

— Pero, él me dijo que era tu novio, quería hablar contigo, pero le colgaste ¿Acaso estas enojada? — Di un suspiro. Todo esto era muy extraño, yo ni siquiera tenía novio, era la primera vez que me sucedía está situación.

— ¿Sabes cómo era su voz? —

— Mm... — Quería qué el pequeño me diera tan solo una pista de lo que escucho, porque le creo, si fuera una broma, su sonrisa aparecería en cualquier momento y de una manera muy fácil.— Su voz era muy grave, y me dijo que quería hablar contigo, eso es todo.

A pesar de que Jae era muy pequeño, era demasiado inteligente como para no percatarse de nada. Me quedé mirándolo un rato sin decir palabra alguna.

— Bueno, ¿Terminaste tus deberes? — Él asiente, me levanto y lo tomo de la mano para ir de nuevo a la mesa. Decidí dejar de hablar del tema, esta situación debería resolverla yo, y no meter a mi hermano. Al llegar a la estancia guardamos nuestros cuadernos en las mochilas. Desde que llegamos queríamos ver una película, salimos de la casa para ir por todo lo que se llamará chucherías, caminamos por unas calles, Jae iba jugando con sus pasos mientras caminaba, llegamos a un establecimiento.

Él corría por los pasillos para tomar alguna que otra comida chatarra, después de tomar todo, fuimos a la fila, una de ellas se me hizo conocida de tan solo ver su espalda, era Taehyung, quién llevaba un montón de chucherías al igual que nosotros, él sin mirarlo me volteó a ver de reojo, hasta que dio la vuelta completa quedando frente a mí, él me hizo un ademán para que cambiáramos lugares, que yo quedara antes que él, fue algo extraño, era la primera vez, y no podía olvidar que afuera de la universidad también usará ese maldito cubre bocas, no se lo quitaba, sólo su nariz sobresalía un poco, donde se podía notar un pequeño lunar en ella, y su mirada amenazante y tierna estaba ahí de nuevo.

Jae y yo llegamos sanos y salvos a casa, mientras él ponía la película, yo preparaba las palomitas en el microondas, mi celular sonó, pero no le tomé importancia, ya que debería ser Jin, y talvez se haya inventado otro de sus chistes malos para mandármelos. Terminé con esto y las lleve al living junto con el pequeño quién ya estaba sentado viendo la película.

— ¡Ey! Debiste ponerla cuando yo viniera — Me senté a un lado de él, sin mirarme, contestó.

— Lo siento, no pude aguantar más — Reí. Y acaricié su cabeza, y de nuevo un mensaje. Saqué mi celular de mis bolsillos y lo encendí, este tenía dos mensajes de un número desconocido, sin pensar en las consecuencia los abrí.

No debiste de desconectar
el teléfono...

Conéctalo, sé lo que te digo.

Quise contestarle pero, no tenía la sensación de que fuera algo bueno.

¿Ahora tu no vas a contestar?

Porque tengo las suficientes
bolas de seguir jodiéndote...

Mierda, esto empezaba a asustarme, ¿Quién demonios tiene mi número como para estar asustándome de esta manera? Las miles de llamadas y los mensajes, me decían que si seguía sin responderle esto podría llegar lejos, más de lo normal. Al principio pensé que esto era una maldita broma, pero, esto si que ya me tenía jodidisíma. Lo peor es que yo no conozco a aquella persona, y esa persona tal vez sepa de todo sobre mí.

¡Contéstame!

Ahora eres tu la que no tiene
ovarios para responderme

Sé que ahora mismo estás leyendo
mis mensajes, no te preocupes que
no te haré daño, a menos que no
me respondas...

Apagué mi celular por completo, y seguí viendo la película, fingiendo que me importaba, pero es que en realidad ahora mismo me importaba un carajo la estúpida película, estaba preocupada, si, lo estaba, ¿Quién demonios no lo estaría? Tenía las esperanzas de que esto fuera otra de esas estúpidas bromas pesadas de Jin, volví a encender mi celular, para llamar a Jin y confirmar que esto fuera una broma.

— ¿Jin? —

— ¿Qué ocurre? —

— Creo que ya es algo inmaduro de tu parte que me hagas bromas, ¿No es así? — Jin ríe del otro lado.

— ¿Qué broma, mujer? — Joder.

— Dime la verdad... —

— No, yo ahora mismo no estoy para estar haciendo bromas, estoy muy ocupado... — Fruncí el ceño, ¿Qué podría estar haciendo? Si tiene la pierna lastimada.

— ¿Qué estas haciendo? Mándame una foto —

— Creo que no querrás saberlo, me estoy dando amo... — Lo interrumpí.

— Retiro lo dicho sobre la foto agh — Hice un sonido de asco —. Ya te llamó después... — La verdad es que le creo, Jin es capaz de mentir, pero no mentir sobre eso. Al terminar de colgar, otro mensaje de ese número desconocido.

Te pido por favor que me contestes...

Esta vez decidí responderle, por la razón de que uno de los mensajes anteriores los sentí como una amenaza.

¿Qué quieres? Ni siquiera te
conozco

No tardó en responder.

Claro que me conoces, y no
puedo dudarlo,

sé perfectamente que me has visto :)

Hazme un favor quieres...

  ¿Qué clase de favor?

De esos favores que siempre
se pueden hacer de la mejor
manera y no de la mala...

¿Qué favor?

No me dejes de escribir

Dime tu nombre...

No puedo decirte
mi nombre :)

Pues así no puedo ayudarte,
lo siento :(

¡Ni se te ocurra dejar de escribirme!

¿O qué?

¿Lo quieres hacer de la mala manera?
Porque no sabes de lo que soy capaz...

Parte uno terminada// ¿Quieres que la siga?

...