Toda persona tiene una marca en la muñeca, cómo un tatuaje que aparece en una cierta etapa de la vida. La marca son tres letras; las iniciales del nombre y apellidos de tu alma gemela, está marca se borra apenas conoces a aquella persona a la que estás destinada a estar, convirtiéndose en un pequeño tatuaje en forma de corazón, lo cual indica que has encontrado a tu persona indicada.

Sin embargo, no todos tienen la misma suerte de que su alma gemela viva en el mismo país siquiera. Algunos otros jamás conocieran a su alma gemela que vive del otro lado del mundo.

Excepto si eres Freddy Fazbear y simplemente compras un boleto de avión para ir al país de tu alma gemela que vive a ocho horas de tu país. Si, el alma gemela de Freddy no vivía en Francia como él quisiera que fuera, después de mucho tiempo en busca de él, dió con la ubicación del amor de su vida.

Sinaloa, México.

¿Freddy quería morirse ahí mismo? Si.
¿Iba a darse por vencido? No.
¿Iba a pagarle el vuelo y todo a aquel hombre para tenerlo con él? Estaba claro que sí.

Freddy no iba a dejar que una simple separación de ocho horas entre países lo detenga de conocer al amor de su vida. Porque si, Freddy estaba seguro de que aquel hombre iba a ser su esposo y el padre de sus ocho hijos.

-Freddy, no puedes simplemente ir a casa de mi primo y decirle eso-Chica regañó a su mejor amigo que estaba sentado en su camita con los bracitos cruzados, el puchero pequeño y el berrinche que estaba haciendo.-Se realista, Freddy.

-¡No quiero~! ¡Lo quiero a él!-tiró su peluche al suelo. Después de unos segundos se levantó a buscarlo, lo sacudió y lo puso en su cama.-¿Por qué dices eso? Estoy siendo realista... En mi vida pagar por un viaje de Francia a México es realista.

--En la tuya, en la de mi primo no.

-Chica, si él estuviera tan feliz dónde está no hubiera publicado que lo saquen de México.-la miró con un puchero.

-Eso es un chiste, Freddy. Literal, es un chiste.

-¿Por qué sería un chiste pedir que te saquen de tu país?-preguntó confundido.

Chica se le quedó viendo. Se notaba que Freddy había vivido desde pequeño una vida llena de privilegios.

-¡Cómo sea! No seas un loco, Freddy. Por lo menos mándale ahí un mensaje o algo, lo vas a asustar si solo llegas así a decirle que agarre sus cosas porque lo vas a sacar de México.

Freddy ya tenía su plan listo.