029. what a feeling to be right here...
CUANDO SPENCER ENCONTRÓ A ELEANOR, su corazón latió sin control, el gran nudo que había sentido en el estómago por fin había desaparecido, sus manos dejaron de temblar ante los nervios, por fin sentía que podía respirar sin dificultades. La pesadilla había terminado.
— Estás... estás sangrando— dijo Eleanor viendo el líquido rojo caer por el rostro del castaño— ¿Estás bien?
— Estoy bien, no tienes de que preocuparte. Lo único que importa en este momento es que tú estás bien— sonrió el castaño sintiendo su corazón latir sin control
— ¿Dónde... dónde está Adrian?— preguntó Eleanor al darse cuenta que aunque la hubieran encontrado, aún existía el riesgo de que él pudiera volver— ¿Lo atraparon? Por favor díganme que la pesadilla terminó y que no voy a tener que volver a lidiar con ese sujeto...
Spencer volteó a ver a JJ, quienes no estaban muy seguros de como debían dar las noticias sobre Adrian.
— Eleanor...— dijo Spencer con nervios— En realidad...
— No me digas que escapó— negó Eleanor mientras intentaba ponerse de pie
— No, no realmente— negó ahora él— Escucha... esto tal vez sea complicado de escuchar, pero no existe manera de decirlo de manera delicada...
— Spencer, solo dime lo que pasó— suplicó la pelinegra
— Tu padre está muerto— soltó Spencer, haciendo que la chica junto a él sintiera sus piernas flaquear por unos instantes— Falleció hace unos minutos mientras intentaba escapar
Eleanor no sabía como procesar aquella noticia. No podía decir que se alegraba, pero tampoco que le entristecía... era como si se encontrara en un extraño punto medio.
— ¿Entonces es seguro irnos?— preguntó Eleanor sin expresión alguna— ¿Puedes llevarme con mi hermana? Necesito un abrazo de Sabrina...
Spencer volteó a ver a JJ, quien asintió.
Aún había cosas que Eleanor debía de saber, sin embargo, eso podría esperar. Lo importante en esos momentos era que la habían encontrado y que estaba a salvo.
Entre Spencer y JJ tomaron a Eleanor para ayudarla a caminar, necesitaban sacarla por la parte trasera del lugar sin que se diera cuenta de todo lo que pasaba en el centro del terreno.
Esto iba a ser demasiado complicado de procesar para Eleanor, pero Spencer no tenía la intención de dejarla sola en todo este proceso.
(...)
Cuando Eleanor llegó al hospital, lo hizo desmayada. Había pasado por tantas emociones durante las últimas horas, que para Spencer no fue extraño el verla caer en cuanto la subieron a la ambulancia.
Los paramédicos la revisaron al momento e informaron lo que él ya sospechaba, que todo era producto del estrés, pero que a simple vista, parecía que todo estaba en orden.
Algunas lesiones por las cadenas, pero a simple vista todo bien, sin embargo, por insistencia de Spencer, la pelinegra ahora iba de camino al hospital.
— ¿Dónde está mi hija? ¿Está bien?— preguntó Felicity al ver a Spencer llegar al hospital
— Está bien, la encontramos sana y salva— sonrió él haciendo que Felicity comenzara a llorar por la alegría— Los doctores la están revisando para descartar daños por la exposición al fósforo. ¿Cómo está Sabrina, Louis, Olivia y su familia?
— También están bien. Hace un rato firmé para el alta de Sabrina, la madre de Louis está arreglando todos los papeles y Olivia ya está también arreglando los de su hermana y madre— sonrió Felicity con gran alivio— ¿Y Adrian... lo arrestaron?
Hubo un momento de silencio. Era como si Spencer estuviera buscando la manera de contar todo lo que habían descubierto.
— Adrian está muerto— dijo, haciendo que Felicity cubriera su boca con sus manos por el asombro— Además, arrestamos a dos hombres, quienes deducimos son a quienes les debía dinero
— ¿Y que hacían ellos ahí?— preguntó Felicity confundida
— Al parecer... Adrian prometió entregar a Eleanor a esos hombres para cubrir su deuda— contestó Spencer sintiendo nuevamente el coraje por revivir ese momento
✧✧✧
— ¡Alto! ¡FBI!— gritó Hotch apuntando con su arma a un grupo de hombre
Tres hombres intentaron correr para alejarse de las armas. Uno de ellos fue reconocido de inmediato por Spencer como Adrian Cross
Sin pensarlo dos veces, se lanzó tras él.
—¡Reid, espera! —gritó Morgan detrás de él, pero Spencer apenas lo escuchó.
Adrian se movía con rapidez, esquivando cajas y estructuras dentro de aquel almacén abandonado. Pero Spencer estaba decidido. Su respiración era pesada, su corazón latía con fuerza, pero no iba a dejar que se escapara.
Cuando vio la oportunidad, se lanzó con todo su peso contra él, derribándolo al suelo con un impacto seco. Adrian gruñó, intentando zafarse, pero Spencer reaccionó más rápido.
— ¿¡Dónde está Eleanor!?— preguntó Spencer apuntando con su arma
— Yo a ti te conozco, eres el policía estaba afuera del hospital con mi hija— reía Adrian con burla— Pero empiezo a creer que eres más que un policía
— No lo volveré a repetir, ¿En dónde está Eleanor?— volvió a preguntar ignorando los comentarios del hombre
Adrian soltó otra risa burlona, mientras intentaba forcejear para liberarse.
Spencer no sabía de dónde había salido aquella fuerza, pero nada de eso importaba, no cuando Eleanor aún podría encontrarse en peligro.
Morgan llegó a los segundos.
— Chico, lo tenemos, baja el arma— le dijo el moreno en un intento de calmarlo
Pero Spencer no lo escuchaba. La furia le nublaba la mente, la preocupación lo estaba devorando desde dentro. Lo único que veía era el rostro burlón de Adrian, el mismo rostro del hombre que le había arrebatado a Eleanor.
— Aún necesitamos que nos diga en dónde está Eleanor
Aquellas palabras parecieron traer de vuelta a Spencer, cosa que lo hizo aflojar el agarre en contra del hombre, quien aprovechó el descuido para darle un fuerte cabezazo al castaño.
Todo pasó tan rápido.
Spencer retrocedió tambaleándose, sintiendo el calor de la sangre deslizándose por su rostro. El dolor fue instantáneo y punzante, nublándole la vista por un segundo.
—¡Reid! —Morgan intentó sujetarlo, pero la distracción le costó caro.
Adrian se puso de pie en un solo movimiento y se lanzó hacia la salida.
Spencer levantó su arma intentando apuntarle, sin embargo, su visión era demasiado borrosa para un disparo certero.
— ¡Adrian Cross, baja el arma!— se escuchó a Morgan
Lo siguiente que Spencer escuchó, fue la detonación de un arma.
Morgan le había disparado a Adrian antes de que este pudiera escapar.
Adrian Cross había muerto sin haberles dado la información sobre Eleanor.
— ¡Chicos, necesito apoyo para abrir una puerta!— gritó JJ llamando la atención de Spencer, quien importandole poco el mareo por el golpe, se apresuró a llegar hasta donde se escuchaba la voz
Sin dudarlo, corrió con todo lo que sus piernas le permitieron, empujando su cuerpo más allá de su límite. Su corazón latía con fuerza, la adrenalina bombeaba en sus venas, y sus manos sudaban ante el terror de lo que podía encontrar al otro lado de esa puerta.
¿Y si habían llegado tarde?
El pensamiento le heló la sangre.
Mientras avanzaba, una voz interrumpió sus pensamientos:
—El tipo nos debía dinero... nos aseguró que tenía un par de hijas muy bellas para pagar su deuda. Aunque claro, solo nos dejó elegir una, ¿Y cómo rechazar a la famosa Eleanor Howey?
Las palabras le cayeron como un balde de agua fría.
Spencer giró la cabeza justo a tiempo para ver a Rossi estrellar a uno de los detenidos contra la pared con más fuerza de la necesaria.
— El viejo ya no tiene buena vista, lo siento— dijo Rossi de manera irónica
El hombre se quejó de dolor, pero Rossi lo ignoró por completo.
Spencer apenas se dio cuenta de que había apretado los puños. Su respiración se volvió más pesada, su mente rugía de rabia.
¿Eso era para ellos las hermanas Howey? ¿Una moneda de cambio?
Pero no podía perder el control ahora.
No.
Se obligó a seguir corriendo. Ella lo necesitaba.
✧✧✧
— Siempre supe que Adrian era capaz de cosas terribles... pero nunca de hacer tratos con sus propias hijas— dijo Felicity con lágrimas en los ojos— ¿Qué clase de monstruo les di a mis hijas como padre? ¿Qué clase de madre soy?
— No es su culpa. Eleanor me habló sobre como fue su infancia y se que usted siempre buscó el bienestar tanto de Sabrina como el de ella— intentaba consolar— Se que eligió separarse de Adrian por el bienestar de sus hijas, aún cuando eso equivalía un desgaste emocional y físico bastante fuerte. Señora Howey, usted es una gran madre y sus hijas lo saben
Felicity levantó la mirada agradecida por las palabras del castaño.
— Que afortunada fue mi hija al encontrarse contigo— sonrió la mujer cálidamente
— El afortunado soy yo por conocerla
(...)
Eleanor
Desperté temiendo que todo lo que había vivido hubiera sido un sueño, temiendo que el rescate hubiera sido producto de mi imaginación en un intento desesperado de salir de todo ese horrible panorama.
Pero entonces vi la luz blanca de la habitación de hospital, sentí la calidez de las sábanas y el leve pitido de las máquinas a mi alrededor. Era real.
Cerré los ojos un instante, dejando que el alivio se mezclara con el cansancio. Mi cuerpo pesaba como si hubiera corrido kilómetros sin detenerme. Un leve movimiento a mi izquierda me hizo girar la cabeza. Una enfermera. Estaba escribiendo algo en mi expediente, su bolígrafo deslizándose con suavidad sobre el papel.
— Hola... ¿Sabe dónde se encuentra mi hermana?— pregunté con la voz algo débil— Se llama Sabrina...
La enfermera levantó la vista y me dedicó una sonrisa tranquila.
— ¡Oh, despertó, excelente noticia!— exclamó la enfermera al verme— Su hermana se encuentra junto con su madre, ambas la esperan en compañía del resto de sus amigos. ¿Gusta que los haga pasa o quiere un momento a solas?
— Que pasen... los quiero ver— sonreí debilmente
Mi sonrisa fue pequeña, pero sincera.
La enfermera asintió y salió, dejándome unos segundos a solas con mis pensamientos.
Fue entonces cuando noté los globos en la esquina de la habitación, los mensajes de "Mejórate pronto" escritos en colores vibrantes, los peluches de formas graciosas acomodados junto a la mesita de noche. Reí, aunque mi risa fue más un suspiro tembloroso.
Podía imaginar a mis amigos comprando lo primero que encontraran, discutiendo entre ellos sobre qué me haría sonreír, porque sabían que lo necesitaba.
Y lo lograron.
Dios... qué suerte tenía de seguir aquí.
Qué suerte tenía de tenerlos,
Me sentía agradecida con la vida por permitirme estar en esta habitación, por permitirme continuar en la vida de mis amigos, por permitirme salir de ese horrible momento... pero en especial estaba agradecida con Spencer por salvarme.
Porque sin él... no sé qué habría pasado.
— ¡Eleanor!— gritó una voz que me hizo voltear
Ni siquiera tuve tiempo de reaccionar antes de que se lanzara sobre mí, abrazándome con toda la fuerza que su cuerpo le permitía.
Su llanto fue inmediato, desesperado, entrecortado por palabras que no podía entender. Sentí su cuerpo temblar contra el mío y, sin poder evitarlo, también rompí en llanto.
—Perdóname... —su voz se quebró en mi oído—. Perdóname por no haber hecho más por ti. No debí...
—No fue tu culpa —la interrumpí, sujetándola con la misma fuerza con la que ella me sujetaba a mí—. Nada de esto fue tu culpa.
Su agarre se apretó aún más.
—Pero...
—No importa. Ya no importa. Lo único que importa es que estamos aquí. Que estamos juntas. Que todo esto terminó
Un sollozo distinto nos interrumpió.
—Hija...
La voz de mamá me hizo girar el rostro, y en cuanto la vi, no lo pensé dos veces.
—¡Mamá!
Se unió a nuestro abrazo sin dudarlo, como si también temiera que esto fuera un sueño.
Aquí tienes la continuación con Spencer entrando en la habitación:
El abrazo con mi madre y mi hermana se sentía como un ancla, como un recordatorio de que había vuelto a casa, aunque aún estuviera en una habitación de hospital.
Pero entonces lo sentí.
No sé si fue su presencia en el umbral de la puerta, su respiración contenida o simplemente que algo dentro de mí reconoció su esencia incluso antes de verlo.
Spencer estaba allí.
Me separé lentamente de mi madre y mi hermana, parpadeando para aclarar la vista nublada por las lágrimas. Cuando levanté la mirada, lo vi.
De pie en la entrada, con los hombros tensos y los ojos fijos en mí como si aún no pudiera creer que estaba despierta. Que estaba bien.
—Spencer... —susurré su nombre sin pensar, sintiendo cómo mi corazón daba un vuelco en el pecho.
Su expresión cambió al instante. Sus labios temblaron apenas, como si quisiera decir algo pero no encontrara las palabras. Parecía diferente, más cansado, más desarmado.
Más vulnerable.
Y entonces lo vi moverse.
Para cuando pude reaccionar, ya estaba a mi lado, sujetando mi rostro con una suavidad casi temblorosa, como si temiera que fuera a desaparecer en cualquier momento, como si al igual que yo hace unos instantes, creyera que esto se trataba de un sueño.
—Eleanor... —su voz se quebró en mi oído, y antes de que pudiera responder, sus brazos me rodearon con desesperación.
Me abrazó como si hubiera temido perderme para siempre.
No era un abrazo medido ni controlado. Era uno cargado de emoción, uno en donde parecía querer expresar lo que las palabras no era capces de reflejar. Sentí su respiración agitada contra mi cabello, su pecho subiendo y bajando con rapidez, y en ese momento supe la verdad.
Spencer había tenido tanto miedo como yo.
No lo pensé dos veces. Lo abracé con la misma intensidad, después de todo yo también había temido el no volver a verlo y tenerlo tan cerca de mi era parte de las cosas que tanto anhelaba en esos momentos.
—Estoy aquí —susurré, sintiendo mi propia voz temblar— Me encontraste...
Su agarre se apretó aún más, como si esas palabras fueran lo único capaz de convencerlo de que esto era real.
Mi madre y mi hermana debieron habernos dado espacio, porque no escuché nada más que la respiración entrecortada de Spencer y mi propio corazón latiendo con fuerza.
No sé cuánto tiempo pasó antes de que se separara apenas, lo suficiente para mirarme a los ojos. Sus dedos rozaron mi mejilla con suavidad, apartando un mechón de cabello con la delicadeza de alguien que atesora cada pequeño detalle.
—Pensé... —su voz se apagó, como si le costara trabajo seguir—. Pensé que no llegaría a tiempo... tuve tanto miedo de no poder encontrarte...
Su confesión me atravesó el pecho.
Tomé su mano sin dudarlo y entrelacé nuestros dedos, buscando transmitirle la misma seguridad que él me había dado tantas veces antes.
—Pero llegaste —le recordé, sonriendo apenas—. Me salvaste, una vez más me salvaste...
Sus ojos brillaron con algo que no pude identificar del todo.
Y entonces, sin previo aviso, sentí sus labios presionarse contra mi frente en un gesto tan tierno y sincero que me hizo cerrar los ojos.
Un susurro escapó de él, apenas un aliento contra mi piel
—Siempre lo haré
Y supe que era verdad.
——————————
¿ustedes lloraron?
porque honestamente, yo si.
¡Eleanor está a salvo y
junto a Spencer!
Se vienen grandes
cosas, solo diré eso, jsjs
Por cierto, pretendo hacer
un apartado gráfico en
la historia, esto para
poner los edits que he hecho,
pero si desean hacer alguno
yo lo voy a recibir encantada
y les daré los créditos
correspondientes<3
100 comentarios para
desbloquear el
siguiente capítulo.
Kat.♡
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