Eleanor

CUANDO LOGRÉ ESCUCHAR LA VOZ de un hombre identificándose como parte del FBI, mi corazón dio un vuelco. Las lágrimas brotaron sin que pudiera contenerlas, resbalando por mis mejillas.

Lo había logrado. 

Spencer me había encontrado.

Quería gritar su nombre, quería correr hacia él, quería hacer todo lo posible para que supiera que estaba aquí. Pero no podía. Tenía las muñecas encadenadas y la boca cubierta con cinta, y el caos que se desató en el lugar ahogaba cualquier sonido que intentara emitir. 

Aun así, no iba a quedarme quieta esperando ser encontrada. Tenía que hacer algo, cualquier cosa, para hacerme notar. 

Miré a mi alrededor con desesperación, buscando cualquier objeto que pudiera ayudarme. Fue entonces cuando lo vi: un tubo oxidado, apenas a unos centímetros de mí. 

Bingo. 

Con dificultad, me retorcí en el suelo, intentando alcanzarlo con la pierna. Las cadenas se clavaban en mi piel con cada movimiento, pero ignoré el dolor. No iba a rendirme. 

Estiré la pierna tanto como pude, mis músculos temblaban por el esfuerzo. Mis muñecas estaban rojas, la piel irritada por la fricción del metal. Mi ropa estaba sucia, impregnada del polvo del suelo. Apreté los dientes cuando la punta de mi zapato rozó el tubo, pero fue inútil. No llegaba.

La frustración me golpeó con fuerza. Quería llorar. Me sentía débil. Demasiado débil.

Y entonces, cuando mi cuerpo cayó exhausto, sin que me pudiera mover, un sin fin de recuerdos comenzaron a inundar mi mente:

El día que Sabrina nació y la sostuve por primera vez, su diminuta mano aferrándose a mi dedo como si nunca quisiera soltarme. 

— Eleanor, ven a conocer a alguien. Ella es tu hermanita, Alice— me dijo mamá dulcemente mientras me enseñaba a una pequeña bebé

— No me gusta su nombre. Yo le voy a decir Sabrina, como la bruja adolescente— sonreí emocionada

✧✧✧

El día que Adrian nos abandonó y mi madre tuvo que trabajar el doble, dejándome a cargo de Sabrina. 

— Ya Sab, por favor no llores— decía mientras movía la cuna en un intento de calmarla— Ya te cambié el pañal, ya te di de comer, me aseguré que tuvieras gas. ¡No sé que otra cosa hacer!

Estaba desesperada. Sabrina llevaba casi media hora llorando y yo no tenía idea de que hacer para calmarla. Sabía que no podía llamar a mamá por su trabajo y aunque le entregaba juguetes para entretenerla, se negaba a aceptarlos.

Fue cuando una idea surgió.

— Ven conmigo— dije levantandola de la cuna y poniéndola sobre mi pecho

Al ser tan pequeña, me daba miedo el cargar a Sabrina sin supervisión, sin embargo, ya no podía pensar en ninguna otra cosa que pudiera ayudar.

Ese día, descubrí que mi voz ayudaba a que Sabrina pudiera dormir.

Ese día descubrí mi amor por el canto.

✧✧✧

El día que renuncié a mi sueño de ir a la universidad para ayudar a mi madre a pagar las cuentas. 

— No iré a la universidad— negué con lágrimas en los ojos

— Pero... hija, es tu sueño... no puedes no ir— negó mi madre acercándose a mi

— Necesitamos dinero... buscaré un empleo para ayudarnos con las cuentas. La universidad puede esperar— suspiré con tristeza sintiendo una gran presión en mi pecho— No intentes convencerme de que no lo haga porque es una decisión inapelable... necesitas mi apoyo

✧✧✧

El día que Payton me encontró y me ofreció mi primer trabajo como modelo, sin saber que cambiaría mi vida. 

— Hola, buenas tardes, se que esto te podrá resultar extraño, pero... ¿No te interesaría ser modelo?— me preguntó una mujer a quien había atendido minutos atrás— Te noté desde que llegué y creo que eres perfecta para esta promoción

— ¿Disculpa?— pregunté confundida

— Mi nombre es Payton Grace y quiero ofrecerte la oportunidad de ser modelo en la nueva campaña que estamos creando— me contestó la mujer mientras me extendía una tarjeta

✧✧✧

El día que conseguí mi primer papel en una película. 

— ¡Eleanor, Eleanor!— gritaba Payton entrando al cuarto en donde me encontraba leyendo— ¡Eleanor!

— Aquí estoy, aquí estoy, no hacen falta los gritos. ¿Que sucede?— pregunté confundida

— ¡Es tuyo, lo lograste! ¡El papel es tuyo!— celebró mientras me mostraba un mensaje de texto

Lo había logrado... sería una actriz.

✧✧✧

El día que conocí a Olivia en un casting, y aunque ninguna de las dos consiguió el papel, terminamos convirtiéndonos en mejores amigas. 

— Disculpa, ¿tú eres la última en la fila?— me preguntó una rubia a lo cuál asentí— ¿Me puedo sentar?

— Claro— respondí tomando mi bolso para hacerle espacio junto a mi

La rubia me sonrió y tomo asiento.

Ninguna dijo nada, cada una estaba demasiado concentrada en la lectura de las hojas que había en nuestras manos.

Era un gran papel y realmente deseaba obtenerlo.

— Disculpa... ehhh, se que esto puede ser raro... ¿Pero podrías ayudarme a repasar mis líneas?— me preguntó nuevamente la rubia— Necesito memorizarlas y no estoy segura de si ya lo logré

— Por supuesto— asentí

— ¡Gracias! Por cierto, me llamo Olivia, Olivia Specter

— Eleanor Howey, un placer

✧✧✧

El día que tropecé con Louis en una premiación y le derramé un martini encima. 

Como odiaba usar tacones.

No negaba que me hacían sentir sexy, pero eran demasiado cansados para este tipo de premiaciones que duran horas.

Un mesero pasó junto a mi con una charola de martinis, por lo que tomé uno en un intento de que el alcohol me hiciera olvidad momentáneamente el dolor en mis pies.

Había perdido a Olivia hacía casi 15 minutos, por lo que ahora debía caminar por el recinto para encontrarla.

Sin embargo, cuando intenté dar un paso, terminé pisando una parte de la alfombra que no estaba bien colocada. Mi pie se dobló y mi martini salió volando.

— Tierra tragame y escupeme en Japón — maldije al ver mi bebida caer en un sujeto— ¡Perdóname, perdóname!

— Justo estaba pensando en que me apetecía un martini, tal vez debí ser más específico con como lo quería— rio el chico volteandome a ver

— ¡Lo siento mucho, mi tacón se atoró y tropecé, te juro que no fue intencional!— me disculpé sintiendo el calor subir por mis mejillas

— No te preocupes, en un rato se seca y todo bien. ¿Tú estás bien? ¿No te lastimaste?

— Estoy bien... solo algo avergonzada

— De nuevo, no te preocupes, los accidentes pasan— me sonrió con calidez— Soy Louis, Louis Brookshire

— Eleanor Howey

✧✧✧

El día que escribí mis primeras canciones y, contra todo pronóstico, se convirtieron en un éxito. 

— ¡Mi mamá me dio la vida, pero tus canciones me dieron las ganas de vivirla!— exclamó Olivia con emoción quitándose los audífonos— Yo sé que todos aquí odiamos a Ben, pero joder, que grandiosas canciones salieron de tu relación con él

✧✧✧

Mis relaciones con Ben y Alexandra. Dos amores distintos, pero igual de intensos. Relaciones en donde aprendí lo que era amar y ser amada, pero también conocí el dolor y la traición.

— ¿¡Cómo pudiste!? ¡Eres un idiota, maldito hijo de perra!— grité con lágrimas en los ojos al ver a Ben en la cama con Lila Archer— ¿¡Y tú!? ¡Creí que eras mi amiga! Son unos malditos desgraciados... una basura...

— Eleanor, déjame explicarte— dijo Ben apresurado

— ¡No te me acerques, no quiero que me vuelvas a tocar en la vida!

(...)

— Lexa... yo te amo, de verdad lo hago... pero te estoy arrastrando a mis problemas— dije con un nudo en la garganta— Te juro que intenté mantener a flote la relación mientras lidiaba con todo esto... pero es demasiado para mi

— Eleanor... no me hagas esto. Déjame ayudarte, déjame quedarme a tu lado para sanar juntas— me decía Alexandra mientras tomaba mis manos

— No puedo... y me duele que así sea. Estás sufriendo demasiado por mi y odio que sea así. Sabes que yo siempre he buscado lo mejor para ti... y ciertamente yo no soy eso, al menos no ahora— dije limpiando mis lágrimas

— Yo quiero estar contigo, no me importa nada con tal de seguir contigo... te amo Eleanor

— Y yo te amo demasiado como para dejar que te hundas por mi culpa... lo siento

✧✧✧

El día que me permití conocer a Paul, a pesar de mis miedos. La emoción que sentía cuando comenzaba todo, la manera en la que sonreía cada que alguien lo mencionaba...

— ¡Eleanor, Eleanor, Paul me acaba de pedir tu número de teléfono!— gritó Olivia mientras llegaba a la sala en donde me encontraba con Louis y Sabrina— ¡Y se lo di! Creo que quiere invitarte a salir

— Eleanor es el verdadero, en donde pongo el ojo, pongo la bala— rio Louis al ver la emoción de Olivia— Que ganas de que me pase lo mismo

— Nunca esperé llegar tan lejos. ¿Qué hago ahora?— reí mostrándole a mis amigos el nuevo mensaje que me acababa de llegar

✧✧✧

Pero de todos los recuerdos, el más vívido, el que se aferró a mí con más fuerza, fue el día en que mi historia con Spencer comenzó… 

Nunca planeé que algo así pasara.

Nunca imaginé que un simple error al escribir un número cambiaría mi vida por completo.

Spencer llegó justo cuando más lo necesitaba. Su calma, su manera de hacerme sentir vista… me hizo sentir segura.

En él encontré un refugio, alguien que me conocía más allá de la imagen que vendían los medios. Alguien que me quería por lo que realmente era. 

Me asustaba aceptarlo. Me aterraba arrastrarlo a un mundo tan complicado como el mío. Pero ahora, en lo que parecía ser el final de mi vida, sabía que no podía seguir negándolo. 

Me había enamorado de Spencer Reid.

Y él nunca lo sabría.

Era extraño pensar en cómo me había enamorado de Spencer. No fue algo planeado, ni algo que pudiera explicar con facilidad, pero en el fondo siempre lo supe.

Me enamoré de él antes siquiera de conocerlo en persona.

Me enamoré de la calidez en sus palabras que lograban iluminar incluso mis días más oscuros.

Me enamoré de su manera de estar presente sin necesidad de pedirlo, de los tulipanes rojos que llegaron de manera tan espontánea, de la forma en que recordaba cada pequeño detalle que para mí significaba el mundo, de los datos curiosos que solía contarme.

Lo amaba. 

Amaba a Spencer Reid de una manera que jamás había experimentado antes, de una forma tan pura y abrumadora que dolía en el pecho. Y él nunca lo sabría.

Debí haberlo aceptado antes... debí mostrarle aquellas canciones que escribí mientras recuerdos de nuestras conversaciones llegaban a mi cabeza... debí abrazarlo un poco más el día que nos conocimos.

Las lágrimas continuaron deslizándose por mis mejillas al darme cuenta de la cruel ironía del destino. Me iría de este mundo sin haberlo dicho en voz alta. Sin haberle confesado cuánto significaba para mí, sin haber podido mirarlo a los ojos y decirle lo que mi corazón gritaba desde hace tanto. 

Me iría sin un último abrazo...

Un sollozo ahogado escapó de mi garganta mientras cerraba los ojos con fuerza.

No quería morir aquí.

No así. No cuando aún tenía tanto por vivir, cuando aún había tanto que quería hacer, tanto que quería sentir. 

Quería ver a Sabrina cumplir sus sueños. Quería abrazar a Olivia y decirle lo mucho que la extrañaba. Quería pelearme con Louis por cosas sin sentido y después reír como si nada hubiera pasado. Quería abrazar a mi madre y agradecerle por todos los sacrificios que hizo por mi. Quería ver a Payton y agradecerle por darme la oportunidad de crecer como artista y como persona. Quería pararme en un escenario una vez más y sentir la adrenalina de la música recorriendo mi cuerpo.

Quería besar a Spencer. 

Un ruido fuerte me sacó de mis pensamientos. Se escuchó un estruendo, seguido por gritos y el inconfundible sonido de botas golpeando el suelo con rapidez.

Estaban cerca.

Intenté gritar, pero la cinta en mi boca ahogó cualquier intento. El corazón me latía con tanta fuerza que dolía, y la desesperación me quemaba por dentro.

Las lágrimas seguían cayendo mientras luchaba con lo poco de energía que me quedaba, intentando hacer ruido, moviéndome como podía para llamar la atención.

No podía rendirme ahora.

No después de haber resistido tanto, no después de haber recordado todo lo que aún me quedaba por vivir. 

Me estiré nuevamente todo lo que podía mientras intentaba nuevamente alcanzar el tubo. Dejé de lado el dolor que las cadenas me estaban produciendo e hice todo el esfuerzo que podía.

Escuchaba el golpeteo del tubo en el suelo, lo que me indicaba que ya estaba cerca.

Un poco más de esfuerzo y algunas lágrimas...

¡Lo logré!

Tomé el tubo lo más rápido que pude y comencé a golpear con desesperación por todos lados en un intento de generar un ruido lo suficientemente alto para que pudieran encontrarme.

— ¡Encontré algo!— gritó una mujer antes de comenzar a golpear la puerta— ¡Eleanor! ¿¡Eres tú!?

Quise gritar que si, pero la cinta me lo impedía, por lo que me limité a golpear con el tubo por todos lados.

— ¡Chicos, necesito apoyo para abrir una puerta!— se escuchó que hablaba nuevamente la mujer

Escuché algunos ruidos más, seguía sin saber que pasaba o que intentaban hacer para entrar, pero no importaba... lo que importaba es que ya estaban cerca.

Y entonces lo vi. 

Un sollozo escapó de mi garganta al verlo. Él me encontró. Él vino por mí.

Spencer se quedó congelado en el umbral. Su expresión pasó del alivio al horror en cuestión de segundos.

—Eleanor… —susurró, corriendo hacia mí sin dudarlo.

Se arrodilló a mi lado y, con manos temblorosas, me quitó la cinta de la boca. El primer suspiro de aire limpio me quemó los pulmones.

—Spence… —mi voz salió quebrada, casi inaudible.

—Estoy aquí, Eleanor. Te tengo.

Spencer murmuró otra cosa en voz baja, casi como un consuelo, mientras sacaba una ganzúa de su bolsillo y trabajaba con rapidez en los candados de mis muñecas.

Mis brazos cayeron a los lados con un dolor punzante en cuanto las cadenas cedieron, pero ni siquiera me importó. Era libre.

Spencer apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que me aferrara a él con todas mis fuerzas. No me importó quién estuviera mirando. No me importó lo rota que me sentía. Solo necesitaba sentir que estaba a salvo.

Por un momento, él pareció quedarse en una especie de shock, uno que duró apenas unos segundo, puesto que después me sostuvo con la misma desesperación.

—Ya pasó, Eleanor. Estás a salvo.

— Sabía que me encontrarías— lloré mientras me aferraba a él— Sabía que me encontrarías...

— Hubiera destrozado el mundo con tal de encontrarte— me dijo correspondiendo mi abrazo

(…)

@teameleanor: “¡Excelentes noticias, el FBI acaba de dar un comunicado informando la localización de la famosa actriz, modelo y cantante Eleanor Howey!

Hasta el momento se desconoce la naturaleza de su estado o datos sobre el responsable de esto, sin embargo, el agente Aaron Hotchner (encargado de la investigación), declaró que Eleanor ya se encuentra en el hospital.

¡Departe de Team Eleanor, deseamos la recuperación no solo de Eleanor, si no también de Louis, Olivia, Sabrina y la familia Specter!

La pesadilla terminó”

Ver comentarios

@weloveleanor: “JURAME QUE ES CIERTO, JURAMELOOOOO”

@specowey: “¡WAR IS OVEEEEEER!”

@eleanor_specter: “Fueron las peores horas de mi vida como fan, gracias al cielo que todo terminó”

@britney_salvatore: “Que casualidad que apareciera tan pronto, sigo diciendo que todo esto fue montado”
     » repply britney_salvatore: @graysonlouis: “Verdaderamente la inteligencia te persigue, pero tú eres más rápida”

@livslife: “Muchas gracias por tratar ese tema con respeto y no ser intrusivas, agradecemos todo el apoyo brindado, besos❤️”

@weslowey: “¡Por fin, por fin! Que alegría que todo esto terminara y que fuera de la mejor manera!”

@salvatorebrothers: “Ash, ya va a volver para andar de zorra”
     » repply salvatorebrothers: @livslife: “Sisisi, lo que tu digas, prófugo del ácido fólico”
     » repply salvatorebrothers: @teameleanor: “Si, ya sabemos que te da envidia que a Eleanor le hizo caso tu ídolo y a ti jamás te va a voltear a ver, ya apagate”

@louisandeleanor: “Veo a Louis pelearse por defender a Eleanor y leo esto, todo en mi está tranquilo porque se que todo terminó”

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¡Ya volví!

¿Me extrañaron?

Esta semana comencé con
mi servicio social, lo que me hizo
desaparecerme un rato mientras
me adaptaba y entendía todo.

Pero hey, ya estoy de vuelta.

¡Eleanor apareció y está con vida!

Además, tenemos otro bonito
gráfico de inicio porque nunca
son suficientes y yo amo
editar a Eleanor y Spencer.

Gracias por la espera, no me
volveré a desaparecer.

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K. 🦋