𝗣𝗔𝗥𝗧𝗘 4
— Alguien dijo que le gustas
Cuando dijo eso Leyley, llamó tu atención y no dudaste en poner atención al chisme.
— ¿Quién?
Respondió tu hermano.
— Mi amiga
Hablaste y Leyley asintió.
— Bueno, yo pensé que era mi amiga. . .
Veías como tu hermanita decía eso con cierto rencor y molestia.
Sabes bien que no va a terminar muy bien la cosa...
— Y vas a. . . ¿ser su novio?
— Eww que asco, obviamente no
Respondió sin pensarlo dos veces.
A lo cual Leyley sonrió.
— Voy a enseñarle una lección. Tú eres mi hermano ¡MIO!
Tú solo escuchabas la conversación que tenían entre ellos.
Y no era porque no te importaba. Tu madre te había dicho que era mejor que no te involucraras en cosas con tus hermanos.
Y en especial con Leyley.
A veces sentías miedo de ella cada vez que te acercabas a Andy.
No fue desde aquella situación entre una "pequeña discusión" entre ustedes dos que decidiste mantenerte a raya de tu propio hermano.
Apesar de qué Andy siempre te buscaba, parecía ser que él no quería estar ni un momento separado de ti.
Tus pensamientos son interrumpidos al escuchar a Leyley dicer algo un poco... peligroso...
— Voy a llevarla a una de esas viejas bodegas y encerrarla en una de esas cajas
Leyley tenia un sonrisa maliciosa por su plan.
Prendiste tus alarmas. Sin dudarlo te levantaste del suelo y te acercaste a ellos.
— Sisisi
Respondió sin interés.
— ¡Estoy hablando enserio!
— Si te creo capaz
Miraste un poco molesta a tu hermana.
A lo cual solo obtuviste una sonrisa burlona por parte de ella.
— Mamá me dio un poco de dinero para comprar la comida ¿Quieres venir conmigo?
Andy te tomo de la mano.
A lo cual te sentiste un poco nerviosa, niña norteña.
— ¡En focate Andy!
Los dos la miraron y te soltaste del agarre de tu hermano. El cual te miro algo triste.
— Voy a dejar a esa perra toda la noche y eso la va hacer entender
— Ahh no creo que sea una buena idea Leyley. . .
— __ tiene razón. . . creo que es mejor que no lo hagas. . .
Leyley te jalo del brazo y se apartaron un poco de Andy.
— ¿Ah?
— ¿Acaso no quieres darle una lección?
Negaste con la cabeza.
— ¡Pero ella nos quiere quitar a Andy!
— Bueno. . . eso no es nuestro problema
Leyley se cruzó de brazos.
— Claro. . . ¿acaso quieres que nos separen? ¡si esa zorra se queda con Andy jamas nos volvera hablar! ¡esa perra nos separara de Andy!
— Pero. . . algún día Andy va a-
No terminaste de hablar, ya que, te diste cuenta que tu hermanita comenzó a llorar.
Lo cual te alarmó.
— L-Leyley. . .
— Entiendo, no te importamos, no te importa que nos separen de Andy, tampoco quieres jugar conmigo. ¡Nunca nos has querido, siempre quieres estar lejos de nosotros en especial de mí!
Te sentías un poco presionada y culpable.
Era verdad que no quirias pasar tiempo con ella.
Así que, comenzabas a dudar.....
— Leyley. . . yo no quiero. . .
La mencionada noto que estabas indecisa, era cuestión de usar las palabras correctas para que aceptaras su plan.
Ella seco sus mejillas que estaban húmedas y sonrió.
— ¡Mamá dijo que tú me ayudarías con lo que quisiera!
— ¿Eso dijo?
— ¿Piensas que te estoy mintiendo? ¡soy tu hermana menor! tienes que estar a mi lado siempre, como Andy. . .
— Pero-
— ¡Bien! Entonces solo me ayudara Andy
Al escuchar eso, no pudiste evitar sentirte obligada a hacerlo. ¿La razón?
No querias dejar solo a Andy en esto, y tu hermana lo sabía. Era cuestión de segundos que aceptaras.
— Ahg. . . te ayudare también
— ¡Esa es mi hermanita!
Leyley te tomo del brazo y regresaron con Andy quien estaba confundido por lo que acaba de suceder.
Mientras que Leyley trataba de convencer a Andy en su retorcido plan.
Pensabas en tu decisión, sabes bien que lo que hizo ella fue manipularte. Apesar de qué sabías eso, no podías negarte a tu pequeña y linda hermanita.
— Muy bien, el episodio de hoy se va a llamar; Andy, __ y Leyley y la perra en la caja
— Un día tú serás una perra en la caja y tus "amigos" se tomarán turnos para orinarte encima
— Que especifico fue eso hermanito. . .
Trataste de sonreír, pero estaba más que claro que la situación te tenia muy preocupada.
☆
— ¿Él no habrá olvidado nuestros planes, verdad?
Ashley te dio una mirada un tanto preocupada.
— A lo mejor-
Justo en ese momento, Andy apareció con tu amiga.
Por dentro maldecias el amor, a veces te vuelve idiota, y en caso de tu amiga, sería un gran trauma para la pobre.
— ¿Ah? ¿Qué hacen ustedes aquí?
Era claro la confusión de la chica.
Imagínate que tu crush te invite a salir un momento a solas y encontrarte con sus hermanas menores...
¿Serían incomodo, no?
— ¡Sorpresa! Yo quería salir también
Exclamó Leyley con una sonrisa de oreja a oreja.
Tu amiguita hizo una mueca de desagrado, para después mirarte, esperando ahora tu respuesta.
— . . . Es mi hermana menor jeje. . . no la puedo dejar sola jaja
Tus manos sudaban, estabas bastante nerviosa.
En el fondo solo querías advertirle a ella del plan de tu hermana. Pero en la situación que estas, era Leyley o ella.
Esta muy claro cual era tu respuesta.
¿Pero aún puedes cambiarla , cierto?
— Oh. . . supongo que eso está bien
No tenía otra opción más que aceptar.
— Dime, ¿le dijiste a tu mamá que ibas a estar acá?
Que diga que sí, ¡que diga que sí!
— No ¿por qué?
GRANDISIMA ESTÚPID-
— Hehehe solo preguntaba. Me sorprende que ella ta haya dejando salir con un chico
— Nah, imposible, ella piensa que me fui a la casa de Julia a estudiar
Definitivamente ella sólita se estaba cavando su propia tumba.
— Pero. . . ¿Por qué están aquí?
— Intervención divina
Contestó un poco más seria.
— ¿Qué significa eso?
— Eso quiere decir que se cayó de chiquita, no le hagas caso
Sonreíste a medias por tu comentario.
Leyley ignoro tu respuesta y siguió hablando con tu amiga.
— Entonces, ¿vamos a ir adentro?
— Ahh ¿eso está permitido?
Asentiste con la cabeza muy desesperada cuando Leyley se giro para verte.
Te detuviste en seco.
— Jajaja que cosas
Te pasaste tu mano a tu nuca. Tipica pose tuya de cuando te sentías avergonzada o nerviosa.
— Si, yo lo permito, vamos a encontrar una forma de entrar
Dijo con una sonrisa.
Así, buscan una forma de entrar.
Se acercan a una pared que tenia una especie de barrera de metal.
— ¿Por qué pusieron esta cosa de metal en la pared?
— Parece que hay un hoyo detrás de el
Arqueaste una ceja y pusiste atención, era cierto, era cuestión de quitar eso y poder pasar.
— ¡Perfecto! tratemos de abrir esto
— ¿Qué? yo no puedo abrir eso
— Esta bien, no le diré a nadie de esto
Miraste a tu hermana, en su rostro se veía la pura maldad que tenía, aquella sonrisa llena de locura te inquietaba a veces.
— No, que literalmente no puedo hacer eso pendeja
— Pues si Leyley, ¿no estas viendo estos brazos de fideo?
Agarraste el brazo de Andy. A lo cual él te dio un codazo.
— Por lo menos no sin las herramientas necesarias
— ¿Incluso si está así de suelto?
— . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mm sí. . .
— A mí me gustan más los chicos inteligentes que los que están fuertes
Frunciste el ceño.
— ¿Quién te preguntó?
— Nada que ver con el tema
Respondiste y esperaste junto a tu amiga a que Leyley y Andy buscarán algo para quitar la barrea de metal.
A los minutos regresan con un martillo
Usan el martillo pata poder sacar eso y así entran.
Al entran, inhalas todo el polvo que hay adentro, provocando que tosas un poco.
— Cof, hay demasiado polvo aquí, eso me preocupa u poco, tengo algo de asma
Oh mierda.
— Esta bien ¿que tal si jugamos a las escondidas?
— ¿Ah? Eres tan infantil
Aquello molesto a Leyley.
— ¡Andy y __ también quieren jugar!
Diste un pequeño respingon al escuchar decir eso.
Para ser sinceros, tenias pereza de jugar.
— ¿Eso es cierto?
Asentiste con la cabeza.
— Ahh si ¿por qué no?
Dijo sin mucha importancia.
— ¡VES!
— . . . Supongo que será divertido, aunque sea un rato, yo voy a contar
— Cien, cuanta hasta cien
Eso es mucho, realmente quiere tener tiempo para hacerlo.
— Okey okey. Uno, dos. . .
— Bien, es momento para hacerlo
— ¿Sigues aún con eso?
— Por supuesto, ella dijo que nadie sabía que está aquí
— Leyley. . .
Dijeron tú y Andy al unísono.
— Ustedes me lo prometieron. Ahora, apresurense
Juntos, recorren el lugar buscando una caja para encerar a ****.
— Oh, esta es perfecta
Leyley tocaba la caja con una gran sonrisa.
Curiosamente, era del tamaño perfecto para que ella entrará ahí.
— Aunque, no hay nada con la que podamos encerrarla
— Bueno. . . realmente no tienes que encerrarla adentro
A tu hermanita no le pareció la respuesta de Andy.
— ¿Cómo que no tengo que hacerlo?
— Simplemente pon un palo entre los anillos y eso lo mantendrá cerrado
— ¿Pero eso se rompería muy fácil, no?
Leyley asintió y Andy nego.
— Ya estando adentro dudo que tenga la suficiente fuerza para-
— ¡LISTOS O NO, AQUI VOY!
— Mierda, ya termino de contar
Empujaste a tus hermanos para buscar un escondite.
— Este escondite está bien
Te asomaste un poco pata ver si ella se encontraba en tu campo de visión. Por el momento, estaba despejado.
— ¿De donde vamos a encontrar ese palo?
Andy recoger un pedazo de madera que estaba debajo de su pie.
— Supongo que esto va a funcionar
Dice mirando el palo de madera.
Miraste a tu hermano y después a tu hermana. Ella parecía querer decirle algo.
— Y. . . . ¿piesas que ella es linda?
Te llevaste tus manos a tu rostro.
Era el momento en el que Leyley hacía uno de sus dramas.
— ¿El palo?
— No pendejo. . . se refiere a ella. . .
Mencionaste sin mirar a ambos.
— Oh, ella. . . pues sí. . . está bien
Leyley no respondió.
Te sentías algo incomoda, cada vez, la relación entre tus hermanos se volvía más rara.
— ¡¡Los encontré!!
La miraste y diste un gran suspiro de alivio. Llegó justo en el momento para salvarte.
— Los encontré a los tres. Enserió, ¿quién se esconde en el mismo lugar? jajaja idiotas
— ¡Yo encontré este lugar primero! __ me robo el lugar
— Lo que sea. Yo cuento
Pasaste de lado a tu amiga cuando la voz de Andy te detuvo.
— También le robe el lugar, iré a contar con __
Momento a solas con Andy. ¡¡Wu ju!!
Los dos salen a contar.
Con todas las ganas del mundo, cuentas.
— Ugh. . . uno. . .dos. . .
Andy está a un lado tuyo mirándote.
— ¿Vas a mirarme o lo vas a decir?
Él parece un poco sorprendido.
— Bueno. . . ¿por qué últimamente me evitas?
¿Cuál será tu excusa, pequeña tonta?
Dejaste de contar para dirigir toda tu atención hacía él.
— ¿D-de que hablas? no te evito
Tus labios se cuervearon para formar una media sonrisa.
— ¿Tiene que ver con Leyley?
Abriste tus ojos como platos.
¿Sería correcto decirle lo que paso?
Desviste tu mirada y asentiste con la cabeza no muy segura.
Andy sonríe y te abraza.
— Creí que estabas molesta conmigo
El abrazo te deja estática unos segundos pero decides aceptar el lindo abrazo.
Ambos se quedan así por unos segundos.
No quieres soltarlo, en aquel abrazo te sientes segura, cálida y feliz.
Pero recuerdas a lo que vinieron aquí. Así que de mala gana te separas de Andy.
— ¡¡CIEN!!
Miras a Andy y él asiente con la cabeza.
En estos momentos Leyley ya tuvo que convencer a tu amiga a entrar a su "escondite" .
Los dos regresan al lugar. Notan que Leyley esta sentada encima de la caja.
Puedes escuchar como ella se queja adentro. Golpeado, tosiendo y suplicando a que la dejen salir.
Te causa escalofríos el simple hecho de imaginar estar ahí adentro.
— Ahí están, si que se tardaron. Ahora, ¡apresurense! ella se está comenzando a resistir
— Cof, cof, ¡por favor! Déjenme salir ¡no puedo respirar! cof, cof
— . . . .¿Ella está bien?
Preguntó tu hermano.
— Es tan obvio que ni siquiera diré obvio
Comentas con un tono de sarcasmo.
La pobre chica sigue insistiendo en que la dejen salir.
— Cof, cof, por favor yo-
— Leyley, enserió, déjala ir
— Hazle caso a Andy por favor, Leyley
— Callense. Ella solo está fingiendo, nadie a muerto de polvo
Su rostro no muestra ni un poco de importancia hacia la situación.
Es más que claro, que no le interesa lo que le pueda suceder a la pobre chica.
— Vamos, déjala ir
Su voz comenzaba a indicar que se estaba molestando.
— ¿¡Le cres a ella antes que a mí!?
— . . . . . . . . . . . . . . .
Leyley te mira.
— Bueno. . . no es cuestión de que le crea a ella o a ti
— Agh, la dejaré ir. Una sí. . . ¿a quién le importo de todos modos?
— Leyley. . .
Tratas de acercarte pero Andy te sujeta del brazo.
— Todo mundo la prefiere a ella, apuesto a que ustedes dos también la prefieren primero, todo mundo lo hace
Sus ojos comienzan a cristalizarse.
— Estoy segura que ustedes preferirían una pareja antes que pasar tiempo conmigo
Entre abres la boca para poder decir algo, pero ella continúa hablando.
— Agh, ya te dije que yo realmente no quier-
— C-cua- ¡Snif! ¡¡¡Cuánto les apuesto a que solo salen conmigo porque mamá se los pide
Y rompió en llanto. Sus lágrimas cayendo y humedeciendo sus mejillas. Sentías una gran presión en tu pecho. Como sí una mano invisible te estuviera apretando el corazón con fuerza.
El sentimiento de querer llorar apareció, a diferencia de tu hermano, eras más corazón de pollo que él.
— . . . . . . . . . . Eso es. . . . . . . puede que ella me lo haya pedido pero-
— ¡¡ANDY!!
Gritaste con enojo al escuchar la respuesta de tu hermano.
Eso solo provocó que el llanto de Leyley aumentara.
— ¡¡Snif!! no es justo, ¿Por qué todos la prefieren a ella? simplemente soy chillona, rara, molesta y no le gusto a nadie
— Pero yo te quiero Leyley
Te acercaste un poco a ella.
— Sí. . . tú me ceas muy bien
Andy se puso a un lado tuyo.
— Pruevalo entonces. . . mentirosos
Su voz pasó de estar a una rota paso a estar a una más seria.
Intercambiaron miradas, ambos estaban algo asustados.
Apretaste tu puño con fuerza.
— Andy. . .
Él pareció entender y asintió con la cabeza.
— Cof, cof, Ashl- cof, cof
Andy se acercó y coloco el pedazo de madera entre los anillos
— Ahí está, ¿Estás feliz ahora?
— Hehehehe ¡¡¡claro que sí!!!
Leyley abrazo a tu hermano con una gran sonrisa.
Tú solo te dedicaste a mirar lo que sucedía entre ellos.
— Solo hasta la mañana
Aquello te puso los pelos de punta.
¿Cómo que hasta la mañana?
Es más que obvio que después de eso quedará con varios traumas la pobre.
Miraste el suelo un tanto preocupada. Ella era una de tus pocas amigas y la traicionaste. Gran amiga que eres.
— ¡¡¿Escuchaste eso ****?!! ¡te quedaras aquí hasta la mañana!
Sonreía de manera malvada.
La pobre chica, seguía pidiendo a gritos a que la sacaran de ahí.
Tus hermanos se alejaron de ahí, tú seguías viendo a quella caja con una expresión de horror.
Por un momento pensaste en sacarla de ahí, pero el agarre de tu hermanita te lo impidió.
— Jiji, vamonos __
— . . . .S-sí. . .
Miraste por última vez la caja para después alejarte junto a seis hermanos de ahí.
Podías escuchar como ella gritaba y suplicaba que la dejaran salir de ahí.
Aquellos gritos que se querían en tu memoria para siempre.....
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