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Capítulo 1


Hoy era un día sin sol, posiblemente lloveria, era un pesado miércoles para los estudiantes,entre estos Zohakuten  quien desde las 6:30 de la mañana ya estaba en la preparatoria,hoy era  llevado en auto.

Hoy le diría al fin lo que se ha callado un buen tiempo a su mejor amiga, no quería errores,estiraba una liga de plástico entré sus dedos a la vez que el auto se estacionaba en la puerta de entrada de la preparatoria.

Se desabrocho el cinturón de seguridad soltando un pesado suspiro, tendría que esperar hasta que a T/n se dignara a llegar, estaba hundido en sus pensamientos cuando sintió la presencia de brazos alrededor de él,bruscamente se movió.

—No me toques —Advirtió a su hermano mayor, Aizetsu, quien lo había traído.

Aizetsu lentamente apartó sus brazos y miro a Zohakuten directamente, sabía que él ya estaba decidido a lo que haría.

—Zoha. . .—suspiro preparándose para lo que diría— ¿Estas seguro de lo que harás? No creó que hoy sea el día correcto.

—T/n es solo mi amiga ¿Entiendes? Nada más —recordó el menor— a ella no le incumbe y su deber es apoyar,si te lo conté fue solo para que me dijeras a que hora se lo diré. No me importa si le "gustó" desde los doce, no se aparta.

—La lastimó mucho y estas consciente de eso —su mirada contenía su indiferencia.

—Pero a mi no me hizo nada y ella lo entenderá,siempre lo hace,se lo tengo que decir,desde agosto he querido decirle —tomó su mochila y abrió su puerta— mejor a la otra no me molestes con esas estupideces y guardatelas.

El oji-azul guardo silenció,no se atrevió a contradecir más a su hermano menor en lo que salía,sabía que hoy habria problemas y muchos para su gusto.

Al ver que el contrario ya no dijo más,se retiró dejándolo en la entrada, donde la esperaba, siempre era su rutina.

—<<¿Donde mierda te encuentras tonta?>> —pensó él oji-naranja con molestia para si mismo.

[...]

Para ya eran las 6:50 am

Restregaste tu cigarrito contra el lavabo de tu baño apagandose en el proceso terminando el acabado del corrector sobre tu ojera,era más tarde de lo que pensabas mientras acomodabas tu flequillo,saliste del baño con rapidez mientras sabias tus medias blancas,siempre se te enrollan,tomaste tu mochila y miraste tu desordenado cuarto

Tu ropa estaba por todas partes,en el piso,en tu cama, en tu pequeña mesa y era difícil pasar entre ellas por el piso,ayer aprendiste no correr en tu cuarto,aunque admitias que amortiguaban muy bien las caídas

—<<Después limpió>> —pensaste con algo de asco saliendo de tu cuarto al ver tu hora.

Bajabas las escaleras en trotes,esto era un completo desastre,ya era tardé y ni siquiera habías desayunado,este sería tu peor miércoles definitivamente,a este paso no te aceptarían  la entrada a la academia.

—<<Dios,Zohakuten no me la va a perdonar,ayer justamente rechace quedarme en su casa>> —pensaste ahora en la planta baja de tu casa,te dirigiste directo a la cocina para tomar una manzana de la mesa.

Aunque una alarma de tu celular te avisó que el último camión se iba,tomaste las llaves de tu casa y saliste,si no llegabas no vives para contarlo y tu elaborado plan se iría a la mierda,te habías desvelado hasta las dos de la mañana haciendo un sobre,escogiendo las palabras correctos ensayaste tanto con el espejo solo para que una llegada tarde arruine todo,diste un mordisco a tu manzana y corriste en dirección a la parada de autobuses.

Hoy era el día más importante de tu vida,habías tardado seis años en esto,pero estabas más que convencida después de muchas pláticas con la almohada por las noches.

𝐀𝐥 𝐟𝐢𝐧 𝐥𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐟𝐞𝐬𝐚𝐫𝐢𝐚𝐬 𝐭𝐮 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐚 𝐙𝐨𝐡𝐚𝐤𝐮𝐭𝐞𝐧

Lo has planeado desde que inició tu último año de preparatoria,que fue a inicios de agosto,pero ahora,hoy en pleno cuatro de octubre te le declararías al fin,nada podría salir mal o eso querías creer.

Ponías en peligro muchas cosas,pero no te importaba,estos días a estado sorprendentemente más "amable" a su manera,pero resaltaba mucho el tema de las relaciones en varias pláticas que tenían o en pijamadas.

Todo estaba planeado,en tu mochila había unas galletas que preparaste por la tarde y una carta,el simple hecho de imaginar sus bellos ojos naranjas te miren de otra manera te hacía temblar.

Pero antes de todo eso primero tenías que alcanzar el autobús que ya se encontraba en la parada,estabas a una cuadra de alcanzarlo,era ahora o nunca,tomaste una profunda bocanada de aire y presionaste a tus piernas cuando viste que el camión empezaba a avanzar.

—¡DETENGASE! —gritaste con toda la fuerza de tus pulmones al camión quien lentamente seguía avanzando directo para seguir en su camino.

Por suerte eras rápida así que en un momento ya correteabas al autobús a la par que no fue por los pasajeros que se detuvo y abrió las puertas a tí.

—Ya es tarde muchacha —dijo el conductor cuando pusiste tu tarjeta del bus en el checador.

—Lo siento —te callaste todos los insultos que traias guardados,esto no te podría estropear el día y ponerte de mal humor.

Por suerte al ser el último,no estaba tan lleno y había varios asientos solos, los que estaban parados eran porque querían,así que tomaste asiento tranquilamente para empezar a comer tu manzana.

Pusiste tu mochila en tus piernas, la abriste para revisar que las galletas estuvieran bien,para tu buena suerte así era,viste la carta en tu mochila y tomaste más aire,ya no querías que te viera solo como una amiga,toda la noche habías tenido expectativas de como sería su primer beso.

Ni siquiera las provocaciones de Nakime y Ume te molestarían esta vez,ya querías ver sus carotas al ver que hoy darías un gran pasó,el amor de tu vida por fin sería tuyo.

Sacaste un espejo para verte,sacaste una tinta y la empezaste a aplicar en tus labios con cuidado cuando el camión dió una brusca vuelta y tu labial se corrió por toda tu mejilla.

—<<Ugh,carajo ¡no puede ser! Maldición,esto no puede ser cierto>> —pensaste mientras quitabas la mancha con algo de agua de tu botella y empezabas a mascar un chicle de fresa,no te gustaba que oliera el olor a tabaco,el no sabía ese pequeño gran detalle—<<no puedo culpar al día,solo yo me decido por maquillarme en el último camión,son los más odiosos...esto señala que será buen presagio>>

Te convencíste mientras observabas la mirada por la ventana como empezaba a salir el apenas notable sol.

Sentías tus huesos temblar,arreglaste un poco tu cabello poniendo tu gastada diadema blanca sobre tu cabello café,no eras una persona tan notable por tus características corporales tan promedió,más que por tus ojos verdes que al menos lograban elevarte un poco la autoestima es ese aspecto.

Fuera de eso tu vida era común y corriente,estabas enamorada de tu mejor amigo,tus notas variaban,fuera de eso deseabas ser una gran contadora como Zohakuten cuando llegaran a graduarse,irías con él pero ya no como su amiga.

[...]

Entrabas un poco ya más relajada,habías logrado llegar, las clases iniciaban a las 7:50 am y terminaba a las 2:40 un horario algo extraño pero adaptable,no te gustaba mucho la academia Kimetsu,esta era para niños problemáticos ¿Tienes problemas con drogas o tal vez eres un rechazado social porque eres verdaderamente un loco? ¡Aceptado con todo gusto!

Eran irritables en especial un grupito en especial que era dirigido por así decirlo por Kamado Tanjiro,un chico de tu mismo año,era muy reconocido por su panadería y por meterse en problemas con esos aretes, desde que intentó acercarse a ustedes dos en primer año se ganó un resentimiento por parte de Zohakuten junto a Kanroji Mitsuri,también estaba en su mismo año,pero realmente esto era más serio,de alguna u otra forma,zoha siempre terminaba diciéndote lo mucho que la detestaba por el hecho de que era una rara que se hacía la mosca muerta con los escotes que lucia en las clases de artes libres en segundo año eran la muestra de eso.

Tu le seguias la corriente en ocasiones aunque admites que te daba algo de celos como ponía más atención en buscarle algo nuevo que criticar y en especial mencionara su "Llamativo cuerpo"

En la puerta de la academia estaba allí mismo él, posiblemente el chico que peor te cae, Zenitsu Agatsuma, lo escuchabas murmullar cosas por las chicas como un acosador aunque muchas veces no levantó reporte sobre tu camisa o corbata  siempre bastaba con una apenada expresión como para que se le olvidara, por suerte esto no lo sabía Zoha

Que de hecho lograste ver de brazos cruzados mirando su celular con atención, así que ingresaste corriendo  con una sonrisa pero alguien se puso frente a ti, justo hablando de el rey de Roma.

—No corras t/n-chan —llamó la atención aunque se quedó un poco pasmado al verte,sin saberlo, ya estabas en un pedestal, estabas quieta ya para ir con él y miraste al rubio a los ojos, se quedó pasmado unos segundos.

—¿Pasa algo?

A su ojos te veías muy distinta,con el uniforme sin planchar pero bien acomodado, incluso parecía notar tu pequeño uso del rubor en tus mejillas, su cabeza cayó sobre su hombro derecho con una tonta sonrisa empezando a murmullar halagos.

No pudiste preguntarle más cuando su nuca fuertemente fue golpeada quedándose en el piso con algo de humo saliendo de su boca, miraste y tu expresión cambio.

—Nos retrasas, idiota —tu pequeño salvador era él, Zohakuten.

—Auch  —susurraste a tí misma viendo como de seguro debió haber dolido eso.

No pudiste analizar más a Zenitsu cuando él contrario bruscamente agarro tu antebrazo para llevarte fuera de allí, no emitiste ningún sonido de queja.

Aunque tu relajación se arruinó cuando viste su fruncido ceño directo a tu punto de vista antes indeterminado,habías llegado muy tarde.

—¿Donde estabas? —interrogó a la vez que seguias su pasó para ir a dejar las mochilas al salón— ayer te dije que podías quedarte a dormir, si hubieras ido conmigo Agatsuma no se hubiera pasado de confianzudo.

—Bu-bueno —tartamudeaste torpemente— mi papá me necesitaba, ocupaba ayuda con la cena, se le quemó el sartén.

Te miro dudoso pero sólo subieron al tercer piso, tu ya estabas cansada debido a los jalones de tu amigo para que fueran más rápido

Entraron a su salón y estaba comunmente vacío, no había nadie allí a esas horas, te estiraste mientras caminabas y dejabas tu mochila, Zoha esperaba en la entrada, a veces lo sentias como si fuera un guardia.

Ambos compartían mesa hasta el fondo, no te planeabas declarar ahora, estabas tan cansada que las cenizas de tu cigarro mañanero te había quemado el brazo con sus cenizas.

Así que queriendo descansar te sentaste para querer dormir acomodando tu rostro en el prupite enrollando tus brazos como una almohada.

—¿Que crees que estas haciendo?

—Durmiendo zoha ¿no es obvió? —contestaste algo obvia con tu cabeza hundida en tus brazos.

—No, he estado esperándote treinta minutos que ni fuí a la cafetería, vámonos. —tomó su brazo jalandote en el proceso.

—Ay no zoha,ve tu solo porfa yo estoy cansadisima —tu brazo izquierda intento agarrarse del pupitre más no pudiste.

—Te dije que vamos —insistió seriamente y de pronto te soltó viendo en especial tus ojos— te desvelaste.

—Tal vez —cruzaste los dedos, no sabías si la declaración se habría arruinado para hoy.

Te miro severamente más solo jaló tu brazo hacia la puerta, sentías sus dedos presionando duramente tu brazo, tus preocupaciones se borraban al creer como sería todo después de hoy.

—¿A donde vamos? —cuestionaste caminando a la par con él.

—Pues a la tienda a que te compres algo de comer, no desayunaste —declaró soltandote, extrañamente. Hoy se veía diferente, bajaste tú mirada para encontrar su mano derecha dentro del bolsillo seguramente abriendo y cerrando esa liga que usaba como una pelotita anti estrés, recordabas perfectamente cuando en secundaria intentó usar ese método por Sekido y explotó la pelota cuando Hashibira Inosuke te empujó causando que te rasparas la rodilla y la pelota explotó antes de que se agarraran a golpes.

—Eso no importa, comí una manzana, al igual hoy quería decirte algo —informaste.

—Si es para convencerme por quinta vez de que nos unamos al estúpido grupo de danza, la respuesta es no y punto —interrumpió mirándote como si fuera algo absurdo— apenas soporto al "maestro" Tengen como ahora también soportar al maestro Kyojuro y...a la zorra de Kanroji, esas estupideces son mariconadas.

Bajaste la mirada al piso rodeando su brazo después de eso, tu y él no habían estado en actividades extracurriculares, no sabías bailar, ni cantar, ni dibujar, siquiera leer sin tartamudear una que otra vez.

—A parte ni sabes bailar,ridícula —siguió con su ahora monólogo—¿Para que quieres toda esa atención en el escenario? Kanroji es una zorra necesitada de atención que se acuesta con el profesor Iguro antes de que reprobara año, allí solo van la gente estúpida, por ejemplo el imbécil que tomó un curso de seis meses para artes.

—Tienes razón —apoyaste tu cabeza en su hombro aunque se apartó, como siempre, solo miraste abajo bostezando en el proceso.

—Siempre la tengo.

Terminó para seguir su camino, se te era difícil sacar un tema de conversación con lo que hoy confesarias ¿Creria que ahora tu eres una estúpida por pensar que tendrías oportunidad con él?

Sobre las artes y danzas ya te habías rendido, no eras tan confiada como para ir tu sola, si lograses sobre salir en eso, significaría que si dabas la talla tal vez te darían una beca, cosa que ninguno de los dos quería, ambos querían tener trabajos más serios, incluso ya tenían elegidas la carrera que ocuparían en la universidad.

—<<Como quiera no soy lo suficientemente buena, a pesar de que pierda el tiempo yendo, no voy a ganar nada>> —pensaste, aunque pusiste una sonrisa.

Aceleraste el pasó enrollando su brazo para llevarlo más deprisa.

—Apúrate zoha, no podemos esperar a que se acaben todo —lo miraste yéndose escaleras abajo.

[...]

"¿Escuchaste que el maestro Shinazugawa  compro un auto nuevo?"

"Dicen que le costó como veinte sueldos"

"Yo ya lo vi y es hermoso, ojalá así nos baje la tarea"

"Al estúpido que le haga algo a ese auto en época de exámenes lo vamos a linchar"

Esos eran los murmullos escuchados en el descanso, que era ya a las 10:30 comias una sopa instantánea y un refresco en unas bancas junto Zohakuten quien solo te platicaba de ¿Akira?

La conocías bien, habías estado con ella en secundaria, era tu peor pesadilla, por ella ahora fumabas y tenias detrás a él...

Estabas notablemente incómoda, sinceramente todavía no perdonabas pero para tu mala suerte, a finales de segundo año ella volvió de su escuela privada al decir que extrañaba el caos y para tu mala suerte, Zohakuten quedo con ella en una prueba de deporte.

En ese momento viste de reojo a Genya Shinazugawa, tu y él no se hablaban pero se caían mal, era hermano menor de Shinazugawa y en segundo año te tocó con él y por mala suerte su hermano estaba tras de él, llevaste un reporte a pesar de que comenzó el pleito con Zoha.

Tu mirada se clavo en Genya quien te regresó la mirada, ambos mantuvieron la mirada como si fueran a retarse.

—Te necesito contar algo. —confesó Zohakuten.

—Quiero contarte algo. —confesaste tú al mismo tiempo.

Ambos se miraron fijamente, habían dicho esas cosas en sintonía, era como si ambos tuvieran sus demonios internos queriendo decirlo ahora mismo.

—Lo diremos en la salida  —sentenció.

[...]

—Muy bien niños —Llamó la atención el maestro Kyojuro después de que mandara a que guardarán todo—no olviden estudiar, mañana repasaremos tema y como saben, el grupo de danza esta libre a cualquier hora.

—¡Si maestro! —gritaron todos incluyendote.

En un principio se te hizo un maestro muy guapo con esa seguridad y ese trasero, aunque tu gusto duro poco cuando quiso separarte de tu unico amigo y a partir de hoy, novio.

—Te veo en la plaza principal, hoy no podrás quedarte en mi casa —eso fue raro ¿por que no podrías?

Te preguntaste mientras asentias con la cabeza, ambos estaban en un silencio más inusual que antes.

A la vez que desaparecía, te levantaste, el salón había quedado solo y avanzaste a la puerta corrediza.

—¡Señorita T/n! —Grito esa energética voz tras de tí ¿cuando había llegado? No tenias idea pero solo volteaste preocupada.

—¿Pasa algo?

Cerraste la puerta para verlo, notoriamente su sonrisa parecía algo disgustada hacía tí, era normal, no eras de mucho agrado por los maestros

—En esta preparatoria cada pared tiene ojos y oidos —dijo— este año le permitimos estar con su amigo por última vez, se que usted no dijo eso que escuche en los pasillos, pero deben ser más discretos ¡Por favor! Y espero ya este al pendiente de la noticia de la práctica de danza y que le vaya bien en su declaración al joven Zohakuten, si es que cree que no vi sus galletas.

Avergonzada solo asentiste y te retiraste de allí casí corriendo al baño donde sacaste la caja de galletas y ese sobre.

—<<Vamos T/n, hoy es el día>>.

[...]

Corrias por los pasillos con una sonrisa en los labios, el corazón salía de tu pecho al solo querer gritar esas palabras, era salida, no querías creer esto ya, era hora.

Tenías ya una playlist de Spotify sobre como decirle lo que sientes siendo amigos.

El hormigueo en tu estómago crecía, creías que te desmayarias de una vez, por tus pasillos resonaban tus pequeños sonidos de emoción.

—¡Cállate! —grito el maestro Iguro Obanai dentro de su aula.

No escuchaste y bajaste las escaleras sacudiendo las manos de algunos compañeros en el proceso y dabas vueltas en tu lugar.

Hasta que llegaste allí...la plaza principal, donde había mucho pasto, era el lugar, era una área grande, saliste de allí a donde se veían y lograste percatarte de su sombra, tus verde esmeralda pupilas llenas de anhelo lo observaban a la distancia, todo el hormigueo paseo por tu cuerpo.

—¡¡ZOHAAA!! —gritaste con todas tus fuerzas corriendo hacia él.

Espera








Algo no estaba bien









No...












Esto no era cierto















No podría ser.

















¿Que hacían ellos dos?




















¡¿Por que sus labios se movían en compaz?!















¿Quién era ella?













Tus brillantes pupilas se apagaron al ver la escena frente tí, un nudo en tu garganta la imágen era una puñalada en tu pecho, el aire faltaba tus ojos se empañaban.

Bajaste la mirada, estabas a cuatros metros de distancias, sin embargo secaste tus lágrimas poniendo las cosas tras de tí.

El amor de tu vida estaba con ella...Akira, la chica que arruinó tu secundaria en un apasionado beso, la sujetaba suavemente de la cintura.

Hasta que ambos se despegaron y los ojos de Zohakuten se veían ¿felices? Por que la mirada a ella como nunca te miro a tí.

Estabas destrozada pero querías saber que mierda pasaba mientras eras observabas, tu flequillo tapaba tus llorosos ojos, encima esta con la mujer que tanto daño te hizo, por más que deseabas su felicidad, no podías.

—T/n —saludo Akira pegada a él.

No contestaste, lograbas sentir una oleada de emociones horribles, celos, recepción, tristeza y dolor que ni siquiera sabias cualquier tomar.

—Hasta que llegas tonta —dijo Zohakuten— lo que quería decirte es que estoy saliendo con Akira, T/n, ella se arrepiente y ahora que formalmente somos una pareja quiero que respetes nuestra decisión, voy a estar más ocupado y en algunas horas libres y descansos estarás solas ¿Entiendes?

Eso te enfureció

—¿Entender que ahora estas con la chica que hizo tanto daño?

Viste su expresión, eso no lo gusto para nada, pero no hablo antes de que Akira continuará

—No tenemos que recordar eso  ahora        T/n-chan, ya vamos para adultos como para que sigas recordando todos esos amargos momentos entre nosotras, entiendo que eres la mejor amiga de Zohakuten y entiendo que tengas eso de amigas pero ahora te tendras que adaptar a esa realidad, como hoy que no podrás ir a su casa.

Lentamente lograbas sentir una que otra de lluvia, no dijiste ya nada, tu cuerpo tenía cosquilleos horribles que te avisaban que llorarias quieras o no.

Solo te diste medía vuelta bruscamente en un arrebató, estabas muy destrozada como para seguir hablando, tu diadema blanca se había caído al césped pero no la recogiste.

Escuchabas como cada quien seguía su camino y como decían que llovía, Zohakuten no parecía afectado, lentamente comenzabas a llorar más.

Las lágrimas eran imposibles de retener, no sabías a donde ir, todo era doloroso de ver o escuchar, desesperada empezaste a correr al estacionamiento mientras doblabas la carta entre tus dedos y un grito de rabia salía con fuerza al llegar y estar completamente sola.

Tiraste el papel allí y quitaste la mochila

—¡¡¡AHHHHHHHHHHH!!! —gritaste con todas tus fuerzas estrujando tu cabello entre tus nudillos con rabia mientras sollozabas.

Ahora si sollozabas a todo pulmón respirando agitada, abriste la caja de tus galletas y viste el diseño.

—¡¡Me esforce toda la noche!! Esto no es justo no es justo NO LO ES —Cada vez tu tono de voz se elevaba más, diste un mordida a las tiernas galletas de dragón— SON LAS COSAS MÁS ASQUEROSAS QUE HE PROBADO EN TODA MI VIDA!!!!

Gritaste histérica tirando todas las galletas a todas direcciones en un arrebató, tu trabajo duro era tirado por tí misma.

—LAS ODIO, ODIO A ESA PERRA, ODIO MIS GALLETAS, ODIO A ZOHAKUTEN HANTENGU CON TODA MI ALMA.

Finalmente acabaste en el piso, donde terminaste llorando pesadamente, no podías respirar y tu pecho no lograba pasar el aire, corriste hacía la última galletas

Tomaste la galletas cerca mirándola, arrepentida por tus palabras ya dichas mientras te maldecias a ti misma, sin embargo abrazaste la galletas,esta tenía diseño de ustedes dos juntos agarrados de la mano.

—No es cierto...no puedo odiarlo, es mi único amigo —seguiste llorando abrazandote a ti misma en el momento.

En ese momento una alarma comenzó a sonar, era el auto de a lado, era un verde muy oscuro mezclado con gris, lentamente comenzaba a estresarte.

Te levantaste de un salto y tomaste tu mochila, agarraste una piedra, querías llorar en paz y decidida, lanzaste la piedra a ese bello auto.

Sin embargo.

El fuerte sonido de la ventana del auto cayéndose para adentro fue audible, el sonido había sido espantoso, los pequeños vidrios resbalaban camino abajo con velocidad.

Diste un grito tapanado tu boca, no tenías opción y empezaste a trepar el gran portón de la preparatoria, nunca te habías escapado pero tenías experiencia, habías roto la ventana de un maestro

—<<¡¿Pero que es lo que hice?!>> —pensaste cruzando al otro lado con miedo, no querías tener nada que ver allí.

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