20- 04- 2000

Philadelphia. U.S.A.

Una fresca, tardía, noche de Abril.

Esta tarde, lector, fue una de esas noches tempranas en la cuáles aún podía oler el perfume dulzón de la tierra mojada, ver la ciudad iluminada por las lágrimas del cielo, escuchar los gritos y quejas de Mrs. Jones sobre su cabello esponjado gracias a la brisa de primavera.

No tengo idea de qué hora sea exactamente, no que eso importe, realmente, pero contarle, a usted, culto lector, esto mientras siento en mi cama, de alguna manera me da más cansancio de lo que habría hecho si lo hubiera contado mientras caminaba.

Nuevamente, no que eso importe.

Caminaba por las calles, a esa hora vacías, de la pequeña ciudad de BlackHollow con un paso bastante decadente, melancólico, deprimente, después de haber salido de la casa de Michelle, quien decía necesitarme mientras lloraba sin conforto.

Diré que, honestamente, tenía una idea vagabunda de cuánto, Duval, me odiara, pero, en realidad, no tenía idea de porque, aún, desgastaba sus ojos verdes y sus lágrimas de cristal en mí

Tal vez, y solo tal vez, ella ya sabía que su dolor me hacía sufrir.

Por un momento, paré de caminar, como si ya no pudiera arrastrar mi alma, frustrado por la burla que me había encontrado obligado a hacerle a Michelle para que sanara, estremecido y lleno de una tristeza plomiza de angustia.

Estuve atónito por un rato, luego me moví de nuevo, sin pensar más, de repente aliviado, de una manera extraña, casi estúpida, y comencé a vagar de nuevo, no sé cuánto tiempo, deteniéndome aquí y allá, a mirar las tiendas que, poco a poco, cerraban, y me parecía que cerraban para mí, para siempre; y que las calles poco a poco se fueron vaciando, para que yo me quedara solo, en la noche, vagabundo, entre casas silenciosas, oscuras, con todas las puertas, todas las ventanas cerradas, cerradas para mí, para siempre: toda la vida se encerró, se cerró, calló por un momento, aquella noche.

Y, al final, sin quererlo, casi guiado por el sentimiento oscuro que me había invadido, madurando poco a poco dentro de mí, me encontré frente a la puerta de la casa de mon Chéri, apoyado en la pared, mirando con los ojos muy abiertos el timbre dorado en la noche.

From: Aidan Gallagher
About: Michelle Duval and Mariano ____ (Mon Chéri)