Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Ryota Miyagi

n/a: Narrador protagonista, atemporal
♡ me ayudarían con un voto y comentario, para que el ff llegue a más personas. Gracias.
Pd: escuchen la canción, eh

Anzai... No mentiras, Ryota Miyagi.

Mi mente iba dirigida por la música que mis audífonos reproducían, variada; en idiomas, para mí, ininteligibles.

El camino estaba guardado en mi mente, por lo que mis extremidades inferiores no tuvieron problemas al no haber una real conexión con mi cerebro para llegar a la preparatoria.

Entré en ella, buscando entre todas las puertas la mía.

—¡(Nombre)! —Exclamó Ryota, atrás mío. Llegando al mismo tiempo.

Le saludé moviendo mi mano de un lado a otro, parando mi movimiento, para que el chico me alcanzara.

—¿Cómo amaneciste? —, inquirió el chico, sacó una botella de agua saborizada. Bebió de ella y la acercó mi cara, invitándome.

Mi mano agarró el recipiente plástico, absorbiendo el líquido.

Un corto sorbo —Bien, gracias ¿y tú?

—Bien, oye... me compré un libro nuevo, ya sabes. El profesor de lenguaje dijo que tenía que aumentar mi vocabulario.

Asentí, mientras entrábamos a nuestro salón. Acomodando nuestros bolsos —¿Cómo se llama?

El castaño hizo un ademán, para que me acercara. Curiosa hice caso.

—Cincuenta sombras de grey —. Me alejé, avergonzada.

—¿Qué? Pero si esa es de puro, ya sabes... sexo.

—Sí, lo sé.

No parecía estar tan intrigado como yo.

—¿Lo leerás? —. Negó —¿Entonces que harás?

—Simplemente las saltaré, no quiero leer porno —. Mi entrecejo se frunció, no sabía si eso era posible —, solo quiero aprender más palabras. Oye ¿y tú cómo sabes de qué se trata?

Ahora era el joven quien dirigía el interrogatorio.

—He escuchado hablar de él, es famoso —. Hablé rápido, inhalando y exhalando, para que mi sonrojo sea menos notorio.

Entrecerró sus ojos, asintiendo levemente. Para luego soltar una carcajada —Tranquila, te creo.

—Como si estuviera mintiendo —. Susurré, la charla fue concluida por la presencia del profesor.

...

—¿Nos vemos en el entrenamiento de basquetbol? —Pidió Ryota.

—Mhh, trataré —. Me saqué los zapatos, cambiandolos por los de calle —Hoy tengo clases de judo.

—Ya veo —Clamó el adolescente, su mirada y tono expulsaban decepción. De verdad quería que viera cómo avanzaba en sus entrenamientos y lo bueno que era —, será para otro día.

Su espalda fue desvaneciéndose, iba a dejarlo ir, pero su desilusión arrimó mi ser.

—¡Ryota! —A la lejanía ví como volteaba a verme, mordí el interior de mi labio —. Trataré de ir, quiero verte jugar.

El vacío fue desplazado por el brillo. Su mano fue mi despedida y su grande sonrisa mi regalo.

Bye, bye!

—¿Te retiras? —Asumió Aota.

—Sí, Tatsuhiko. Recojo mis cosas y me voy, iré a ver a los chicos de basquetbol practicar.

La mandíbula del chico de tercero se tensó al escuchar sobre el entrenamiento de los otros. Probablemente por Hanamichi y su negativa para entrar en nuestro taller.

—¡No descuides nuestros entrenamientos por andar con los tontos de baloncesto y sus pelotas, eh!

—No lo haré. Gracias.

Me despedí del resto, aumentando mi paso a la salida del salón.
Quería llegar a ver a Ryota jugar, quería verlo sorprendido por ir incluso antes, de lo esperado.

Pero la puerta principal de la cancha y, la presencia de varias estudiantes en frente de ella, me hizo pensar en lo peor.

—¿Qué pasó? —Artículé, nerviosa.

—Un hombre de pelo negro y largo irrumpió el entrenamiento, traía a otros más. Había uno enorme —La joven hizo una seña de qué tan grande eran —. Entraron y luego los de baloncesto cerraron la entrada. Llamamos a un profesor.

"Un hombre de pelo largo y negro?"
Una corriente de estrés abundó en mí... Hisahi Mitsui.

"¿Qué hacía ahí? Dios, Ryota. Viene por Ryota. Recién había vuelto del hospital y ya iba a meterse en problemas otra vez.

Empujé a las féminas, llegando hasta la gran puerta. La toqué con desesperación, gritando el nombre de Ryota una y otra vez. Tenía miedo por lo que le podía pasar si Mitsui lo acorralaba con sus amigos.

Todos mis gritos fueron en vano, incluso, después de varios minutos, cuando llegó Akagi tampoco dejó entrar a nadie.
Y menos a mí.

Mis lamentos terminaron cuando el entrenador Anzai entró al establecimiento deportivo y salió con los chicos atrás de él.
Era incluso peor de lo que me había imaginado.

—¡Dios, Ryota! ¡¿Qué te pasó?!

A paso estúpido me acerqué hacia mi amigo, viendo como la sangre chorreaba por su boca. Se habían peleado.

Ni siquiera me importó si Akagi, mi hermano, gritaba mi nombre, diciendo que no me vaya. Simplemente agarré la mano del chico y la pasé por mi hombro.

—Vamos a casa —, balbuceó Miyagi. Su agitación no era por la gran disputa que tuvieron, sino la cercanía que traspasaba todo los límites de la amistad que teníamos hasta ese entonces. Negué, trataba de no mirarlo, dirigiéndome hacia la ruta que daba al hospital más cercano —por favor.

—No puedo dejarte ir así, Ryota —. Dirigí mis ojos hacia el más alto, específicamente a la sangre que adornaba sus facciones —Mira como estás, eso necesita puntos.

El joven se removió de entre mis brazos, soltando mi agarre —No volveré al hospital, (Nombre).

Transpiré, mi cabeza se movió, en negativa. Era muy terco.
—No me dejarás llevarte ¿Verdad?

—No.

—Entonces, por lo menos. Déjame curarte.

—Está bien. ¿En mi casa o...?

—En la tuya, mi hermano debe estar enojado porque me vine contigo —, sus avellanados ojos brillaron de malestar —tranquilo, me las arreglaré.

Un sonido gutural como afirmación fue lo único que me bastó para acompañarle hasta su casa.

El viaje fue silencioso, un tanto incómodo, porque ninguno se atrevía a hablar y menos cuando Ryota entrelazó su mano con la mía. Me tensé durante los primeros momentos, sintiendo como mis palmas eran unas cascadas de sudor, hasta que me hice una con el momento. Regocijándome hasta por la cosa más mínima.

"Así se debe sentir el amor" pensé.
"Mi primer amor".

...

—¡Augh! —Chilló el adolescente, mientras seguía pasando el algodón con alcohol por su labio
—Hazlo rápido, rápido.

Pasé la bolita empapada de líquido velozmente, escuchando los lamentos por parte de él —Si te comportaras bien esto no habría pasado.

—No fue mi culpa, (Nombre). Además, tú misma diste la idea que me curaras —. Dijo altaneramente.

Pasé el algodón por sus heridas, provocando un quejido seguido de una risa —¡Lo hiciste a propósito!

—Sí —, afirmé, levantándome de la silla donde estaba, buscando con la mirada mi mochila —me tengo que ir.

Empecé a caminar hacia la salida, pero la mano del castaño en mi antebrazo me detuvo. Giré mi cuerpo para verle, estaba levemente sonrojado.

—Gracias por cuidarme y —tomó aire —perdón por preocuparte.

—No es nada, Ryota. Para eso estamos los... —Iba a decir "amigos", pero no sabía muy bien si lo que hacíamos y sentíamos era fiel al significado de amistad —me alegro que estés bien —. Sentencié.

Me liberé de él, dando por finalizada mi presencia en su casa.

—Déjame acompañarte —. Corrió el castaño hacia la puerta, poniéndose delante de ella —Ya es casi de noche y es peligroso.

Sonreí tiernamente por sus palabras. Mis emociones eran recíprocas —Sé defenderme mejor que tú, no es necesario.

—No es cierto.

Señalé sus heridas, mientras arqueaba mis cejas.

—Akagi me va a retar si no llego antes de la cena y va a ser peor si me ve contigo, adiós —. Pasé por su lado. En menos de un segundo ya estaba fuera de su hogar.

Pegué mi espalda a la pared de su casa, mirando la brillante luna que empezaba a brotar. A la par de mis sentimientos por Ryota Miyagi.

Olaa espero que les haya gustado, fue cortito pero tierno. Me ayudan con un voto y comentario ❤️‍🔥

Si tienen alguna idea para un one shot me la pueden escribir y si me inspiro la agrego <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro