Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

celos

N/A; ¿de qué forma demostrarían sus celos los boys de Slam Dunk?

Voten y comenten mucho o me mato


Kaede Rukawa

Estaba hablando calidamente con Kogure acerca de cosas triviales. Hasta que el cuerpo de Rukawa apareció detrás del chico.

—¡Rukawa! —interrumpí al de lentes con un lo siento por lo bajo, para luego acercarme a mi novio —por fin te apareces ¿dónde estabas?

—Ocupado, (Nombre) —su tono fue tan ácido que juré que traspasó mis órganos.

—¡Rukawa! ¡Hola, te estábamos esperando! —el chico de lentes saludó calidamente al azabache, pero no hubo respuesta —¡Vaya! Parece que se enojó —acomodó sus gafas, mientras pensaba —¿con quién estará molesto, eh?

El entrenamiento transcurrió con normalidad, excepto por que Rukawa estaba más sensible a los insultos de Hanamichi. Hubo un momento donde Akagi tuvo que intervenir, ya que habían llegado al punto de casi agarrarse a golpes.

—Oye, Rukawa ¿Seguro que estás bien? —volví a preguntar, mientras caminábamos de la mano hasta mi casa.

—Sí —. Respondió tajante.

Boté aire audiblemente, mi mano libre se dirigió hacia mi cabeza, rascandola —Ya me estoy cansando de qué no me dig-...

Antes de que pudiera completar la oración la imponente voz del pelinegro hizo presencia;

—Tal vez no te aburrirías si en mi lugar estuviera Kogure.

Para ese entonces me había soltado y pude notar como sus puños eran apretados. Junté las cejas, por fin entendiendo qué ocurría.

Rukawa estaba celoso.

—¿Estás celoso? —pregunté, mientras picaba su abdomen por encima del uniforme —¡Estás celoso! —daba vueltitas al rededor del muchacho —¡Rukawa está celoso! ¡Rukawa está celoso!

—¡Cállate, no lo estoy! —. Y empezó a caminar, dejándome atrás.

Deje mis niñadas y aceleré el paso para alcanzarlo, cuando me fijé en su rostro; este mantenía un suave sonrojo.

Iba a pronunciar otra broma, pero mantuve el silencio. No había dicho explícitamente sus sentimientos, pero yo ya los sabía. Llegó a mi mente el pensamiento de que tal vez Rukawa nunca había experimentado ese tipo de emociones.

Ruka —volví a tomar su mano, ahora le acariciaba suavemente —es normal sentir celos, ¿me perdonas por molestarte? —él asintió —cuando los sientas puedes contármelo, y yo siempre te diré que eres el chico más lindo, tanto por dentro como por fuera, que he conocido en mi vida.

Ahora ambos teníamos nuestros rostros cubiertos de color carmesí.
No nos atrevimos a mirarnos, ni a hablar, pero el ambiente y la presión que ejerció en nuestro agarre fue más que suficiente.

-----ᥫ᭡


Hacer que el gran Hanamichi Sakuragi (como se había apodado él mismo) reconociera que sentía celos por Rukawa era la tarea más difícil.

—Ya te lo dije, (Nombre). Los celos son para personas débiles, no para alguien como yo —se señaló el pelirrojo.

—Ajá... -dije mientras avanzaba el carrito de compras —¿oye, quieres comer helado de frutilla?

Cambié de tema, pero parece que el chico no pensaba hacer lo mismo.

—Puff, ¿además qué tiene ese tonto de Rukawa que no tenga yo?

—Un lindo pelo negro —. Solté.

Su rostro palideció por unos instantes, y una idea se apoderó de sus facciones.

—¿Te gustan los chicos como Rukawa? —aunque su pregunta era para seguir nuestro mini debate, su voz apagada; triste.

—¿Qué? —su cambio de actitud fue tan repentino que a duras penas logré entenderlo, pero cuando lo hice sentí mi corazón estrujarse —Hana, mírame.

Sus oscuros ojos se encontraron con los míos, mi mano buscó la suya calidamente, para expresarle lo que sentía —Me gustas tú por cómo eres, un poco tonto y bruto, pero bueno. Imagínate salir con un frío e insensible como Kaede, ¡no! Ni loca. Lo que dije fue una simple broma.

Mis palabras lograron que vuelva a su habitual ánimo, cosa sencilla ya que sus cambios de humor eran esporádicos.

—¡Dios mío (Nombre), tus palabras lograron enternecer el corazón del grandisimo Sakuragi! —y ahí estaba, el chico del cuál me había enamorado —te mereces un premio.

—¿Qué tipo de premio? —pregunté, coquetamente. Sutilmente me acerqué más.

—¡Helado de frutilla!

Nunca cambiaría. La esencia juvenil y juguetona que lo caracterizaba fue la que captó mi atención desde que lo conocí. No fue difícil reconocer que había aído rendida por el joven.

-----ᥫ᭡

Ryota Miyagi

Estaba en la cancha de basquetbol viendo jugar a los chicos y sobre todo a Ryota.

Estaba a punto de realizar un tiro a distancia cuando la vibración de mi celular apartó mi atención del adolescente; había recibido un mensaje.

Pensé que era mi madre por lo que rápidamente le prendí. Aunque leer el nombre del emisor me dejó sorprendida, era un amigo de la secundaria.

La charla empezó trivialmente, con las típicas preguntas y respuestas y fue terminada cuando el castaño apareció a mi lado.

Le saludé animadamente, a la par que guardaba mi teléfono.

—¿Alguien te habló? —inquirió el chico. Mientras sacaba una toalla para secar las gotas de sudor que escurrían por su cuerpo.

—¿Ah? Ah sí, era un amigo de la secundaria —dije sin darle mucha importancia.

—¿y qué te dijo?

—Nada importante.

—Ajá, ⋘nidi impirtinti⋙ —remedo el joven —. Te perdiste mi tiro de tres puntos —Susurró gravemente.

—¡Oye, yo no hablo así!

—Sí lo haces —exclamó y en un acto impulsivo lanzó su cuerpo al mío, abrazándome. Pude escuchar como botó fuertemente aire, tenso.

—¿Qué te pasa? —pregunté, recibiendo su repentino abrazo
—nunca te comportas así.

—¿así cómo? —su ronca voz chocó con mi nuca, causando que mi piel se erizara

—Cariñoso. No sueles serlo y menos en público.

Aún seguíamos abrazados, por suerte, ninguno de los presentes nos puso atención.

—Tal vez... —artículo el chico bajamente —solo tal vez, sentí algo feito al ver que no viste mi tiro por... —tosió, buscando salvación en un momento embarazoso —andar chateando con ese amiguito tuyo.

Después de confesarse no me soltó, al contrario, aumentó la presión en este. Dando a entender que no quería que viera su sonrojada cara.

No dije nada, ya que las palabras justas no llegaron a mi boca. Así que decidí callar; mi mano subió a su húmedo cabello y le acaricié como a un felino. Pude sentir como aceptó el tacto, acercando más su cabeza.
Hay veces donde una acción dice más que mil palabras, y espero que esta sea una de ellas.


Mushashas ya se que esto fue horrible jdjdjd pero no se me ocurrió nada LITERALMENTE nada

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro