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CAPÍTULO TREINTA Y DOS
• ALMAS GEMELAS •

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Sirius iba corriendo lo más rápido posible atropellando a personas y disculpándose a los gritos mientras va en busca de Eris necesitando contarle urgente de algo que se enteró.
Finalmente lo encontró con James besándose pero ni le importó interrumpir y rápidamente puso una mano en la frente cada uno y los separó bruscamente.

— ¡¿Qué carajos?! — exclamó un molesto James pero al ver que es su amigo se tranquilizó de inmediato — ¿Qué quieres canuto?

— De ti nada — miró a Eris con una gran sonrisa — Necesito contarte un tremendo chisme.

— ¿Qué chisme? — preguntó interesada apartándose de James para prestarle atención.

— Es sobre Elyse— dijo evidentemente emocionado.

— ¿Quién es ese? — preguntó confundido el azabache.

— Vamos a otro lado — sonrió levantándose de inmediato y le dio un corto beso en los labios a James — Nos vemos en clase.

Antes de que responda agarró la mano de Sirius y ambos corrieron hacia un lugar privado siendo seguidos con la mirada de James hasta perderlos de vista.

— A veces esto parece una relación de tres — susurró.

Apenas ambos llegaron a un pasillo semi vacío la rubia le insistió en saber ya que trata sobre Eloise y Lily, uno de sus shipp más fuerte y que desea que estén juntas.

— Ya sabes que uno de mis dones es saber quienes son almas gemelas y...

— Ve directo al gra...— abrió la boca enorme al caer en cuenta — No me digas que..

— ¡Sí! ¡Las dos son almas gemelas! — chilló emocionado.

— ¡Almas gemelas!

— ¡Sí!

En un acto impulsivo los dos se agarraron de las manos y comenzaron a dar saltitos y algunos grititos de la emoción festejando de la nueva noticia porque ya hace bastante tiempo que andan deseando lo mismo, y si bien no están juntas enterarse de eso ya es algo grande.

— ¿Estás pensando lo mismo que yo? — preguntó la rubia con una gran sonrisa que duda que se le quite en todo el día.

— Oh claro que sí mi preciosa Eris, debemos hacer de todo para juntarlas.

— Hay que planear bien o de lo contrario las dos se darán cuenta y van a alejarse por eso..

— Y no queremos eso — completó.

— Exacto — sonrió contenta — No puedo creer esto.

— Dímelo a mí, cuando lo supe no pude creer hasta verificarlo de nuevo, apenas lo hice corrí en tu búsqueda, pero en fin, tiremos ideas del proyecto juntar a Elyse.

Y con eso ambos se metieron en una charla sin parar en donde tiraban ideas al azar y los que ya les parecía bien a los dos Eris anotaba en una pequeña libreta que lleva siempre consigo por las dudas. Sin embargo, ambos se callaron de inmediato ante la aparición de Remus dado que nadie más ellos dos están al tanto del shipp.

— Hola lunático— saludó al instante Sirius con una sonrisa al verlo.

Pero lo extraño fue que este ni siquiera le regresó el saludo y mucho menos le dirigió aunque sea una corta mirada, sus ojos están posados en Eris y al conocerlo tan bien puede notar que se encuentra tenso, eso le preocupó al pensar que algo malo le ha pasado.

— ¿Puedo hablar contigo Eris?

— Hm yo..— miró indecisa a su primo.

— No hay problema, luego seguimos — accedió de inmediato al ver que al parecer su amigo la necesita para algo más serio que lo que hacían.

— Está bien, vamos Rem — entrelazó sus brazos llevándolo ya suponiendo lo que pasa al sentir todas sus emociones y si que están revueltas — ¿Prefieres ir al lago?

— Sí, no estamos lejos.

La rubia asintió y ambos caminaron en silencio hacia el lugar favorito del castaño y apenas llegaron se sentaron uno frente al otro y Eris solo observaba como él juega con sus dedos nervioso esperando pacientemente que le diga eso que ya lo sabe.

— No me des esa mirada — habló finalmente tras levantar su vista y conectar sus ojos.

— ¿Cómo? — sonrió tiernamente.

— Esa mirada de ya saber todo, al menos si es así no debo decirlo en voz alta.

— Pero necesitas decirlo para que termines de aceptarlo, así que hazlo Remus, suéltalo.

— Creo que me gusta Sirius — dijo dubitativo pero luego negó diciendo con más firmeza — Me gusta Sirius.

Ciertamente Eris tuvo que juntar toda su fuerza de voluntad para no ponerse a chillar de la emoción como lo hizo minutos antes ante la notica, y es que tanto como quiere que Eloise esté con Lily también quiere que Sirius y Remus lo estén, son las personas que más desea que se junten y todas estás confesiones del día la tienen sumamente emocionada y feliz.

— ¿Y se lo dirás o lo guardarás todo?

— Me lo guardaré.

La rubia se abstuvo a tirarle todo un sermón ante eso porque ya estuvo esperando suficiente y escuchando día a día los lamentos y también suspiros enamoradizos de Sirius dirigidos a él como para que ahora quiera ocultarlo, aunque ya tiene la sospecha del porqué.

— ¿Por qué quieres guardar algo como eso sabiendo que él siente algo por ti?

Nadie podría amar a un monstruo como yo.

Y ahí está, justo lo que suponía y el que siempre será su mayor inseguridad y el causante de que reprima miles de cosas por miedo a lastimar a otros por culpa de su licantropía.

— Tus padres te aman, Sirius te ama, James te ama, Peter te ama y yo te amo, y estoy segura que hay varias personas fuera de nuestro círculo de amistad que te adoran completamente.

— Pero..

— No — interrumpió al instante — Sé que todas tus inseguridades son los que hablan por ti pero déjame decirte que nosotros te amamos completamente tal cual eres, incluso con todo eso que tú consideras imperfección — agarró sus manos dándole un apretón — Y Sirius, uf..él te ama no solo como amigo, sino también como una pareja, tanto así que dejó toda esa vida atrás que tenía por ti, no solo para demostrarte que puede estar en una relación seria, sino también porque ya nada le llena como antes y ahora solo desea y anhela tanto todo lo que tenga que ver contigo, incluso con una mirada o un leve toque ya lo derrites de amor.

El castaño agachó la cabeza sintiéndose tocado por sus palabras y dejándole sumamente pensativo.

— Es que tengo miedo — susurró.

— ¿Miedo a qué? ¿A salir lastimado o a que él lo salga?

— Ambos.

— Ay Rem — suspiró — Mira, solo te puedo decir que deberías dejar todo miedo atrás y comenzar a experimentar, no importa si funciona o no, o si uno sale con el corazón roto, después de todo sabrás que aprovechaste la oportunidad y lo viviste en lugar de haberte quedado por siempre con la duda de qué hubiera pasado si accedías a una relación con él; y con esto no te estoy obligando a que andes con él, solo digo mi opinión, al final eres tú quien decide qué hacer al respecto.

En lugar de decir algo se acercó a ella y la abrazó con fuerza, como si fuera su ancla en un momento en donde siente ahogarse con todos esos sentimientos nuevos para él, y vaya que está perdido al respecto, sin saber qué camino tomar. Nunca esperó sentir algo por uno de sus mejores amigos.

Eris por su parte se quedó ahí a su lado en todo momento apoyándolo y tiempo después ayudándole a distraer un poco su mente de la situación, incluso lo hizo reír en reiteradas ocasiones.
Ella siempre será el ancla de todos sus amigos y aquella que los levante una y otra vez.

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Por primera vez cada alumno de la clase se encuentra prestándole suma atención al profesor que está explicando lo que es un patronus, su función y como conjurarlo. La gran mayoría están deseosos y entusiasmados con poder aprender y ver que animal les tocará, en cambio otros ya se encuentran de antemano de mal humor sabiendo que no podrán conjurarlo al no tener recuerdos felices.

— Hey amor — susurró James dándole un leve codazo llamando su atención— ¿Sabes conjurar uno?

— Sí, lo sé ¿y tú?

— Oh sí, el mío es un...— se calló cuando el profesor dio un aplauso diciendo que es momento de practicar — Ya lo verás en un rato.

— ¿Quién quiere intentar primero? — preguntó el profesor.

— ¡Yo! — gritó de inmediato Sirius saliendo de donde estaba para ponerse en medio de la ronda que hicieron.

— Bien joven Black, adelante.

Este sonrió engreídamente quitando su varita de su cabello que se había sujetado al no tener una liga y luego se acomodó este causando algunos suspiros y que Remus ruede los ojos fastidiado al oír eso, Eris quien está a su lado soltó una risita ante sus celos pero se calló cuando el castaño la miró.

— Suficiente demostración de su gran cabellera joven, ya hazlo o elijo a otro alumno.

Sirius ante eso inmediatamente dejó de peinarse y en un instante un perro azul luminiscente salió de su varita correteando por toda la clase para luego dar vueltas alrededor de Remus quitándole a este una sonrisa.

— Perfecto — dio un aplauso contento el profesor — Bueno clase, ya saben como se conjura, es momento de intentarlo.

Y en ese momento todos comenzaron a intentar, pero Sirius al ver que Eris ya iba a hacerlo antes que James corrió rápidamente frente a ellos deteniendo toda acción ante la mirada confundida de ambos.

— ¿Qué te pasa canuto? Justo ya me iba a mostrar cual es el suyo.

— Sí, sobre eso, háganlo al mismo tiempo.

— ¿Por qué? — preguntaron al unísono.

— Ehh..así será más emocionante — al ver que iban a hablar hizo un ademán exagerado callándoles— Solo háganme caso por una vez.

Ambos se miraron confundidos pero se asintieron y comenzaron a contar hasta llegar al tres y ambos conjuraron el patronus al mismo tiempo, apenas se visualizó entendieron la razón por la cual su amigo quería que hagan al mismo tiempo. Son almas gemelas, él tiene un ciervo y ella una cierva; ambos se encuentran sumamente asombrados mientras ven como estos dos juegan solo entre ellos ignorando todo a su alrededor, incluso se rozan como si se dieran caricias.

— Fascinante, nunca antes había presenciado el encuentro primerizo de patronus que son almas gemelas — habló el profesor llamando la atención de la mayoría.

Varias miradas cayeron en ambos adolescentes y algunos murmullos comenzaron a inundar la clase; sin embargo, los pertenecientes siguen en silencio mirando los patronus, por su parte Eris se encuentra encajando todas las situaciones dándose cuenta que Sirius más que nada evitaba que se enteren de esto, hasta cuando ella le pedía a James saber su forma animaga o que le muestre él intervenía disimuladamente; James está de a poco saliendo del trance para comenzar a emocionarse al saber que aparte de ser su novia también es su alma gemela.

— Y tenemos otras más, excelente.

Ahora todas las miradas se apartaron de la pareja para observarle a Eloise y Lily quienes están aún más sorprendidas al descubrir que son almas gemelas.

— Wow yo..— empezó finalmente Eris mirándolo.

— ¡Somos almas gemelas! — interrumpió exclamando emocionado.

— Tienes que mostrarme tu forma animaga — susurró gritó con emoción — Eres un lindo ciervito.

— ¿En serio te emociona más eso que ser almas gemelas? — preguntó divertido — ¿O es que ya lo sabías?

— Oh no, no lo sabía, pero no siempre tu novio se convierte en un ciervo — sonrió abrazándolo y mirándolo con súplica — Muéstrame porfis.

James soltó una risita abrazándola igual sin poder negarse ante como lo mira, aunque igual siempre tuvo la duda de si le gustarían los ciervos y ahora ya tiene la respuesta, así que no cabe duda de que le mostrará.

— Cuando se acabe la clase te mostraré.

— ¡Siii! — sonrió feliz dando saltitos sin soltarlo aún causándole ternura a James.

Y tal como lo prometió al finalizar las clases ambos se metieron al bosque con una Eris toda emocionada jalándolo de su mano y un James que solo se dejaba llevar con una sonrisa pegada en su rostro. Los dos se encuentran felices y eso se nota bastante, y no solo por lo que se enteraron hoy, sino que ya desde que iniciaron su relación se sienten completos estando uno con el otro.

— Aquí ya estamos seguros de que nadie verá — dijo la rubia deteniéndose — Ya puedes mostrarme.

— Ten paciencia bonita.

Aún así soltó su mano y sin perder más tiempo se transformó en un ciervo con grandes cornamentas. Avanzó hasta Eris quien se encuentra fascinada viéndolo y a propósito le lamió su cara sacándole una leve risa.

— Pero mírate, que hermoso ciervo eres, tan bello — habló sin darse cuenta con una voz más aguda que suele poner con los animales.

Eso hizo que el ciervo levante su cabeza haciéndose más grande sintiéndose todo orgulloso de los halagos, pero no le duró mucho su postura ya que se derritió ante su toque y se acercó aún más a ella, por poco subiéndose encima en busca de más caricias.

— Eres igual a James con esto de las caricias...aunque bueno, técnicamente si eres él..ay ya me entiendes.

Recorrió suavemente las manos por sus cornamentas a lo que él agachó su cabeza dándole más acceso sin importarle ya sabiendo lo curiosa que es en todo y que no se calmará hasta conocer todo bien, así que solo se limitó a verla fijamente mentalmente sonriendo ante como lo mira tan encantada.
Así estuvieron por unos minutos con ella dándole caricias, abrazándolo y hablando con él aunque esté no respondiera.

— ¿Ya sabes lo de Remus?

Con eso ya no se pudo contener a no hablar y se transformó nuevamente en humano.

— Depende de qué sabes tú.

— Primero dime lo que sabes tú, no quiero traicionar su confianza diciéndote algo que no debías saber aún.

— Lo mío es que siente algo por Sirius.

— Lo mío igual — sonrió al recordar de nuevo.

— Debo decir que me siento un poco traicionado y dolido que te haya contado a ti y no a mí, su mejor amigo de hace años — dramatizó haciendo una expresión de decepción.

— ¿Qué? — frunció un poco el ceño confundida — ¿Cómo sabes si no te dijo?

— Oh vamos amor, es sumamente obvio como de un momento a otro comenzó a quedarse mirándolo fijamente por varios segundos cuando él no se da cuenta, justo como yo lo hacía contigo, también está que últimamente evita estar a solas con él, incluso se aleja rápidamente cuando Sirius da sus excesivas muestras de afectos físicos cuando antes ni se inmutaba ante ello, hasta lo vi sonrojarse un poco ¿Sabes lo que es eso? ¡Remus casi nunca se sonroja! — exclamó al último emocionado — Igual me di cuenta más que nada porque nos la pasamos juntos y hasta dormimos en la misma habitación.

— Y estoy segura que no dejaste de acosar al pobre de Remus hasta darte cuenta de los hechos ¿verdad?

— Obvio, pero solo poquito — sonrió inocente a lo que Eris negó divertida — Dime por favor que serás mi cómplice para juntarlos.

— Por supuesto, de eso no dudes cielo, pero está difícil, ya sabes como es Rem y ya te imaginarás la conversación que tuvimos.

El azabache asintió suspirando sabiendo lo complicado que será con su amigo teniendo ciertos pensamientos de sí mismo, pero está dispuesto a ayudarlo y que sea feliz.

— Bien, lo intentaremos igual, pero luego acordamos cómo, ahora quiero aprovechar el tiempo a solas que tengo contigo sin que nadie interrumpa.

Agarró su cintura acercándola a lo que ella pasó sus brazos por su cuello mirándolo con una leve sonrisa.

— ¿Y qué quieres hacer?

— Quizás darnos besitos y cariño — sonrió acercando su rostro al suyo.

— Acepto.

La distancia se cortó y sus labios se unieron en un suave beso que ciertamente ya estaba deseando desde hace rato. Los dos se convirtieron como la droga del otro y cada que que tienen la oportunidad andan besándose o simplemente dándose caricias, sin pasar a más, mientras hablan de cualquier cosa para pasar el rato; el problema viene que no siempre pueden tener estos momentos a solas, ya sea por que son de diferentes casas y tienen horarios distintos o simplemente porque cualquiera de sus amigos generalmente interrumpen sin querer, especialmente Sirius que es muy apegado a ambos, de ahí viene con que ya parece relación de tres, aunque el pelinegro bromea con que es el hijo de los dos.

— Faltemos a las siguientes clases y pasemos el rato juntos — susurró contra sus labios deseando que acepte.

— Me parece bien — susurró.

James sonrió de inmediato contento y sin más volvieron a besarse. Y tal como lo acordaron se quedaron varias horas juntos pasando un buen rato.

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