Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Extra III: Hijo

Dai suspiró, miraba el cielo oscuro de la noche mientras esperaba a que la liga de villanos volviera de su misión de aquel día.

Se sentía extraño.

Estaba feliz por estar con quien amaba, estaba feliz por tener buenos amigos, pero sentía que algo le faltaba.

Cuando cierta situación pasó por su mente rápidamente intentó desviar sus pensamientos, no podía ser eso, era imposible.

¿Como se le podía ocurrir tener un hijo?

Era muy joven, apenas había cumplido veinte años, pero entonces ¿por qué aquel pensamiento lo hacía feliz?

¿Por qué la idea de ver correr hacia sus brazos un niño parecido a Kotaro hacia que su corazón se calentara?

—Dios, eso es imposible —susurró para sí mismo, cubriendo su rostro con sus manos.

Rápidamente Dai comenzó a pensar en por qué aquella idea no podría hacerse realidad, pero a pesar de sus arduos intentos, su mente le daba soluciones fáciles que eran difíciles de ignorar.

El que ambos fueran hombres no era una imposibilidad, después de todo, podían recurrir a alquilar un vientre, así, de niño podría tener cualidades de los dos.

La simple idea de tener un hijo que tuviera aquellos bellos ojos azules que tenía su novio hacia que Dai se emocionara.

Fue así como la mente de Dai encontró solo un obstáculo.

Kotaro.

○○○

—Si, ¿por qué no? —dijo el azabache, metiendo los fideos en su boca mientras Kurogiri sanaba sus heridas.

Dai lo miró, incrédulo.

—¿Hablas en serio? —preguntó, estupefacto.

Era imposible, ¿Kotaro realmente había aceptado tener un hijo con él?

—Seh.

Rápidamente Dai entrecerró los ojos mientras miraba a Kotaro.

—¿Estás drogado? —preguntó, desconfiado.

—Ojalá —respondió su novio, mirando con pereza un punto invisible de la pared frente a él—. El dolor de cabeza me está matando.

Dai, sin poder controlar su alegría, se lanzó a los brazos de su novio quien, al predecir lo que él albino haría, hizo su tazón de fideos a un lado.

—¡Me has hecho el hombre más feliz del mundo! —exclamó, repartiendo besos por el rostro de Kotaro.

—Lo hago durante noches también —respondió él, tomando de nuevo sus fideos y metiendo más en su boca.

Dai se sonrojó ante aquello.

—Como sea, ¿en donde planeas adoptar? —preguntó él azabache—. Si es posible, deberíamos adoptar un niño de veinte años para ponerlo a trabajar y explotarlo

—No planeo adoptar, en realidad, quería alquilar un vientre para que el niño se pareciera a nosotros —dijo Dai, ignorando lo último.

Kotaro frunció el ceño.

—¿Qué?

—¡Si! Hoy en día las parejas que no pueden tener hijos por si solos suelen...

Kotaro interrumpió a su novio.

—Ni jodiendo voy a hacer eso, si quieres un puto niño adopta uno de las calles.

Dai se tensó ante el tono usado por su novio, él nunca se había dirigido hacia él de esa manera tan brusca.

—¿Por..., por qué? —preguntó.

—Dai, ¿me has visto? ¿Ya notaste como soy? —exclamó Kotaro, haciendo su tazón a un lado y parándose frente a Dai con el ceño fruncido—. Mirame bien, Dai, mirá lo que he hecho.

—¿Que tiene que ver eso en...?

—¡Si tengo un hijo hay riesgo de que sea como yo! —gritó—. No voy a arriesgarme a que nazca otro puto loco en mi familia.

—Nuestra familia —corrigió Dai.

Kotaro lo miró por un segundo, sin responder, permaneciendo con el ceño fruncido.

—Kotaro tú..., podemos con esto, mira donde estamos. Si, somos buscados y seguramente vayamos a la cárcel si nos encuentran, pero estamos juntos —Dai tomó las manos de su novio y lo miró con una sonrisa—. Si nuestro hijo tiene tu misma enfermedad podemos ayudarlo.

—¿Y que? ¿Hacerlo adicto a las drogas que lo ayudarán a tener sentimientos? —escupió Kotaro—. Por favor, Dai, ya vivimos ese cuento y el final no es muy bonito.

—El final no ha llegado, y sin con "final" te refieres a nosotros estando juntos, en lo que a mi concierne, es el final más hermoso del mundo —expresó Dai.

Kotaro lo miró con antipatía.

—Sabes que no me refiero a eso, Dai, jamás sabrás lo horrible que es —Kotaro no estaba molesto, como usualmente pasaba, pero ciertamente aquella situación le disgustaba—. Cuando comencé con las drogas deseé jamás haber nacido, o por lo menos, deseaba ser una persona diferente.

>> Sentir es asqueroso, me da tanta repulsión pero a la vez tanto interés que no puedo evitar querer hacerlo, no puedo evitar querer tener algo que no poseo. —en aquel momento, Dai supo que, si su novio estuviera bajo el efecto de las drogas medicinales, él estaría llorando—. Luego, descubres las cosas que te dan euforia y yo estoy tan dañado que lo único que me emociona es matar y estar contigo. Eres mi droga Dai.

Dai se llevó las manos a su boca ante aquella sorpresiva confesión. Kotaro no tenía ni un gramo de droga en su sistema y, aún así, se expresaba de una manera tan hermosa hacia él que no pudo evitar llorar.

—Kota...—Dai abrazó su novio, sonriendo—, podemos intentarlo, hemos pasado por cosas peores.

—No voy a agregar otra a la lista —dijo, deshaciéndose del abrazo, dejando a Dai atrás y saliendo del lugar.

Kurogiri, quien había visto toda la escena, se dirigió hacia Dai.

—Joven Dai..., lo mejor será que ambos se calmen un poco, así podrán tener luego una conversación más calmada —dijo, con voz tenue, dándole un pañuelo a Dai.

—Gracias, Kurogiri...

○○○

Dai, luego de esperar a Kotaro por horas, al ver que el reloj estaba por marcar las dos de la madrugada, decidió apagar las luces y acostarse en su cama.

Pero no durmió, en cambio, comenzó a llorar.

Kotaro nunca sería capaz de abandonarlo ¿o si? ¿Había cometido un error al pedirle aquellos?

Dai pensaba que había sido demasiado ambicioso, todo estaba yendo demasiado bien, creía que, de no ser por su idea, Kotaro estaría durmiendo a su lado.

Dai siguió llorando.

Se encerró tanto en su mundo, culpando a sí mismo, que no notó que Kotaro se encontraba en la habitación, abrazándolo.

—No llores por mi, Dai, no lo merezco —susurró en su oído—. Aunque parece que lo único que hago es hacerte llorar.

Dai se giró y le devolvió el abrazó a Kotaro, aferrándose a él:—No tenemos que tener un hijo —se apresuró a decir—. Lo siento, no debí sugerir eso, por favor no me abandones. No otra vez.

Kotaro frunció el ceño, haciendo una mueca que Dai no lograba entender.

—Dai...

Ante la mención de su nombre, Dai abrió los ojos, creía que Kotaro lo abandonaría. Aquel era un miedo latente en él desde aquella vez que se despidieron frente al edificio en el que ambos se habían conocido.

Era curioso que aquel entonces se separaron justo en el punto en el que se habían conocido. Era tan poético y tan doloroso que Dai sabía que, si Kotaro se volvía a ir, estaría destrozado.

—No me dejes —sollozó—. Sabes que haría lo que fuera por ti.

—Lo sé, pero no estoy seguro de si yo haría lo mismo.

Dai miró a Kotaro, desesperado, el hombre de ojos azules solo lo miró con indiferencia.

—Aún así, incluso saltaría en frente de un tren si me lo pidieras. Te amo.

Kotaro miró a Dai sin decir nada.

Fue allí cuando Dai lo notó. Kotaro no había estado drogadose, entonces, ¿Donde había estado?

—¿Que pasaría si yo no te amará?

—No importa, yo tengo suficiente amor para los dos.

Kotaro mordió su labio inferior y frunció el ceño, levantándose, Dai lo imitó, quería impedir que se fuera, si eso era lo que planeaba.

—¡¿Por qué no entiendes que no soy bueno para ti?! —gritó—. Estoy jodido, Dai, ¡te voy a romper el corazón!

—¡Lo hiciste la primera vez que te fuiste! —gritó Dai— ¿Crees que me importa eso? Ya te lo dije una vez, puedes romper mi corazón si quieres, porque, desde que somos niños, solo ha sido tuyo.

—¡¿Como que es puedes amar a un monstruo como yo?!

—Todos los monstruos necesitan que los amen —respondió.

Kotaro, derrotado, suspiró.

—¿Vas a permanecer a mi lado para siempre, no? —Kotaro soltó un largo suspiro de frustración—. No importa cuanto intente alejarte para que vivas la vida que mereces, te quedarás.

—Así es, y si intentas hipnitazarme lo sabré.

Kotaro soltó una risita, era extraño reír sin sus pastillas, aquel era el efecto que Dai tenia en él.

—¿Incluso si estoy loco?

—Incluso si estás loco.

Kotaro suspiró, nervioso.

—¿Incluso si nuestro hijo está loco como yo?

Dai miró a Kotaro con los ojos bien abiertos.

—¡¿Eso es un si?!

—Responde la pregunta —susurró—. ¿Te quedarás Incluso si nuestro hijo está loco? ¿Incluso si es como yo?

—Nuestro hijo no estará loco, pero si, incluso si se vuelve loco —respondió Dai entre risas y lágrimas—. Sería muy lindo si se parece a ti.

—Está bien...

Kotaro abrazó a Dai y Dai le correspondió el abrazo.

—Por cierto, lo que dije antes era mentira, creo que también te amo —agregó el azabache.

Al escuchar eso, Dai besó los labios de Kotaro, quien, sin dudarlo, le correspondió.

Al separarse, Dai dio pequeños saltitos gracias a la emoción:—¿Como crees que deberíamos llamarlo?

—Ni siquiera tenemos a la madre sustituta...

—¡Pero debemos tener el nombre!

—Jodes mucho.

—¿Que te parece Zay?

—No somos americanos.

—Yo si.

—Eres medio japonés, eso no cuenta.

—Entonces, ¿qué nombre deberíamos ponerle señor japonés?

Kotaro lo pensó por un momento.

—Akane Sakura Honma-Ryder, si es niña —dijo Kotaro, inexpresivo, recostandose en la cama junto a Dai, mirando el techo de la habitación.

Las pegatinas de estrellas que Dai había pegado brillaban de un tono entre amarillo y verdoso mientras ellos pensaban en nombres.

—Es largo.

—Me chupa un huevo —dijo el villano—. ¿Te gusta?

—Obviamente, es el nombre de mi suegra.

—Bueno, ahora puedes escoger su nombre si es niño.

—¿Que te parece Ryu? Tu nombre significa tigre, ¿no? Pongamosle un nombre que vaya bien con eso.

Kotaro lo pensó por un momento.

—Bueno, Ryu será.

—Ryu Honma-Ryder. Suena hermoso.

Ambos se miraron, Dai sonrió.

Se encontraba plenamente feliz.

¿Posible confirmación de segunda temporada con el hijo/ hija de Kota y Dai?

Quien sabe.

Espero les haya gustado el capitulo, si es así no olviden dejarme su voto y su comentario.

Gracias por leer ♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro