Extra I: Un día con la liga
Dai amaba hacer listas, creía creía sus listas eran geniales, por ello, había incluso abierto un blog en el que publicaba todas sus listas pensando que la gente vería su genialidad, las aplicarían y, de una manera u otra, terminaría por volverse famoso gracias a estas y saldría en televisión.
Aquella era una pequeña obsesión suya, salir en televisión.
—Las armas de los reclutas están listas, todos almorzaron, los suministros de sangre de Toga están llenos —comenzó a hablar en voz alta, tachando cosas de su lista—. Dabi y Kotaro están sobrios, el brazo de Mr. Compress funciona a la perfección, Twice no ha recaído..., bien, todo está listo para mañana.
El albino sonrió, observando con una sonrisa a los villanos frente a él, recostados en un sofá mientras Toga les ponía mascarillas en el rostro y trenzaba la parte larga del cabello de Kotaro.
—¿Los drones? —preguntó Kurogiri.
—En el almacén, si los tuviéramos aquí Dabi retaría a Kotaro a hacer carreras, dañaron cuatro de mis bebés la última vez. No me arriesgaré a que dañen más.
Por su parte, Dabi miraba con el ceño fruncido el envase de la mascarilla que Toga colocaba en las partes no quemadas de su rostro.
—¿Qué mierda es esto?
—No sé, Kotaro-kun me lo regaló en mi cumpleaños —dijo la rubia.
—Fue un regalo para beneficiarme también, jamás dejaría que alguien pusiera en mi bello rostro algo que fuera dañino —expresó el azabache cuando Toga terminó de trenzar su cabello.
Acto seguido, Kotaro recostó su cabeza en el espaldar del sofá, tomó dos rodajas de pepino y las colocó sobre sus ojos.
Dai soltó una risita ante lo dicho por su novio.
Novio. Era una palabra que Dai adoraba.
Claro, sabía que esta palabra no tenía el mismo efecto en Kotaro, sin embargo, el hecho de que este utilizara esta etiqueta con él hacía a Dai feliz.
—Por cierto, señor Kotaro, quería preguntarle si podría hipnotizar al detective que secuestramos para que nos dé algo de información —pidió Kurogiri.
—¿Solo hipnotizar? —preguntó Kotaro con voz floja—. ¿Lo necesitan vivo? Puedo sacarle información sin hipnotizarlo.
Dabi soltó una risita cómplice.
—Necesitamos que esté mínimamente lastimado, mañana planeamos que se una al ejército por medio de hipnosis, él es amigo de All might —Tomura sonrió malévolamente mientras esparcía mascarilla en su rostro.
Kotaro se quitó todo lo que tenía en el rostro.
—No solo existe la tortura fisica —expresó, sonriendo.
Toga miró a Kotaro mientras sus ojos brillaban:— Me gusta mucho tu personalidad, Kotaro-kun.
—Gracias, es una enfermedad —respondió—. ¿Quieres ir a torturar al detective conmigo?
—De verdad sabes lo que le gusta a una chica, Kotaro-kun.
—Yo también voy —dijo Dabi, quitándose la mascarilla del rostro y siguiendo al par de mejores amigos a la habitación que habían ambientado para torturar héroes y policías.
Kotaro, hace un par de días, había cumplido diecinueve años. Había cambiado físicamente, su cuerpo tenía varios tatuajes, sus labios tenían dos perforaciones llamadas "mordida de serpiente", sus ojos siempre estaban delineados haciendo de su mirada algo difícil de sostener, pero, al mismo tiempo, algo hipnotizante. Su contextura era un poco más musculosa y ahora era del mismo alto como Dai, midiendo un metro ochenta y siete.
Varias personas, a pesar de que él insistía en que lo llamaran Kurutta, lo nombraron: "el diablo" gracias a lo hipnotizante y seductor que era.
Dai no había cambiado mucho, no era muy fan del cambio después de todo, sin embargo, sus facciones se habían vuelto más marcadas, dándole un aspecto más maduro.
—Oye, Dai, voy a recoger flores para Toga-chan, ¿Quieres venir? —Dai asintió con ilusión.
—Toga-chan y Kotaro se verán hermosos con una corona de flores —dijo el albino con una sonrisa.
—¿Verdad que sí? —respondió Twice con una sonrisa—. Son los seres más dulces de la tierra.
—¡Exacto!
Tomura soltó un gruñido de molestia.
—Ya empezaron.
—¿Qué tienen de dulce ellos dos? Son un par de sádicos, uno de ellos es un drogadicto que solo disfruta de las desgracias humanas y masacrar personas en su tiempo libre, a la otra le encanta la sangre —dijo Sniper.
—Y además disfrutan la compañía de un pirómano de dudosa higiene que siempre huele a quemado —agregó Mr. compress.
—Somos un grupo extraño, de todas maneras —dijo Sniper, suspirando.
—¿Quieren jugar League of Legends mientras los dos tontos vuelven de recolectar flores? —preguntó Tomura.
—Bueno —Respondieron los dos al unísono.
Me pidieron un par de extras así que aquí les traigo el primero, por cierto, arriba está el banner de lo que seria la apariencia actual de Kotaro (mas o menos)
Este extra fue algo tranquilo, solo quería mostrar como era la convivencia de los bebés con la liga.
Espero les haya gustado, no olvide votar y comentar.
Gracias por leer.
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