Kotaro esperaba a Dai fuera de su departamento, con sus manos en sus bolsillos y la cabeza recargada en la pared.

<< ¿Que estoy haciendo? Debería estar con Izuku, siempre veo a Dai, somos vecinos. ¿debo cancelarlo? >>, pensó, cerrando los ojos y frunciendo el ceño.

El sonido de de la puerta del departamento abrirse hizo que Kotaro se distrajera de sus pensamientos, abriendo los ojos, mirando a Dai. Inmediatamente sonrió.

Dai llevaba unos pantalones sueltos, pintados por él mismo, una camisa grande color púrpura que decía: "No tengo dinero", algunos collares hechos por él mismo y una bolsa de tela colo azul. Su cabello se encontraba revuelto y desordenado.

Dai dio saltitos hacia Kotaro y sonrió ampliamente:—Traje bocadillos, agua, juguitos, pintauñas y algunos juegos por su la fila es larga —dijo con emoción—. Vamos, perderemos el autobús.

—¿No iremos en taxi? —preguntó Kotaro, burlón.

—Lee lo que dice mi camisa —dijo el albino—. No tengo dinero, y no voy a descuadrar el dinero que ahorré para el libro. Vamos.

En lo personal, aquel libro no era su favorito, pero era el favorito de Kotaro así que quería leer el segundo para poder tener más temas de conversación con él.

Dai tomó inconscientemente la mano de Kotaro y lo arrastró fuera del edificio.

El azabache vio sus manos unidas.

Había algo sobre su manos sosteniendo la suya. Era un sentimiento que estaba bien. No sabía describirlo de otra manera. No quería escapar de aquel agarre así que apretó la mano de Dai y caminó a su lado.

—¿De verdad trajiste juguito? —preguntó Kotaro con tono serio.

Aquel día solo se había tomado una pastilla, solo tomaba cinco cuando se veía con Izuku. Así podría expresarse mejor.

—De manzana, tu favorito —dijo, sonriendo.

Kotaro asintió y comenzó a analizar a Dai.

Era alto, realmente guapo.

Había muchas mujeres y hombres atractivos, podría estar con cualquiera de ellos pero su tiempo sería desperdiciado, ellos no tenían lo que tenia Dai. Era extraño.

Claro, Izuku también le gustaba.

Kotaro movió su cabeza ante sus confusos pensamientos, ¿en que estaba pensando? Él estaba con Izuku, solo quería estar con él.

Había diferencias entre Izuku y Dai. Izuku era como ser bañado en luz de sol. Dai era como ser bañado en luz de luna. Izuku se avergonzaba fácilmente. A Dai le importaba poco la opinión de los demás. Izuku jugaba de una manera tierna y algo tonta. Los juegos de Dai eran increíblemente emocionantes. Izuku era como un Mocaccino. Dai era como un café helado con extra crema y cargado con dos shots de expresso.

Ambos eran increíblemente deliciosos. Pero prefería beber uno más que el otro.

—¿Te pusiste delineador? —preguntó Dai cuando llegaron a la parada de autobús, interrumpiendo los pensamientos de Kotaro.

—Si, gracias por notarlo, es que me gusta como se ve —dijo el azabache.

—Siempre te ves hermoso, aun más cuando te pones delineador tus ojos resaltan —dijo—. Creo que Hawks también usa, ¿le has visto los ojos?

—Si, me inspiré un poco en él.

—Por cierto, quería hacerte una pregunta.

—Adelante.

—¿Quieres cantar en una banda? Hace poco unos amigos consiguieron un concierto, pero su cantante se enfermó, te he escuchado cantar. Eres bueno.

Kotaro se iba a negar, sin embargo, al ver la ilusión en los ojos de Dai suspiró.

—Si, ¿por qué no?

Dai sonrió ampliamente, pero su sonrisa no duró al analizar bien la situación. Kotaro era alto —solo era un poco más bajo que él—, extremadamente atractivo, y tenía toda la pinta de ser un chico malo. Seguramente atraería mucho la atención.

—Espera, me arrepiento —se apresuró a decir.

—No, muy tarde —dijo el azabache—. Dile a tus amigos que quiero hacer también de guitarra secundaria.

Dai dejó salir un sonido de frustración, eso hizo reír a Kotaro. Dai no tardó mucho en reír junto a él. Al escuchar aquella risa Kotaro lo miró.

Dai seguía riéndose, Kotaro adoraba su risa y haría lo que fuera para volver a hacerlo reír.

Segundo capítulo de hoy.

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