[14]
Kotaro movió su lápiz, mirándolo fijamente para luego desviar la vista hacia Dai, quien estudiaba en sí escritorio.
—¿Tienes frío? —preguntó él azabache.
El albino lo miró con cejas levantadas mientras veía como su amigo le pasaba un suéter.
—Toma, se te ve mejor que a mi —dijo el más bajo, sonriendo ligeramente, revolviendo los cabellos de Dai cuando este recibió el suéter—. Esfuérzate, si te va bien en los exámenes te invitaré a cenar.
Dai lo miró sonreír, completamente sonrojado, inmensamente feliz de que Kotaro lo haya tratado de aquella manera tan dulce.
—Me esforzaré —susurró, poniéndose el suéter y aspirando el aroma de Kotaro.
Su olor tenía notas de almendra, jazmín, cacao y café.
Dai sonrió, sonrojandose ligeramente mientras veía a Kotaro jugar con su Nintendo. Admirandolo.
Luego de un rato, comenzó a estudiar como si su vida dependiera de ello.
○○○
Kotaro comenzó a mover su pierna, ansioso, miraba a sus alrededores con fastidio. Aquella mañana no se habia tomado sus pastillas, utilizó sus últimas tres anoche mientras hablaba por teléfono con Izuku.
—Ps, Kotaro —susurró un muchacho en su oído—. Te ves un poco ansioso, Kurisagi y yo vamos a por un porro, ¿quieres venir?
Normalmente Kotaro hubiera dicho que no, realmente no le daba importancia a sus compañeros de clase, pero creía que aquello le ayudaría a un poco a controlar su ansia. Quería controlarla lo suficiente hasta que consiguiera más pastillas.
—Si.
○○○
Kotaro cerró los ojos, esperando unos minutos a que los cigarros de marihuna y las pastillas que le habían dado hicieran efecto.
Después de un rato, un cosquilleo comenzó a invadirlo en el estomago, comenzó a abrir los ojos mientras reía a carcajadas al escuchar las carcajadas de quienes lo acompañaban. Estaba lucido, pero en un estado poderoso de psicodelia.
Kotaro se levantó, mirando con impresion sus alrededores, encontrándose con una gama distinta de colores a la que había antes en la habitación de su compañero de clase. El rosa, el azul y el morado invadían su campo de visión, observando como los posters en la habitación se deformaban poco a poco.
Todos sus sentidos comenzaron a agudizarse y un ligero temblor se apoderó de su cuerpo. Sus risas se volvieron estrepitosas y de repente se sintió hiperactivo, cosa que nunca le había pasado.
—¿Y si nos lanzamos por la ventana? —sugirió una de las dos chicas que estaban con ellos, con una sonrisa que le generó confianza al chico.
—Te apoyo, como sea que te llames, confío en ti —dijo Kotaro.
Todos quedaron en silencio por un momento, luego, comenzaron a reír en grupo.
—¿No sabes cual es su nombre? —dijo él único muchacho, aparte de él, entre risas.
—¿Tú si? —todos rieron de nuevo cuando el otro chico negó.
Silencio de nuevo.
—¿Que era lo que íbamos a hacer? —preguntó una de las chicas.
—Ni puta idea —respondió otra.
Kotaro volvió a reir estruendosamente.
—Quiero juguito —dijo Kotaro de repente.
—Yo también —dijeron todos al unísono.
Volvieron a reír.
Mientras sus tres acompañabantes bajan a tomar jugo, Kotaro se quedó en la habitación, asombrado. Un elfo idéntico a Dai le sonreía.
—¡Bailemos! —exclamó el elfo, tomándolo de las manos.
—¡Okey! —exclamó Kotaro, feliz, emocionado.
Kotaro comenzó a bailar mientras reía, viendo también pequeñas hadas revoloteando alrededor suyo.
—Te trajimos tu juguito —dijo el muchacho, haciendo que el elfo y las hadas pasarán a segundo plano.
—Yupi.
Kotaro tomó el jugo de caja, batallando para meter el popote, celebrando cuando logró hacerlo.
—Oye, ¿no éramos cuatro? —preguntó una chica.
Ambos chicos asintieron.
—Usagi está en el baño —dijo el chico—. Lleva allí un buen rato.
Kotaro pensó un momento.
—Llamemosla para que venga a integrarse con nosotros.
La chica asintió mientras los dos chicos reian al verla tomar el teléfono y llamar a la muchacha llamada Usagi.
—¿Aló?
La muchacha había puesto el teléfono en altavoz.
—Usagi, vente, nos estamos divirtiendo juntos.
—Chara, vine al baño y no recuerdo como regresar a la habitación, desde hace media hora no he podido regresar con ustedes —dijo la muchacha en un tono serio, luego se escuchó su risa—. Vengan por mi.
Kotaro lo pensó un momento.
—Yo no quiero ir, nos vamos a perder todos —dijo, los demás lo apoyaron.
—¿Que hacemos? —dijo Usagi.
Todos lo pensaron por un momento.
—Te voy a mandar mi ubicación por mensaje —dijo Chara.
—Que inteligente.
—Si.
Acto seguido todos volvieron a reír.
¿Dos capítulos de Siniestro en un solo día? ¿Qué pasa Muffie?
Estaba aburrida xd.
Sé que es tarde, no se si alguien lo vaya a leer hoy, espero les haya gustado.
No olviden dejar su voto y su comentario.
Gracias por leer.
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