[10]
Kotaro acarició el rostro de la chica frente a él, ella se encontraba sentada sobre su regazo. Con dos de sus dedos, apartó un mechón que tenía en el rostro y lo pasó por detrás de su oreja. Mirandola a los ojos y luego a sus labios. El trayecto de su mano acabó en el cuello de la femenina, acariciándole levemente mientras se acercaba, cuando sus labios estaban a punto de tocarse, Kotaro se detuvo un segundo y luego sonrió.
—Te lo dije, Kemy, no me gustas —susurró contra sus labios—. Pero, si estás interesada en algo informal, puedo follarte las veces que quieras. De lo contrario, no te hagas más ilusiones.
El perímetro empujó a la rubia y la quitó de su regazo, haciendo que esta suspirara, resignada. Aquel era su tercer rechazo del día.
—Sospecho seriamente que eres gay de closet y por eso no quieres estar conmigo —Kotaro levantó una de sus cejas.
—Dai y Luka estarían encantados con eso, pero, para su desgracia. No lo soy —el azabache tronó su dedo corazón, para luego acariciar su índice suavemente—. En realidad, soy asexual.
Kemy levantó las cejas, sorprendida.
—¿En serio?
—Lo he dejado en claro desde que comenzaste con el coqueteo incesante —el muchacho pasó su lengua por uno de sus colmillos y luego miró a Kemy con seriedad—. Que tu hayas hecho oídos sordos ante el tema es tu problema.
Mientras ellos hablaban, la mesera, sorprendida por lo que escuchaba, retiró las tazas vacías de la mesa en la que se encontraban sentados aquel par de estudiantes. Intentaba apresurarse para poder seguir oyendo lo que decían.
La campanilla que indicaba que alguien había entrado al café sonó, por ende, Kotaro dejó de hablar e intentó ver por el rabillo del ojo quien había llegado:—Oh, hola —la voz nerviosa de Izuku hizo que el muchacho supusiera que aquel saludo no iba dirigido a él.
Kotaro miró a Kemy, ella se mordió su labio inferior y vio con el ceño fruncido a Izuku:—Buenos días, Izuku, siéntate. Kemy estaba por irse —habló el azabache, la rubia lo miró sorprendida, sin embargo, no tardó en levantarse, sintiéndose levemente humillada.
—¿Ella está bien? —preguntó el peliverde, manteniendo una expresión de preocupación que Kotaro quiso hacer desaparecer.
—Si, solo se siente algo mal de salud —respondió Kotaro, restandole importancia a los sentimientos de Kemy, después de todo, realmente no le importaba—. Sobrevivirá.
Kotaro levantó su mano hacia la mesera, luego señaló a Izuku y a sí mismo, acto seguido, le guiñó un ojo y sonrió. Aquella era la señal que Kotaro solía hacer para indicarles a les meseras que llevarán hacia la mesa la orden que aquel par de chicos solían hacer con frecuencia.
El más alto devolvió su vista hacia el pecoso, analizándolo, si bien se encontraba manteniendo una conversación fluida con él, el azabache notó que el pecoso estaba un poco menos parlanchin de lo usual.
—¿pasó algo? —preguntó el azabache, resignado.
Odiaba los protocolos sociales.
Izuku suspiró:—Anoche tuve una gran pelea con Kacchan, siempre tenemos muchas diferencias —aquello le parecía una tontería a Kotaro, a pesar de ello, mantuvo su expresión de preocupación.
—¿Quieres que lo golpee? —preguntó.
Izuku miró a su amigo con asombro, luego, soltó una carcajada.
—Si me hubieras dicho eso hace un par de años probablemente diría que si —respondió, entre risas—, Kacchan está cambiando, así que no hay necesidad.
—Como quieras.
Ambos de quedaron en silencio por un momento.
—Honma-san, ¿puedo hacerte una pregunta personal? —el mencionado asintió—. ¿Cual es tu quirk?
Kotaro analizó la situación por un instante, llegando a una conclusión rápida, Izuku sería la última persona a la cual le revelaría la naturaleza de su quirk. Él sabía que el aspirante a héroe llevaba una bitácora en la que anotaba datos sobre cualquier quirk que le impresionará, también sabía que la capacidad intelectual de Izuku era elevada, por ende, no le sería difícil encontrarle debilidades a su quirk.
Al Kotaro no saber si en el futuro aquello le podía afectar, decidió mentir:—Puedo hacer que mis ojos brillen para ver en la oscuridad —se limitó a responder.
Izuku abrió la boca, impresionado y feliz, era la primera vez que Kotaro le revelaba algo personal. Eso lo hizo feliz.
Mientras Kotaro bebía cuarto café del día, Izuku comía su rol de canela alegremente, pensando que cada día se acercaba más y más a Kotaro. El azabache sonrió ligeramente mientras bebía el café, haciendo que Izuku no pudiera notarlo.
La sonrisa torcida y maliciosa de Kotaro hizo que Bakugo, quien iba entrando a la cafetería, frunciera el ceño al verlo. Katsuki no lo podía describir a la perfección, pero, algo que pudo notar en la sonrisa de Kotaro y en sus ojos, brillantes de malicia, era oscuridad. Oscuridad pura, elegante y absoluta.
Para su desgracia, Kotaro notó la mirada del rubio sobre él, por ende, sus recuerdos sobre aquella oscuridad que emanaba de Kotaro se borraron al mirarlo a los ojos, quedando solo el recuerdo de la primera vez que se conocieron.
El azabache sonrió hacia el rubio quien, extrañamente, le sonrió devuelta. Era como si se sintiera obligado a hacerlo.
—¿No es tu amigo? El tal Kacchan —le dijo Kotaro a Izuku—. ¿Por qué no lo invitas a sentarse con nosotros?
Después de ver la sonrisa de Kotaro y observar sus hermosos ojos azules, el peliverde le obedeció. La sonrisa de Kotaro se amplio mientras Katsuki se sentaba a su lado, luego de que Izuku le insistiera.
—No nos presentaron apropiadamente la última vez, Kotaro Honma —dijo el azabache, sonriente, haciendo sonrojar a Izuku.
—Bakugo Katsuki —respondió el rubio, sonriendo de vuelta, cosa que extraño a Izuku e incluso a sí mismo.
Holiwis.
¿Como están? Espero que bien.
Por si no lo notaron, cambie los gráficos de la historia, espero les esté gustando, también cambie un poco el primer capitulo de titulo: "Siniestro".
Les dejé una playlist en ese capitulo con canciones relacionadas a la historia.
En fin, no olviden dejarme su voto y comentario.
Gracias por leer.
Aquí les dejo un Kotaro de la suerte:
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