Kotaro e Izuku se dirigieron al puesto de comida, donde cada uno compró una hamburguesa con papas fritas. Izuku pidió un té helado mientras que, por otra parte, Kotaro pidió una soda.

—El té helado con menta es mi favorito. Sobre todo en verano —dice Izuku mientras mira a un punto fijo a las espaldas de Kotaro, específicamente las hojas amarillentas en los árboles que indicaban que, pronto, llegaría el otoño—. Solo me quedan un par de semanas para disfrutarlo.

Kotaro lo escuchó atentamente mientras cogía un plati para colocar las salsas. Meticulosamente, dividió el ketchup, la mostaza y la mayonesa con una papa frita que servía como barrera. Frunció el ceño, concentrado.

— ¿Por qué haces esa división? —preguntó Izuku con curiosidad sincera.

—Cada uno merece su propio espacio —respondió el azabache, tomando una papa.

A lo lejos, un grupo de personas los observó, cierto pelirrojo sonrió con efusividad al ver al chico de expresión seria. Con alegría, arrastró a sus amigos hacia donde de encontraban Izuku y Kotaro.

— ¡Honma-san! —exclamó el Eijiro con alegría, llamando la atención del mencionado.

—Kirishima —dijo en forma de saludo, observando a quienes se encontraban detrás del mencionado.

— ¡Que coincidencia! No sabía que conocías a Midoriya-kun, él va en mi clase —dijo Eijiro con una sonrisa.

Kotaro metió una papa a su boca antes de responder.

—Midoriya suele visitar el café que yo frecuento diariamente —explicó.

Mientras Izuku y Eijiro se saludaban mutuamente, Kotaro fijó su vista en el chico de orbes escarlata. El rubio había tomado una de las papas de Izuku y la arrastró por toda la mayonesa luego de haberla bañado en ketchup. El azabache hizo un gesto de asco al ver como Katsuki metía aquello a su boca.

El rubio masticó, frunciendo el ceño al tragar. Notó con facilidad el gusto de las salsas, sin embargo, notaba poco el de la patata. Ni siquiera podía distinguir realmente si lo que estaba masticando realmente era una patata.

Kotaro se relajó, en un gesto de satisfacción, al ver como Katsuki ponía mala cara ante aquel sabor. Cuando el azabache devolvió su mirada a su comida, el rubio lo observó sumergir con cuidado la punta de una papa frita en su ketchup antes de dar un mordisco.

El rubio detalló la apariencia de Kotaro, observando sus ojos color zafiro brillar vivamente, aunque estos no demostraran otra expresión a demas del desinterés, luego detalló su cabello azabache, cortado de diferentes maneras en algunas partes, le llamó la atención el largo de este al notar que una parte de el estaba amarrado. La mirada de Katsuki luego pasó a sus piercingis, y, por último, a su cuerpo, Kotaro tenía una apariencia medianamente delgada, sin embargo, Katsuki podía notar como los músculos se marcaban de su camiseta de botones cuando doblaba el brazo.

El rubio chasqueó la lengua y luego desvió la mirada.

—Ya vamonos de aquí —dijo, con el ceño fruncido.

—Pero si acabamos de venir a saludarlos —replicó Eijiro, Denki se le unió, diciendo que quería conocer más sobre el misterioso amigo de Eijiro e Izuku.

—Me chupa un huevo —respondió el rubio, arrastrando a Denki y Eijiro hacia otro lugar mientras Sero y Mina los seguían luego de despedirse del peliverde y el azabache.

Kotaro tomó de su refresco mientras los observaba irse, luego, devolvió su mirada a Izuku. Ni siquiera sabía cuánto tiempo había pasado con el peliverde aquel día, tal vez horas, aunque disfrutara su compañía. Kotaro creía que tenía mejores cosas que hacer que desperdiciar su tiempo haciendo amigos.

Pero, siguió comiendo tranquilamente mientras escuchaba hablar al de cabellos rizados.

Hello~

Espero que hayan disfrutado el capítulo de hoy.

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