Al verlo por primera vez, lo primero que sus ojos captaron fueron sus pecas.

Sin dejar de beber su chocolate caliente, Kotaro siguió observando al muchacho que se había sentado frente a él. Tenia sus manos en un pequeño libro sobre las hazañas pasadas de All might.

El peliverde se encontraba tan absorto en su lectura que no se había dado cuenta que el pelinegro lo miraba.

— ¿Puedo tomar su orden? —el pecoso alzó la mirada y sonrió amablemente.

— Un té, por favor —dijo, sus mejillas se tornaron de color carmín al ver a Kotaro—. Oh, lo siento, no me había dado cuenta que la mesa estaba ocupada.

Kotaro lo repasó con la mirada antes de responder.

— No hay problema, puedes quedarte —dijo, notando como el pecoso miraba alrededor en busca de una mesa libre.

Izuku sonrió con alivio al escuchar aquellas palabras.

— Gracias —.

Kotaro hizo un asentimiento, tomando su taza y llevándose aquel líquido a los labios, bebiendo lentamente del contenido de su taza. En ningún momento había despegado la mirada del joven frente a él.

El de ojos azules no tardó en notar varias cosas sobre Izuku casi al instante.

Gracias a su uniforme, supo que el muchacho pertenecía a Yūei, lo cual, era lo más notorio, dado a que ningún otro uniforme era parecido a ese.

Cuando vio su apariencia algo descuidada —haciendo énfasis en la cantidad de cicatrices en sus brazos— y su mochila, carente de muchos libros a demas de unos cuantos, notó que el peliverde pertenecía al departamento de heroes.

A cualquiera le parecería extraño que alguien no supiera quiénes eran los estudiantes de UA, sin embargo, Kotaro no solía ver sus festivales deportivos y mucho menos asistir a los ostentosos festivales culturales. Para él, eso solo era una pérdida de tiempo.

Kotaro dejó la taza de nuevo sobre la mesa y tomó el sombrero que había dejado sobre esta, haciendo que el peliverde frente a él se asombrara al ver el escudo en este.

— ¿Eres de Shiketsu? —preguntó, asombrado.

El pelinegro asintió.

— ¿Eres del departamento de héroes? ¿En qué años estás? No te ví en el examen para conseguir la licencia provisional del año pasado, debes ser nuevo —dijo Izuku, sonriente.

— Soy del departamento de negocios, entré el año pasado —se limitó a responder.

— Oh —escuchó decir al contrario.

Una llamada entrante de la madre de Kotaro salvó a Izuku de un largo e incómodo silencio, rápidamente, el pecoso volvió a sumergirse en su lectura.

— Kotaro Honma —escuchó la voz de su madre al contestar.

— Buenas tardes —respondió él de forma educada.

— ¿No te dije que sacaras tu colección de bichos disecados de la casa? Tu padre se asustó a penas entró y los vio colgados en la pared —Kotaro sonrió.

Aquella era precisamente su intención, solo había matado y disecado aquellos insectos para molestar un poco a su padre, quien, la semana pasada, lo había obligado a ir a una cita a ciegas luego de que él le confesara sobre su asexualidad.

— Lo haré cuando llegue a casa.

Su madre suspiró.

— A todo esto, ¿dónde estás? Debiste haber llegado hace una hora —.

— Estoy tomando algo con un amigo, nos conocimos hace poco —mintió rápidamente—. Es de Yūei, intenté seguir tu sugerencia de ser más sociable.

Su voz sonaba feliz, a pesar que su rostro demostraba solo seriedad.

— ¡Oh! Entonces, no te preocupes por llegar tarde, cariño, pero, por favor llámame si vas a algún otro lugar con tu amigo. Quiero escuchar todo cuando llegues a casa —Kotaro sintió su teléfono vibrar contra su oído, por lo cual, frunció el ceño ante aquella molesta sensación—. Nos vemos luego, te amo.

— Yo también —contestó antes de colgar y devolver su vista a Izuku, quien observaba con impresión su libro, susurrando varias cosas que Kotaro no podía entender.

Al terminar, Kotaro se levantó, dándole un último vistazo a Izuku, quien bebía su té mientras se encontraba ensimismado con la lectura sobre las hazañas de su maestro.

— Debo preguntarle a All might sobre esto —logró escuchar Kotaro antes de salir de aquella tienda de bebidas y comida.

Hellouda.

¿Como están?

Espero que hayan disfrutado este corto capítulo, aunque mas que eso es una introducción a la vida de Kotaro.

No olviden dejarme muchos comentarios y su opinión.

Gracias por leer 🥀.