—Esto se acabó.

México se separó de Argentina, mirándolo a los ojos, sabiendo bien que eso era lo mejor, no iba a dejar que eso vuelva a pasar, porque si una vez lo hizo y le perdona, tal vez lo haga otra vez pensando que todo está bien y que lo va a perdonar otra vez, pero no es así. México lo miró y se fue de ahí, dejando a Argentina con los brazos vacíos, el argentino se sentía destrozado, no tuvo tiempo para decir algo, solo se quedó mirando al suelo, tratando de procesar todo lo que había pasado.

México caminaba por las calles, tranquilo, todo estaba bien con él. Le dolía, si, pero no iba a pasar por lo mismo en su vida como lo que pasó con sus relaciones anteriores, no iba a cometer los mismos errores de nuevo, no iba a permitir aquello. El mexicano sabía perfectamente que nada iba a ser igual, así que solo volvió a casa. Argentina se había ido, para dejar a México solo.

México se acostó en su cama, mirando al techo y tratando de evitar pensar en lo que había pasado, tal vez fue una buena opción terminar con Argentina. Le había dado todo, su amor y su cariño, su protección, lo protegió contra todo, lo salvó de un ruso psicópata que quería matarlo, y... ¿Aún así no fue lo suficiente?

Luego de unos minutos más en los cuales México se estaba quedando dormido, escuchó un suave golpe en la puerta, suspirando, se levantó y se sentó en la cama. Se puso de pie caminando hacia la entrada, cuando abrió la puerta miró a la persona la cual lo estaba llamando, no era nada más y nada menos que: Estados Unidos. (USA)

El estadounidense había visto todo desde lejos, y estaba algo preocupado por el mexicano, el cual no tenía las ganas de hablar con él en ese momento, menos con el gringo, el cual de verdad quería saber como estaba. México lo miró por unos segundos, Estados Unidos estaba esperando que en un momento, México se tire en sus brazos, abrazándolo de forma fuerte llorando en su pecho, pero el mexicano no tenía planeado aquello.

—Si crees que me voy a tirar a tus brazos llorando como un pequeño niño para después decirte que siempre te he amado, estás muy equivocado, gringo. Pásale, wey, pero al chile no intentes nada más.—Le dijo para después dejar que el estadounidense pasará dentro.

Estados Unidos se sentó en el sillón igual que México, el cual solo agarró la botella de tequila que tenía ahí para quitarle la tapa y comenzar a darle sorbos.

—Are you okay? Everyone heard your fight with Argentina.
『 ¿Estás bien? Todos escucharon tu pelea con Argentina 』

USA le preguntó a México, el cual le entendía, ya no podía hacer como si no entendía al contrario cuando lo hacía perfectamente, además de que hablaba el idioma del gringo, el cual sabía eso, así que no iba a dejarse engañar otra vez.

—I really don't care about that... I mean, if that's what he always wanted, then it's okay for me... I gave him everything, I protected him from Russia, I loved him so much... But he prefers to be with him.
『 Realmente no me importa eso.... Quiero decir, si eso es lo que siempre quiso, entonces está bien para mí.... Le di todo, lo protegí de Rusia, lo amé tanto.... Pero prefiere estar con él .』

México respondió esta vez sin mirar al otro, solo mirando el interior de la botella de alcohol que tenía en una de sus manos, estaba decidido a acabarse eso en toda la noche y olvidarse de todo lo que habia pasado ese día, e irse a dormir a las cuatro de la mañana, despertar a las cinco de la tarde y no salir de casa.

—Mexico, I know that you don't love me or even feel a friendship with me, but... I care about you. Yes, I made horrible things to you before, but... We can try.
『 México, sé que no me amas ni sientes amistad conmigo, pero... Me preocupo por ti. Sí, te he hecho cosas horribles antes, pero... Podemos intentarlo. 』

—Try what?
『 ¿Intentar qué? 』

—You know what I mean with that, don't be such an idiot. Come on, we can try something between us now, so you can see that I'm the one for you.
『 Sabes lo que quiero decir con eso, no seas tan idiota. Vamos, podemos intentar algo entre nosotros ahora, para que veas que soy el indicado para ti. 』

—¿Así eres de pendejo siempre o tomas descansos?—Preguntó México para después levantarse de ahí, obvio que no le iba a decir que si. A penas estaba terminando una relación, era estúpido que USA este tratando algo con él.—Vete a tu casa, gringo, no tienes nada que hacer aquí, wey. ¿Sabes orar? Pues órale a la verga.

México fue a su habitación y se encerró.