
🇦🇷 ➵ Capítulo Veintiocho.
México estaba casi obligando a Argentina a que entrara al baño a hacerce una prueba de una vez, no iba a dejar que pasara de alto todo eso, así que estaba obligado a hacer que el argentino se hiciera aquello para ver si lo estaba o no al final. Después de unos minutos batallando, lo logró y literal encerró al contrario en el baño hasta que lo haga.
Al cabo de unos minutos, varios minutos en los que la prueba debe de estar lista, pero Argentina no salía, México tocó a la puerta suavemente para verificar si todo estaba bien.
—¿Argentina? ¿Bebé? ¿Estás bien?—Le preguntó, queriendo entrar con él para ver si lo estaba. No quería dejarlo solo ahí dentro, así que abrió la puerta, dejando ver al argentino sentado en el suelo del baño, abrazando sus piernas y sollozando.
Se acercó rápido hacia él y se agachó para mirarlo mejor, preocupado por lo que estaba pasando. México agarró las mejillas del contrario e hizo que lo mirará a los ojos, Argentina escondía algo entre sus manos, y México notó aquello, por lo cual solo bajó sus manos hacia las del contrario, colocándolas sobre las de este, acariciando suavemente. Le sonrió de forma dulce para darle más comodidad.
—México... ¿Siempre estarás conmigo, verdad?—Le preguntó, mirando abajo, bastante nervioso y asustado por lo que podría pasar después.
—No preguntes esas cosas cuando sabes bien cuál es la respuesta, nunca te dejaré solo, mi solecito, siempre estaré para ti y a tu lado.—Le respondió, juntando sus frentes, y haciendo que Argentina lo mirara.
Argentina lentamente comenzó a abrir sus manos, dejando ver una prueba de embarazo, la cual tenía dos líneas rojas mostradas, dando a entender que el embarazo es verdad, Argentina iba a tener un bebé.
—México... Yo...—No pudo decir nada más cuando recibió un abrazo por parte del mexicano, se veía que este estaba bastante feliz por la noticia, tenía una sonrisa en su rostro y no quería soltar a Argentina.—D-Debés de estar molesto... ¿Por qué hacés esto?
—¿De qué estás hablando?
—México...
Cuando esté iba a hablar, México le dió un beso en los labios, para que dejara de hablar, todo era feliz en ese momento y no quería que eso se arruinara. México después de unos minutos estaba protegiendo a Argentina cuando salieron a dar un paseo, el mexicano estaba casi sobre protegiendo el embarazo de su amado, aunque ni siquiera se notaba todavía, pero quería asegurarse de que todo salga bien durante esos meses.
—México, sos un amor, pero ¿no crees que es muy temprano para que te preocupes?—Argentina rió suavemente al ver lo preocupado que estaba el contrario por él.—No deben de ser muchas semanas.
Ellos se estaban dirigiendo al hospital debido a que debían de saber cuántas semanas tenía y para saber todo lo que se debe de hacer para cuidarse durante esos meses, era importante saberlo para que México se ponga un poco más sobre protector cuando llegue la hora.
—No, es importante que estés bien y que no te golpeen ahí, porque si no el bebé puede salir pendejo, como Rusia en cierta manera.—Le dijo, mientras lo agarraba de la mano y caminaba junto a él hacía aquel lugar.
Lo que Argentina no quería decirle a México era algo lo cual podía arruinarlo todo y deseaba que no fuera así. Hacia unas semanas habían peleado por culpa de algo, algo bastante fuerte que los tuvo separados por algunos días. Esa pelea fue porque México se había estado viendo con USA a sus espaldas, en esos días, fueron algunas fiestas en las cuales obviamente hubo alcohol, bastante alcohol a decir verdad.
Argentina estaba tan molesto con México por lo que pasaba a sus espaldas y no pudo evitarlo, había tenido una noche con Alemania después de la fiesta cuando México no estaba viendo, el mexicano estaba divirtiéndose lejos del argentino, se separó de él, y Argentina cometió el gran error de meterse con Alemania nuevamente.
El bebé no podía ser de México.
* Se escapa *
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