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Capítulo Cuarenta y Uno. - final.

- ha pasado un largo tiempo desde que no actualizo este fanfic, me disculpo por ello, ahora sí tendrán un poco más de capitulos, serán más reflejados a la familia que ahora tienen México y Argentina.

- Aviso que desde ya varios fanfics de Country Humans, he decidido que los países hablan en español neutral por así decirlo, para hacerme la tarea más fácil.

━━━━━━━━ M E X A R G - 4 1 。.゚+ ⟵(。・ω・)

México cuidaba al bebé la gran parte del tiempo, esto para que Argentina descanse y tenga un tiempo para dormir, era cansado tener que cuidar de un bebé y Argentina no podía mucho con ello, por lo menos tenía a México quien lo ayudaba con el bebé siempre, era también el primero en levantarse cuando el bebé llora en las madrugadas.

El tricolor jugaba con el pequeño, haciendo que el bebé juegue con las figuras geométricas, les debía de meter en el lugar correcto. Lo ayudaba un poco con eso.

-¡No, papá, no!-Mextina se enojó, quitando la mano de su padre de su propia manita, pensando más en donde iba el cuadrado. Unos segundos y lo estaba estampando contra el orificio dónde debía de ir el círculo, no entraba obviamente, pero quería que lo hiciera.

-No va ahí, chamaco.-Le agarró su manita para dirigirla a dónde iba verdaderamente.

Mextina se molestó, mirando a su papá con un puchero, no gustaba de la ayuda, quería hacerlo solo aunque se equivoque. Agarró el círculo y lo quería poner en el cuadrado, cuando lo metió en el lugar correcto, rió fuerte, aplaudiendo con sus manitas.

-¡Papá, papá!

La criatura llamó al ver a Argentina entrar a la cocina por algo de agua. El del sol escuchó a su bebé, por lo que fue a ver cómo estaba, se sentó en el suelo junto a su pareja, aún con algo de sueño, pero queriendo pasar tiempo con Mextina, el bebé gateó a él, sentándose en su regazo, teniendo su peluche en su mano.

-Papá, sol...-Apuntó al sol que había dibujado con crayolas, luego señalando el sol de su padre.-Uhm...

Había dibujado una mancha café, no sabía que era lo que tenía México, pero era una mancha café, con verde abajo. El café era el águila y lo verde el nopal, también una linea verde que era la serpiente.

Dibujar a su papá Argentina era más sencillo.

-¿Y que es esto, mi vida?-Argentina señaló al "águila"

-Uuh... Eso.

Señaló a México.

-¿Esto? Es un águila, corazón.

-A.. A-A... ¡Águila!

Ambos sonrieron por lo adorable que era el bebé, quien rió, abrazando a Argentina y luego queriendo trapear en él para que lo cargue en brazos. Argentina lo agarró en sus brazos, besándole sus mejillas.
Mextina era adorable, ese día también era día de ir al parque.

Argentina dejó la ropa del bebé sobre la cama, se iba a dar un baño al final, así que México lo iba a cambiar. El mexicano comenzó a cambiarle su ropa, ¿Por qué los bebés mueven sus piernas mucho cuando está intentando ponerle el pantalón?

-A huevo, amonos.

México agarró al bebé en sus brazos cuando terminó de vestirlo. Cuando ambos estaban listos, solo pusieron a Mextina en el carrito de bebé, su sombrero y unos lentes de bebé para que no le afecte el sol.

Mextina miraba a todos lados, sintiéndose el bebé más afortunado del mundo. ¿Acaso no lo era? Claro que era un bebé afortunado.

Cuando llegaron al parque, fueron al área de niños, dónde dejaron al pequeño en la zona de arena para que juegue y haga formas en la misma. Argentina y México cerca de él para asegurarse de que nada malo le pase.

El bebé era muy curioso por lo que agarraba todo lo que había a su alrededor. Al pasarlo a otros juegos, reía fuerte, siendo sujetado por uno de sus padres para que no vaya a caerse. Ambos padres se sentían felices de tener a Mextina, era adorable.

Argentina miraba a México jugar con el bebé, sonreía al verlo tan feliz con el pequeño, lo cargaba a todos lados, lo alzaba en el aire y después le besaba todo su rostro, haciéndolo reír.
México adoraba a su bebé, era como cuidar de uno de sus estados cuando eran bebés otra vez, extrañaba eso, cuidar de un pequeño infante después de tanto tiempo.

Seguía pensando en si tener otro bebé después de Mextina o no, después del pequeño, se dió cuenta de que quería una familia, una familia grande con México.

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