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𝟎𝟎𝟖 ━ 𝐍𝐀𝐓𝐔𝐑𝐀𝐋 𝐎𝐑𝐃𝐄𝐑

❝𝐋𝐨𝐬 𝐢𝐦𝐩𝐞𝐫𝐢𝐨𝐬 𝐬𝐞 𝐥𝐞𝐯𝐚𝐧𝐭𝐚𝐧 𝐲 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞́𝐧 𝐬𝐞 𝐜𝐚𝐞𝐧. 𝐕𝐢𝐯𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐨 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐭𝐨𝐦𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐭𝐫𝐨𝐧𝐨❞.
Eᴍᴘɪʀᴇs ── Rᴜᴇʟʟᴇ.

UN PASO PARA ATRÁS FUE SUFICIENTE PARA ESQUIVAR EL GOLPE. La rubia emitió un sonido ligero planeando su próximo movimiento. No era combate cuerpo a cuerpo, los dos involucrados tenían en su mano un palo largo de madera que usaban como arma. Era ataque y defensa por ambos contrincantes. La fuerza que utilizaban y la velocidad de sus movimientos comenzó a aumentar sin salir de lo mundano.

Ninguno fue capaz de darse cuenta el parecido de su forma de atacar y la diferencia al defenderse. Evolet era más cautelosa, mientras que, Jace──con quien estaba entrenando── era más impulsivo. Sin embargo, la rubia cambiaba constantemente de técnica de combate con velocidad logrando sorprender al chico.

El retumbar de los palos chocando llenaba toda la sala. No se percataron que estaban siendo observado debido a la concentración que tenían en ese momento. El heterocromatico lanzaba golpes certeros, ella los desviaba con cierta dificultad y cuando la rubia decidía atacar él no tenia mucho tiempo para reaccionar. Ambos eran rápidos, analizaban, reaccionaban y en su rostro había una sonrisa divertida que en ocasiones sólo incrementaba, pelear era un juego.

Jace la golpeó con el palo de madera causando que perdiera su arma. Una sonrisa egocentrica se formó en el rostro del chico, Sasha estaba dispuesta a borrarla. El ojiazul avanzó proporcionando golpes certeros que la chica los esquivaba con dificultad.

El rubio golpeó una vez más tomó el palo con su mano antes de que impactará contra su pecho, un golpe seco sonó por la habitación y la sonrisa divertida de su rostro creció, Jace levantó ligeramente las cejas sorprendido de que su rostro no hizo expresión alguna de dolor.

──Sabes──jaló el arma hacía si arrebatandosela──, siempre he preferido el combate cuerpo a cuerpo.

──Claro, tienes mayor ventaja──Jace sonrió con confidencialidad a la vez que con un movimiento la tiró al suelo.

Evolet le había contado todo──de manera resumida y rápida──al rubio cuando se encontraron por la mañana. No reaccionó mal ni hizo demasiadas preguntas pero agradeció la confianza de contárselo, haciendo que el lazo entre ellos comenzará a formarse.

──Nada inhumano──ambos sonrieron ligeramente ante la mentira.

Evolet atacó las piernas del contrario lo tiró. El chico reaccionó rápido enredando sus extremidades inferiores con las ajenas, logrando tirarla también, ella rió. Ambos levantaron las manos en forma de rendición mientras adoptaban una sonrisa divertida. Él se levantó primero y ayudó a la joven a hacerlo extendiendole la mano.

Había sido un enfrentamiento complicado, él no esperó que la chica pudiera cambiar tanto su forma de pelear; ella sabía que su cuerpo no estaba acostumbrado a los combates después de tantos años con los recuerdos bloqueados, no era tan buena como cuando niña. Se permitieron respirar un poco.

──¿Estás bien?──preguntó ella mientras dejaba los palos en su lugar. Él asintió──La última vez que entrené así fue una década atrás.

El chico Wayland abrió la boca para hablar, sin embargo, la cerró tras desviar la mirada a un lado.

Evolet volteó con curiosidad tras el silencio del joven encontrándose con tres mujeres que los observaban. Su hermana y su parabatai por un lado, una mujer de cabello negro y gran parecido con Izzy por el otro. La mujer parecía mirar a Jace como si fuera su mayor adoración y orgullo.

──Maryse, hola, que bueno verte──se abrazaron brevemente──¿Cómo están todos en Idris? ¿Dónde está Max?

──No vino──respondió Isabelle acercándose──solo mamá, apagando el incendió.

──Me gusta como ustedes comparten──comentó la zanahoria a lado de la morena──, un hermano escondido, un país secreto y un portal privado.

──¿Te sorprende?──preguntó sin interés la rubia revolviendo el cabello pelinaranja de la contraria ligeramente para decirle, a su manera, que aquello no era tan importante.

──Tú debes ser Sasha Fairchild.

──¿Y usted?──preguntó la mencionada antes de que la señora pudiera decir algo más, no porque no se haya escuchado su nombre, sino que le molestaba que las personas no se presentarán como debían.

──Maryse Lightwood──la chica asintió satisfecha──. También se sabe todo de ti en Idris.

──Lo dudo mucho──contestó sin darle importancia alguna.

──Sabes pelear, al menos tú sabes defenderte──aceptó el cumplido asintiendo de nuevo y eso fue suficiente respuesta para la mayor.

──Mamá, bienvenida──la voz de cierto pelinegro se escucho en la sala haciendo a Evolet sonreír ligeramente por su presencia──, no te esperábamos.

──Deben estar preparados──dijo antes de saludarlo──, ya sea que me esperen o no.

──Lo estoy──respondió parándose junto a la rubia──. Lo estamos──se corrigió tras voltear a ver a sus hermanos.

──Luego hablaremos del instituto, ahora tenemos un problema mayor──comenzó a caminar al rededor de todos──. Los Seelies han dejado de comunicarse con la clave y no explican por qué. Mi conjetura es que siguen molestos por que les pedimos que buscaran a Valentine, pero nadie en su reino quiere hablar.

──Tengo amigos Seelies──comentó Izzy buscando ayudar.

──Si, ya sé sobre tus amigos──respondió con tono cínico──. Isabelle, nos mantenemos separados del mundo subterráneo por buenas razones, un movimiento en falso, una palabra equivocada, ¿Crees que existe una rebelión inofensiva? Quien sabe lo que les ofende, tal vez le dijiste a el... a ellos... algo que no debían saber u ofendiste una de sus ridículas costumbres sin saberlo.

──¿Ridículas?──susurró para sí misma Evolet con indignación en el rostro.

──Espera, no lo entiendo──habló el heterocromatico──, ¿estás culpando a Izzy de todo por tener un amigo en el submundo?

──Cuando alguien altera el orden natural, lo demás es afectado──contestó Maryse parándose frente al rubio.

──¿Orden natural?──preguntó Clarissa──¿De qué habla?

La híbrida presente ignoró la mirada que los hermanos Lightwood le dirigían, querían que no dijese nada, querían evitar problemas, pero desde el punto de vista de la rubia, Maryse había comenzado, ella solo se defendió y a los subterráneos también. Los nefilim se han creído mejor que los del submundo desde que han existido y eso a la rubia la sacaba de quicio.

──Una estupida creencia de que los nefilim son mejores que los demás por tener sangre de angel──respondió a la respuesta de su hermana con tono despreocupado que al volver a hablar transformó en uno desafiante y divertido avanzando un paso──. Aun cuando un Shadowhunter es quien esta a punto de causar la guerra.

Su orbes azules chocaron con los marrones de la mayor, ella intentando descifrar que opinaba acerca de lo que acababa de decir
¿Le había molestado su imprudencia? ¿Le gustó que la desafiara? ¿Le gritaria diciéndole que se callara? No podía saberlo y ante eso sólo sonrió de lado, sabiendo que ni la mayor sabía como se sentía al respecto.

Evolet no acostumbraba a seguir las reglas ni respetaba a las figuras de autoridad, su personalidad y desconfianza no se lo permitían, había tanta gente en el mundo que llegaba a puestos altos por chantajes y juegos sucios que le era imposible confiar. Para la rubia, tal vez desde un pensamiento egocéntrico, tenían que demostrarle que merecían su respeto. Maryse no parecía merecerlo.

──Puedo ayudar──cortó Isabelle para que ambas mujeres no iniciaran una discusión, su madre la volteó a ver──, sé como hablar con los Seelies.

──Tiene razón──Jace tomó a la chica de ojos azules del hombro y la colocó a su lado──, puede visitar a Meliorn y ver que sabe──propuso Alexander──. Puedo acompañarla.

──Prefiero que Jace la acompañe esta vez──respondió su madre──. Alec, quédate con las chicas Fairchild, las quiero bajo control, la menor ya causó demasiados problemas.

──¡Tal vez sea porque hace unos días no era una Shadowhunter!──contestó Clarissa molesta.

──Y que días más emocionantes han sido.

──Y los que faltan──soltó la Bane en una divertida advertencia.

──La clave cuanta con nosotros, los Lightwood, para mantener el orden──no sabía si los demás se percataron pero aquello había sido también una advertencia.

──No tienes que decírmelo──respondió Alec──. Si la misión es importante para la clave preferiría ser yo quien vaya con Isabelle.

──Todos tienen tantas ganas de hacer lo que quieran──Maryse vio a Sasha mientras hablaba, recibiendo una sonrisa cínica──. Es hora de enfrentar la verdad, la vida no se trata de lo que quieres, si no de lo que debes hacer. Ya les asigne sus tareas ahora llévenlas a cabo──apuntó a su hija y al rubio──. Tú y tú, conmigo, ahora.

──Bueno eso fue extraño—Clarissa se acercó a donde estaban luego de que se alejaran los demás──. ¿Qué hiciste para enojar a tu madre?

──Bueno, supongo, para empezar, todas las misiones en tu nombre no autorizadas no fueron bien vistas por la clave──El morocho se fue dejandolas solas.

──Lo estás haciendo bien, zanahoria──le comentó la mayor apoyando su cabeza en el hombro de su hermana. Clary asintió agradecida, el mundo de las sombras era nuevo para ella y tal parecía que para todos era un estorbo. Le acarició el cabello a la rubia, solían hacer eso desde niña cada que estaba cansada, y ella podría jurar que era lo más cercano a una muestra de afecto que obtendría de la ojiazul──. Por cierto, ¿y tu collar?











La joven híbrida aprovechó el tiempo a solas para explicarle a su hermana que era ella, ya que era prudente que Clarissa supiera lo más posible del mundo de las sombras para poder defenderse de mejor manera. Como supuso esta no lo tomo mal, de hecho estaba curiosa al respecto y por alguna razón extraña Sasha estaba con el estado de ánimo correcto para responderle todo lo que quisiera, preguntas que iban desde si ella necesitaba sangre para sobrevivir hasta como era vivir con Magnus.

También, la pelinaranja le había contado como es que vio a Valentine a través del collar, pues este era un fragmento de portal, se lo dijo a Jace pero el morocho escuchó la conversación y lo guardó en un lugar al que solo él puede acceder.

Ahora estaban en la sala de entrenamiento, Clarissa estaba practicando sus movimientos. En un pasado la chica de orbes azules le había enseñado un poco de defensa personal, pero pelear con un arma, especialmente una espada o un arco, no se parecía en nada a un combate cuerpo a cuerpo.

──Parece que nos toca estar juntos──habló la menor al ver a Alexander acercarse──. Si sirve de algo creo que tu madre fue demasiado dura.

──Las madres son así──contestó el morocho tomando un palo para entrenar con Clarissa.

──La mía no.

──Si lo era──comentó Sasha sentada en un banco──, solamente que no contigo.

La rubia volteó a su al rededor asegurando que no hubiese nadie más cerca y encendió una chispa de magia verde en su mano derecha. Ella entrenaria de una manera diferente.

──Adelante, golpéame fuerte, te sentirás mejor──la voz de Clary era divertida.

──No me hagas decir que tienes razón el algo──la rubia río──. Abre más tus pies.

──¿Por qué dejaste que dijera eso de Izzy?──preguntó la mejor esquivando un golpe.

──No avances para golpear, golpea para avanzar──indicó la ojiazul jugando con su poder en ambas manos.

──Izzy traspaso los limites──contestó a la pregunta el morocho──. La ley es dura, pero es la ley, incluso yo me olvido de eso.

──Cuanto odio esa maldita frase──habló al airé la chica Bane atrayendo pequeños objetos a ella.

──¿Dejaras que envíe a Jace en lugar de ti?──el morocho atacó de manera leve y la zanahoria detuvo el ataque.

──Si me equivocó, espero un castigo──respondió──. Se supone que soy el lider.

──¿Sabes lo que hace un líder Alec? Tomar decisiones──ambos se volvieron a posicionar──. Debes encontrar a Valentine y detenerlo. Necesito encontrarlo y encontrar a mi madre.

Evolet observó como comenzaban de nuevo la pelea, el de ojos avellanas detuvo a la chica evitando que esta se pudiera mover, así que ella pateó el palo del morocho quitándoselo de las manos, él se agachó y giro tomando el arma de entrenamiento y le dio vuelta dejándola en el piso.

──Tienes que trabajar en tu defensa──comentó Alec ayudándola a pararse.

──También deberías ser más rápida──no había terminado de hablar cuando lanzó dos esferas de magia en dirección a los presentes obligándolos a esquivarlas de manera veloz.

──¿Era necesario?──le cuestionó el joven Lightwood sorprendido por el ataque.

──Yo necesito practicar mis habilidades de bruja para poder usarlas de mejor manera, ustedes deben de acostumbrarse al ataque de un subterráneo──explicó ella viéndolo inocentemente──, es un ganar-ganar.

──Alguien podría verte──le reprendió preocupado por las consecuencias de aquello.

──No hay nadie cerca──la rubia alzó sus hombros despreocupada, él soltó un suspiro resignado y se dirigió a la de cabellos naranjas.

──¿Qué piensas?──preguntó el pelinegro recogiendo lo que utilizaron──¿Creés qué no hemos intentado encontrar a tu madre?

──Por supuesto que si, pero sé que puedes abrir la mente──Sasha levanto una ceja curiosa──, simplemente no te permites pensar así.

──¿Sí? ¿Y cuál es tu gran idea que no se me ocurre?──le pasó el palo a la ojiverde.

──Aún podemos encontrar a Valentine y puede que sepa como──se colocaron en posición de combate──. Mi madre me escondía muchas cosas, pero si vi algo. Hay una caja. creía que no sabía nada sobre ella, pero la abría una vez al año y lloraba.

──¿Por qué?

──Porque era de mi padre.

──La caja tenia las letras J.C. ──anunció la rubia levantandose──. También la vi.

──Pero tu padre es Valentine──comentó extrañado──, ¿por qué J.C?

──Porque durante diez y ocho años me dijo que se llamaba Jonathan Clark──Evolet recordó el retrato del hombre──. Era mentira pero, lo que hubiera en esa caja era importante para ella. Tal vez haya algo ahí que nos ayude a localizarlo.

──¿Dónde podemos encontrarla?──preguntó el mayor pensándolo.

──Creo que todavía esta en nuestra casa──ya ninguno tenía intención de entrenar──, vamos por ella.

──Absolutamente no──el teléfono del chico comenzó a sonar──, no sin permiso.

Ambas chicas rodaron los ojos a la vez que él se alejaba para contestar. La menor observó a la de cabellera dorada con súplica y esta supo de inmediato lo que le estaba pidiendo.

Sasha volteó a ver al morocho y después a la ojiverde pensándo, ella recordaba la caja, la había visto, era buena pista. A demás solo le daría ventaja, solo la suficiente para que al ir por la chica pelinaranja ya no se pudiera dar marcha atrás. Por otra parte, ella quería ir al departamento desde hace ya tiempo, así que ambas ganarían.

Con un ligero movimiento de cabeza le permitió irse con la promesa silenciosa de que la cubriría el tiempo necesario, la menor sonrió y se fue después de entregarle el palo de madera. Ella lo dejó en su lugar y espero con su poca paciencia, aparentemente el ojiavellana hablaba con el gran brujo de Brooklyn, esperaba que el lo entretuviera lo suficiente. Pasado un poco de tiempo la híbrida se acerco al chico por detrás.

──Alec──le tocó el hombro para llamar su atención, el colgó la llamada y volteó hacía los que podría jurar eran sus nuevos ojos azules favoritos──, no está, Clarissa se fue.

──La dejaste ir ¿cierto?──ella ni siquiera intentó ocultarlo, era algo bastante evidente.

──¿Estás molesto?──le preguntó dándole la respuesta que él ya sabía.

──Sí──admitió con sinceridad. Evolet asintió, ambos agradeciendo la honestidad del otro──, ¿vamos?

──Sabes que no me arrepiento ¿cierto?──le extendió la mano, él la tomó sin dudar.

──Lo sé──avanzaron a la vez sin soltarse──. Aun estoy molesto.

──Lo sé──ella rio.





















Tras alcanzar a la menor del grupo esta los guió al que anteriormente era su hogar, en el camino el mejor amigo mundano se les unió a aquella pequeña misión. Llegaron a la puerta trasera por la cual la rubia tantas veces se había escapado. Con el morocho siguiendo sus pasos y tomando su mano la chica Bane entró al lugar sorprendiendose por el estado tan quemado del departamento, las paredes estaban adornadas con la gris ceniza del fuego, la cama y sus mantas con agujeros, todo estaba hecho un desastre.

──Estas tablas... suenan diferentes en estos dos puntos──habló Simon logrando llamar la atención de todos. El chico se estaba apoyando en dos lugares diferentes, uno después del otro──, ¿lo escuchan? Hay algo aquí abajo.

Simon se apoyo sobre sus rodillas y comenzó a golpear la madera del piso con sus uñas, luego levantó una tabla.

──Otro punto para Brooklyn──dijo él a punto de tomar lo que ahí hubiese, sin embargo, Alexander lo detuvo y lo hizo a un lado──, de nada.

──Hay algo aquí abajo──comentó él pelinegro y sacó la caja──, ¿es la caja que recuerdan?

──Sí──contestó la pelinaranja tomándola──. Solía esperar hasta que creía que estaba dormida para sacarla.

──Abrámosla.

──¿Se encargan de eso ustedes?──cuestionó por primera vez Sasha en un rato──Iré a buscar algo.

──¿A dónde vas?──preguntó el morocho.

──A mi habitación, no tardo──respondió apuntando el lugar con su pulgar. Él asintió.

La rubia dejó atrás a los demás y abrió la puerta de su cuarto, esta estaba a punto de caerse y rechinaba ante cualquier movimiento pero eso no le importó en lo absoluto a la chica, entró encontrando el lugar destruido.

Ver el que en su momento había sido su lugar seguro destruido la hacía sentir con un pequeño vacío en el pecho que simplemente ignoró. Ya tendría uno nuevo en algún lugar que considerará su hogar.

Evolet se acercó a la cama, una vez a lado se agacho, metió la mano abajo de esta tocando la superficie de madera que sostenía donde antes dormía, tomó un pequeño cofre negro de madera con detalles de oro que guardaba ahí desde que tenía memoria. Se levantó y sonrió aliviada de ver que estaba en perfecto estado, solamente un poco sucia.

Un ruido del exterior la hizo ponerse de pie con su cuerpo alerta, se dió la vuelta y salió rápidamente topándose con Alexander en el pasillo.

──Ve, yo me encargo de ellos──le indicó la rubia sabiendo lo que haría.

──Ten cuidado──el pelinegro obedeció y se marchó a ver el perímetro despidiéndose con una sonrisa.

──Ten, guárdala por favor──la chica de ojos azules entró a la habitación y le extendió la caja a una extrañada pelinaranja, pues nunca había visto aquel objeto.

Evolet le entregó a la menor un cuchillo serafín para luego sacar dos de sus dagas. Sombras aparecieron de pronto indicando que había alguien más en el lugar.

Hombres lobos.

Ambos caminaron a la luz gracias a la cual las chicas reconocieron a un compañero de Luke. Sasha comenzó a pelear con ellos sin usar nada más que sus habilidades de Shadowhunter, estaba haciendo hasta lo imposible para mantener a los mejor amigos  alejados de aquellos hombres pero realmente no estaba funcionando muy bien su pequeño, rápido y mal elaborado plan.

La tentación de hacer uso de sus poderes de subterránea aumentaba en su ser pero era riesgoso, no podía confiar en nadie, no sabía quien estaba de lado de Valentine y quien del suyo, así que mostrarle su secreto a unos desconocidos no sería muy buena idea, sin embargo, cuando perdió sus dagas todo pensamiento de hacerlo no le parecía tan descabellado.

──Sasha, no──gritó la zanahoria llamando la atención de la rubia, la menor le lanzó el cuchillo serafín sabiendo que ella lo necesitaba más. La chica de naranjas cabellos conocía lo suficiente a su hermana como para saber lo que rondaba por su mente, pero también sabía lo peligroso que era, la propia Evolet se lo dijo.

Era una pelea un tanto injusta, mientras la chica resistía lo más posible a la fuerza sobrenatural de los dos hombres, ellos atacaban sin compasión alguna, dejándole la tarea más difícil a la híbrida, quien no tenía ninguna runa activada.

La ojiazul por un momento, en serio creyó que podría con ellos, pero le duró muy poco aquella ilusión ya que uno de ellos la rasguñó encajando sus garras de manera profunda en el abdomen, luego el otro hombre lobo le causó una herida similar en el brazo. Entre los dos la tiraron con un golpe en el el estómago, generando que ella cayera sin aire alguno en los pulmones.

Cuando los licántropos terminaron su pelea tomaron a Clarissa y Simón, llevándoselos con ellos. Evolet estaba furiosa, enojada consigo misma, era una poderosa híbrida a la que le importó más proteger su identidad que poner a salvo a su hermana, ahora no podía hacer nada más que ver como los secuestraban.

El silencio era cortado por su respiración molesta, dio un fuerte golpe a la pared con su mano libre, recargo su cabeza e hizo presión en su herida. Percibió el olor de Alexander y sus pasos fuertes. El morocho entró por la puerta buscando con desesperación a la joven Bane, su preocupación fue grande cuando la vio tirada en el piso tratando de recuperar aire y sangrando del abdomen y brazo.

──Oh por el Angel──Alec colocó de cuclillas a su lado a punto de sacar su estela──. Estarás bien, lo prometo.

──Recuerdas que sano rápido ¿no?──Sasha sonrió con diversión viendo como el mayor activaba su runa de curación en el cuello.

──Lo sé, lo sé──el chico la ayudó a acomodarse──. Jace viene en camino.

──El teñido dramático──Evolet suspiró con notable cansancio──, hará un escena por que la perdí.

──Si sirve de algo, me culpara a mi──el morocho intentó reirse de aquello pero los nervios por como reaccionaria su parabatai le ganaron.

──Alec, verle el lado divertido a las cosas y reaccionar con gracia es mi estilo, el tuyo es preocuparte por todo y buscar como solucionarlo, gran equipo ¿no?──una risa ligera salió de la boca del mencionado──Si alguien pregunta, fuimos los dos ¿si?

──Los dos, suena bien.

──Los dos.

No podía con este capítulo, intentaba editarlo y en el inicio se me perdían todas las ganas y lo dejaba de lado, así varias veces.

Pero aquí andamos con todo, intentado llegar bien la relación entre Alexander y Evolet.

DARK

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