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𝟎𝟎𝟑 ━ 𝐎𝐏𝐏𝐎𝐒𝐈𝐓𝐄𝐒 𝐓𝐇𝐀𝐓 𝐂𝐎𝐍𝐒𝐔𝐌𝐄
❝𝐄𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐚𝐥 𝐛𝐨𝐫𝐝𝐞 𝐝𝐞 𝐫𝐨𝐦𝐩𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐲 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐚𝐡𝐢́ 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐬𝐚𝐥𝐯𝐚𝐫𝐭𝐞. 𝐍𝐨, 𝐧𝐨 𝐬𝐚𝐛𝐞𝐬 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬. 𝐁𝐢𝐞𝐧𝐯𝐞𝐧𝐢𝐝𝐨 𝐚 𝐦𝐢 𝐯𝐢𝐝𝐚❞ .
Wᴇʟᴄᴏᴍᴇ ᴛᴏ ᴍʏ ʟɪꜰᴇ ── Sɪᴍᴘʟᴇ Pʟᴀɴ.
SU MENTE SE ENCONTRABA DIVAGANDO EN AQUELLA VOZ IRRECONOCIBLE, el camino se había vuelto tortuoso para ella siendo rodeada por el silencio que no permitía que desviara su atención en algo más, su mirada perdida en las palmas de sus manos. Conocía a aquella persona y lo sabía, pero no había más, por más que intentará adentrarse en sus recuerdos no lograba encontrarlo ahí haciéndole creer que sólo estaba confundiendo las cosas. Sin embargo, antes de que pudiera convencerse a si misma de aquello la camioneta paró indicando que ya habían llegado. Todos bajaron y las puertas del instituto fueron abiertas con la ojiverde al frente de los demás.
──Todavía no lo entiendo ¿cómo pueden ser mejores los shadowhunters que quienes ustedes llaman mundanos?──Los pensamientos de la rubia fueron sustituidos por el impulso de detener los comentarios de su hermana.
──Por que protegemos a los humanos──Respondió Isabelle deteniéndose igual que el resto.
──Es cierto, humanos──Volvió a hablar la pelinaranja después de soltar un suspiro, se dió la vuelta──, ustedes protegen a los humanos. Dejaron a Simon solo en la furgoneta. Buen trabajo chicos, en serio.
──Clarissa──Gruñó Evolet a modo de regaño.
──Es verdad la idea de que los humanos deberían tener un mínimo de sentido común──Comentó fastidiado.
──Alec, ahora no.
──Mira, no van a hacerle nada a Simon, solo querían sacarte a la luz, quieren la copa y piensan que tú la tienes──Le explico el rubio de ojos bicolor a la ojiverde.
──¿Pero por que piensan eso? ¿Por que alguien pensaría eso? Por que mi mamá me mintió toda mi vida excepto 'Oh por cierto, hay una copa mágica que escondí en el planeta Bongo, pero no se lo digas a nadie'──Reprochó ella sin hacer pausa alguna──. ¿Qué se supone que haga ahora?
──Tenemos que informar a la clave──Respondió el pelinegro comenzando a avanzar siendo seguido por su hermano adoptivo quien hizo saber que estaba de acuerdo con el──, tienen que saber lo que supinos acerca de Valentine.
──¿Qué? ¿Qué es mi padre? Bien, excelente, díganles, ¿De qué le sirve eso a Simon?
──Clary, todo está conectado los vampiros quieren la copa──Explicó el rubio.
──¿Por que? Crea nuevos shadowhunters.
──Algo me dice que nadie que la idea de Valentine con un ejército no les favorece para nada──Comentó con tono de obviedad la ojiazul mientras se recargada en la pared cercana.
──Además controla a los demonios──Prosiguió la pelinegra.
──Ellos propondrán un trato, Simon por la copa──Terminó el teñido, como Sasha se había decidido a llamarlo.
──Entonces los vampiros cambiaran a Simon por la copa y Valentine a mi madre por la copa──Comenzó a hablar con exasperación──. De cualquier manera pierdo a alguien que amo. ¿Qué tal si simplemente la lanzamos al aire y dejamos que se peleen entre ellos?
──Tiene que ser una broma──aun sin saber del todo bien que estaba pasando a su al rededor la rubia se podía imaginar el peligro que aquello representaba.
──¿Acaso esto no te importa?──Preguntó Alec comenzando a molestarse.
──¡Si, por supuesto que me importa!
──No parece──Divago mientras se tallaba sus azules ojos con las palmas de sus manos intentando pensar.
──Escucha──Clarissa se dirigió a él chico rubio──, cuando salvaron nuestras vidas, puse mi confianza en ustedes, ahora necesito que confíen en mi. No puedo ser lo que son tan pronto.
──Es verdad, fue criada como mundana.
──¿Acaso eres su vocera ahora?──Le reprochó el pelinegro a su hermana.
──No necesitó una vocera, necesitó un plan──Se alejó dejando a la mayor de las chicas frustrada.
Evolet suspiró intentado reprimirse de explotar por el comportamiento de su hermana──añadiendo lo que acababa de suceder en la Ciudad de Huesos──, lo último que quería era tener problemas con ella estando en un nuevo mundo para las dos, sin embargo, aquello le fastidiaba demasiado a la chica, ya que la pelinaranja siempre terminaba haciendo las cosas que quería, haciéndose la víctima y la mayor parte del tiempo estorbando, aun así lo que más le disgustaba era el hecho de que ella se esforzaba lo más que podía en lo que hacia para lograr su objetivo, y aun que si le alegraba saber que Clarissa estaba triunfando no podía evitar pensar que a la menor solo le bastaba con hacer una de sus escenas para obtener algo. Estaba claro, Sasha siempre sería la opuesta aun cuando tuvieran similitudes.
★
──Miren todas estas cosas, estas pantallas, ¿nada de esto puede ayudarme a encontrar a Simon?──preguntó la pelinaranja señalando a su alrededor──¿Dónde esta el de todos modos? ¿En una cripta en Transilvania?
──En realidad no. Esa era la pandilla de Camille ¿verdad? Son de aquí──concluyó el de ojos bicolor.
──Están en el hotel DuMort, en Gansevoort──explicó Izzy mientras que se sentaba en la mesa a la vez que Sasha imitaba su acción, solamente que en la silla de a un lado recargando sus brazos cerca de donde estaba posicionada la pelinegra.
──¿Y volvimos aquí? ¿Por qué? Tenemos que ir allá, vámonos ahora, vamos──la chica de cabello color zanahoria estaba lista para irse pero la voz de Alec la detuvo.
──Necesitamos una resolución de la clave.
──Los cinco no podemos declararle la guerra a los vampiros por nuestra cuenta──continuó Isabelle.
──Y no podemos reaccionar sin considerar las opciones. Los subterráneos son esclavos de sus impulsos, nosotros no.
La ojiazul frunció el ceño de manera inconsciente molestandose con lo dicho con el morocho, no tenía razón para reaccionar así pero algo dentro de ella le decía que no estaba bien, tal vez la parte de ella que siempre aborrecio cualquier muestra de discriminación, y esa era una.
──Alec, no puedes hablar mal de todos los subterráneos.
──Es cierto. Los seelies tienen su encanto, al parecer──el mencionado le sonrió a su hermana de manera divertida, siguiéndole el juego que si bien la rubia comprendió aun no le parecía correcto.
──Claro──afirmó Jace de igual manera.
──¿Seelies?
──Son como hadas; agrega pixies, nixies, elfos, todo mitad angel, mitad demonio. Es más bien un término inclusivo──ambas hermanas fruncieron aún más el ceño tras la respuesta del de ojos bicolor.
──Eso tuvo sentido, obviamente──Evolet hizo notar su tono sarcásmo al no comprender.
──Izzy te puede decir todo acerca de ellos, le obsesionan.
──Todos tenemos obsesiones, ¿no es así?──le contestó a su hermano mayor, borrándole la sonrisa del rostro en el proceso.
──Bueno, no puedo escuchar esto──se quejó Clarissa──. Simon fue secuestrado por vampiros. Supongo que tendré que encargárme yo misma──comenzó a caminar hacía la salida, dispuesta a irse.
──Clary, vas a hacer que te maten──le aviso Jace, sin embargo esta no se volteó, por lo cual la ojiazul le dirigió una mirada que el entendió a la perfección, ella se encargaba.
──Y a Simon también──la voz de la chica le llego a sus oídos haciéndola parar, ella dió media vuelta y regreso con paso firme.
──Entonces ayúdenme. Mientras consideramos otras opciones mi mejor amigo está sufriendo. ¿Los Shadowhunters entienden eso o estoy siendo mundana?──los tres neflim se voltearon a ver entre ellos, incluso a Sasha antes de que el rubio hablara.
──Clary tiene razón──solo una seña fue suficiente para que todos se acercaran entre si──. Ellos hicieron el primer movimiento, nos encargaremos de esto nosotros mismos. Ahora...
──Es una mala idea──interrumpió el pelinegro, una parte de Evolet concordaba.
──¿Tienes una mejor?──le preguntó el chico Wayland sin esperar respuesta──Mira, los vampiros rompieron los acuerdos, secuestraron a un mundano, no pueden hacerlo. La clave nos dará una charla y luego estarán felices por lo que hicimos.
──Es difícil discutir con eso──apoyo Isabelle.
──Incluso si seguimos adelante no veo como vamos a salir de aquí sin tener que explicar a donde vamos──dijo el mayor de los Lightwood.
──Se necesitarán armas──recordó la rubia sin estar convencida.
──Y que no nos vean──terminó por aclarar Alexander.
──Yo sé dónde conseguirlas.
★
Sus pies pisando el húmedo suelo que aun no se convertía en lodo, acompañando al morocho en la búsqueda de una tumba, 'Mary Milligan', ese era el objetivo. El cementerio se mantenía en silencio exceptuando los pasos de los demás, ella se mantenía callada pero por bien personal y sin querer dejar que sus pensamientos divagaran, habló.
──Esto no es lo que pensaba estar haciendo en una noche de fin de semana──ni siquiera esperaba una respuesta así que se sorprendió un poco al ver que la obtenía.
──Créeme, a mi tampoco me agrada la idea de estar aquí, pero la niña nos ha arrastrado hasta acá.
──Hey, te recuerdo que es mi hermana──Alec la volteo a ver con la ceja alzada pero ella no dejó que dijera algo al respecto, no admitiria que la había defendido──. ¿Qué estarías haciendo? ¿Una ronda nocturna en busca de demonios?
──Tal vez──Sasha hizo un gesto con la mano invitándolo a seguír hablando mientras que seguía buscando──, o estaría acomodando los informes para la clave.
──¿Hay un poco de desastre en tú vida? ¿Fiestas?──el ojiavellana abrió la boca pero ella lo interrumpió──Que no sean misiones.
──No tengo tiempo para eso, un shadowhunter vive para cazar demonios.
──Una de vez en cuando no está mal──se voltio hacía el y lo detuvo poniendo su mano en el pecho ajeno──. Romper algunas veces las reglas es sano.
──La ley es primero──estaba seguro de eso, su rostro lo decía todo. Evolet sonrió con lastima de que él en serio lo creyera; bajó su mano y volvió a caminar.
──La vida es primero.
El deseaba decirle que no comprendía lo difícil que era una vida regida por la clave, esa clase de responsabilidad sobre sus hombros, que no entendía nada, que estaba equivocada; pero no encontró voz para hacerlo, tal vez porque la rubia si sabía lo que era o tal vez porque no podía decirle que estaba mal, tal vez porque tenía razón.
──Excelente, ya volvió, me voy──la voz de su hermana se escuchó llamando la atención de todos.
──¿No vienes con nosotros?──preguntó la pelinaranja extrañada.
──No me lo perdería por nada, pero debo encontrar la guarida de los vampiros──comenzó a alejarse meneando las caderas. Definitivamente Isabelle Lightwood era extremadamente sexy.
──No hagas nada que yo no haría──le gritó Jace causando una sincera risa de la rubia.
El morocho de ojos avellana llamó a su hermano adoptivo para que este fuera con el, le dedico una rápida mirada a la ojiazul que está entendió rápidamente alejándose de el. Ella se dirigió hacia la pelinaranja a la vez que el chico rubio avanzaba a dónde estaba Alexander. La mayor de las chicas le hizo un gesto con la cabeza a la mejor para que esta la siguiera, dándoles así un momento a solas a los hombres.
──Evolet...perdón, Sasha──la rubia le había confesado que le incomodaba de sobremanera que ella la llamara por su segundo nombre y si bien no supo darle una razón la ojiverde lo respetaba, cosa que la mayor agradecía──. ¿Estás molesta conmigo?
La ojiazul levantó su mirada de las tumbas para dirigirla a los ojos de su hermana leyendo sus pensamientos con facilidad, habilidad que había podido desarrollar con rapidez tras comprender la forma de pensar de su hermana, cosa a la pelinaranja en ocasiones le gustaba y en otras no tanto, esta vez no sabía. La rubia hizo un gesto facial pidiendole que siguiera hablando aún cuando ya sabía que diría.
──Llevamos poco pero ya has cambiado, siempre has sido muy sociable, sin embargo, está vez pareces dispuesta a abrirte con ellos y conmigo aún eres esa caja fuerte de la que no tengo el código.
Clarissa tenía un punto y ella lo sabía e incluso se lo reprimia, su hermana era de confianza, era la persona más pura que ella hubiera conocido alguna vez pero siempre se cerró por la sensación de incomprensión, la ojiverde siempre tenía todo con tan solo pedirlo y a ella le tocaba el trabajo duro, no la culpaba aún que tampoco la veía inocente.
──Están ayudándonos, Clarissa, protegen nuestras vidas y no sé si por deber o por empatia pero lo mínimo que puedo hacer es eso──mentira, a medias──. Ahora solo debo cumplir lo que Jocelyn me pidió, protegerte.
──¿Por qué no te agrado?
──No es el lugar para hablar acerca de nuestra relación de hermanas──le reprimió la mayor sin verla.
──Lo sé pero si no pregunto ahora no sé cuando lo haré otra vez──Extendió su mano para tomar del hombro a la rubia y voltearla──. ¿Por qué no te agrado?
──¡Porque no comprendes!──La rubia levantó su vista al rededor esperando no haber sido escuchada por los chicos pero ellos parecían tener su propia discusión, después respiro viendo a su hermana sobresaltada──Mirate Clarissa, tienes un problema que debes solucionar, sin embargo, te la has pasado haciendo berrinches, escenas. No eres la única que peligra, la vida de todos está en juego y tú eres una carta esencial para ganar pero parece que aun no lo comprendes.
──As...──el rostro de la pelinaranja parecía el de un cachorro, estaba arrepentida pero más confundida ya que sabía que detrás de eso había algo más.
Sasha relajó su semblante por completo sintiendose culpable por explotar, la menor había tocado una fibra llena de nostalgia en ella. Solía llamarla 'as' cuando era una niña a la que le encantaba molestar a su hermana mayor, sin embargo, con el tiempo se había vuelto una de sus pocas muestras de cariño.
──Lo lamento zanahoria──no daría razones ni explicaría nada y, sin embargo, eso le era suficiente a la menor──. Aún seguimos siendo las hermanas funcionalmente disfuncionales que siempre hemos sido, solo dame tiempo.
La ojiazul terminó la conversación alejándose para seguir buscando hasta que dio con su objetivo; levantó su vista viendo que los hombres aún seguían discutiendo, sin embargo, decidió intervenir tras ver la expresión de Alexander.
──¡Hey, la encontré!──los chicos terminaron su conversación de pronto y se acercaron hasta llegar a donde estaban las Fray, la menor acariciando la lapida.
──¿Querida servidora? ¿Quién quiere eso en su lapida?
──Alguien que sirvió a una causa más grande que ella misma──respondió el morocho.
──Por ahora si.
──Si muero, no dejen que pongan eso en mi tumba──Evolet apuntó a la lapida susorrandole al ojiavellana──, te lo ruego.
──Abracadabra──Jace dijo mientras su hermano le asentia a la rubia junto a el.
──Espera, ¿de verdad dicen eso?──preguntó la zanahoria causando que su hermana levantará las cejas de incredules.
──No, Clary, no lo decimos──el rubio pasó su estela por la runa en la superficie para después mover la tapa con ayuda del morocho dejando ver un baúl que al ser abierto todos pudieron visualizar su contenido: cuchillos serafines, estelas y más armas.
──Wow, ¿dnde esta la Sra. Milligan?──la voz de Clary llego a sus oídos antes de ver una espada que se brillante ser tomada por la misma. Sasha, quien hasta el momento se había mantenido callada y de brazos cruzados se acerco sin quitar su postura.
──No toques eso──le dijo el pelinegro a la menor──, no sabes como usarlo.
──¿Qué? ¿Cómo en el Pandemónium cuando mate a ese demonio?
──Tu no mataste...
──Alec──lo interrumpió el rubio haciendo que este se callara──, le enseñaré la forma correcta de usarla. También deberías tomar algo, Sasha, tienes que defenderte.
──Admitelo, te preocupas por mi, es lindo──el de ojos bicolor rio levemente sin negarlo mientras que la chica estiraba su mano hacia la contra-tapa, siendo atraida por las dagas que se encontraban ahí.
Tomó dos de estas jugando con ellas al hacerlas girar sobre sus manos, sentía como si fueran una extensión de si misma que había perdido. Sonrió inconscientemente antes de guardarlas entre su ropa. Después agarró con seguridad el cuchillo serafín, no tenía miedo de no ser uno de ellos y no sabía si porque no le importaba o porque estaba segura de que lo era; el arma se iluminó al mínimo tacto de la rubia confirmándole a todos que era una neflim.
──¿Ves lo que necesitas aquí?──Jace se dirigió al morocho mientras que la chica mayor terminaba de alistarse. El ojiavellana observó el baúl.
──No, no hay un arco aquí, necesito uno. Debo preparar las flechas en el instituto. Me tengo que ir.
──¿Pero cómo vas a volver al instituto?──preguntó su hermano rápidamente.
──Por la parte trasera, si voy solo no me molestaran.
──Bien, ve──acepto el──. Puedo terminar aquí──Alexander estaba dispuesto a irse, sin embargo, se dio la vuelta para hablar rápidamente con su hermano adoptivo.
──Oye, entiendo lo que tenemos que hacer y confío en ti, parabatai. No vuelvas a dudar de mi. No importa lo que dije.
──Ya esta olvidado──juntaron sus manos──. Nos vemos al amanecer.
──Al amanecer.
El chico de avellanas ojos avanzó hacía la salida topándose con la rubia, quien lo miraba en una forma que el sabía que le pediría un favor.
──Sé que es mejor que vayas solo pero, ¿puedo acompañarte?-
──el se iba a negar, sin embargo ella siguió hablando──Necesito alejarme un tiempo de Clarissa.
Decir que lo pensó demasiado sería mentir, porque sabía que la compañía de la chica no le molestaba en lo más mínimo, agregándole el hecho de que ella traía armas y parecía ser que era capaz de defenderse sin problema alguno, no era una carga.
──¡Sasha irá conmigo!──y sin dar espacio a que ninguno de los chicos contestara se fueron.
El recorrido fue silencioso, sin embargo, no incómodo, ninguno se sentía así junto al otro; la rubia en ocasiones tarareaba una canción mientras que con su mano aparentaba bailar al ritmo de los arboles mientras que el pelinegro solamente la observaba a detalle.
Una palabra llegó de pronto a su mente comenzando a rondar por su cabeza, cosa que la hizo detener sus acciones. Con sutileza tomó la mano de Alexander buscando alejar pensamientos indeseados, esperaba que el chico se alejará o se tensara, pero no fue así, si bien él se sorprendió el tacto había hecho más ameno el viaje al instituto, por ese lapso de tiempo se olvidó de los vampiros, los problemas con el rubio, la niña de cabello naranja, de sus padres e inclusive de la clave.
Y aun que la ojiazul dejó el peligro de ser consumida por sus dudas y pensamientos, la misma palabra seguía repitiéndose en el fondo de ella sin otra dirección más que sus recuerdos olvidados.
Parabatai.
No pienso decir nada sobre mi tardía vuelta a Wattpad ¿ok? No tenía ganas ni de abrir la aplicación.
Estoy feliz de estar de vuelta deseándoles un año muy bueno, pero recuerden quedarse en casita, que les vaya bien en su vida, y si creen en Dios, yo la vdd no, que Dios los bendiga razita.
En fin, a seguir con este merequetengue.
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