Dos
── La tarea tiene un valor de treinta puntos, Aquino. ¡Treinta puntos! ¿Sabes lo que eso significa? ¡Exacto! No te dejaré de ir de fiesta ni mucho menos saldrás a tomar este fin de semana, hasta que terminemos la tarea. ── Dijo Duxo realizando movimientos con sus manos a cada palabra que decía.
Rodé los ojos.
Duxo siempre a sido tan perfecto.
Me refiero a perfeccionista.
No sé...
Creo que su nombre correcto es "Duxo las cosas tienen que salir perfectas o te saco la chucha"
── Qué dramático. ── Mascullé.
Ambos continuamos caminando hacia mi carro por el estacionamiento. Habían muchas personas y eso era algo que detestaba. El día había cursado con normalidad. Nada nuevo. Sólo ese maldito trabajo de ciencias.
── ¡Yo no soy dramático! Lo que pasa es que me preocupo por nuestra calificación. Además no te dejaré reprobar. Si repruebas me quedaré solo y sin amigos. No dejaré que te alejen de mi.
Sonreí y pellizque su mejilla blanquecina.
── ¡Qué lindo eres Duxito! Yo también te quiero. ── Dije sin dejar de apretar su mejilla roja. Duxo quitó mi mano de su cara e hizo una mueca.
── No te burles webón. Hablo ens serio, no me puedes dejar. ── Dijo con seriedad. Aunque en relaida la seriedad y Duxo se conocían muy poco.
Reí.
── Tranquilo todo estará bien. ── Dije.
Aunque muy seguro no estoy. Tengo que alistarme en todas las asignaturas para no ir a título.
¿Cómo pretendo sacar un diez en dos cortas semanas, si no lo saqué en un semestre entero?
── Lo dices cómo si todo fuera a estar bien. ── Musculló.
Sonreí. Duxo puede ser un pesimista y un amargado. Pero es mi amigo y lo quiero.
── ¿Quieres cerrar tu boquita ya? ── Reproché.
Duxo rodó sus ojos amatista dándome la victoria de la conversación.
☆o○'[ DUXO ]^o○☆
── Yo haré la investigación, el reporte y todo lo que tenga que ver con hacer el trabajo correctamente y tú... Tú puedes dibujar y transcribir. ── Dije sacando los libros y los cuadernos para comenzar a trabajar.
Aquino me miró y alzó sus cejas.
── Siempre me dejas lo estúpido. ── Se quejó.
── Cada quién hace lo que puede. ── Dije.
Aquino negó con la cabeza y yo no pude evitar soltar una carcajada.
── Puedo aunque sea hacer un resumen o algo así esta vez. ── Sugerió. Recargó sus brazos en el respaldo de la silla, tensando los músculos de sus brazos. Yo estaba sentado en el comedor y él de pie.
── ¿Sabes cómo? ── Cuestioné curioso. Es decir... Es Aquino By02, a él háblale de pvp y minecraft y te entenderá, no de las ciencias fácticas porque te ignorará.
── Sí. ── Dijo obvio. Sonreí con burla y mirándolo con incredulidad.
── Sé hacer muchas cosas que tú no sabes. ── Remarcó al ver la expresión.
── ¿Ah si? ¿Cómo pensar y respirar al mismo tiempo? Tranquilo, no agotes tus fuerzas. ── Me burlé. Aquino entrecerró sus ojos y me fulminó con la mirada. Solo pude reír.
── Solo conoces el 80% de Aquino By02. ── Murmuró con misterio y superioridad.
── Tenemos más de seis años de amistad, tarado. Te conozco hasta los pulmones. ── Dije con obviedad.
Aquino se rió y soltó una enorme carcajada, pero luego negó.
── Mis pulmones son parte del 80%
── ¿Qué hay del 20%? ── Cuestioné con la ceja alzada.
Aquino sonrió de una manera muy extraña, fue casi una depredadora, además sus ojos parecieron tomar una tonalidad más oscura.
── El 20% no interesa. ── Murmuró.
── Pero soy tu mejor amigo, claro que me interesa. ── Respondí con falsa indignación.
── Talvez algún día lo sepas. ── El murmuró, yo suspiré.
── ¡¿Tienes un secreto y no me habías dicho nada?! ── Exclamé sorprendido. ── ¡Carajo, Aquino! Tú sabes absolutamente todo de mí, es injusto.
Aquino se encogió de hombros con su risa habitual; sus hoyuelos remarcados a los extremos de su risa, reposando en sus comisuras.
Era de lo que podía engancharme cuando no se ponía esa absurda mascarilla.
Sí... Mi amigo tiene una linda sonrisa.
── No es un secreto, es mas.. Una reservación personal, solo para mi y nadie más que yo.
── Lo que acabas de decir no tuvo mucho sentido. ── Aseguré con el entrecejo fruncido.
Aquino sonrió.
── Cómo sea.. Algún día lo sabrás.
──¿Y por qué no ahora? Yo quiero saberlo ahora. ── Exigí.
Aquino sonrió ampliamente, tal cual alguien ocultando algo, pero no estaba seguro de qué.
── ¿Te quedarás esta noche? ── Me preguntó intentando desviarme el tema.
── No intentes pasarme Aquino. ── Advertí.
El sonrió.
── ¡Oye cálmate! No es la gran cosa. ── Se excusó.
Lo miré con las cejas alzadas.
── ¿No es la gran cosa? Vaya que tienes razón ¡Es la cosa grande! ── Dije.
── Lo que acabas de decir no tuvo mucho sentido. ── Utilizó mis palabras.
── Deja de usar mis palabras en mi contra. ── Aquino se sentó en la silla que estaba junto a mi y tomó uno de mis cuadernos y una pluma.
── ¿De qué páginas hago el resumen?
── Es secreto. ── Dije fingiendo enojo.
Aquino alzó la vista y me miró serio. Pero una sonrisa graciosa se pintó en sus labios.
── ¿Se supone que debo rogarte no?
── No. Se supone que debes contarme tu secreto.
── Vamos, Duxo.. Déjate de webadas. ── Dijo soltando un suspiro.
── Tú déjate de las tuyas.
── ¿Por qué? Son mías.
── Si evitó que me las robes seguirán siendo mías. ── Continuó.
── Pero si.. ¡Ah, ya! Tú me haces ser pendejo. ── Me quejé poniendo mis manos en mi cabeza y sintiendo cómo la risa de Aquino inundaba la habitación.
── Pendejo naciste. Ahora dime las páginas.
── Ya te dije que es secreto.
── Tú no tienes secretos, Duxo. ── Dijo con obviedad.
── Sólo conoces el 80% de Duxo Rethey. ── Lo arremedé.
Aquino soltó una risa.
── ¿Y por qué sé que el otro 20% se basa en crear un mundo y más webadas?
── Es para descubrir la verdad, soy todo un misterio. ── Dije.
¿A quién engaño? Soy un jodido libro abierto. No, soy una revista. Sí, eso es mejor.
── ¿Tú? ¿Un misterio?
── Muy misterioso.
── Un misterio muy misterioso que me sé al derecho y al revés. Ahora dame el puto libro y pongámonos a trabajar.
So fast
Hasta nuevo aviso!
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