Cuatro
Espera ¿sexo dormido? ¿Con quién sea?
── Supongo que ya puedo reír. Es una buena broma eh.
── ¿Eh? ── Dije con un tono de voz algo más aguda de la que pretendía.
Aquino sonrió y negó con la cabeza.
── Olvídalo. ── Murmuró sin mucha importancia.
── Espera, fuer broma ¿Cierto? ── Dije con una sonrisa esperando a que diga que sí para empezar a reír
Aquino solo se encogió de hombros.
── Tómalo cómo quieras. ── Fue lo único que dijo.
No parecía que quisiera reír. A decir verdad su expresión era más seria de la que yo esperaba.
Sí, obvio fue una broma. ¿Qué sigue? ¿Entrará en la noche a mi habitación y tendremos relaciones? Ajá.
── Es.. ¿De verdad? ¿Eso existe? ── Cuestioné.
Su seriedad comenzaba a importarme más de lo que debía, Aquino no quizo explicar más. Simplemente comenzó a guardar los materiales y el trabajo en un sitio seguro, para después limpiar el desorden hecho. No mr queda claro lo de su enfermedad, bueno su trastorno de de sueño. |Aún creo que es broma|
Pero, tal vez no sea tan grave, aunque suene un poco extraño. Quizá el decida contarme más con el tiempo, pues si no me había contado antes,fue porque tendrá sus razones |Aún creo que es broma. Pensé buscar en Google, pero desconectó el Internet.
Maldito...
De todas formas algún día lo sabré
, es decir, no pude ocultarmelo por toda la vida. En algún momento tendría que hablar y decir que solo quería verme la cara de estúpido. Aunque, cómo dije, suena un poco extraño.... Y peligroso. Me parece poco creíble lo del sexo inconscientemente, debe ser una cosa de sus bromas |pésimas bromas|. En realidad nuestra relación, también yos oy el gracioso.
El.. Hablamos de Aquino tal y cómo debe ser |Y aún creo que es broma|Me instalé en la habitación que estaba desocupada. Solo hay dos habitaciones, una es la de Aquino y la otra usa para guardar cosas viejas o que no utiliza. Aunque por suerte, tiene una cama estable, lo suficiente para mi.
── Aquino. ── Le hablé desde el sofá de la sala de estar. El estaba haciendo solo Dios sabe qué cosas en la cocina y yo solo me esmero en picarle al botón del control remoto, sin encontrar algo bueno.
── Qué chucha quieres. ──. Contestó.
── Conecta el Internet. ── Rogué.
Pude escuchar una risa desde donde estaba hasta mi lugar.
── Ya vete a dormir. ── Dijo.
Rodé mis ojos y suspiré.
── No tengo sueño. ── Protesté.
── Yo sí. ── Salió de la cocina.
── Ya terminé de limpiar la cocina y es hora de dormir.
── El punto es quedarte en la casa de un amigo a dormir es desvelarte con tu amigo ¿Sabes? ── Dije.
Aquino se limitó a sonreír.
── No para mi. ── Susurró.
── ¿Cuál es el punto entonces? ── Pregunté.
Aquino se acercó a mi y me quitó el control remoto de la televisión para apagarla.
── Dormir. ── Esta actuando de una manera muy extraña.
── Aquino.. ── Me quejé.
── Terminaré de limpiar la cocina. ── Dijo saliendo de la sala de estar.
── Pero acabas de decir que ya terminaste. ── Y sí, me ignoró. Suspiré resignado.
Aquino está actuando raro desde la tarde. No pienso preguntarle mucho, pero aún no me dice que estaba bromeando. Así que comencé a asustarme, solo un poco |mucho| como última opción, decidí obedecer a Aquino, total, dormir es un placer.
── Buenas noches. ── Dije.
Asomándome por la cocina. Aquino estaba recargado en la barra revisando su celular.
── ¿Ya te vas a dormir? ── Preguntó levantando la mirada.
── No. Solo dije buenas noches porque permaneceré despierto.
Aquino sonrio y negó con la cabeza
... ¿Acaso es lo único que sabe hacer?
──Buenas noches.
── ¿Cierro mi puerta con candado? ── Pregunté.
── No te voy a coger, Duxo. ── Murmuró.
── Lo sé, sólo quería joderte y devolverte la broma pesada. ── Contesté casi orgulloso, encogiéndome de hombros.
Aquino alzó la vista nuevamente, quedando pensativo, pero luego sonrió con burla.
── El que tiene hambre en pan piensa. ── Volvió a murmurar.
Solté una carcajada y seguido el me acompañó al unísono.
── Ya me voy a dormir. ── Hablé dándole lucha a la risa.
── Buenas noches, paloma. ── Murmuró aplacando su risa.
── Buenas noches Aquinin. ── Di media vuelta y subí las escaleras para entrar en la habitación, justo al lado de la de él.
Tallé mi rostro con lentitud y pereza, intentando despertar un poco de mi sueño. No es lindo que un ruido te despierte a mitad por la noche. Eso de despertar a las personas debería ser ilegal... Por lo menos conmigo.
"Pena de muerte si despiertas al creador de mundos Mucasa Duxo Rethey." oh, sí.
Un golpe resonó por mis oídos e inmediatamente me invadió el temor. ¿Y si Aquino no cerró con candado las puertas y un ladrón, asesino, psicópata nos ataca en este preciso momento?
Mierda.
Tal vez tenga que revisar, probablemente no sea nada grave. Aunque... Mejor que vaya Aquino. Es su casa, si ambos vamos a morir mínimo debería morir el primero.
Debo decirle a Aquino, pero ¿y si salgo y me ataca el ladrón?
Tomé mi celular del buró, pero fue inútil pues recordé qué:
Uno: Aquino me dejó sin Internet.
Dos: No tengo saldo.
Tres: El webon de Aquino no contestará.
Así que.. Creo que moriremos.
No, no seas dramático Duxo. Mejor levanta tu lindo trasero de la cama, deja de ser tan cobarde y baja a revisar.
Nota mental: Ponerle saldo al celular.
Claro, si sobrevivo.
Me levanté de la cama y caminé hasta la puerta. Antes de abrirla, le recé a la virgen maría y tomé valor para salir de la habitación, mire a mi alrededor y afortunadamente estaba despejado.
Suspiré.. De acuerdo, ahora ve por Aquino, agradecí qué Aquino estuviera junto a la mía. Iba a abrir la puerta pero me encontré con que estaba entreabierta... Oh mierda, seguramente el maniático entró a la habitación de Aquino, luché contra el deseo de salir corriendo, un ruido me estremeció justo cuando toqué el pestillo de la puerta, fue cómo una especie de jadeo cansado... O algo así.
── Sí, mierda~ ──
Frunci el entrecejo.
¿Esa fue la voz de Aquino? Que carajos ¿A quien le hablaba?
Atraje hacía mi la puerta, dejándome libre visión a dentro del cuarto abrí mis ojos sorprendidos, sintiendo demasiada vergüenza y cómo la sangre se subía hasta el rostro, por la menuda imagen que me topé.
Mierda, mierda, mierda solo ami me pasan este tipo de cosas tan estúpidas. Definitivamente tener la imagen de tu mejor amigo masturbándose en su casi semidormido, no es algo que deba suceder.
No!
Observé cómo movió sus largos dedos en su erecto miembro. Su rostro mantenía una expresión de placer con los ojos cerrados sumamente notoria, y de su boca se desprendian troncos jadeos.
── Palomita~ ──
Mierda... ¿Dijo palomita? ¡¿Dijo palomita?! Pero no soy yo, claro que no.. Hay un montón de personas en la escuela que usan sudaderas de "palomitas" en la escuela, poca probabilidad de que se trate de mi.
── Duxo~ ──
¡Oh joder! Sí que soy yo.
¿Quién putas más?
No, no, no y no!
¡Joder! Ahora prefería mil veces un puto ladrón, asesino, violador, mata ancianos, que esta webada.
¡Ya no mires!
──Aquí no hay ladrón, aquí no hay ladrón, aquí no hay ladrón. ── Repetí rápidamente y corriendo de regreso a mi cuarto un poco asustado de que Aquino se diera cuenta de que lo estuve observando por un momento.
¿Un momento? ¡Pero si me quedé ahí pegado! Oh mierda ¿Ahora cómo podré verle la cara sin recordar esto? Me tiré sobre la cama y me envolví en la cobija por completo.
Se estaba masturbando... ¿Pensando en mi? Joder no, eso no estaba bien.
¡Eso no es normal!
Cerré los ojos y restrege mi cara sobre la almohada, intentando dejar de lado lo que acaba de pasar.
Pero, sin permiso alguno e inesperadamente la imagen regreso a mi cabeza cómo una película sin pausa, estaba totalmente desnudo, su pecho se levantaba irregularmente y su frente sudaba, su cabello café arrastrado levemente hacia arriba, alborotado y unos cuantos mechones pegados a su frente y cuello. Su cuerpo brillaba, era brillo de sudor, pero más que eso era el brillo de su exitacion
Abrí mis ojos, borrando la imagen. Me abofeteé mentalmente por seguir pensando en eso. Pero es que, no puedo pensar en otra cosa.
¿En qué se supone qué piense? ¿En el video viral de una rata bailando?
── Duxo. ── ¡Es Aquino! ¡Carajo es Aquino! ¡Tirate por la ventana Duxo, vamos tirate antes de que regrese el recuerdo! ── Depierta. ── La voz de Aquino sonó demasiado ronca y es autoritaria.
No es como si me estuviera levantando porque era tarde. Es de madrugada, en realidad, es cómo si simplemente me quisiera despertar.
── Déjame dormir. ── Fingí voz apagada y de sueño, mientras apretaba con fuerza el borde de la cobija dónde me escondía.
Ya no escuché la voz de Aquino. Lo único que sentí fue una fuerza arrancándome la cobija del cuerpo. Fue tan rápido y fuerte que podía jurar que casi caigo de la cama, pero todo lo que hice fue arrastrarme hasta la cabecera de la cama.
Tallé mi rostro, fingiendo estar recién despertado. No quería que sospeche. Seguramente me vio y quiere una explicación, mierda... ¿Qué le diré?
── ¿Qué es lo que quieres? ── Dije con un falso enojo de recién madrugado.
No podía ver con claridad a Aquino porque las luces estaban apagadas y la ventana cerrada, pero pude ver con claridad su baja y formada figura y... Oh no.. ¿Está desnudo?
Aquino apoyó sus rodillas en el borde de la cama y con sus manos sujetó mis tobillos, deslizandome por el colchón hasta quedar acostado. Intenté zafarme, lanzando patadas pero el inmovilizó mi cuerpo con el suyo.
── Te quiero a ti.
Hasta nuevo aviso!
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