Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Prólogo

. . . .


Saltos en el tiempo constantes

. . . .

Soobin terminó de empacar sus maletas, aún resentido y enojado con sus padres.

¿Irse a vivir a Estados Unidos a los trece años? Cuando su adolescencia estaba comenzando y peor aún, cuando finalmente había conseguido amigos, y una que otra pretendiente.

— No tenemos otra alternativa, cielo.

— Los abuelos dijeron-

— Soobin, no son vacaciones. Los abuelos no van a poder cuidarte mucho tiempo. — Interrumpió su padre.

Bufó, pensando que jamás se los perdonaría.

Estuvo las horas del camino viendo su celular, aburrido y otras veces viendo el paisaje. En todo el viaje sin dirigirle la palabra a sus padres.

— Soobin, cielo. ¿Estás bien ahí? ¿tienes hambre?

El adolescente fingió dormir, su madre lo notó y lo tomó como un simple "No quiero hablar contigo"

— No te preocupes por él, va a conocer a gente nueva y se le va a olvidar.

Finalmente llegaron a su nuevo hogar, y Soobin no podía estar más descontento, estaba esperando despertar y seguir en Seúl.

Mientras algunos hombres del personal de mudanza hablaban con sus padres, Soobin bajó de la camioneta.

Observó el lugar detalladamente, era lindo.

Una pelota rodó hacia sus pies y levantó levemente la cabeza, era un niño, de su edad, pensó.

Pudo notar sus rasgos asiáticos.

— ¿Hablas coreano? — Le preguntó el niño pelirrojo.

Soobin asintió.

— ¡Genial! Lo siento, me llamo Beomgyu.

— Yo Soobin. — Se presentó.

La madre de Soobin sonrió al verlo platicar tan cómodamente.

Soobin al principio había mostrado incomodidad, el chico se le había acercado muy repentinamente. Pero el chico le contó de él, que no recordaba nada de Corea y que solo hablaba ese idioma con sus hermanos.

Y no tuvo que pasar mucho para que Beomgyu se convierta en su amigo, iban juntos a la misma escuela incluso. A Soobin le pareció curioso nunca ver a los padres de Beomgyu pero no pensó preguntarle.

Beomgyu iba solo a la escuela y ahora tenía quien lo acompañe. El padre de Soobin usaba la camioneta para ir al trabajo así que no podía llevarlo. Pero Beomgyu se encargó de decirle a la madre de su amigo que la escuela era cercana y podían ir juntos caminando, la mujer accedió.

— ¿Vienes a casa a hacer la tarea? — Le preguntó él pelirrojo, cuando estaban de camino a casa luego de un día de escuela.

El sol caía lentamente, dejando que el cielo se tiña de un color naranja.

— Claro, ¿quienes están en tu casa?

— Mis hermanos y el esposo de mi hermano.

— ¿Y nunca están tus padres?

Beomgyu frunció sus labios ligeramente.

— Mis padres tuvieron un accidente hace mucho tiempo. — Comentó.

Soobin lo observó, sin saber qué decirle.

— No los recuerdo, tenía solo cuatro años así que no es algo que me duela mucho. — Dijo ahora y Soobin asintió.

Finalmente llegaron a la casa de Beomgyu, a un lado estaba la de Soobin.

Cuando entraron, Soobin pudo sentir un ambiente cálido, como su casa en Corea.

— Quédate aquí, voy a hablar con mi hermano.

Soobin asintió mientras Beomgyu entraba al comedor y dejaba de ser visible por causa de una pared que separaba el comedor de la mitad de la sala.

— Yeonjun hyung, ¿Recuerdas que te dije que se mudó un chico nuevo? Lo traje para que hagamos la tarea.

— Bien, no hay problema. — Soobin alzó las cejas al escuchar esa voz, con curiosidad. — ¿Y..dónde está?

— Soobin, ven. — Llamó el pelirrojo.

El adolescente se acercó, más nervioso de lo que podría pensar.

Y cuando estuvo frente a Beomgyu su boca se secó.

— S-soy... — carraspeó — Soy Soobin. — Dijo viendo al chico más alto mientras hacía una reverencia.

— Un gusto, Soobin. — Le dijo el castaño con una sonrisa tierna.

Los cachetitos de Soobin se volvieron algo rojizos.

— Soy Yeonjun, el hermano mayor de Beomgyu.

Soobin solo sonrió como pudo.

¿Cómo es que ese chico lo había puesto tan nervioso? ¿Eso era miedo?

Lo observó fijamente a los ojos y sintió su corazón palpitar con fuerza, sintiendo un nudo siendo estirado.

Beomgyu lo notó y tomó la mano de Soobin, alejándolo de su hermano.

— Vamos a estar estudiando, Nonna. — Soltó el pelirrojo y Yeonjun asintió.

Soobin sintió que estaba siendo casi arrastrado por las escaleras.

— ¿Nonna? — Preguntó confundido.

— Oh, sí, nuestro hermano menor le dice así entonces fue un hábito que también se hizo mio.

El pelinegro alzó las cejas con sorpresa pero no dijo nada.

Siquiera terminaron de subir, el pelirrojo comenzó a hacer la tarea con Soobin, aunque lo había notado muy distraído. Pensó que solo era para que el ambiente no sea tan serio pero hubo un momento donde Soobin solo se quedó congelado viendo un punto ciego mientras abrazaba sus piernas.

— ¿Cuántos años tiene Yeonjun hyung? — Preguntó Soobin repentinamente.

— ¿Yeonjun hyung? — Beomgyu alzó su mirada al pelinegro — Tiene 25, ¿por qué?

— Nada...— Murmuró — Y cuando mencionaste tu supuesto hermano con pareja, ¿era él?

Beomgyu carcajeó.

— Pues claro, Kai tiene 10.

Soobin asintió lentamente.

— ¿Vive con ustedes?

— Luego vamos a tener tiempo para hablar de lo que quieras, Soobin. Presta atención aquí.

Beomgyu si notó algo raro en esas preguntas, pero le preocupaba más el trabajo.

Faltaban más de nueve meses para acabar el año, y fueron los nueve meses más horribles para Soobin.

Soobin comenzó a tener un sentimiento extraño por Yeonjun, ¿era posible que le guste el hermano de su mejor amigo? Él tenía una chica que lo estaba esperando en Seúl, la chica de sus sueños y Yeonjun también tenía una novia viviendo con él.

Cuando volvió a la casa de Beomgyu pudo finalmente conocer a la dicha novia, que no se veía nada como una.

— ¿Es tu pareja?

— Sí, Soobin. — Comentó Yeonjun — ¿Eso te molesta? — Indagó Yeonjun intrigado, ¿Soobin tenía algún problema con que su pareja sea un hombre?

No, Soobin no tenía un problema con eso, lo curioso era que ese hombre podría ser padre de Yeonjun.

— ¡No! Por supuesto que no, no soy ese tipo de persona. — Admitió con nervios, Yeonjun rió levemente.

"Entonces, Yeonjun era gay también." — Pensó Soobin — "¿Cómo que también? Yo no soy gay"

Y eso fue lo que se estuvo cuestionando el resto del año. Dejó de tener comunicación con sus amigos en Seúl y también con la niña que solía gustarle. Que por cierto ya no tenía esos sentimientos.

Finalmente cumplió 14 y se cansó, decidió que tuvo que aceptarlo, le gustaba Yeonjun y solo Yeonjun. Los otros hombres no le llamaban la atención, ni de la escuela, ni cuando iba al cine, ni los de los shows. Ese sentimiento le persiguió por todos lados hasta que notó que Yeonjun era el único que lo hacía sudar, tartamudear.

A solo unos días de su cumpleaños salió del closet abiertamente. Obvio, se lo confesó a su amigo Beomgyu, para él eso era suficiente.


Beomgyu claramente no tendría ni el más mínimo problema con que Soobin sea gay.

— Aunque no sé si lo sea. — Beomgyu frunció el ceño ante eso — No me gustan los hombres, solo alguien en específico.

Beomgyu alzó las cejas con sorpresa e intriga, esperando que Soobin diga de quién se trataba.

— Es Yeonjun, tu hermano.

— ¿Qué? No puede gustarte Yeonjun, está con el señor Min.

— ¿Y a mi qué?

— Y además tienes 14 años, Yeonjun jamás te hará caso.

— Beomgyu, solo te estoy contando que me gusta, no que pienso tener algo con él.

El pelirrojo suspiró cruzándose de brazos.

— De todos modos, haré que lo sepa desde ahora, me cansé de temerle siempre a todo.

Beomgyu no lo tomó en serio, solía planear algo y luego aburrirse.

Soobin comenzó incluso a hablar con más gente de su salón, así trayendo a su pequeño grupo a un chico, Taehyun.

A Beomgyu no le pareció interesante pero luego comenzó a caerle bien. En realidad lo odiaba pero lo quería, pero jamás se lo diría porque Taehyun se haría odioso.

En cuanto a Soobin, comenzó a ser un chico más coqueto, coqueto con Yeonjun.

— Hola lindo, ¿está Beomgyu?

— ¿Qué pasó con ese pequeño que usaba honoríficos?

Soobin solo rió levemente, adentrándose a la casa.

— Vamos a la escuela, Gyu, Taehyun nos espera en el café de su papá.

— ¿Quién es Taehyun? — Preguntó Yeonjun.

— Un amigo. — Le dijo Soobin.

— Dios, ya voy, ya voy.

Beomgyu terminó de ponerse los zapatos y se acercó a su amigo.

— Nos vemos luego, adiós Nonna, señor Min. — Dijo el pelirrojo.

— Adiós, cariño. — Soltó Soobin hacia el castaño mientras era arrastrado por su amigo.

El señor Min volteó hacia Yeonjun cuando Beomgyu cerró la puerta.

— ¿No estarás celoso por un niño? — Se burló Yeonjun al ver la expresión de su pareja.

— Para nada.

Soobin salió sonriente de la casa de Beomgyu, y este bufó.

— No sé si me gusta este nuevo Soobin.

Soobin se puso en frente de Beomgyu mientras caminaba hacia atrás, dando algunos saltos de vez en cuando.

— Pues yo lo amo.

— El otro era mejor.

— El otro era un inseguro de mierda que prefería morir antes que dar una respuesta por sí solo. Lo suficiente inseguro para asegurarse más de cinco veces en la calculadora si diez menos seis da cuatro.

Beomgyu giró los ojos negando ante lo dicho de su amigo.

Y Beomgyu tuvo que acostumbrarse, lo suficiente hasta olvidar al otro Soobin. Al igual que el mismo Soobin, con la diferencia de que él no lo olvidó, Soobin lo tiró por un barranco.

De todos modos Beomgyu lo terminó queriendo, lo hacía reír y las situaciones con Yeonjun pasaron de incómodas a cómicas.

— Nos dieron en la escuela un huevo para cuidar.

Yeonjun levantó su mirada hacia la puerta al oír a su hermano.

— Tienen 14 años, ¿por qué? — Soltó el castaño, con gracia.

— No sé, la profesora es de Reino Unido, no le entendimos nada. — Soltó Soobin mientras arrojaba el huevo de una mano a otra.

— Wow, serás un gran padre. — Le dijo Yeonjun viendo Soobin jugando con su supuesto hijo.

— ¿Tú crees que lo seremos? — Preguntó el pelinegro con media sonrisa y Yeonjun giró los ojos.

— ¿Tienen hambre? — Preguntó el mayor repentinamente.

— ¡Sí! — Dijeron ambos menores al unísono.

•bd•

Soobin se quedó hasta muy tarde con la consola, Beomgyu ya había subido a bañarse para luego dormir.

El pelinegro bostezó y tomó el huevo, ya quería que termine la semana para acabar con esa tortura y hacerse un huevo frito o algo así.

Subió perezosamente las escaleras.

— ¡Dios! Soobin...—Yeonjun se asustó al verlo, creyendo que estaba en la habitación de Beomgyu.

Soobin alzó la mirada y casi se ahoga con su propia saliva al verlo en pijama.

"¿No había una más transparente? Me voy a mear aquí mismo"

Yeonjun se acercó más preocupado.

— Soobin, ¿qué te pasa?

Con la intención de detener un poco su tos, estrelló su mano contra su pecho. Cuando quiso hacerlo repetidas veces sintió una sustancia viscosa entre sus dedos.

Su tos paró y Yeonjun comenzó a reír suavemente.

— Supongo que nada pasa si llevas otro huevo a la escuela.

Soobin hizo una mueca viendo el huevo estrellado en su camisa.

— Ve, cámbiate y báñate, dejaré tu ropa para lavar. — Le dijo el castaño y Soobin asintió, aún embobado.

— Podrías acompañarme si gustas.

— Yo estoy limpio, ya cállate.

Soobin se quitó la camisa y se la entregó a Yeonjun, quien la tomó.

— Bien, a dormir. Ve, ve. — Dijo el mayor y el otro solo asintió frenéticamente.

Lo que fue un pequeñito encuentro se transformó en el inicio del apetito sexual de Soobin. Básicamente entró en su etapa hormonal de puberto.

Y por más que lo desee con toda su alma simplemente ocultarlo era imposible. Yeonjun se reía de eso, o al menos eso creía Soobin.

— Estás alucinando — Le dijo su amigo y Soobin bufó.

— No es verdad, tu hermano es el loco que juega conmigo. 

— El único que juega es tu cerebro contigo.

— Te lo digo en serio, Yeonjun sabe que me está comiendo la cabeza y se burla de mi. — Dijo y sonó histérico, como si fuera un loco anunciando algo donde nadie le cree.

— Soobin-...

— ¡Gyu! Me hizo ponerle bloqueador solar en la playa. — Dijo — ¡Lo hace apropósito!

— Realmente estás loco ahora. — Soltó el castaño dejándose caer en su cama.

— Él me vuelve loco, ¡y traía esos shorts! Es obvio lo que planea.

— Claro, Soobin, porque el que Yeonjun lleve shorts a una playa es solo porque quiere jugar contigo, no porque está a 40 grados de calor. ¡Lógico! 

— Exacto.

— Tarado.

— Y siempre juega conmigo así, me va a terminar matando.

Beomgyu echó un suspiro, se acercó a su amigo sentado en la silla de escritorio y lo tomó de los hombros.

— Soobin, Yeonjun es un hombre que le gusta jugar a coquetear con medio mundo, deja de sentirte único. — Le dijo, harto de sus ideas

— ¿Cómo que medio mundo?

— Sí, en especial jóvenes. — Beomgyu lo detuvo a ver a los ojos y abrió los suyos en demasía mientras negaba — Pero no menores de edad, por eso no es tan...abierto contigo.

¿Yeonjun era así siempre? ¿Por eso a veces lo oyó pelear con su esposo?

Había oído en la escuela rumores, de Yeonjun, el ex-alumno que a los 13 años dejó la escuela y a los 16 se casó con un hombre mayor, otros decían que en realidad se casó a los 13. Y que tenía un gusto por los jóvenes.

Sabe que el rumor lo había comenzado un tipo de último año, que había repetido de año hasta tener 20 años. Él se burló de Beomgyu, diciéndole que seguro era fácil como su hermano e idioteces así.

Soobin no había entendido hasta ahora.

¿Solo tendría que cumplir la mayoría de edad? Wow, que fácil.

— No, Soobin, no voy a darte un beso.

— ¿Qué? Pero...ya soy mayor de edad.

— ¿Qué me interesa?

Beomgyu carcajeó y se acercó a Soobin colocándole un gorro de cumpleaños.

— ¡Feliz cumpleaños Soo!

—  Feliz cumpleaños amigo. — Ahora dijo Taehyun acercándose a su amigo para darle un abrazo.

— Gracias, ¿y mi regalo? — Preguntó Soobin bromeando.

— Un desayuno gratis en el café.

— ¿Y mi play station 5, Tae?— Le dijo falsamente ofendido.

— Mejor trabaja, puto vago de mierda. — Le dijo el rubio riendo y Beomgyu lo empujó para darle su regalo a su amigo.

Yeonjun los observó mientras juntaba los cubiertos para el pastel.

— Sé lo mucho que te gusta este manga, así que te lo compré.

— ¡Jujutsu Kaisen!

Beomgyu sonrió al ver la reacción de su amigo y aceptó su abrazo.

— Bien, ¿Quién quiere pastel? — Habló ahora Yeonjun.

— No gracias, veo que ya te lo babeaste. — Comentó Taehyun viendo un poco de crema en la cara del mayor.

— ¡No me lo comí!

— Ajá.

— Si mi novio dice que no lo hizo, así es. — Defendió Soobin al mayor mientras retiraba la crema con su dedo índice.

— Exacto, amor llama a Kai para que coma.— Yeonjun le siguió el juego con gracia, volteando hacia el menor mientras le hablaba.

— Ay, llámame así de nuevo por favor. — Dijo el pelinegro fingiendo desmayarse contra la pared.

— No, sube y llama a Kai, otaku virgen.

— Auch, me llamaste virgen.

Yeonjun rió disimuladamente mientras Soobin se alejaba.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro