𝒸𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁ℴ
𝙺𝚞𝚛𝚘𝚜𝚎, 𝚕𝚊 𝚎𝚜𝚝𝚛𝚎𝚕𝚕𝚊 𝚗𝚎𝚐𝚛𝚊

Oscuridad.

Era lo único que podía observar, llevaba mucho tiempo caminando y no lograba encontrar una salida o luz.

— ¿Estoy en un limbo? ¿Me voy a morir?. — Se pregunta observando alrededor. — ¡Al menos llévame a la luz!

Como si de una orden se tratara varias velas aparecen en lineal recta invitándolo a tomar ese rumbo.

— No era lo que esperaba pero me sirve.

No duda y empieza a correr por el montón de velas.

La luz comienza a crecer y tiene que cerrar los ojos para seguir corriendo y encontrarse con... nada.

Solo la misma situación pero en blanco.

— ¡Oh, vamos!. — Se queja mientras toma asiento en lo que parecía ser el suelo.

Sin esperar mucho se recostó por completo observando el techo completamente blanco o eso parecía pues empezo a cambiar de color.

Rojo.

Verde.

Lila.

Amarillo.

Y finalmente azul.

Entrecierra los ojos y logra ver ciertas siluetas que lo hacen exaltarse.

— No puede ser. — Susurra empezando a temblar.

"— Mamá, ¿a donde vamos?

Su pregunta no es respondida pero el agarre en su brazo se hizo fuerte

— ¿Mami?

La mujer de cabellos blancos solo lo miro de reojo, para volver la vista al frente.

Había una enorme casa y un hombre de traje lo recibió en la entrada, en su mirada había un sentimiento que no pudo descifrar pero que lo hicieron esconderse detrás de la mujer.

— Aqui esta el niño.

Hablo empujándolo hacia enfrente y dándole la pequeña maleta que contenía su ropa"

El cuerpo de Kurose se mantuvo estático, con la mirada retraída y manos temblorosas.

— No, no, no. — Se repite a si mismo. — Yo no soy como tu, soy bueno. Soy una buena persona.

A pesar de repetirse esas palabras sus lagrimas se desbordan de sus ojos manchando el piso.

— ¿Por que me abandonaste?. Todo es tan difícil.

No puede llorar en paz pues las imágenes cambian a una mucho peor, lo recuerda a la perfección.

Kaguya lo había animado para hacer una audición en la que podría salir en un comercial de cuidado de la piel.

Las imágenes siguieron avanzando tan rapido que sintió arcadas.

"— Eres todo lo que estaba buscando, Kurose.

La mujer lo halaga mientras se pone de pie acariciando sus cabellos y deslizando sus dedos por su cara.

— ¿Eso significa que tengo el papel?.

Pregunta con emocion, mirando a la mujer mayor.

— ¡Claro! ¿Que edad dices que tienes?

— Quince, los cumpli ayer.

— Eso es maravilloso.

Hay algo raro pero no sabe que es, el hecho de que la mujer solo lo mirara de arriba abajo lo ponia nervioso.

— Kurose, ¿te gustan las mujeres mayores?

— ¿Perdón?

Sin previo aviso la mujer se quita la blusa dejando a la vista su torso desnudo.

Cubrió sus ojos pero la mujer se lanzó abrazarlo mientras trataba de quitarle la camisa.

Por instinto la empujo con fuerza haciéndola chocar contra su escritorio. Tomo su mochila y salió corriendo.

— ¡¿Me rechazas?! ¡De mi cuenta corre que tu cara nunca aparezca en pantalla! ¡¿Me oyes!?."

Cubre sus oidos con insistencia, cierra sus ojos y frunce el ceño recordando esas asquerosas palabras y a esa maldita mujer.

— No quiero oirte, dejame. — Abraza sus rodillas y oculta su rostro en medio de ellas.

Esta asustado.

"— ¡Feliz cumpleaños, Kuro!.

Las últimas imágenes que aparecen son las de Ai trayendo un pastel.

Las estrellas en sus ojos brillan al igual que las de Kurose.

Sin poder evitarlo, sonrie. Ve las velas prendidas en el pastel y da un soplido apagandolas.

Habia cumplido diesciseis."

— Ai. — Pronuncia su nombre con devocion admirando el resto de imagenes.

La primera vez que se vieron.

Su primera colaboración.

El inicio de su amistad.

Ruby y Aquamarine, su existencia.

Ver a esos niños crecer.

Todo eso parecía perdido, Kurose se habia rendido.

Kurose es complejo, de cierta manera a veces se me hace complicado escribirlo.

Loviu ♡