Su mirada regresaba a su nuevo vehículo todo el tiempo mientras en su mente solo recordaba todo lo que Yoongi le dijo.

Podía sentir como la piel de su palma y dedos dolía cuando intentaba estrujar la cubierta exterior de su casco como si fuera blanda pero solo era dura como los recuerdos.

—Hijo de puta.

Sus labios finos musitaron por lo bajo mientras sus dientes se apretaban con cada palabra que dejaba salir entre estos.

Luego solo podía recordar el rostro burlón de Jack ante cuando la verdad son era dicha y luego se vió a él mismo lastimando a Jimin.

Seguro ese rubio estaba ilusionado de que Jungkook pueda ser su rey. Podía jurar que seguro tenía algo que le decía que el mecánico era el indicado.

Nunca supo que alguien dejaba de caminar detrás de él. Esa persona vestida con su uniforme rojo de corredor y casco en su cabeza cubriendo su identidad como su rostro de la adrenalina que estaría por venir.

Esa persona de rojo solo lo observaba por largos minutos pero cuando el azabache se giró lentamente hacia atrás para observarla, la persona jamás temió seguir observando el rostro del mecánico aunque el visor negro su casco no pueda indicar quien es pero esa persona sabía quién era al hombre que tenía frente a frente.

Pero esa persona jugó con Jungkook.

El mismo Jungkook que no le temía a nada ahora retrocedía sobre sus pasos hasta sentir como su propia espalda caía sobre el capó del vehículo nuevo mientras la persona de rojo se pegaba a su pecho.

Torso a torso pero las manos del desconocido solo se colocaron sobre su pecho y sus puños eran fuertes sobre este.

Los ojos del mecánico observaron al contrario pero por más que observará, jamás tendría la verdad de la identidad detrás de ese visor negro que cubría el rostro.

Solo pensó que lo que estaba sucediendo no era lo que esperaba. De repente, una persona desconocida movía sus manos desde su pecho hasta su rostro, tomándolo pero jugando con él cuando fingía que lo besaría pero con la protección en su cabeza era obvio que no habría beso.

Sus movimientos como sus manos era ágiles.

No sabía que pensar, no sabía que estaba haciendo con una persona que no conocía de este modo.

No tenía mente para pensar en una situación así cuando la situación con Jimin aún lo tenía de mala manera. Solo quiera despejarse de los pensamientos con una carrera está noche y olvidar que alguna vez fue dominante.

—No tengo ánimos, te equivocas de persona está noche.

Las manos del azabache intentaron quitar las manos contrarias pero cuando las tomó realmente se sentía tan conocidas que le dolía en el fondo creer en lo que estaba pensando.

Pero esa persona insistió. Sus pequeñas manos se safaron del agarre de otra manos más grandes que las suyas y continúo su juego.

Tocó pero también bajó por su abdomen vestido pero quieran llegar más allá pero solo fue detenido antes de eso por un Jungkook molesto.

—Muy buena estrategia para ganar la carrera antes de comenzar pero si deseas ganar, mejor debes ganarme como debes. No me gustan estos juegos. No voy a permitir un punto a favor de tí.

La persona desconocida solo se alejó y parecía molesta cuando antes de retroceder, empujó levemente al azabache contra el capó del vehículo.

—¿Molesto o quizás molesta? Sea cuál sea tu persona no me interesa. Aquí los juegos sucios cuentan en la carrera pero no fuera, suerte perdedor.

Jungkook sonrío arrogante y golpeó su hombro con el contrario de forma provocativa antes de marcharse en busca de su amigo.

Aunque la persona desconocida recibió ese golpe en su hombro, jamás se molestó con ese gesto, solo se encogió de hombros cuando sabía que hacer en estos casos tal cual era su plan.

Pero si siguió con su mirada al azabache desaparecer a la salida del taller donde todos los vehículos aguardaban para comenzar a correr.

[...]

Nuevamente observó como el tablero de puntuación daba como ganador a Jack en la primera carrera de la noche.

Solo se removió sobre el capó de su vehículo que utilizaba para recargarse y se cruzó de brazos mientras reía junto a Hoseok de la victoria de ese pobre perdedor que solían odiar.

—Esa victoria fue pura suerte.

—Mas que suerte seguro alguien dejó que le ganará el primer puesto.—Jungkook río ante el propio comentario que soltó.—Pobre hombre.

Hoseok solo río un poco y luego desvío un poco su mirada al nuevo vehículo rojo que estacionaba a lado del vehículo de su amigo, listo para correr en la próxima carrera que comenzaría en segundos.

Solo golpeó levemente el brazo del azabache para llamar su atención y luego señaló el vehículo.

Jungkook solo le dió un sorbo a su lata de cerveza y vió como el mismo corredor, de hace unos minutos atrás que intentó algo más con él, bajaba de su vehículo con su cabeza en alto hacia los dos hombres mecánicos.

—Oh, tenemos desafiantes está noche.

El comentario de Hoseok solo provocó que ese desconocido se acercará un poco hacia ellos y luego los observó por largos segundos antes de volver a su propio vehículo rojo y recargarse en el capó, imitando a Jungkook.

Pero el azabache solo lo observó con desinterés y un poco de molestia pero su mirada regreso a Hoseok con ciertas palabras que confesar.

—¿Sabias que ese mismo corredor que ves allí intentó acorralarme? Un juego sucio antes de comenzar el verdadero juego sucio. No debe entender aún las reglas, seguro no ganará ningún puesto.

Y sin dirigir su mirada de regreso al corredor rojo, supo que estaría enojado cuando Hoseok lo observó cruzar sus brazos sobre su pecho y ladear su cabeza hacia Jungkook.

Pero el azabache aunque no regresaría a verlo, rompió con esa promesa y volvió su mirada hacia este. Lo observó con su rostro en blanco. Le encantaba cuando los corredores intentaban competir con él. Eso le emocionaba un poco.

Sonrío de lado y se volteó hacia el frente, donde el gran cartel de puntuación de la carrera daba la información correcta sobre la reciente carrera acabada. Jack sin dudas fue un ganador está vez pero no lo será cuando Jungkook tenga su turno en la próxima carrera.

Pero algo en su mente no cesaba.

Voltear cada un minuto hacia el nuevo corredor le provocaba una gran curiosidad de su identidad. Pero también le provocó celos desconocidos cuando un joven hombre se acercó al corredor rojo, quien aún observaba a Jungkook, para luego rodear con un brazo los hombros de mismo y atraerlo a su cuerpo.

¿Qué demonios le sucedía? Pensó el azabache mientras podía estar seguro que ese corredor estaba algo incómodo con el atrevimiento de ese hombre que le susurraba al oído cosas que simplemente se escuchaban muy bien y eran para nada inocentes.

Pero no estaba seguro de accionar. Por más que algo en su mente le diga que debía hacerlo.

Protegerlo.

La carrera estaba por comenzar pero si preocupación no era está misma, si no, encontrar a Jimin en la multitud junto al público que observaba todo.

Creyó que él vendría está noche, eso le haría sentirse muy feliz. Sentirse orgulloso y hacer sentir orgulloso a Jimin también.

Por unos segundos, creyó que ese rubio estaba allí. Su traje rojo siempre lo llamaba, llamaba su atención y su mirada como imán pero no ese mismo rubio cuando el rostro de ese desconocido se reveló, llevándose una gran desilusión.

Borró su sonrisa de alegría y la ocultó bajo una sonrisa algo forzada pero triste.

Piso un poco el acelerador para que el motor de su vehículo comenzara a rugir cuando todos los corredores como él estaban preparados para salir en una rápida velocidad cuando todo comenzara.

Solo debía esperar la cuenta regresiva para comenzar pero su mirada se desvió de los números cuando a su lado, un vehículo rojo rugía y el mismo corredor rojo lo observaba.

No parecía ser una mala persona como creyó cuando intentó jugar con él minutos antes.

[...]

Quien iba a predicar que esa misma persona le ganaría está carrera y él sería el hombre del segundo puesto cuando el primer lugar fue de ese rojo corredor que detenía su vehículo a metros del vehículo de Jungkook.

El azabache bajó de su vehículo y caminó con su amigo Hoseok a su lado, quien fue el tercer puesto en la carrera.

Sin remordimientos, realmente tenía que felicitar a ese corredor por su primer puesto. Su mejor sonrisa estaba en su rostro cuando cada paso acortaba la distancia de entre ambos pero la borró cuando el joven hombre, que había incomodado a la persona desconocida, se acercó rápido a este mismo corredor nuevo y lo abrazó.

Se le notaba incómodo entre los brazos de ese hombre y el cuerpo del mecánico azabache tuvo el impulso de accionar.

Caminó rápidamente hasta ellos y los separó con rapidez mientras la mirada de Hoseok era molesta hacia el joven hombre que molestaba al corredor.

Jungkook volvió su mirada hacia el ganador y extendió su mano para estrecharla con este mismo mientras su rostro volvía a dibujar una sonrisa amable.

—Felicida-

Y como la extendió, también la retiró rápidamente cuando ese corredor dejó ver su rostro con una sonrisa ladino como todo su cabello rubio, despeinado un poco por el casco.

Hoseok solo se atragantó con su saliva cuando ese corredor que molesto a Jungkook por robarle su victoria, era el mismo Park Jimin.

—Jamás he visto un Jeon tan sorprendido.

Y su pequeña risita provocó que el mismo nombrado no dejará de mostrar su sorpresivo rostro.

Está noche iba a ser demasiado larga y sin fin cuando sabía que si Jimin se encontraba con él, quizás no puedan terminar jamás lo que ahora mismo puedan desear comenzar.

Y lo que ese rubio comenzó creyó que jamás se terminaría cuando sus brazos rodearon la cintura del mecánico y su cabeza se apoyo en su pecho.

Jungkook no podía resistirse.

Rodó con sus brazos a ese cálido rubio y cuando oyó como Jack se acercaba a ellos, solo abrió sus ojos molesto, cuando minutos antes los cerró disfrutando el calor de Park contra el suyo.

Podía oír como Jack se aproximaba a él con la esperanza de saber que había ocurrido y solo con su objetivo de burlarse pero de detuvo cuando el azabache se giró hacia él sin dejar de abrazar a Jimin.

Jack negó y río un poco sintiéndose humillado un poco por lo que ocurría.

Por unos segundos pensó que Park se entrometió en la carrera para verlo solamente a él, a su verdadero rey llamado Jack pero se equivocó cuando ese sumiso que tanto deseaba no paraba de abrazar al hombre incorrecto que él creía que nunca debía ser su rey y tampoco conocerlo.

Pero quizás se equivocó pero su mente tenía un ego demasiado fuerte y alto como para admitir lo que debía ser verdad en su vida.

Jimin no podía dejar ir a Jungkook y eso es algo que sabía cuando supo que el contrato fue roto entre ambos cuando el rubio lo confesó junto a Yoongi semanas antes.

Pensó en una oportunidad con Park cuando finalmente se encontraba sin dominante pero no importaba cuántos planes lograba idealizar su mente, jamás lograría que Jungkook dejara ir a Park.

Por eso mismo, no se rindió con esa situación y se retiró de allí junto a su equipo de carreras.

Algo sabría que debía hacer pero realmente destrozaría todo para obtener lo que Jeon tenía.

La envidia recorría todo su cuerpo y los celos de un hombre que quería ser algo de un hombre que permanecía a otro. Una misión muy difícil.