Capitulo O16
Solo caminó un poco más por las calles como si estuviera perdido en sus pensamientos pero solo se sentía aburrido con la simple idea de adentrarse en un lugar en el que fue advertido que nunca debía involucrarse pase lo que pase.
Se adentró en el club cuando supo que era aquel que se mantenía ocultó en la ciudad.
Solo se dejó llevar por su cuerpo que lo guiaba aún más dentro mientras su mente lo preparaba para todo tipo de situaciones que podía posiblemente enfrentar.
Abrió las grandes puertas rojas que pesaban demasiado pero con un poco más de fuerza logró entrar al salón donde sus ojos se asombraron al ver tanta perversión en un solo lugar repleto de telas rojas que colgaban por doquier, personas que disfrutaban ser azotadas mientras gateaban hacia un rey de traje negro que solo detuvo su perversión y desvío su mirada de las personas que se aproximaban hacia él para observar a Jungkook confundido pero a la vez se asombró minutos después.
Pero todo esa situación fue interrumpida. Yoongi llegó hasta él y llamo a su atención.
Jungkook se giró hacia él y luego le enseñó la tarjeta de invitación frente a sus ojos con el motivo de que solo fue la tarjeta quien lo incitó a venir.
—Lo sé, se que estás aquí por ella y el asunto que debemos hablar. ¿Eres nuevo en esto?
—¿Te refieres al lugar y sus personas? No me interesa, solo quiero saber que tienes para mí.
Yoongi sonrío un poco y luego retrocedió sobre sus propios pasos en camino a su oficina pero antes una seña hacia el azabache para que lo pueda seguir hasta allí. Después de todo, las demás personas comenzaron a poner más atención en Jungkook en que lo que debían hacer. Lo observaban con dudas y sospechando de ese azabache que caminaba detrás de Min.
Pero no supieron nada más de él cuando ambos hombres se encerraron en una oficina roja y Jungkook tomó asiento tan pronto fue invitado a hacerlo.
Sus ojos seguian al hombre de ojos felinos caminar por el lugar, detrás del escritorio que los separaba, y luego se detuvo para luego observar a Jungkook.
—Crei que no vendrías aquí. ¿Es por Jimin? No tienes apariencia de hacerlo por ti sinceramente.
—Es por Jimin. Se que él pertenece aquí pero el asunto no ese, ahora dime porque debo estar aquí.
—Porque las personas como tú tienen algo en común conmigo y tú tienes algo en común con tus enemigos.
—¿Y eso-
Yoongi tomó asiento rápidamente y continúo hablando sin importar si interrumpía a su invitado.
—Jack, oh sí, ¿su nombre no te recuerda a algo?
Jungkook solo observaba el movimiento de labios de ese hombre y luego desvío sus ojos hacia los contrarios para estar seguro de verlo bien.
—Jack, es un enemigo, es verdad. ¿Que tengo en común con él que yo no sepa?
Pero el ojos felinos sonrío ladino.
—¿Un amor? ¿Una persona? ¿Un triángulo amoroso? Jimin realmente es parte de tú sucio juego y también se que eres su dominante ¿lo peor de todo? Robó un tonto contrato de este club para ti, exclusivamente para ti. —Y sus palabras se notaban molestas cuando sus dientes se apretaban y no dejaban que las palabras pasen perfectamente del todo.
Jungkook sonrío ladino al no creer que su Jimin había hecho algo como eso. Sin dudas, debía sentirse alejado del rubio pero esos actos jamás de los imaginó. Hacia que el rubio se vea rebelde y le gustaba.
—¿Entonces estás molesto porque me llevó un contrato a mis manos y se arrodilló frente a mi pero no frente a ti? ¿Ese es el motivo de este asunto?
—Para nada, el motivo es que además de ser su dominante, también eres ciego.—Yoongi dibujó otra sonrisa en su rostro.—Jack parece que volvió con todo, le gusta ese rubio que ambos conocemos y ahora va en camino hacia Jimin.
—Imposible.
—Yo creo que sí, después de todo, ambos sabemos que tú no eres el dominante correcto de Jimin.
Jungkook con tan solo escuchar esas palabras, su cuerpo se inclinó un poco hacia el escritorio y apoyo sus brazos sobre este para impulsarse sin levantarse del asiento. Solo observó serio al contrario y sin miedos.
—Ese hijo de perra no puede gustarle Jimin, y me importa una mierda si no soy su dominante.
—Deberías como también deberías decirle la verdad a Jimin. ¿No crees? Dilo Jeon.
—¿Decir que?
—Dile quien es el rey aquí y todos estos asuntos te dejarán en paz.
—Realmente quiero estar en paz desde que todo este asunto me golpea diariamente pero no creo que pueda alejarme tan fácil, él debe saberlo solo.
—Entonces dile.
El silencio solo bloqueó la comunicación y las miradas quemaban en una batalla.. pero antes de que Yoongi diga algo Jungkook se giró un poco asombrado hacia la puerta de la oficina y sus ojos jamás pensaron ver a alguien como él allí.
Jack. Jack con un traje negro y era quien lo observaba todo el tiempo en el salón junto a sus personas. Está vez no llevaba máscara como la tenía minutos antes.
—¿Pero que mierd-
—Jeon, jamás pensé verte aquí ¿Buscas dolor y desahogo por tu vehículo en un lugar así? Que sucio.
Jack solo río ante su propio chiste mientras caminaba hasta ambos hombres, sin antes olvidarse de cerrar la puerta.
—No estoy aquí por eso, solo son asuntos distintos.
—¿Sobre Jimin? Oí mi nombre junto a ese rubio sensual que tienes como sumiso y creeme que también deseo saber cómo se siente estar entre sus pier-
Pero no te gustaría realmente molestar a Jungkook con esas palabras. El azabache se puso de pie tan rápido lo oyó y casi lo golpeó si no hubiera sido interrumpido por la voz calmada de Yoongi.
—No permito peleas aquí.
Jack solo sonrió burlón pero jungkook estaba apunto de romperle el rostro en mil pedazos cuando tenía su puño preparado pero no podía contenerse demasiado si su enemigo continuaba.
—No seas celoso, Jeon. Tarde o temprano, Park tendrá que probar otro hombre, otro y otro hasta encontrar a su rey. Puede pasar toda su vida probando hombres hasta conocer a su rey.
—Y tú puedes pensar en los próximos días que tipo de ataúd usarás en tu funeral, Jack.—El azabache solo se mantuvo en su lugar pero si mirada era más peligrosa que sus puños.— Jimin no es cualquier hombre que tú ves a día a día aquí. Él no es una comida que todos pueden probar como tú pruebas cuando utilizas a todas esas personas en el salón que gatean y gatean hasta ti.
—La diferencia aún no la veo.
—Sera que estar aqui junto a tantas personas perdidas en el dolor que olvidan su propio nombre hace que jamás entiendas como funciona una persona real que aún tiene conciencia para decir que no y si como Jimin.
Yoongi solo se deleitaba con aquella discusión y solo sonreía imaginando que pasaría si Jimin daba su presencia allí mismo. Sería un excelente teatro.
—Lo bueno de Park es que aún sigue cuerdo. Tienes suerte, Jungkook, Jimin no está perdiendo la conciencia en este lugar y aún no se ha vuelto loco estando aquí pero pronto será una de esas personas que mencionas y lo verás gatear por el salón pidiendo un poco de dolor.
Jungkook se giró hacia Yoongi cuando escuchó perfectamente sus palabras. Pero algo le rompió el corazón un poco de tan solo imaginar lo que él contrario continuaba explicando.
—Jungkook, Jimin no esperará su rey toda la vida. Él tiene un compromiso en su vida que cumplir y si no logra encontrarlo antes de tiempo, entonces se entregará en cuerpo y mente al club. Será... Cómo la próxima musa de nuestro club y será la inspiración del dolor como la perdición.
Jack río un poco ante las palabras de Yoongi cuando estás fueron las culpables de crear asombro en el rostro del mecánico.
—Se volverá loco estando aquí, perderá la conciencia y será solo un saco de huesos recorriendo el lugar en busca de dolor que le tienen que dar cuando lo pida. Solo observarlos, son como zombies pidiendo placer.
Pero tanto horror era tan terrible para los oídos del azabache que negó ante los dos hombres. Desviaba su mirada al uno al otro mientras negaba repetidamente.
—No puedes ocasionarle eso...
—No lo hago yo, Jeon, es Jimin quien eligió su destino. Es cuando crees que todo está perdido y entonces recurres a entregarte. Tu sumiso da la vida por este club, es el perfecto sumiso que todos desean. Eres afortunado. Ningún otro hombre además de ti y de su rey, lo han probado jamás. Ese es el mismo motivo por lo que tantos hombres como Jack lo persiguen.
Pero Jack dejo de reír un poco cuando los ojos de Jungkook ya no se notaban iguales. Eran oscuros, más de lo que podían ser y estaban tan fijos en Yoongi que pronto podía perforar su ser.
Solo se inclinó sobre el escritorio, apoyando sus palmas fuertemente sobre este y observó a Yoongi todo lo que pudo.
—¿Quien es su maldito rey? —Ahora era él quien habla en entre dientes cuando el enojo y la desesperación se volvía una, furia.—¿QUIEN LO ES?
Yoongi gozaba de verlo ese estado y no se arrepentía de hacerlo sentir así. Jamás temió de su mirada oscura y también se acercó un poco a Jungkook.
—Jack.
Su mirada oscura solo miró de reojo a Jack, quien tragó duro.
—Eres una mierda, Jack. Primero la vida de mi amigo, segundo mi vehículo, tercero... ¿Mi sumiso? ¡ERES TÚ! te romperé el rostro con una razón está vez.
Jungkook tomó del cuello de la camisa a Jack y lo observó fijamente a los ojos, esos ojos que Jimin observó por debajo de la máscara esa noche cuando se besaron. El hombre que llevo a Jimin al dolor y al entrenamiento doloroso de un sumiso solo por él.
—Estoy feliz de que Jimin fuera capaz de volverse sumiso solo por mi y que Yoongi lo haya entrenado solo para eso.
—Es la vida que te tocó vivir, Jeon. Es la vida y la opción de vivir.—Yoongi llamó su atención para que la pelea no continuará pero el mecánico no sabía si podía soportar tanta molestia.
—Pero no es la vida que elegí, Min. No elegí conocer a Jimin de esta manera...
Jungkook solo soltó a Jack con asco y luego tomó su chaqueta que se había quitado desde el principio. Caminó hacia la puerta cuando ya no tenía motivos para seguir estando allí, no quería estar demasiado tiempo cuando comenzaba a sentir un inmenso dolor de cabeza pero mejor debía dejar su marca antes de marchar.
Jack solo lo provocó finalmente del todo cuando antes de marchar, sus labios soltaron un «Dile la verdad a ese jugoso rubio que tienes y acabemos con tu juego falso dominante que eres para déjame disfrutar de él como su rey que soy.»
Solo recordó como golpeó a Jack en toda su mejilla, provocando que este mismo caiga al suelo tomándose el rostro mientras escuchaba como Yoongi le exigía que se marchará de una vez.
Finalmente se sentía mejor, mejor que nunca al golpearlo y por alguna sintió satisfacción al provocar dolor. Sonrío lascivo y se largó de allí con una sonrisa que jamás se borró.
Pero Yoongi dejó escapar su verdadero estado de ánimo cuando ese azabache se esfumó detrás de la puerta hasta desaparecer. Su respiración se agitó, su voz se quebró y sus ojos fueron víctimas de lágrimas.
Jack no comprendió que le sucedía. Intentó saberlo pero el hombre contrario lo alejó indicando que se encontraba bien pero en realidad todo era mentira.
Cubrió sus labios con su mano para evitar las palabras que queria decir pero no pudo.
—Nada ha cambiado.
Y fue así como Jungkook luego se alejaba de la oficina en camino a la salida, todas las personas comenzaron a recobrar un poco de conciencia cuando vieron a Jungkook frente a sus ojos.
Embobados y si creerlo aún, sus ojos perdidos lo seguían hasta la salida pero algunas personas también tenían el valor de intentar abrazar y arrastrar al azabache al paraíso del dolor pero por suerte este mismo se alejaba de todos hasta finalmente marcharse y dejar que todas esas conciencias se vuelvan a perder como antes.
Solo por unos segundos, gracias a Jungkook, todas esas personas recuperaron lo que habían perdido en años en ese club.
La coincidencia.
𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 𝐒𝐞𝐱
Jimin sonrío a todos sus clientes, los cuales mantenían sus miradas en todos los vehículos deportivos que se colocaban en venta.
Pero su sonrisa se esfumó cuando reconoció a alguien allí entre sus clientes.
Su traje de mecánico no estaba sobre él pero si un traje negro como si fuera un hombre millonario que estaba a punto de comprar un buen vehículo. Y su cabello azabache peinado hacia atrás le daba una apariencia realmente masculina.
Se acercó lentamente y con su semblante serio. Aclaró su garganta un poco para llamar su atención y lo logró pero su respiración se agitó como su corazón al tenerlo nuevamente frente a sus ojos.
Habían pasado dos semanas desde sus últimas palabras y ahora volver a verlo le provocaba un dolor en su corazón. Quería llorar allí mismo pero fue fuerte.
—¿Que desea comprar, querido cliente? Puedo ayudarlo si desea.
Jungkook observó el vehículo negro, deportivo y muy buen diseño que tenía. Luego observó al rubio con una sonrisa mientras señalaba el vehículo.
—¿Cual es su precio de venta?
—No entiendo. ¿Lo pagarás tú acaso?
—¿Tiene algo de malo? —Jungkook se tomó unos segundos para observarlo confundido pero arqueando su ceja.
—No recuerdo que tengas tanto dinero para este vehículo.
Pero el azabache río un poco llevando a Jimin a la confusión ahora mismo. Eso hizo cuestionar a Jungkook con la mirada para el mismo se tomó el tiempo de responder porque tanta gracia de repente.
—Ay bombón, no te pagaré a tí por el vehículo.
—¿Quien-
No puedo seguir su duda cuando Seokjin, su secretario llamó por su nombre a su ex-dominante, causándole así extrañas emociones y celos.
Pero Jungkook sabía que Jimin estaba celoso de que de repente se relacionara con otro hombre que no sea él.
El azabache solo sonrío orgulloso, palmo el hombre del millonario y luego se acercó a su oído para susurrarle algo antes de seguir a Seokjin a su oficina.
«Soy un hombre con muchas estrategias, tengo mis herramientas como en mi taller, Park.»
Solo se giró para seguir con sus ojos como Jungkook se alejaba de allí, detrás de Seokjin, luego bufó cansado y frotó su cien sin dejar de mirar el vehículo escogido por el mecánico.
[...]
Solo podía observar la hora en el reloj de oro de su muñeca mientras se apoyaba sobre el capó del vehículo pre-comprado del mecánico, esperando por él por más que no haya nadie más el lugar por atender.
Bufó y luego observó hacia donde se había marchado el azabache. Finalmente se alegro por dentro de volver a verlo pero está vez acompañado de Seokjin.
Ambos hombres llegaron a Jimin entre risas y sonrisas pero el rubio hizo que todo ese momento se detuviera al tener una expresión seria sin gracia en su rostro.
—Espero que disfrute del vehículo, señor..
—Jeon Jungkook, un gusto.
Ambos hombres ignoraron a Jimin cuando se tomaron la mano y la estrecharon en un saludo como una señal de que el fin del negocio llegó finalmente. Pero el rubio aclaró su garganta y se colocó frente a ellos.
—Gracias por su compra, señor Jeon, puede marcharse ahora con su vehículo.
—¿Tan rápido? Aún quiero verlo mejor antes de llevarlo.
—Pero ya se encuentra comparado por usted, Señor Jeon.
Seokjin solo podía desvíar su mirada a cada uno cuando se respondían y sentía que solo sobraba allí. Ni siquiera fue descubierto cuando se alejó de allí tan pronto cuando pudo, dejando ambos hombres solos.
Jungkook si lo notó pero solo dejó que se marchará pero prefirió abrir la puerta del vehículo para subirse dentro y sentirse en el cielo por el buen diseño que contenía dentro.
Jimin se acercó a la ventanilla baja y lo observó.
—¿Le gusta señor Jeon? Ya puede irse si desea.
—Realmente no me quieres aquí. No paras de insistir que me largue de aquí.
—Solo- solo hago me trabajo.
—No parece, no estás siendo gentil conmigo.
El azabache no se esforzaba por observar a Jimin, solo mantenía sus ojos en la medición de velocidad del vehículo como sus manos sobre el volante de tamaño mediano.
—Solo seamos rápidos y déjeme terminar mi trabajo, Señor Jeon.
—Creo que puedes terminarlo ahora mismo, Park.
El tono sensual de ese hombre provocó en Jimin algo que recorrió todo su cuerpo en un segundo. Un escalofrío y un calor que crecía en sus mejillas. Solo lo observó para no se evidente en lo que le provocaba, solo ocultaba su verdadero sentimiento detrás de un rostro serio.
—¿Que quieres decirme, Jeon?
—Sube al vehículo, Jimin.
Pero los ojos del nombrado vacilaron un poco por el rostro del azabache y no supo realmente no que deseaba cuando su mente le daba dos opciones.
—No.
—Sube al vehículo.
—No eres mi dominante, tampoco puedes darme órdenes, tú y yo no tenemos nada.
Pero Jungkook sabía cómo alborotar los sentimientos de Jimin con solo acariciar su mejilla con una mano cuando el rubio estaba lo suficientemente cerca de él sin importar que la ventanilla del vehículo este abierta y la puerta sea un obstáculo entre ellos.
Solo quería sentir su suave piel y el rubio quería sentir como era un toque de su ex-dominante. Eso solo le incitaba volver a robar un contrato para él y volver a ser lo eran desde el comienzo pero no estaba bien.
El mecánico casi besó sus labios gruesos cuando vio perfectamente como el mismo sacaba un poco su cabeza por la ventanilla pero gracias a la vida, se salvó de esa situación.
Su móvil comenzó a sonar y cuando le dió un vistazo rápido a quien debía responder, sus ojos se asombraron como también Jungkook al verlo alejarse de él con el móvil en su oido.
—Yoon-
—Jimin, hay algo que debes saber. Y no seré yo quien lo diga pero Jungkook sabe perfectamente quien es tu rey. Se que en este mismo instante está contigo, se que la hora llegó y tú oportunidad, Park. Habla sobre su vehículo y verás como la verdad dale a la luz. —Yoongi sonaba frío desde el otro lado de la línea telefónica, además podía escuchar como alguien más hablaba con él al mismo tiempo que hablaba con Jimin.
Pero no supo más de su voz cuando la línea fue cortada.
Solo observó a Jungkook quien lo observaba confuso ante su expresión de confusión y molestia.
[...]
Jimin caminó a pasos rápidos hasta su oficina seguido de ese mecánico que le insistía que lo escuchará.
—Dime porque no me lo has dicho antes. Tú sabias la verdad y así te acostaste conmigo.
El rubio empujó la puerta de su oficina, la abrió y entró hasta caminar a su escritorio, lo rodeó para luego tomar asiento detrás con sus ojos puestos en el azabache que cerraba la puerta y se unía a Jimin.
Sus ojos fríos observaron como Jungkook tomaba asiento frente a él pero por más que lo mire, siempre pensará ahora mismo que era un mentiroso.
—No la sabía hasta ayer. Es verdad, lo sé, se quién es tu rey.
—Entonces corta este asunto de una vez y dime su nombre. Sobretodo este asunto, ¿Por qué compras otro vehículo? ¿Que ocurrió con el tuyo?
—Bueno, mi vehículo fue destrozado por quién es tu rey. ¿Recuerdas a ese hombre que intentó buscar pelea en mi taller? Solo recuerda su rostro. También es por eso que estoy de vuelta solo por un vehículo pero jamás pensé que debía decirte la verdad tan pronto.
—¿Jack? Tú-
—Mi enemigo. Parece ser que fuí la persona ideal para unirlos en su destino ¿Verdad? A mí también me duele saber que ahora que sabes su nombre y su verdadero rostro. Creo que este es finalmente nuestro fin, Park.
Pero el rubio se rehusaba a creer en eso. Realmente no podía ser real lo que oía. Solo cubrió su rostro con ambas manos mientras intentaba creer que solo era un sueño, un mal sueño.
—Repiteme su nombre, quiero estar seguro que esto es una pesadilla y no una realidad.
—Jack.
Pero por más que sus ojos observaban a ese rubio con su expresión de pena y desilusión, no podía hacer nada para remediar el error del pasado. Jungkook solo negó como Jimin cuando vio como los ojos del mismo se volvían vidriosos.
—Lo siento, Jungkook, yo no sabía que era él quien-
—No tienes porqué disculparte, solo fui una soga que unió ambos a su destino. Sin mi, tú no lo hubieras conocido.
Jungkook solo se puso de pie, lo observó con lastima realmente reflejaba dolor de dejarlo ir con un rey que no se merecía pero aún así debe aceptar que era la única forma de dejarlo ser libre cuando su búsqueda se cumplió.
—Jungkook, no creo que deba unirme con él, ¿o si? Realmente no quiero hacer, ese hombre no veía como el rey que conocía.
—Porque él es su verdadero yo y el rey de esa noche era diferente cuando lo ves sin su máscara. Te acostumbraras con el tiempo y todo tu amor hacia ese rey será para Jack en su verdadera imagen.
Una sonrisa forzada y lastimada del azabache destruyó por completo el corazón de Jimin. Como también se destruyó la ilusión y la realidad falsa en la que vivían con la verdad que jamás deseo escuchar cuando finalmente lo hizo.
Todo era mejor si no sabía la verdad.
La verdad siempre duele mientras que las mentiras solo te hacen sentir bien cuando sabes que duelen pero es mejor vivir en la mentira que tener que enfrentar dolorosamente la verdad, cómo Park Jimin debía.
Jungkook solo se giró pero no desaparecería ahora. Sus palabras marcaron al rubio antes de irse.
—Todo esto conecta como no conecta, Jimin.
—¿Donde irás ahora?
—¿Realmente importa ahora, Park?
Darle la espalda al rubio era mucho mejor que ver sus lágrimas de desilusión y su hilo de voz le dió la pista que puede estar quebrándose en mil pedazos.
—Realmente si me importa...
—No importa donde vaya ahora, no me verás jamás pero si puedes buscarme si realmente quieres verme tanto. Está noche estaré en una carrera, le haré un homenaje al vehículo que tú me has dado y a tí. Solo ven.
Pero realmente sí quería ir. Haría todo lo posible para escapar de esta noche de la reunión de su padre y correría a los brazos de jungkook está noche para ver cómo ese azabache corría una carrera en su nombre.
Quería pasar sus últimos momentos con él antes de unirse a su rey y finalmente aceptar la realidad de todo antes de dejarlo partir en la misma noche.
No supo más de él cuando desapareció de su oficina dejándolo solo con sus lágrimas y fuera de la realidad que no quería vivir.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro