Capítulo O12
"Mira mis ojos cuando me hables y dime qué lo que piensas."
Jungkook se giró al oír el motor de Jimin se apagado afuera de su taller. Este día podían solo ser ellos dos. Estaba solo en el taller.
Caminó un poco hasta la salida y lo vio bajar del Lamborghini con una sonrisa.
Sus ojos estaban cubiertos por lentes oscuros de sol. Y su traje era negro. Su camisa estaba algo desabotonada en su cuello y dejaba ver el collar que Yoongi le había dado.
Jimin sonrío y se acercó a Jungkook. Ambos tenían sus rostros muy juntos. Pero el azabache quería ver más.
Su mano subió los lentes de Jimin para verlo a los ojos. Esos ojos azules que tenía y los cuales le encantaba verlos.
—Estoy solo hoy. Tu visita me da mucha compañía... —Jungkook sonrío cálido y luego sus ojos bajaron a sus bellos belfos pero también bajaron al collar que llevaba en su cuello.
—Estoy aquí para ti.
Jungkook ignoró las palabras suaves de Jimin y su mano tomó el collar de Jimin. Observó las letras de BSDM en el y no dijo nada. Quizás sea algo referido al rubio.
—Tu..
—¿Si?
—¿Que es esto, Jimin? ¿BDSM?
Pero el rubio solo podía mirarlo a sus ojos confundidos. Luego miro su propio collar siendo tomado pero quiso decir algo pero mejor calló cuando la mano del azabache soltó el collar rápidamente.
—Dime, Park. No sabía que eras parte de esas cosas. No conozco nada de eso pero tengo entendido que no es nada bueno.
—¿Dices que no es nada bueno el collar o las letras?
—Letras. Reconozco esos clubes. Nunca entre en uno. Siempre fui advertido de ellos. Mi padre solía decirme que no debía entrar en uno por más que quiera. —Jeongguk se acercó al rostro de Jimin y sus belfos finos se rozaron contra los del contrario mientras marcaba cada sílaba con fuerza.— Ma-so-quis-ta.
El azabache se alejó de él lentamente mientras el contrario borró su sonrisa.
—Sabes lo que soy. Es evidente que pertenezco a uno. ¿Me dejaras porque me gusta ser miembro?
—Para nada. Jamás hablé de eso. Solo me parecen peligrosos.
Jungkook solo se giró y entró al taller seguido del rubio tras el. Su expresión era sería por lo que podía ver Jimin y eso lo hizo pensar en lo que le dijo Yoongi pero nunca reaccionó enojado al ver el collar. No descartaría nada de las palabras de aquel ojos felinos.
—¿Sabes que es un BDSM?
—Dime tú, Jimin.
—Bueno...
Las manos pequeñas del nombrado acariciaron la espalda de Jungkook por encima de su traje de mecánico mientras este estaba trabajando en la mesa de herramientas. Solo limpiaba sus herramientas pero Jimin con su toque lo desconcentraba.
—Dimelo.
—Bondage, Disciplina o Dominación, Sumisión o Sadismo y Masoquismo.
La mirada de Jungkook se volvió algo oscura cuando lo escuchó y luego supo que quizás necesitaba calmarse un poco. Necesitaba un vaso con agua.
Se alejó del rubio con algo de molestia en su cuerpo y su mente no iba bien. ¿Por qué ahora?
Casi se tropezó y cayó al suelo pero Jimin se colocó de soporte para su cuerpo. Preocupado lo ayudó a mantenerse de pie. Busco en todo el lugar con la mirada algún que otro asiento para el azabache pero este le pidió que lo recostara en el auto. Eso sería suficiente.
Su cuerpo cayó sobre los asientos traseros del auto y se sintió un poco mejor.
Jimin se acercó a el. Colocó sus manos a cada lado de su cabeza y lo miró como uno de sus brazos tatuados cubrían sus ojos cansados.
—Jimin. ¿Acaso no es peligroso?
—¿Qué podría ser peligroso? Jamás he tenido problemas con el club que tanto hablas. Estoy agradecido de ser parte. ¿Recuerdas al rey? Aún tengo esperanzas.
—Que interesante. Quítate eso y arrojalo a la basura.
La voz de Jungkook fue tan fría para Jimin. Tanto que le hizo tragar duro y le hizo sentirse confundido. No sé movió mucho cuando el brazo del azabache que cubría sus ojos ahora se extendió hasta querer tomar el collar del rubio entre su mano.
«Un rey se enoja si llevan lo que el tiene.»
Pero Jimin no crea en eso. ¿Realmente el rey se enojaría con él si llevaba su collar? Después de ese beso de hace años, sabía que el rey jamás se enojaría con el después del trato que le dió la misma noche. Seguro le quitaría su collar pero jamás le hablaría tan seco.
Jungkook quiera protegerlo de ese club. No le hacía bien verlo allí cuando sabía de lo que hacían allí.
No era bueno para él.
—Quitatelo.
—No me quitaré algo que vale más que cualquier cosa en mi vida. Significa mucho para mí.
—Parece que el peligro te gusta y significa mucho para ti. Alejate de eso.
Su mano intento jalar su collar para quitárselo de un jalón pero Jimin alejó su mano.
—Ya sabes porque soy parte, quiero al rey y tú no eres quien para quitarme esto.
—Intento protegerte. Deja ese collar y
Jungkook se removió un poco luego intentó tomar nuevamente el collar pero las manos pequeñas tomaron las manos del azabache, intentando que nunca lleguen a su cuello.
Jimin ahora estaba algo molesto y serio.
—No me proteges cuando me quitas algo que quiero. Nadie me dice que quitarme.
—Soy tu dominante, debes hacerme caso.
—No cuando te metes en una zona que sobre el rey.
Jungkook peleó con las manos de Jimin y intentó safarse molesto por el comportamiento que estaba teniendo el sumiso. Eso no le gustaba. Le molestaba.
—¡Quitatelo!
—No eres nadie. El rey no le gustaría que alguien como tú me lo quitará.
Jungkook comenzaba a enojarse. ¿Algo como el BDSM le parecía lindo? En la mente de Jungkook eso no era bueno aunque Jimin disfrute y lo haga disfrutar. Pertenecer a un club así lo hace sentirse mal y piensa que también el rubio debe estar buscando acción en ese lugar cuando lo tenía a el.
—¿En serio te gusta ese rey? Es el peor que ví. Realmente sigue deseando que lo busques pero quizás no te des cuenta que puede estar cerca tuyo.
Los labios del azabache rozaron los de Jimin pero el contrario estaba un poco enojado. Desvío sus labios hacia otro lado. Eso sorprendió al mecánico.
—Por él me convertí en el hombre que soy.
Y sin más. Jimin se alejó de él soltando sus manos. Se iría antes de seguir alguna discusión pero con un rápido movimento, Jungkook le quitó el collar de un jalón. Eso alertó al rubio que se dió cuenta en un segundo.
—No volves a ese club.
—Devuélveme eso ahora, además soy miembro. Entro y salgo cuántas veces deseo.
Pero el silencio era tan tenso. El mecánico observó con seriedad al rubio que solo estaba viéndose superior a el.
—¿Lo amas? ¿Amas a ese rey?
—Mucho más de lo que crees.
Su susurro fue apenas audible y luego vio como el collar de balanceaba en la mano del azabache, quien no se movió cuando el collar fue quitado con rudeza.
El rubio estaba algo molesto.
Había venido para verlo a él pero resulta que hablar mal rey era todo lo que había sucedido. ¿Que le importaba a ese mecánico sobre su rey?
No le importaba lo que Yoongi había dicho sobre cómo reaccionaria. Si el fuera el rey, quizás nunca hablara más de el mismo. Jamás lo trataría así cuando juntos habían compartido un beso.
Se alejó del azabache, quien lo miraba serio y algo molesto por un comportamiento que no le gustaba cuando era un sumiso. Bajó del auto y corrió hacia su auto cuando jungkook se apresuró a salir trás para decirle algo más pero Jimin ya había subido y arrancado su motor. Solo retrocedió y se puso en camino a su trabajo.
𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓 𝐒𝐄𝐗
Llegó a su apartamento y prendió las luces. Hoy Jiwoo venía a su apartamento junto a él.
Soltó la manito de la pequeña niña cuando la ayudó a subir al sofá para luego prender la televisión para ella. La veía muy contenta viendo sus dibujos favoritos.
Su teléfono sonó cuando la vió y luego se alejó de su lado con excusa de que volvería enseguida.
—Es hora que sepas que tenemos otra carrera está noche. —Hoseok estaba en otra línea del teléfono. Tenía que ser broma cuando junto tenía a su sobrina en su apartamento y no podía correr ahora mismo por más que lo deseaba.
—¿Realmente ahora? No puedo.
Jungkook desvío su mirada hacia Jiwoo quien jugaba en el sofá con su muñeca y luego volvió su mirada a las bolsas de compra que su hermana le pidió que comprara para su hija.
—¿Que es tan importante que una carrera?
—Mi familia, Hoseok.
Hubo un silencio desde la otra línea y apretó los labios cuando escuchó un «Oh.» de parte de Hobi. Solo tenía que ser responsable. Le picaba todo el cuerpo de la emoción de querer correr pero la niña no podía estar sola.
—Debes estar con Jiwoo ¿Verdad? Oí que Han esta de vuelta.
—Si... Debo cuidarla.
—¿Que tal si le pides a Taehyung que lo haga por ti? Podrás venir a la carrera luego.
Jungkook lo pensó y lo pensó otra vez. Solo será una hora y volverá lo más rápido posible antes de que Han sepa.
Observó a Jiwoo muy alegre y riendo frente a la televisión. No pudo reprimir una sonrisa cálida ante ella.
La adoraba como su sobrina pero..
—Hoseok, estaré allí en quince minutos.
[...]
Todas las mujeres pasaban por a lado de Jungkook pero ninguna tenía su atención. El solo pensaba en como correría su carrera. Había traído su auto de su taller. Lo utilizaría está vez.
—¿Participaras en tu auto? Quiero verlo.
—Sabes que quiero probarlo. Estuve meses trabajando en el además de los autos de los clientes.
Hoseok se cruzó de brazos y luego miro el auto negro de su amigo. Nada mal para un mecánico. Ya lo había visto antes en el taller pero verlo en otro lugar diferente cambiaba las expectativas.
—Miren quien está devuelta aquí.
Jack volvió a encontrarse con ambos mecánicos, los cuales se giraron hacia el con mala cara en ellos.
—El ambiente era tan limpio hasta que llegaste, Jack. —Hoseok río entre dientes al escuchar el comentario de Jungkook salir de sus labios.
—Lo mismo digo, Jeon. Mejor prepárate. No me dejaré vencer está vez. —Y sin más, el E marchó siendo seguido por la mirada de ambos hombres que se burlaban de él con solo usar sus expresiones.
—Mejor pongamos en marcha.
Hoseok asíntio y corrió para subir a su auto mientras jungkook subía al suyo.
Ambos se pusieron en el circuito de carrera y en la línea de salida para comenzar el conteo de la carrera.
Luego el azabache desvío su mirada hacia un lado. Hacia su lado, dónde había otro auto y era nada más que Hoseok. Luego Jack se posicióno a su otro lado mientras hacia rugir el motor.
[...]
El toque suave de la puerta hizo que Yoongi se girará hacia esta. Luego de ver los libros de las grandes estanterías que formaban una biblioteca en la habitación del rey.
—Jimin.
Es cierto. El rubio entró en la habitación y cerró la puerta tras el. Estaba algo enojado pero su tristeza creció un poco con la expresión que llevaba. Quizás desilucionado.
—No creo que lo encuentre. Mis esperanzas se apagan cada día.
—¿Y por qué estás tan triste? Se te nota.
Jimin tomó asiento frente al escritorio donde Yoongi camino hasta sentarse detrás del mismo. Lo observó y espero el momento para hablar.
—Quiso quitarme mi collar.
—¿El rey?
—Jungkook.
La alegría de Yoongi se esfumó en un segundo. Creyó que el rey finalmente había sido encontrado. Maldijo en su mente. ¿Dónde podría estar ahora? No tenía que ser cierto. No podía escapar y tampoco podía estar tan lejos.
—Jungkook... ¿El hombre que tiene un contrato contigo?
El rubio asíntio. Yoongi negó. ¿Por qué ese hombre se entrometia?
—¿Tuvo alguna reacción?
—Solo me dijo que era peligroso. Debía alejarme de este club. Supuestamente está protegiéndome.
Y sin más, apretó el collar del rey en una de sus manos con fuerza mientras recordaba como Jungkook tenía ese carácter al querer quitárselo.
—Hace mal en protegerte. Tu eres mucho más fuerte, Jimin. No dejes que se entrometa.
Yoongi extendió sus manos sobre el escritorio para que el rubio las tomará. Juntos estuvieron minutos observando sus ojos directamente hasta que el mayor decido romper el silencio.
—Quiero conocer a ese Jungkook.
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