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Capitulo Final: El Rey Rojo.

Después de la búsqueda desesperada del amor doloroso de ese rey, Jimin fue engañado por palabras falsas que decían que Jack siempre fue aquel rey que besó en el pasado y aunque decía que el no era su rey, Yoongi insistía con que deje de ser tan pretencioso con su rey. Mejor debía agradecer por encontrarlo.

Se negó una y otra vez a creer que no Jack no era el rey porque este mismo no tenía ese algo que ese rey en su pasado tenía. Y estuvo seguro desde el momento en sus ojos solo podían parpadear y su cuerpo se encontraba cada vez mas cerca del altar de esa iglesia para contraer matrimonio. Cada paso que daba sobre la alfombra roja hacia Jack sonriente, era un paso de arrepentimiento. Podía escapar ahora, podía girarse y escapar de ese lugar cuanto antes pero la mirada de Yoongi sobre él le obliga a continuar hasta el altar. 

La gran familia Park se encontraba sentada en un lado de la alfombra roja, mientras que los invitados especiales como amigos de Jimin se encontraban al otro lado. Han y su hija, Taehyung, Hoseok, sus amigos pero alguien especial no se encontraba aun.

Cuando sus pasos llegaron hasta el altar, el sacerdote sonrió ante ambos hombres y no le importo si eran hombres casándose en una iglesia, él hizo una excepción por ellos.

Han, hermana de Jungkook, observó preocupada por su hermano cuando solo podía observar por toda la iglesia hasta que un hombre de azabache de traje rojo entró silencioso dentro de iglesia para luego sentarse lejos de ella. Su rostro se encontraba oculta detrás de una máscara roja que rodeaba sus ojos descubiertos como sus finos belfos rosados que ella podía reconocer fácilmente.

Ella estrechó sus ojos para verlo mejor y desde sus labios susurró “¿Jungkook...?” sin importar que la boda se estaba llevando a cabo con las palabras de ese sacerdote hacia ambos hombres que pronto serían esposos.

Han observó como ese hombre azabache de rojo la observó de regreso y ella volvió a susurrar su nombre para que el pueda leer sus labios para que comprenda a lo que se refiere.

Hoseok, Taehyung y los amigos de Jimin, aquellos que lo adentraron al rubio al club de BDSM, se voltearon rápidamente hacia atrás para encontrarse con aquel rey que reconocieron en un instante.

Hoseok siempre supo su historia como rey como también Tae, ambos decidieron no decir nada ante Jimin. Han, su hermana siempre lo supo desde que eran adolescentes, y los amigos de Park siempre lo adoraron por ser el rey favorito de sus sueños.

El hombre debajo de esa máscara roja, sonrío hacia ellos y Han le regresó la sonrisa cuando sabía que su hermano tomó la fuerza mezclada de valentía para decirla verdad de una vez.

Ella regresó su mirada hacia Jimin quien poco a poco dejo de vacilar ante la respuesta para aceptar a Jack como su esposo y alejó su mano para que aquel anillo jamás sea puesto en su dedo. Sus ojos se desviaron del hombre equivocado y se posaron sobre un hombre que se puso de pie en la sala, luego lo siguió con la mirada hasta que se paró en alfombra roja.

La familia Park se encontraba confundida de lo que le ocurría a Jimin y todos giraron hacia donde se dirigía la mirada del rubio, todos deseaban que lo que estaba ocurriendo ahora mismo en realidad no fuera real. Todos reconocían a ese rey y todos alguna vez conocieron ese club.

El padre de Jimin intentó ponerse de pie para evitar que se rompa la boda pero su esposa, madre de Jimin, jaló de su brazo y lo obligó a tomar asiento nuevamente.

—La verdad de todo.—Susurro la mujer hacia su esposo molesto cuando siempre supo que su hijo también deseaba un rey como ella deseó alguna vez en su vida.

El sacerdote frunció el ceño cuando Park se alejó de Jack y luego negó casarse en ese momento porque sus ojos como su mente ahora estaban enfocados solo en ese hombre rojo que alguna vez deseó encontrarlo.

El rey rojo sonrío hacia y se cruzo de brazos lentamente mientras poco a poco retrocedió sobre sus pasos en camino hacia la salida de la iglesia.

Jimin observó al rey rojo y luego a Jack. Su rostro fue otro porque aquella expresión de molestia representó el enojo de una mentira que sabía después el principio. Nadie puede detenerlo cuando su mente supo lo que quiera saber.

Jack intentó detenerlo, no quiera que Jimin lo abandonará en altar. No quería perder todo ese dinero que podía obtener a su lado, después de todo él no reconocía que eso era interés y no amor. Pero le dolió demasiado cuando Jimin lo empujó lejos de él y luego una última mirada de desprecio antes de correr hacia ese rey que poco a poco se marchaba..

Jack nuevamente intentó ir detrás del rubio pero Hoseok y Tae se interpusieron en su camino para tomarlo de los brazos para enseñarle algo que él debía ver.

Cuando el rey rojo bajó las escaleras de la iglesia hacia su vehículo, un Jimin lo seguía con una expresión de curiosidad y su cuerpo lleno de adrenalina mezclada de emoción. Aún se siente nervioso cuando ese rey se voltea a verlo a los ojos en vez en cuando al bajar las escaleras y su sonrisa pícara enciende su cuerpo.

—¡Por favor! ¡Por favor, no me dejes! ¡No quiero que me dejes!

Los gritos de tristes de Jimin detienen al rey que intenta bajar el último escalón y se gira lentamente hacia el cuando sus gritos conmueven su corazón.

Todos los invitados de la boda se aproximaron al exterior de la iglesia para observar lo que sucedía en realidad y Jack como el padre de Jimin no tenían otra opción de observar la realidad.

El rubio se aproximó al rey lentamente y con un poco de miedo de que este vuelva a escapar como en el pasado como lo hizo con el club.

El rey sonrío ante su cercanía pero cuando Jimin extendió su mano para acariciar su mejilla, este alejó unos centímetros y luego le tomo la mano para depositar allí una pequeña tarjeta roja con letras doradas.

Deseó decirle algo más pero aquel hombre azabache se alejó de allí en cuanto rodeó su vehículo blanco y subió a este sin decir una palabra más para marchar de ese sitio con la certeza de que el rubio podía seguirlo.

Su padre intentó detenerlo pero nada puede detenerlo cuando la verdad esta tan cerca cada vez y a su alrededor solo pueden existir demasiadas mentiras que ya no desea oír nunca más.

𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓 𝐒𝐄𝐗

Su camino hasta un taller comenzaba a tener más sentido. Detuvo el motor del vehículo cuando estuvo frente a este y la noche era bonita desde adentro de su carro.

Aún recuerda lo que la pequeña tarjeta decía y siguió cada instrucción que decía, incluso vestirse bonito para esta noche porque sabía que la verdad sería finalmente descubierta.

Bajó de su vehículo y caminó hasta el taller cerrado pero solo tuvo que tocar para que este pueda abrirse automáticamente. Se sorprendió cuando sucedió, jamás se esperó que fuera automático como la manera en la que se cerró detrás de él.

Gracias a la iluminación del sitio, sus ojos vaciaron por el taller encontrando aquel vehículo que vió la primera vez que tuvo un encuentro con Jungkook y sus mejillas rápidamente se sonrojaron. Sonrío tímido mientras sus pasos cerca del vehículo eran algo tímidos también.

Se abrazo a él mismo cuando se sentía solo en ese taller pero dejó de sentir tanta soledad cuando una mano por detrás cubrieron sus ojos suavemente.

El aliento cálido de un segundo sobre su oreja derecha explica que no está solo y que alguien desea hablarle demasiado cerca.

Sus pequeñas manitos se mueven hacia aquella mano grande en sus ojos y no la quita de allí porque desea mejor acariciarla.

Su piel es suave y rápido recuerda que esa piel es idéntica a alguien que siempre se encuentra aquí, en este sitio desde la primera vez que lo vio.

—Este taller-

—Shh.

El extraño rápidamente lo interrumpe y le pide silencio. Un silencio que dura incluso hasta cuándo la mano suave de ese hombre baja desde sus ojos hasta su cuello dónde lo rodea sutil pero nunca de forma fuerte o brusca. Trata su cuello con delicadeza mientras sus dedos trazan líneas sobre la piel de este poco después, eso estremece el cuerpo del rubio.

El hombre millonario no puede evitar no pensar que ahora todo puede conectar a una sola persona que conoció en este sitio y si, realmente fue ciego todo este tiempo.

Mentiras. Ya no quiere mentiras.

Cierra los ojos cuando siente como otra mano entra en acción sobre su cuerpo y la siente sobre su muslo vestido como está acaricia allí por unos minutos mientras también siente el toque aún en su cuello venir de otra mano.

Traga duro cuando ahora no quiere más que ser tocado completamente por cada centímetro de su piel y desea ir rápido a lo siguiente. Desea tanto que parece que el contrario puede leer ese deseo y lo gira rápido hacia él para que pueda verlo a los ojos.

Jimin se sorprende cuando otra vez puede ver al rey rojo frente a frente y su corazón se siente extraño de la manera en la que se acelera como su respiración. Puede sentir la adrenalina recorrer su cuerpo cuando toda una búsqueda finalmente terminó bien y sus manos no temen extenderse hacia el hombre buscado.

El rey deja que toque sus labios finos con sus dedos como si contemplará. También acaricia su cabello azabache y lo peina hacia atrás con cada acaricia que le da poco a poco mientras acerca su rostro hacia el contrario con el objetivo de besarlo nuevamente después de un pasado que debió olvidar pero no lo hizo.

¿Me dejas besarte, mi rey? — Susurra el rubio pero una sonrisa del nombrado le afirma que si.

Y como si creyera que no hay mañana, o como si cree que no lo volverá a ver después de esta noche, o como si tuviera miedo qu vuelva a escapar, el rubio besa a su rey en un beso lleno de emociones entre ellas existe la tristeza de creer que jamás lo encontraría por el resto de vida.

Él ya no puede continuar con su papel de rey ni un segundo más porque aquella gruesos belfos lo llaman para que se una al paraíso de llamas y dónde puede ser él mismo siempre.

Poco a poco, lleva una mano a su máscara y la quita lejos de su rostro mientras nunca deja de seguir el beso del contrario con hambre de sus besos. No importa si puede romper su falsa identidad, mejor dicho máscara, porque una vez que la lanzó lejos jura que no volverá a utilizarla jamás.

Sus manos toman el rostro del rubio para profundizar el beso y ambos caminan por el sitio. El azabache avanza y el contrario retrocede hasta llegar a una mesa de herramientas, aquella que siempre fue parte de todo también y no importa si pueden ensuciar sus ropas.

El azabache sonríe entre medio del beso cuando puede percatarse ahora mismo que ese millonario lleva en el un traje rojo como él viste ahora. Ambos visten de rojo y recuerda que fue el color con el que se conocieron la primera vez.

¿De todos los colores y eliges rojo? No puedes utilizar mi color. —

Jungkook sonríe lascivo en el beso cuando sus palabras salen entremedio de sus labios juntos. El rubio puede evitar sonreír coqueto y rodea su cuello con sus brazos para atraer aún más a sus labios.

Unos besos más, el millonario se aleja de sus labios para susurrar a su oido.

Este color hizo que puedas besarme la primera vez. ¿Te gusta como me queda? Tienes que ver debajo de el.

Eso provoca que la mirada de Jungkook sea torne oscura cuando ante la situación porque poco puede sentir como el deseo de dominar se apodera de él como la lujuria que provoca su sumiso.

Lo toma de la cintura y lo sube a la mesa de herramientas mientras se coloca entre sus piernas con su objetivo de besar su cuello mientras las acaricias del contrario en su cabello oscuro le dan una relajante sensación.

Cada jadeo que sus labios sueltan con cada beso que deposita en la piel de su cuello son como una jodida melodía que quiere siempre quiere oír. Incluso algún gemido que se escapa cuando succiona su piel entre sus labios también es una melodía para él.

Poco a poco abre su traje y luego su cabeza para dejar expuesto el torso del rubio para quitar su abrigo pero no quita su camisa abierta aún. Se ve lindo con ella abierta en su torso pero aún más bello cuando retira sus pantalones pero no su ropa interior aún.

Pero si todo era tan sensual para ambos entonces se arruinó de un segundo a otro cuando las manos del rubio se adentraron sin permiso por debajo de la ropa del rey intentando tocar su torso y eso provocó que este mismo tome ese acto como desobediente.

Jungkook se alejó pero ante quitó las manos del contrario de sus ropas y lo observó serio con esos fríos ojos de mirada oscura ante que acababa de hacer.

Ahora que sabes la verdad... ¿Prefieres arruinarlo todo? ¿Es que no puedes ser obediente?

El rubio hizo un pequeño puchero y sus ojos poco a poco formaron pequeñas lágrimas que amenazaban con salir por sentirse mal con algo tan mínimo con arruinar el momento. No quería que el azabache que tanto buscó, que probó antes de saber la verdad y ahora era su rey, lo rechazará ahora mismo.

—Jungkook... Perdón.. no quería arruinarlo, castigame...

El hombre millonario bajo de la mesa rápidamente para tomarlo de los brazos pero el contrario se negaba alejándose un poco de sus manos y eso provocaba más lágrimas en sus ojos que rodaron en sus mejillas rosadas.

—Contra la mesa, ahora. —Pero el contrario no parecía escuchar su palabras cuando entre lágrimas deseaba volver a tenerlo cerca de su cuerpo. —Dije, contra la mesa.

Solo era el deseo a obedecer. Sometido era otra forma de sentir placer cuando el dolor venía combinado con ser dominado. Sus lágrimas cesan cuando su mente sabe lo que su cuerpo esperaba desde hace un tiempo.

Dejarte llevar, el dolor será tu placer pronto y ya no tienes porque sentirte asustado luego. Puede recordar la palabras de Yoongi al enseñarle sobre el masoquismo.

Coloca sus manos sobre la mesa y inclina su  trasero hacia atrás cuando sabe que debe ser castigado pero cuando cree que sería allí entonces se equivoca rápidamente porque ahora mismo su camisa fue levantada dejando su espalda desnuda a todo lo que pueda ocurrir ahora.

No sabe que ocurre detrás de él porque ese azabache se encuentra muy callado hasta que intenta saber que ocurre realmente pero recibe un fuerte picor en su espalda producto de un látigo que choca allí y le provoca que pique pero rápidamente comienza a ser placer.

Sus labios se apretaron pero luego se abrieron de golpe cuando otro latigazo en su espalda provocó un jadeo fuerte y sus manos intentaban sostenerse fuerte de la mesa mientras sus piernas se flexionan un poco.

Un sumiso no puede ser entrenado por nadie. Un sumiso tiene que aprender por si mismo que es el dolor hacia el placer.—Un azote en su espalda, un gemido.

Asiente con su cabeza cuando las palabras de su rey tienen experiencia en cada una de ellas. No puede negarle algo que es verdad, después de todo, podía ser un sumiso entrenado pero no era lo mismo a un sumiso común.

En el pasado, tu cuerpo fue obligado al dolor para convertirlo en placer. Esta mal. —Otro azote y el rubio se sostuvo un poco más a la mesa.— Tu entrenamiento no sirviera conmigo, mis reglas son otras.

Otro azote, otro, otro y otro hasta que su espalda era roja con marcas de líneas rojas por culpa de aquel látigo que chocaba en su piel que provocaba un sonido de chasquido. Pero el rubio jamás se dió por vencido y se sostuvo fuertemente a la mesa aunque sus piernas temblaban como sus labios con cada gemido que expulsaban.

¿No puedes resistir? — Pregunta el rey.

El contrario intenta asentir pero un último azote en su espalda lo obliga a caer sobre sus rodillas mientras sus manos no se sueltan de la mesa cuando no puede resistir el placer que siente.

Rey rojo solo puede sonreír con victoria cuando pensó que ese rubio podía ganar en sus reglas pero por lo visto ese entrenamiento no fue del todo bueno si no tenía resistencia ante el placer.

Sigues desobedeciendo. No te permití que te muevas aún.

—¡Lo siento, lo siento! — Su tono desesperado y su intento de ser bueno lo delatan cuando gatea hasta los pies del rey para luego abrazar sus piernas.

El azabache se pone de cuclillas frente a él y su altura para contemplar sus ojos con pequeñas lágrimas de placer, labios rojos e hinchados y sus mejillas rosadas. Era un desastre en poco tiempo.

Sus ojos fríos conectan con los tiernos ojos del rubio y luego acaricia su cabello rubio como un gatito. Puede acariciarlo siempre y aún así no podría aburrirse porque lo que amaba de él es su bonita forma de ser pero ahora mismo desea otra cosa.

¿Estás molesto conmigo? — Su tono tierno causa ternura en el azabache el cual no puede evitar sonreír. Y aquella sonrisa es la que Jimin tanto ama ver.

No puedo molestarme contigo. Nunca.—En un segundo a otro, su sonrisa se borra y su rostro se vuelve frío nuevamente.—De pie, ahora mismo.

El rubio se pone de pie tan rápido como puede y antes de decir otra palabra más, su cuerpo es cargado sobre el hombro del azabache. Sus labios preguntaron curiosos que es lo que hacia pero en respuesta recibió un azote de una mano en su nalga y no pudo evitar soltar otro jadeo.

Su ropa interior fue retirada sin ser bajado del hombro de ese hombre fuerte y luego supo que el taller no sería el sitio para lo que continuaba ahora. Sus ojos se encontraban vacilando por todo el lugar donde se adentraron ambos y el azabache sabía dónde se llevaría al rubio esta vez.

Al abrí una puerta, se encontraba una especie de cocina, sala principal pequeña y otra puerta a lado de esta con una habitación. Esta pequeña casa a lado del taller era utilizada por el mecánico cuando su trabajo era demasiado como para marchar a su apartamento.

Nadie más que él sabía sobre esta pequeña casa y eso le daba más tranquilidad para dormir allí como también hacer cosas como las que estaban por ocurrir con ese rubio.

Cuando llegó a la pequeña habitación, arrojó al rubio sobre la cama mientras se abría su traje rojo rápidamente y sus ojos observaron como el contrario intentó ayudarlo pero omitió ser ayudado para moverse rápido hacia su mesa de luz y buscar en el cajón de este unas esposas que sabía que las usaría ahora mismo.

El hombre millonario se aleja cuando el azabache se movió rápidamente hacia ese cajón y intentó negar pero sus brazos fueron tomados para ser esposado a los barrotes de la cama con fuerza.

Para el sumiso, era la primera vez que era esposado y sorprendentemente jamás aprendió de eso en su entrenamiento.

¿Qué es esto? —Pregunto el esposado, jalando sus brazos pensando que sería libre con tan solo un jalón.

¿No la conoces? Aún te falta demasiado por aprender, curioso que ese entrenamiento tuyo sea tan poco.

—Solo se del dolor al placer de mi cuerpo. — Los ojos de fiera del rubio sorprenden al azabache. Esa mirada parece retadora y le sorprende que la utilice ahora mismo.—¿No quieres aceptarme ahora? Seguro soy muy poco para ti. Está bien, puedo marcharme si crees que mi entrenamiento es muy poco.

El tono de valentía, rebelde y rudo de ese rubio solo provoca que el rey quiera castigarlo.

¿Qué es ese tono tuyo?

Pero el azabache puede imponer dominancia con solo hablar como su cuerpo cuando se acerca al cuerpo contrario con rapidez y luego lo atrapa con su cuerpo contra la cama.

Sin posibilidad de escapar o quejarse, sus labios se entregan al rey mientras disfruta lo bien que se siente para él estar atado de esa forma.

[...]

Su voz no puede continuar un segundo más. Esa llama puede quemar toda su piel y el calor que está crea en todo su cuerpo lleva a su mente a cegarse de placer.

De un momento a otro no sabe cómo es que su cuerpo fue volteado aún esposado sobre la cama y su espalda marcada estuvo al merecer del rey cuando este lo volteó para embestirlo aún más con su vaivén de sus caderas que arremeten contra su trasero.

Sus manos se vuelven puños y las esposas pueden romperse en minutos más si sigue jalando de ellas con cada grito de placer mezclado de gemidos ahogados que explican cómo se siente estar atrapado al placer que no puede rechazar recibir.

Desde el punto de vista del rey, la espalda de ese rubio es un desastre repleta de marcas de látigo, marcas de mordiscos y de sus labios al succionar su piel hasta dejar chupón allí. Incluso todo su cuello se encuentra con marcas de succión y no hay manera de que puedan irse tan rápido de su piel.

Con una mano libre, toma en puño un poco de su cabello rubio y jala su cabeza hacia atrás cuando esta tan cerca llegar un orgasmo como su sumiso al apretarlo pero también los pies de este mismo sobre las sábanas se retuercen cuando puede sentir su cuerpo soltar pequeños espamos.

Muerde su labio inferior cuando su sumiso obediente busca su orgasmo cuando sea necesario y deja que su rey le permita tener uno aunque todavía lucha por no correr antes de tiempo pero es imposible aguantar tanto placer que sus embestidas le dan su interior cuando toca su punto débil.

Sus lágrimas de placer delatan por el momento en el que esta pasando todo su cuerpo y el azabache lo sabe desde que entre sus gemidos ahogados roga que le permita correrse de una vez.

—Hazlo.

Su palabra es la perfecta clave para su cuerpo finalmente deje que se libere de una y su orgasmo es aceptado con éxito cuando respiración se vuelve agitada como su corazón mientras su cuerpo sufren nuevamente de espamos. Incluso sufre un poco más que no se da cuenta que el azabache también pasa por su orgasmo y apoya su pecho sobre su espalda para oír como su sumiso tiene aún su largo orgasmo con algunos gemidos más.

Todo el paraíso comienza a ser tranquilo poco a poco cuando las esposas ya no existen y ambos cuerpos se abrazan mutuamente sobre la cama para tomarse un tiempo en reconocer en la verdad acaba de suceder.

Jimin sonrío cuando Jungkook lo hizo. Sus rostros tan cerca y sus miradas enamoradas mutuas declaran un nuevo futuro en sus mentes de ahora en adelante.

Te encontré.— El rubio acaricia su rostro con delicadeza.

Me encontraste pero desde un principio.

Dos semanas después, las cosas cambiaron. El club de BSDM no tenía un rey, Yoongi abandonó aquel club dejando una nota a Jungkook en su oficina para que todo pueda tener más sentido en la vida.

Jungkook finalmente decidió comenzar una correcta relación con Jimin luego de la verdad y sin secretos que puedan herirlos. Ambos tomaron la decisión de volver al club para aclarar su pasado y recordarlo como algo bueno para nunca sufrir cada vez que lo recuerden juntos. Incluso caminar dentro del sitio parecía un infierno pero cuando ambos se tomaron de la mano y observaron a su alrededor comprendieron que ese era su verdadero lugar.

El paraíso rojo y doloroso.

Todos los miembros del club se sorprendieron al ver a Jungkook entrar por las gran puertas del club pero aún más se sorprendieron cuando detrás de él venía alguien más a su lado. El azabache sonrío cuando el rubio acepto continuar una vez junto al rey rojo, su novio.

Su atención se desvió a la oficina del club que tenía aquel balcón del salón principal en el que se encontraban y ambos novios caminaron hacia esta mientras todas las miradas los seguían sorprendidas.

Cuando ambos se adentraron en la oficina, lo primero que el azabache tomó entre sus manos fue una pequeña nota roja escrita por Yoongi a lado de un maletín rojo y otro morado.

Jimin observó como la oficina se encontraba más roja que nunca, la pintura fue renovada por un color rojo más claro como sus muebles y puerta. Perdido en la  nueva decoración jamás se percató de que Jungkook se encontraba leyendo una nota solo para él.

“¿Por qué todo ocurre de esta manera?
Alguna debes preguntarte a ti mismo si el dolor del pasado tiene que ser realmente evitado.
Podemos aceptar que alguna vez dolió, podemos aceptar que puede doler nuestro corazón con cada recuerdo inesperado que llega del pasado a nuestra mente.
Escapar del pasado solo provoca más dolor y no puedes olvidarlo por más que lo intentes.
Si alguna vez te preguntas porque sientes tanto dolor cuando lo recuerdas es porque aún no has aceptado que si dolió y que te hace daño.
Aceptar es la forma de perdonarte que alguna vez ese dolor puede volverte fuerte y es una nueva experiencia para que fortalezca su mente.
Es mejor que no nos mate pero si nos vuelva tan fuertes.
Es mejor que no sangre y no nos mate porque podemos ver que somos capaces de seguir adelante sin importar que un pasado te sabotee.”

Jungkook desvío su mirada de la nota hacia un Jimin sonriente que acariciaba las telas rojas y translúcidas del balcón. No pudo evitar no sonreír hacia el rubio contento y regresó su mirada a la nota.

Puedo permitir que me odies porque se que te regrese a tu pasado.

Puedo permitir que sepas otra verdad.
El padre de Jimin jamás deseó que su hijo sepa de un rey como tú.
Su esposa siempre fue miembro del club cuando era tan solo una joven mujer y eso provoca molestia en el padre de Park.
Fue contratado por el padre de Jimin para que esté último sea engañado con respeto al rey.
Tuve que mentir y decir que tú no eras su rey pero si Jack. Perdóname.
Debes perdonarme pero realmente también tenía un plan propio.
Mi plan, además de el padre de Park, era enviar a Jimin hacia a ti para que encontrará su rey y también pueda enseñarte amar tu pasado porque sabía que si amabas a Jimin podías amarte a ti en el pasado por haberlo conocido.
Jack fue enviado para que puedas tener la valentía y seguridad de decir la verdad sobre tu identidad del pasado; Rey Rojo de un club BDSM.
Por último, te concedo tu lugar de regreso como rey y te permito que ser dueño de este club junto a Park.
Yoongi.”

Cuando su mano dejó a un lado la nota, observó ambos maletines rojo y morado sobre el escritorio. Sus manos abrieron ambos con cada mano en diferente maletín para encontrarse con trajes idénticos pero diferentes en color.

Traje rojo para un rey y un traje morado para un amante del rey. Este último nunca se utilizó antes y sería la primera vez que sería utilizado. Yoongi sabía que Jungkook lo necesitaría para Jimin.

Después de todo, el club revivió como el color rojo que lo caracterizaba y poco a poco los miembros del club reconocieron de regreso a Jungkook como su rey después de tantos años en el que escapó lejos pero está vez estaba de regreso con alguien más a su lado que dictaba todo a su lado.

Jungkook ordenaba y Jimin se aseguraba que los demás cumplan con lo ordenado.

El azabache, con su traje rojo sin máscara, tomaba asiento en el gran sofá rojo en la sala principal mientras bebía de una copa de vino y sonrió cuando su novio se aproximó a él con un látigo entre sus manos para luego rodillarse sobre el sofá para acercarse a su rey.

Aproximó su rostro al azabache que acababa de darle un sorbo a su copa y con un poco de vino, sus labios se unieron con los del rubio para beber ambos un poco de vino en un beso que marco su primer día como reyes del club en el que por primera vez sus caminos se cruzaron y siempre pertenecería allí como una promesa de amar su pasado juntos.

Puede existir un dolor y un placer pero para ellos ahora mismo es mucho más placentero sentir amor mutuamente que dolor en sus almas.

Jungkook se tomó un momento para observarlo a los ojos luego de ese beso y sus primeras palabras de amor después de mucho tiempo sin decirlas, provocaron que Jimin sonría de felicidad.

«No puedo creer que pueda amarte tanto en tan poco tiempo. » Dijo el azabache antes de pasaron un brazo sobre los hombros de su novio y atraerlo a él para depositar un pequeño beso en su mejilla.



Siempre desearé reencarnar en esta vida para volver a reencontrarnos en este paraíso de dolor que se convierte en placer.
Paraíso rojo, secretos en el sexo y secretos oscuros que pueden ser letal para el alma pero más doloroso si sufrimos solos.
Es mejor estar juntos porque tu perteneces a mi.
De JM a JK.”

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