
༘✶ ⋆。˚ ⁀➷ VEINTITRÉS
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Regresaron a la sala de estar y cada uno volvió a sus asientos. JungWon miró a Sunoo y este giró la botella en el centro, provocando que el corazón de todos los presentes latiera por la adrenalina. HeeSeung pasó saliva mirando la botella, esperando a que se detuviera frente a él, pero se detuvo a su lado.
—Jay, vas primero. —anunció Sunoo.
Jay hizo una mueca y se levantó del suelo renuente.
—Riki, llévalo al cobertizo. —pidió Sunoo.
El rubio se levantó renuente del suelo y guió a Jay hacia el cobertizo. Una vez que este entró, Riki regresó a su lugar, algo agitado.
—Bien, veamos quién será el segundo jugador de esta primera ronda. —dijo Sunoo con una sonrisa maliciosa.
La botella volvió a girar en el centro con las miradas de todos presentes, hasta que se detuvo señalando a Sunghoon.
—Ay no. —se quejó Sunghoon mirando a Sunoo. —No, por favor. —negó este.
Los presentes soltaron una risita al ver que Sunghoon se negaba a ir.
—Sunoo, no quiero. —dijo Sunghoon. —Denle vuelta a la botella otra vez.
Sunoo rodó los ojos y le dio vuelta a la botella otra vez. Esta se detuvo frente a Jake. Las miradas cayeron en él y este soltó un suspiro, provocando que HeeSeung arrugara el ceño.
—Jake, vas tú. —dijo Sunoo.
JungWon miró a HeeSeung y este negó con la cabeza. El castaño se mordió el labio inferior y movió su pie hacia el centro, cambiando el ángulo de la botella.
—Cayó fue en Riki. —dijo JungWon atrayendo las miradas de todos.
Riki arrugó el ceño.
—¿Qué? No, había caído en Jake. —señaló el rubio.
Sunoo soltó un suspiro cansado.
—Solo vaya uno y ya. —pidió este.
—Bueno, yo... —Jake habló, pero HeeSeung se levantó de golpe.
—Voy yo. —dijo este, interrumpiendo a Jake.
—Bueno, va HeeSeung. —se burló Sunoo, mirando de reojo a JungWon, quien mantenía una pequeña sonrisa.
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Riki guió a HeeSeung hacia el cobertizo junto con Sunoo, y pusieron el temporizador de los 7 minutos. Sunoo se quedó unos minutos, colocando su oreja en la puerta para saber si cumplían con las reglas, pero se decepcionó al saber que sí las estaban cumpliendo. Había demasiado silencio.
El temporizador sonó, liberando a Jay y HeeSeung. Estos salieron del cobertizo mirándose de reojo mientras se acercaban al círculo.
—¿Algo que decir? —preguntó Sunoo, aguantándose la risa por la incomodidad de ambos.
—No. —respondieron al unísono, haciendo reír a todos.
—Bueno, un shot de vodka para ambos. —dijo Sunghoon, pasándole dos vasitos pequeños a ambos.
Jay y HeeSeung se miraron y luego se tomaron el shot, sintiendo cómo el licor quemaba en la garganta.
—¡Sigamos! —dijo Sunoo.
—Yo la giro esta vez. —dijo Jay y se acercó al centro para girar la botella.
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Nuevamente, las miradas se posaron en la botella hasta que esta dejó de girar, señalando a JungWon. Riki vio desaparecer su sonrisa animada y sintió cómo su corazón daba un vuelco.
—JungWon, vas primero. —dijo Sunoo.
De repente, JungWon se sintió nervioso al percibir tantas miradas a su alrededor. Se levantó del suelo y caminó hacia el cobertizo, lanzándole a Riki una mirada rápida. Levantó los pulgares en señal de que recordara lo hablado. El rubio bajó la mirada nervioso y soltó un suspiro, captando la atención de Jake.
Sunoo notó la atmósfera insegura y se aseguró de que JungWon ya hubiera entrado al cobertizo. Dentro de este, el castaño sintió cómo sus latidos se intensificaban cada vez más. Estaba nervioso: sus manos sudaban, su boca estaba reseca e incluso sus piernas temblaban. En su mente solo rondaba la posibilidad de un acercamiento con HeeSeung, y eso lo ponía aún más nervioso.
Dentro de aquella oscuridad, JungWon exploró las paredes en busca de un lugar cómodo donde pudiera sentarse o apoyar la espalda. Optó por quedarse estático contra la pared.
Al cabo de unos segundos, escuchó la puerta del cobertizo abrirse, dejando ver solo una pequeña ranura de luz que provocó que su corazón diera un brinco y un escalofrío recorriera todo su cuerpo. Percibió las fuertes pisadas acercándose a él, pero no pudo moverse; sus piernas temblaban tanto que, si se alejaba de la pared, lo más probable es que no se sostuvieran.
La silueta alta apareció en su campo de visión dentro de la oscuridad, haciendo que JungWon se lamiera los labios nervioso. A juzgar por la altura, parecía ser HeeSeung, aunque se veía algo más alto de lo normal.
«¿HeeSeung?», pensó JungWon. «En serio, Riki me ayudó...»
Unas manos rozaron sus mejillas, provocando que su piel se erizara ante el contacto. Fue entonces cuando sintió la segunda respiración agitada mezclándose con la suya. Pasó saliva nervioso al percibir la cercanía de la otra persona, esperando que fuera HeeSeung. Cerró los ojos y acercó un poco más su rostro, rozando así los labios de la otra persona provocando un escalofrío en su cuerpo.
«Si no lo hago ahora, no lo haré nunca», se dijo a sí mismo, sintiendo sus mejillas sonrojarse al ver que la otra persona acortaba la distancia un poco más.
Antes de que JungWon pudiera hacer algo más, unos firmes labios se posaron torpemente sobre los suyos. Sintió un cosquilleo recorrer todo su cuerpo al notar que los labios de HeeSeung se movían encima de los suyos. El castaño acercó sus manos temblorosas al pecho del contrario, aferrándose a su camisa para atraerlo más a su cuerpo. HeeSeung apartó las manos de las mejillas del castaño y agarró sus muñecas, llevándolas hasta la altura de su cabeza, provocando que JungWon soltara un jadeo entre sus labios.
Manteniendo las muñecas del castaño sobre su cabeza, HeeSeung deslizó su otra mano hacia las caderas de JungWon, pegándolo más a su cuerpo e intensificando así el beso. Este se abrió paso en los labios del castaño, entrelazando su lengua con la de este y soltando un suspiro al sentir que JungWon correspondía al beso.
El ambiente a su alrededor se volvió tenso, ya que la temperatura subió ante la intensificación de los besos. Algunos jadeos escapaban de sus labios en cada roce de sus cuerpos. JungWon se dejó llevar por el beso, sintiendo cómo su cuerpo se volvía más ligero bajo el firme agarre de HeeSeung.
Ambos se separaron para tomar aire, sintiendo sus respiraciones agitadas, pero sin alejarse. JungWon entrecerró los ojos, tratando de observar el rostro de HeeSeung, aunque era inútil gracias a la oscuridad. Se mordió el labio inferior y volvió a acercar sus labios a los del contrario, sumergiéndose en un nuevo beso que hizo que HeeSeung soltara sus muñecas.
HeeSeung acercó sus manos a las caderas del castaño, uniéndolo más a su cuerpo para profundizar el beso. JungWon aferró sus manos a la nuca de HeeSeung y se enredó sus dedos en su cabello. Movieron sus lenguas al compás de sus deseos y respiraciones agitadas, ignorando los ruidos y suspiros que emanaban de ambos cada vez que se intensificaban. Una vez que JungWon deslizó sus manos por el cuello del contrario, sintió un cicatriza familiar entre sus dedos, algo que se le hizo muy extraño.
—¡Se acabó el tiempo! —la voz de Sunoo resonó desde fuera del cobertizo.
Los dos se separaron, sintiendo sus respiraciones agitadas, y JungWon fue el primero en alejarse. Antes de retirarse por completo, HeeSeung tomó su muñeca, abrazándolo. JungWon percibió los latidos fuertes del contrario, lo que le hizo sentir un vuelco en el corazón al comprender la intensidad de sus emociones. Un suspiro escapó de HeeSeung, y este soltó a JungWon para que saliera.
Al abrir la puerta del cobertizo, JungWon salió de la oscuridad, frunciendo el ceño al sentir el dolor en sus ojos cuando la luz exterior los alcanzó. Miró hacia atrás, esperando a que HeeSeung lo siguiera, pero no lo hizo.
«Quizás está un poco avergonzado», pensó JungWon, avanzando hacia la sala de estar con las mejillas sonrojadas.
Al entrar, todas las miradas se dirigieron hacia él, especialmente la de HeeSeung. Lee Heeseung estaba sentado en el suelo junto a Jay y los demás, excepto una persona.
JungWon dio unos pasos hacia atrás, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo al ver la expresión en el rostro de HeeSeung.
—¿JungWon? —preguntó Sunoo.
«No... no puede ser...»
El castaño se giró, mirando hacia el cobertizo con la respiración agitada. Fue entonces cuando vio a Riki salir del cobertizo, visiblemente sonrojado. JungWon sintió que el tiempo se detenía a su alrededor.
—JungWon, yo... —habló Riki, acercándose a él.
El castaño pareció entrar en un estado de shock, confundido. Las voces resonaban como un eco a su alrededor mientras volvía la mirada a HeeSeung, quien se aproximaba. JungWon empezó a hiperventilar, sintiendo un dolor en el pecho, y salió corriendo de la casa.
—¡JungWon! ¡JungWon, espera! —llamó Riki corriendo detrás de él. —¡JUNGWON! ¡POR FAVOR! —corrió más rápido.
JungWon soltó un quejido cuando su pie volvió a doler al correr. Disminuyó la velocidad, jadeando por el dolor, momento en que Riki lo alcanzó. Agitado, agarró el brazo de JungWon.
—¿Estás bien? ¿Aún te duele? —preguntó Riki, preocupado.
JungWon lo miró, lágrimas bajando por sus mejillas. Se soltó del agarre del rubio y lo empujó.
—No me toques, Nishimura... —pidió, haciendo que Riki sintiera un dolor en el pecho ante el tono áspero de JungWon.
—JungWon, yo... Lo siento, yo..., no sé cómo explicarte... —la voz de Riki se quebró. —JungWon, siempre me has gustado.
JungWon frunció el ceño mientras lloraba al escuchar las palabras de Riki.
—¿Qué? —exclamó JungWon. —No, no puedo gustarte... ¡Somos amigos! —le gritó.
—¡Sí, y qué! —gritó Riki, llorando. —Me gustas, Yang JungWon, no sabes... —se acercó con la voz temblorosa. —No sabes cuánto me gustas, JungWon...
JungWon soltó un sollozo al escucharlo y negó con la cabeza. Se arrepentía tanto de aquel beso que lo hizo sentir tantas cosas, especialmente porque creía que era HeeSeung quien lo besaba.
—No... —dijo JungWon, retrocediendo.
—Espera, JungWon..., por favor... —Riki le agarró el brazo y lo tiró hacia él, abrazándolo con fuerza. —Lo siento, lo siento tanto. No debí haberte besado, perdón. JungWon, no te vayas, por favor... —rogó el rubio, sintiendo cómo JungWon intentaba liberarse de su abrazo.
—Todo este maldito tiempo nunca me ayudaste, solo fuiste egoísta con lo que tú sentías... —lo empujó el castaño, haciendo que Riki lo mirara enojado. —¡Nunca hiciste nada!
—¿Egoísta? —repitió Riki, dolido. —¿Tener sentimientos hacia ti es egoísta?
—¿Y qué hay de los míos, Riki? —volvió a empujarlo. —¡¿Qué hay de lo que yo sentía?! ¿Eh? ¿Qué hay? —pasó saliva, limpiándose las lágrimas bruscamente. —Apuesto a que te reíste tanto cuando te dije lo que hacía con HeeSeung..., debió darte tanto gusto saber que a HeeSeung le gusta otra persona y yo ando detrás de él.
—¡¿De qué mierda estás hablando, JungWon?! Nunca me burlé de eso. —dijo Riki, mirándolo con rabia. —Me sentí como un estúpido, así como te sientes tú con HeeSeung. ¿Qué mierda se siente que la persona que te gusta le guste otra persona? ¿Eh? ¡Estás en mi maldito lugar! —le gritó el rubio, dolido. —Y duele cada maldito segundo verte sonreír por él..., sabiendo que es él a quien amas, JungWon....
—Dime algo, Riki.... —dijo JungWon. —¿Haces esto porque en verdad querías ayudarme o no?
Riki pasó saliva, enojado, sintiendo un nudo en su garganta.
—Nunca quise ayudarte a acercarte a él en primer lugar. —respondió Riki, haciendo que JungWon asintiera, dolido.
—Ya veo. —respondió JungWon, cortante, dándole la espalda al rubio para empezar a caminar.
Riki apresuró el paso para alcanzarlo y volvió a tomarlo del brazo con fuerza, girándolo hacia él. Posó sus manos en las mejillas del castaño y acercó sus labios bruscamente a los de JungWon. Este abrió los ojos al sentir nuevamente los labios del rubio sobre los suyos y llevó sus manos al pecho de este para apartarlo con fuerza. JungWon lo alejó de su cuerpo y, agitado, le dio una bofetada.
—¡Ni se te ocurra volver a besarme en tu vida! —le gritó JungWon enojado, dándose la vuelta para volver a caminar, esta vez más rápido, tratando de ignorar el dolor en su pie.
—Jung... Won... —susurró el rubio viéndolo irse. —Perdón... —golpeó su pecho, tratando de igualar el dolor que sentía en su interior. —Perdón por quererte tanto... —lloriqueó en medio de la calle. Se curvó, llevando sus manos a sus rodillas, soltando un sollozo.
—Riki, vamos adentro... —la voz de Jake llegó a sus oídos, haciendo que este se girara para verlo con los ojos llorosos.
—Jake, yo.... —quería hablar, pero volvió a romper en llanto, y Jake lo abrazó.
—Vamos, vamos adentro. —dijo Jake, llevando a Riki.
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