➳꙲᭄᪼⃟⃟𝐁𝐀𝐃 𝐄𝐍𝐃𝐈𝐍𝐆: 𝐃𝐄𝐀𝐓𝐇. ᭃ͕᪶̋
• En cierta escena, se incluirá parte de un lyrics que yo misma escribí de la música del tutorial de fnf softmod; Starcrossed, por si ven que la letra es media ridícula. Si quieren el lyrics completo pueden decirme en esta misma parte de inicio y con gusto en la nota final de autora lo he de colocar.
¡Se recomienda que al terminar de leer este final, se salten directamente al epílogo!
-gracias por su atención.
Todo se veía totalmente oscuro... Parecía que estaba donde todo empezó; en el callejón sin salida junto a quien consideraría su amante; la persona con la que huye; la persona a la que le juró amor eterno.
Sí, aquel pelirrojo fue el único chico capaz de robar su corazón y jamás desear devolvérselo. Qué lindo, ¿No? ¡Hermoso!
Pero había algo que no se sentía bien, estaba ahí, con él, pero algo... ¡Algo le daba mala vibra! Quizá era la expresión poco viva de parte del pecoso, parecía... Bastante perturbada.
Y de la nada, se escucha el inicio de la nueva melodía que con anterioridad escribió junto a él cada que salían.
Pero él, como estaba en sus recuerdos... Nunca empezó a cantar, esa melodiosa voz del artista callejero jamás se escuchó, y entonces, llegó el turno del desconcertado peliazul que estaba viviendo en aquella escena por segunda vez.
-«Tomo la mano que tú me ofreces así como tu vida, me dejo guiar ciegamente por ti por este cielo estrellado, bebé». -cantó el peliazul, pero frunció bastante el ceño al notar que el pelirrojo no dio su respuesta en la música nuevamente. «bebé, ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? » quiso preguntar, pero ahora se percató que... ¡Él no podía hablar! ¡Solamente cantar! Pero... ¿Podría él entre cantos intentar que su amado pelirrojo lo escuche y cante también? Díficil, pero no imposible.
-«Estaremos juntos hasta el fin de los tiempos. Prometo iluminarte así como prometes protegerme. ¡Ni siquiera la propia muerte nos separará!». -volvió a cantar, pero jamás lo escucharon al parecer, el pelirrojo aún parecía bastante ido como para realmente ponerle atención. Decidió intentar moverse, pero al parecer eso tampoco puede hacer... Totalmente inmóvil.
Frunció el ceño totalmente preocupado, ¡Empezaría a cantar si esa era la única manera de poder actuar y hacer algo en aquella escena extraña! -«Estaremos juntos hasta el fin de los tiempos. Prometo iluminarte así como prometes protegerme. Lo tengo más que claro; Pico, contigo a mi lado el temor desapareció y el camino largo junto a ti es la lucha de ese destino prometedor». -volvió a cantar, de hecho varias estrofas debieron ir por separado para darle su turno al pelirrojo, ¡Pero no parecía reaccionar de ninguna manera! ¡¿Pico?! ¡¿Estás ahí?!
... No.
Y como si fuera en un parpadeo todo se volvió negro, no veía el callejón, no veía a la gatita de nombre Trashi jugar con la basura, sólo veía al pelirrojo... Ensangrentado y con la Uzi en mano derecha.
«Sigue cantando. ¡Sigue cantando! » pensó con nerviosismo para sí mismo, mientras que sentía la ansiedad empezar a horriblemente afectarlo de múltiples maneras haciendo que no pueda pensar claramente como realmente debería.
-«Me re levanto devuelta con la mano derecha que me ofreces, no permitiré que nadie más intente controlar mi futuro. Está claro. Estaremos juntos hasta el fin de los tiempos. Prometo iluminarte así como prometes protegerme. Tomados de la mano, nos dirigimos juntos a ese futuro que los dos anhelamos; uno en el que los dos podamos amarnos sin escuchar lo que diga la gente pueda ser posible. Prometiendo defenderte a capa y espada, esta vez no fueron la princesa y el príncipe porque el príncipe se enamoró de un plebeyo». -cantó de manera rápida, pero ahora ni la propia melodía se escuchaba, sólo su voz haciendo eco en aquel vacío totalmente negro que el pobre chico desconoce por completo. Pero ahora el pelirrojo estaba parado frente a él, tenía una expresión neutral, pero parecía cansado.
¡Espera! ¡Ya puede moverse! De manera nerviosa, asustada, preocupada y con el estómago revuelto llevó su mano izquierda a la mejilla de este... Ese pelirrojo... ¡Estaba frío! ¡Bastante frío!
... Y pálido.
De la nada, empezó a escuchar otra clase de ruidito, pequeños pitidos... Que también hacían eco... ¡Un electrocardiograma!
...
¿Qué? ¡¿Qué es lo que quiere decir eso exactamente?! Está empezando a desesperarse.
Se acaba de dar cuenta que puede hablar también, ¡Puede hablar! ¡Puede intentar llamar su atención!
-¿Pi-Pico? V-vamos cariño, m-mírame. -le dijo el peliazul, con bastante nerviosismo en un susurro, pero incluso siendo susurro la mera verdad es que su voz hizo eco...
El ruido del electrocardiograma se hizo más fuerte, podría considerarlo insoportable ya que también aumentaba la tensión del momento.
Finalmente hubo una reacción de por medio con el pelirrojo... Lágrimas de sangre abandonaron sus ojos y se deslizaron por sus mejillas, su expresión cambió a una lastimera y dolida.
Vio a varias personas llegar atrás del pecoso, precisamente toda víctima de ese tiroteo ya lejano; toda víctima muerta. O incluso rostros jamás bienvenidos, por ejemplo, ahí principalmente estaban Nene y Darnell. Estaban empezando a reírse del pelirrojo mientras le decían un montón de mierdas totalmente horribles, pero lo que más destacaba era la palabra "asesino".
-Lo siento... -le susurró el pelirrojo de la misma manera lastimera, ¿Se estaba disculpando o algo así? -lo siento, Blue... P-pero no puedo más. -le contestó, y ahí, los pitidos del electrocardiograma dejaron de ser «los pitidos» para luego convertirse en un sólo pitido, ¡Un incesante ruidito insoportable que no se detenía!
Y justo ahí, sin alcanzar a detenerlo vio cómo el pelirrojo levantaba el arma, apuntaba a su cabeza y tiraba del gatillo sin pensarlo dos veces. Sintió náuseas.
Oh. Sólo fue un sueño.
-Pareces bastante pálido, Benja. -le habló el de tez negra al peliazul, que acababa de despertar, había estado llorando entre sueños al parecer. -vaya, parece que viste a un fantasma. Relájate. -dijo devuelta restándole importancia, como su fuese lo de menos.
El chico se sentía algo tieso, observó a su al rededor, y luego forcejeó al darse cuenta de que estaba atado a una silla. Pero lo único que consiguió fue lastimarse la muñeca de tan fuertemente amarrado que estaba, a causa de esto, gimió de dolor y luego más lágrimas se deslizaron fuera de sus ojitos.
-No lo vuelvas a intentar, no queremos más quejas de tus padres por estar más lastimado de lo que ya estás. Haznos un favor y no hagas que nos bajen la cuenta de dinero que nos prometieron. -musitaron, la asiática amenazó al peliazul con un cuchillo en esos momentos, al parecer el chico estaba condenado a regresar con ellos.
El pelirrojo estaba a la espalda de su amante, ambos estaban atados, ambos se daban la espalda.
-M-maldita sea. -maldijo el pelirrojo, ¿Eso fue un sollozo? ¿Acaso el peliazul acaba de escuchar lágrimas en su fiel amante? Ouch.
-¿P-pico? -lo llamó, preguntando, el pobre peliazul por su mal sueño estaba temblando, también había empezado a llorar. Al parecer habían sido secuestrados.
-T-tranquilo... E-estoy bien, ¿S-sí? Saldremos de a-acá c-como sea... -le susurró levemente para no llamar la atención de aquellos mercenarios que vigilaban, parecían esperar a los Fairest o algo parecido, así que con más razón tienen que salir antes de que ocurra.
Pero al parecer ese fue el pensamiento de condena.
-Ahí están, tal y como los dejaron y como exigen que sea. -explicó la asiática, señalando al peliazul y al pecoso atados. Los dos adultos recién llegados asintieron, acto seguido ingresaron a aquel sótano en el que los tenían secuestrados.
El hombre se posó frente a su propio hijo, el peliazul de manera temblorosa levantó su mirar para verlo a la cara, sabía que al hombre le indignaba cuando el chico durante sus sermones no lo miraba a los ojos.
-Eres una decepción para la familia. -empezó a decir, quizá... Un balazo dolía menos. Pero se supone que dio todo por superado durante aquella fiesta navideña en el centro comercial, ¿Por qué aún le afecta?
El pelirrojo por su lado, logró que de la boina del chico se cayera uno de esos broches con botón; específicamente el rosado; eran algo afilados y el pobre peliazul de ojos azabache se ha cortado por accidente ocasionales veces con esos, y si bien sabe que puede darle tardanza, la cuerda ya estaba empezando a ser cortada. Cuidaba también de no lastimarse por accidente y no lastimar al peliazul, incluso si ya por accidente se cortó una vez, será sincero; la herida arde más de lo que creerían algunos, pero aún así el instinto de supervivencia es más fuerte.
Y bueno... Al parecer el destino nunca quiso la existencia del pelirrojo.
-Relájate un poco, era de esperarse que intentes este tipo de cosas... Si creíste que no te teníamos del todo vigilado estás muy equivocado. -le llamó la atención el moreno de nombre Darnell para luego arrebatarle el broche que el pecoso estaba usando.
Maldita sea.
Y luego escuchó al peliazul soltar un sollozo de dolor a la par que escuchaba un cigarrillo encendido sellar la piel de este de nuevo.
-¡Súeltalo, imbécil! -exclamó el pelirrojo removiendose en la silla en busca de soltarse inmediatamente y dar pelea, pero lo único que hizo fue que el amarre lo lastimara así como lastimó al peliazul con anterioridad.
Recibió un golpe de la asiática que le reventó la nariz y cómo esta de manera seria le tomaba de los hombros a él. -¿No escuchaste antes? ¡¿Hay que repetir?! ¡Por una vez en su vida estén quietos! Claro, eso si sabes lo que te conviene, Pico. -le expresó la asiática, sacando un arma... Específicamente una de las Uzis gemelas del pelirrojo.
-Malnacida. -le insultó el pecoso al ver su propia arma en brazos de alguien más.
-Señorita, no hay que preocuparse por... Esa rata callejera. No nos interesa qué tan lastimado salga. Sólo nos interesa Benjamín. -habló la mujer de cabellos azules más hermosa del lugar.
-Es más, para tener pruebas... Nos gustaría que acaben con él ya. -y ahí, inmediatamente algo en el peliazul se encendió.
-¡N-no! ¡Por favor! ¡L-lo suplico! ¡R-regresaré con us-ustedes de ser necesario! ¡Pero por f-favor! ¡N-no me lo qu-quiten! -exclamó bastante dolido el peliazul, pero lo siguiente que recibió fue una cachetada de parte de su propio padre.
-No hables, tu voz es irritante. -le espetó. -¡¿Por qué luchas tanto por este pobre diablo?! ¡¿Qué le ves?! ¡¿Qué tiene para ofrecerte?! -le exclamó el hombre varias incógnitas, aprovechando para insultar y decirle de todo a aquel pelirrojo.
-¡Es que yo lo amo! -le respondió devuelta el peliazul, más lágrimas se deslizaron por sus mejillas enrojecidas de tanto llanto, todos se quedaron en silencio ante tal respuesta que hasta consiguió que el pelirrojo también llorara en silencio. El hombre hizo una seña a la entrada del sótano. Y de ahí, ingresó la castaña amante de las rosas, quien también lloraba, parecía muy desganada.
Y de hecho, lo estaba. Los ojos del peliazul se abrieron en bastante sorpresa.
-Hasta eso te ofrecemos, el amor de alguien más. ¡Vas a tener de todo! No comprendo cómo puedes llegar a rechazarnos. -le llamó la atención la mujer al peliazul al respecto, este se mordió el labio inferior y más sollozos salieron de sus lastimeros ruidos de dolor emocional.
La castaña caminó ingresando lentamente al sótano, en total silencio, en serio esos ojitos también azabaches se habían apagado.
Se posó al lado del peliazul. Mientras que ahora los padres del chico empezaban dialogar con los mercenarios.
-G-grace... -la llamó el peliazul, la chica atendió el llamado y se agachó para poder escucharlo mientras lo miraba con aquella expresión triste. -¿Y Sven? -esa pregunta, pareció golpear más de lo que debería a la chica. Como si fácilmente le hubiese arrancado el último pétalo a ella, el último pétalo que la hacía mantenerse estable por mucho que sepa que no lo está.
Lágrimas silenciosas se deslizaron por los mofletes de la castaña, y negó con la cabeza... Seña suficiente para comprender que, Sven ya no está con nosotros.
El peliazul lo comprendió e inmediatamente se sintió bastante mal. -l-lo siento... -le susurró de regreso el peliazul mientras sentía que él también empezaba a llorar.
De repente.
Algo los hizo reaccionar; a la castaña y al peliazul.
Se escuchó un balazo, los mercenarios habían disparado a la cabeza del pelirrojo y dispararon con éxito.
Y entonces... Despertó.
• MILKY.
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