╰━ Inicio de los problemas
-  ̗̀✧ 土星 ✧  ̖́-
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Shinichiro POV

Después de recoger al hermano menor de Kira la situación se volvió tensa, el pequeño me ignoraba en todo momento, en verdad la incomodidad me estaba envolviendo en su totalidad no caerle bien al hermano de la chica que me gusta podría ser un problema en el futuro, no creó pasar la prueba de aprobación.

Por obvias razones preferí admirar la calle por donde el transporte público pasaba recogiendo pasajeros, estaba aburrido. Y para mal momento un pesar se instaló en mi pecho, y mi presentimiento fue demasiado doloroso. El sonido de mi celular sonando me hizo preocupar más.

─Habla Shinichiro.─ dije al momento de atender la llamada.

En la llamada

─Lamento llamarte de improviso pero paso algo grave.─ la voz grave de Kenzo me indico dos cosas. Había llorado y tenía una gran ira encima.

─Dilo, ¿qué pasó?

─Es Lee, le dieron una paliza el día de ayer, hoy en la mañana lo encontraron.─ en ese momento volvió a quebrarse, lo podía oír lagrimear y querer gritar del enojo.

─Que dices...

─Estoy yendo en este momento al hospital, sus padres no están la ciudad y nadie sabía de su estado, me llamaron a mi como único conocido.─ el sonido de un auto en movimiento me dio el indicativo de que decía la verdad.

─Mandame la dirección por mensaje.

─¡¿Shinichiro no lo entiendes?! Esyo debe acabar, debemos acabar con los que le hicieron esto a Lee, su vida está en peligro.─ empezó a desatar su furia, y conmigo. No podía poner reproche, algo debía haber pasado conmigo para que este de esa manera.

─Cálmate, gritar no soluciona nada.

─¿Qué demonios? Esos malditos hijos de perra dañaron a mi amigo, ellos te querían a ti, demonios Sano esto lo está nada bien. ─ el sonido de su voz salía en alto a través de mi celular, sentí la mirada de Kira sobre mi hombro.

─Lo sé.

─¡Esos malditos bastardos pagarán por haberse metido con la pandilla! Yo mismo acabaré al que le hizo esto a Lee. ¡Lo juro!

Con esas últimas palabras la llamada se cortó, no sabía que hacer o responder, todo esto se descontroló desde el día que me golpearon. Mis compañeros al día siguiente fueron y les dieron una advertencia mejor dicho amenazaron a los "Red Sharks" de no volverse a meter en nuestra zona y mucho menos atentar de nuevo contra mí, yo no pude decir nada. Ellos tenía el total derecho de querer dejar en alto el nombre de la banda.

Para mi mala suerte la parada donde debíamos bajar se hizo presente, hoy mismo iría a poner las cosas en claro. Mi hasta ahora calma como líder hizo que varios de los míos acabaran siendo golpeados hasta casi matarlos, fue mi culpa.

Con la cabeza en otro lado sentí su tacto en mi hombro.

─¿Todo bien?─ no disimule para nada lo que mi corazón sentía, no podía disimular con ella mis sentimientos. Y como si entendiera lo que expresaba en mi rostro me abrazó brindándome calor y paz. No creí que un abrazo calmaria a mi infierno y que ella sea esa luz que necesitaba para salir adelante.

La rodeo entre mis brazos correspondiendo a su delicado y tan ameno abrazo, por miedo a poder lastimarla mi cuerpo me falló y casi caigo.

Ella era perfecta y encajaba entre mis brazos.

─Golpearon a un amigo mío, en este momento esta en el hospital.─ le dije la tragedia por la cual mi amigo pasaba, ese dolor quería que se vaya. Me apegue más a su cuerpo, y me di el atrevimiento de dejar mi cabeza entre su delicado cuello, su aroma se volvía mi favorito. Su mano se movía por mi nuca, en ese instante me olvide de todo lo malo y solo me concentré en su suave tacto.

─Tranquilo no estás solo.

Esas palabras calaron muy profundo en mi ser.

─Todo fue mi culpa, no debí...─ al parecer mis palabras la molestaron que hizo que me pellizcara y calle mis intenciones de culparme.
En cada ocasión que pasaba con ella mi corazón me dictaba estar que su lado todo el tiempo y ver su sonrisa.

─No digas que fue tu culpa, no estuviste en ese lugar. ¿Qué hubiera pasado si tu estabas ahí en vez de tu amigo? ¿Quién sería el que estaría en el hospital ahora?─ manifestó con molestia Kira.─Shinichiro no digas cosas que pueden hacerte daño, me lo haces a mi con tus palabras.

Su voz flaqueo al momento de decírmelo, lo que menos quería hacerle sentir seria tristeza, ella no lo merecía. Para nada.

Con sus manos apretó mis mejillas, el dolor que me provocó fue como decirme lo mucho que las palabras pueden ser como dagas envenenadas, no quiero que sufra y si lo hacía ella lo haría conmigo.

Kira me entendía, lo hacía.

Se separó de mi, ya empezaba a extrañar tenerla entre mis brazos y sentir su calor envolverme con naturalidad.

─Deja de culparte, y afronta la realidad.─ aquello me inspiró si quería que mis amigos y todos lo que creen en mi puedan ir libres por las calles de Japón debía ser firme con mis palabras, debía darle un nuevo significado a la palabra pandillero. No todos somos maleantes ni matones como muestran las películas, todos queremos un fin. Poder ser libres.

─Gracias, lamento no haber podido salir.─ le agradecí el gesto, el celular sonó, el tono que había sonado fue el que mi hermano había puesto para hacerme saber que era él. Quería dulces, muchos.

La risa de mi hermosa amiga resonó como una melodía, la perfección que ella tenía me mandaba a solo un lugar. Un mundo lleno de esperanza y de sueños posibles.

Kira me gusta demasiado. Lo admito.

─Descuida, otro día tendremos una cita.─ ¿qué?

Ella dijo cita, uso esa palabra...

¿Cómo se respira?

Mis mejillas empezaron que arder, no creía que podría avanzar con esta relación de amigos que se formó, no lo niego, quiero algo lindo y duradero con esta chica de ojos claros. La quiero en mi vida.

─S-si, la c-cita.─ fuera de miedos, debía estar seguro con mis palabras con mis gestos, ella es la chica de mis sueños, de mi más profundo sueño. El corazón me empezó a palpitar más fuerte.

Creo que me voy a desmayar.

─Ah. Si.─ que me viera con sus ojitos tan brillosos me hizo sonrojar más, esta chica con esos pequeños gestos me hizo caer cautivado más.

¿A esto se le llama estar enamorado?

─Hasta luego. Si, yo te llamó.─ maldición, mis mayores debilidades me prohibían ser serio, además desde que la conocí mi faceta más real ha empezado a salir.
Tomé una bocanada de aire, el aire fresco y ese olor que ella desprendía se mezclaba dándome paz.

─Espero que tu amigo mejore, cuídate.─ y ahí fue cuando me perdí, sus suaves labios rosas contra mi mejilla dejándome un beso de despedida en ese momento experimenté un cosquilleo en el estómago y mis mejillas arder, en cualquier instante me desmayaria si o si.

Con mi mano izquierda toque el lugar donde Kira dejo un beso, su perfume impregnado contra mi ropa fue como un consuelo al no tenerla cerca.

♋

Alcé la vista al cielo, el sol brillaba en lo alto y en ocasiones me cegaba con su luz.

─Ya se lo que tengo que hacer.

Con pasos rápidos llegué hasta mi casa, mis pequeños hermanos ayudaban al abuelo a regar las plantas, saludé antes de entrar y fui hasta a mi habitación para ponerme mi uniforme de la pandilla, en esta ocasión llevar la chaqueta no sería necesario por el calor del verano así que con una camisa simple blanca terminé de cambiar mi atuendo, y acomode mi cabello.

Con mi celular en mano llame a mi segundo al mando, Takeomi Akashi.

─¿Shinichiro, que sucede?─ me preguntó, en la llamada se oía voces de niños, cierto. El también tiene hermanos menores, al igual que yo debe de cuidar de los suyos.

─Llama a todos, debo implementar un plan en contra de las agresiones que han pasado varios de los miembros de menor rango.─ el sonido de mi puerta ser tocada me saco de mi conversación con Akashi.─ Nos vemos en una media hora.

─Entiendo, nos vemos en el almacén.─ con ello colgué mi llamada y fue a atender a la persona que tocaba al otro lado de la puerta.

─¿Vas a salir de nuevo?─ mi hermano menor venía con un dorayaki en mano. Su expresión relajada y sus ojos tan característicos me recordaban a papá.

─Si tengo cosas que hacer. ¿Qué sucede?─ inqueri dudoso por su presencia en mi habitación, él pareció dudar en decirme pero al final decidió hablar.

─¿Quién es esa chica?

¿Qué?

─¿Disculpa?─ no sabía que responder, aquella pregunta hecha me tomó sin aviso, además la expresión que puso en su rostro al decirlo fue como si le molestara.

¿No entiendo?

─He visto como has cambiado. ¿Es por ella?─ hablar de temas que impliquen los sentimientos se me da muy mal, aparte de ser algo tímido y un poco torpe, no se como decir las palabras sin que diga algo raro. No supe que responder, solo me quede en silencio procesando y aclarando mi mente para no decir ninguna estupidez.

─La estoy conociendo, y me gusta. Tu aún no entiendes sobre este tema, pero lo harás.─ fue muy directo y muy poco entendible pero se que fue lo mejor, si ya estar en una pandilla y ser líder me quitaba tiempo de calidad con mi familia, el tener una chica lo haría más y se esto les afectaba a ellos, a Manjiro y Emma.

─Esta bien. El abuelo quiere hablar contigo en la noche.─ salió de mi habitación en silencio.
¿Seria este un nuevo problema que solucionar?

Demasiada presión, mucho que hacer y poco tiempo.

─¿Qué habrías hecho tu papá?─ le susurre a la nada, no era un chico fuerte, ni el más indicado para liderar, lo sabía a la perfección pero esos chicos todos ellos me han confiando su sueño.

Al mirar la hora en el reloj de pared este marcaba las 3 de la tarde, antes de ir al almacén debería ir al lugar donde trabaja para conseguir dinero y poder arreglar la motocicleta de mi padre.

Salí de casa por el frente no vi al abuelo Sano cerca, sin embargo; su llamado en la noche para conversar conmigo significaba darme un regaño por ser lo que soy, mi miedo más grande es decepcionar al abuelo y a mis hermanos. Ahora ella también significaba algo en mi vida.

Cerca del taller mecánico de motos y autos deje de lado mi cara de regañado y entre con confianza ya que conocía al dueño, desde mi niñez he ayudado en el taller ganando dinero para así comprar varias de mis cosas que mantenía en mi casa.

─Señor Yamada buenas tardes.─ saludé al mayor, el de cabello gris dejo de darle mantenimiento a la bomba de gasolina de una moto.

─Shinichiro, chico ya esperaba verte.─ con una sonrisa me recibió, me acerqué hasta el señor he hice una reverencia.

─Me disculpo por no haber venido hoy. No le pude decir a tiempo porque mi plan salió sin aviso, nuevamente lo siento.─ me apenaba no haber cumplido con mi deber como trabajador de su taller mecánico, el hombre palmeo mi hombro, alce la mirada y el solo negaba con la cabeza.

─No te disculpes, ¿fue por una chica verdad?─ él me conocía a la perfección, mis mejillas se tornaron rojas. El rió y despeino mi cabello.─ JAJAJA, lo sabia. Fui al templo y pedí para que tu suerte cambie, me alegró chico.

─A-ah sí. No quiero perder la oportunidad, ya le he contado mis desgracias con las mujeres.─ en esos días donde todas esas damas me rechazaban venía a este lugar a trabajar hasta el cansancio, y ahí fue cuando mi vicio por el tabaco inició.

─Lo sé, pero siempre mi taller estará abierto para darte consuelo, trabajar en lo que te apasiona hace que cualquier daño esté en segundo plano, te he contado ¿no?─ la historia de este hombre es demasiado triste, y admiro que haya salido adelante teniendo una herida tan grande en el alma.

─Y trato siempre de luchar contra la marea, un hombre de verdad da hasta su último suspiro por los suyos y su sueño.─ agregué con tranquilidad, me despedí del adulto no sin antes decirle que mañana regresaría a mis actividades.

El camino hasta la bodega donde la reunión se llevaría acabo me quedaba a 15 minutos, estar sin un transporte fijo me complicaba la situación, no me faltaba mucho dinero para arreglar la motocicleta.

♋

Vi la enorme entrada, en estas ocasiones ser imponente y serio me daría autoridad para que lo vaya a decir delante de todos esos chicos me tomen en serio, no dejaría que nadie más salga lastimado. No quería empezar una batalla campal contra nadie.

Abrí el portón siendo algo ruido con mi entrada, todos los pertenecientes a la banda ya estaban ahí, serios como de costumbre, en contraria a mi que yo no podía llegar a ser tan serio, este día sería la excepción. Desde mi lugar vi a mis amigos, ellos yacían a cada lado de la silla que me fue impuesta como líder de los "Black Dragons" como su "rey" debía estar en ese lugar imponiendo mi orden y dando a conocer cuál era mi objetivo.

─¡Atención todos! ¡El comandante ha llegado!─ Akashi con voz alta llamó la atención de todos los miembros de la pandilla se pusieron firmes formando una entrada hasta lo alto de ese escena puesto en escena.

Yo con todo el valor que decidí darme camine entre ellos, muchos se sorprendieron por mi cara seria, no era de los tipos que se ponía así porque si, muchos de los presentes me conocieron en una pelea donde por obvias razones resultaba herido, y mi sonrisa a pesar de estar en ese estado lamentable.

A mis oídos llegaba los saludos de muchachos que seguramente iban siendo los nuevos que se integraban. Llegue hasta el frente de todos, subí esos cuatro escalones donde una silla de madera forrada de cuero rojo con un tallado de un dragón el espaldar.

─Gracias a todos por venir y ser llamados sin previo aviso.─ suspire pesadamente, Wakasa a mi lado me miro interrogante, a él también le sorprendía que este serio, antes de hablar le di una mirada a mis compañeros fundadores.─ Desde hace días varios de nosotros han sido atacados por miembros de otras pandillas lejanas, y quiero iniciar un plan para parar este crimen. Lee amigo cercano y capitán de la tercera división fue atacado, su vida corrió peligro, no se mayor detalle de lo sucedido pero más reportes con heridos y hombres cercanos a la banda han resultado golpeados.

Algunos alzaron la voz en queja de lo que han hechos esos vándalos, la impotencia que me carcomia con el pasar de los minutos me dejaba más en agonía.

─¡Silencio, Shinichiro aún no termina!─ y ahí fue cuando decidí iniciar con mi plan.

─Necesito que me escuchen y hagan caso a mis órdenes, no dejaremos que nadie más salga herido por injusticias.─ todos callaron y prestaron mayor atención a mis palabras.─ De ahora en adelante, se tiene permitido atacar, y pelear para defender la vida de uno mismo, todos ¡Pelearán por su vida!

Espero que dejar de lado nuestra ley de no violencia sea útil, todos mis compañeros de "Black Dragon" son muy importantes en mi vida.