7
Lo que siento por ti.
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Los días pasaban, me mantenía aislada de todos como solía hacerlo, no había salido desde aquel encuentro ante el ataque de Hilltop, no tenía ganas de nada. Me levante de mi cama, estire mi cuerpo, ya no me dolía como antes pero los moretones en mi rostro eran visible. Mi ropa tapaba los que mi cuerpo llevaba, ya dejaba de sentirme cansada, me sentía aliviada luego de unos días de descanso. Me acomode mi ropa, ajustando mis pantalones y amarrando mis zapatos. Peine mi cabello en una coleta nuevamente, ese sería mi peinado favorito. Suspire, agarrando mi arma y llevándola hasta mi estuche, al igual que mi navaja. Recogí mi cama por encima como de costumbre y caminé directo a la puerta, en el instante fui abrirla alguien le dio leves toques. Sorprendida ante esta sincronización abrí la puerta observando a mi viejo amigo, Eugene.
—¿Todo bien?—le pregunté a él, este me asintió, de su mano salió dos fresas que se veían estupendamente frescas. Sonreí.—Se que son tus favoritas porque Daryl en una salida las encontró y te las llevo, fue el día en que murió Denise, lo único lindo que tuvo ese día fue tu rostro de felicidad cuando te las dio.—recordé ese día mientras que recibí en mis manos lo que Eugene me había traído.
—Gracias, de verdad.—le agradecí, llevando una de las fresas a mi boca, sintiendo en mi paladar el jugoso sabor que estás brindaban. Cerré la puerta de mi habitación y me emprendí camino aún lado de Eugene.
—Dwight también me envío a buscarte.—dijo este a mi lado, mientras que le pase una de las dos fresas que me quedaban, él la aceptó con una sonrisa y la mordió.
—¿Para qué?—pregunté con la boca llena, mientras que caminamos de prisa por los pasillos del santuario, bajando las escaleras a la primera planta.
—No tengo idea, no escuche nada.—me respondió, asentí ante su respuesta saludando de cortesía algunos residentes que trabajaban temprano en el día.—¿Te encuentras mejor?—asentí ante su pregunta, abriendo la puerta para salir al patio principal del santuario, observando uno de los camiones estar encendidos y a Dwight con algunos hombres, incluyendo Jayden.
—Hola.—lo salude amablemente, Dwight me dio una sonrisa reconfortante ante mi cortesía.—¿Para que me buscabas?—pregunté curiosa, este se acercó a mi.
—Negan quiere que hagamos líneas de caminantes por las carreteras que conectan al santuario, es para ganar tiempo si nos van atacar. Nathan no irá, así que puedo llevarte y no habrán problemas.—dijo este, a lo que no tarde en sentirme cómoda ante eso.
—Eso me extraña.—dije ante saber que Nathan no estaría acompañándonos a esta salida pues siempre estaba dispuesto a salir con tal de ocasionar problemas.
—Negan le ordenó quedarse, dijo que no iría a más salidas en donde te pusiéramos a ti a trabajar o acompañarnos, se lo prohibió.—quedé algo sorprendido ante lo que Dwight me había dicho, demasiado.—¿Lista?—me pregunto, asentí con una sonrisa pues en esta salida sentiría paz.
—Si, eso creo.—le dije, siguiendo su paso para adentrarme en el camión, sentándome justo aún lado de Jayden.
Cerré la puerta del camión, quedándome en silencio y tan solo manteniéndome aún lado de la ventana, esperando que el camión se pusiera en marcha. Observe cómo abrieron los portones, Dwight iba adelante en el asiento conductor guiando, mientras que a su lado una de las mujeres con las que Arath solía trabajar, desconocía su nombre. Todos íbamos en silencio, un poco de música de un viejo disco que mantenía el camión. A mi lado iba una persona con quien había compartido hermosos recuerdos, mi primer beso y mi primera ilusión de amor, a mi lado iba Jayden Evans; quien ahora era como un desconocido para mi. Él no había cambiado nada, siempre había sido igual de callado y de distante, Jayden era muy apegado a sus hermanos, uno de ellos fue como tal el primer amor de Natasha, él más que la marcó y quien iba ser padre de su bebé el cual perdió. Sobreviví con Jayden mucho tiempo, ambos enamorados y valorando cada momento juntos pero eso un día acabo de la nada.
No era lo mismo, no sentía lo mismo. En cambio con Carl Grimes toda era diferente. Desde el momento en que yo vi a Carl supe que estaría completamente enamorada de él, recuerdo la primera vez que crucé con esa mirada, con ese semblante de seriedad que siempre mantenía. Carl no era cariñoso pero cuando lo era, era increíble y único. Miraba la ventana del camión mientras que no podía evitar pensar en esa mirada que me volvía débil, cada vez que él sonreía a veces no podía ni creerlo pues Carl siempre era muy reservado, me encantaba eso porque él era único como era. Recuerdo cuando lo conocí, cuando llegue a sus vidas habíamos encontrado un río en donde casi me ahogaba. Recordaba cómo sus labios tocaron por primera vez los míos para proporcionarme aire, ese día no dejaba de pensar en él. Pensar en él me embobaba, no me había dado cuenta cuando había caído complemente enamorada de él hasta que Glenn Rhee me abrió los ojos cuando intento molestarme respecto a él, recuerdo ese día como si fuera ayer.
Veía la carretera, mientras que los pensamientos me tranquilizaban la impaciencia de querer llegar al lugar donde instalaríamos unas líneas de caminantes para que pudiéramos distraerlos, distraer a Rick y a quien trajera en contra de los salvadores. Eso me recordaba aquel día en donde nos emboscaron a todos por primera vez, donde nos encontramos con esta línea de caminantes los cuales tenían pertenecías de nuestros amigos, amigos que perdimos esa noche. Fue el último día que combatí con Abraham, el último día que presencia a Glenn a mi lado, aún no olvidaba esas escenas perturbadoras en donde los vi a ambos morir. Mire adelante, observando a Dwight bastante callado y concentrado, al igual que Jayden quien han solo miraba la ventana, miraba la vista y quizás pensaba algunas cosas igual que yo. Hasta que el camión paró en seco, llevando mi rostro con brusquedad al asiento del al frente, escuchando así unas pequeñas risas varoniles.
—Que imbécil... —susurre acariciando mi mejilla mientras observe a Dwight con una sonrisa y a Jayden reírse, abrí la puerta del camión algo "molesta" para así bajadme y cerrarla.
—Si llegaba estar en el asiento del medio iba salid volando por el cristal.—le saque el dedo del medio a Jayden, quien se bajó del camión algo burlón.—Dwight, avísale al camión 3 que llegamos acá.—el rubio con cabello ondulado asintió ante eso, cogiendo un walkie-talkie y avisando al camión que nos seguía que habíamos llegado a nuestro punto de partida.
—¿Qué haremos ahora?—pregunté, observando a Jayden quien parecía observar el perímetro.
—Debemos marcar donde haremos las líneas, si haremos cinco o dos filas rectas para atraer algunos caminantes y amarrarlos en un alambre.—me explico este, mientras que señalaba la carretera con su dedo como si visualizara una fina línea.—Le llamamos el bloqueo viviente, los caminantes distraen y más cuando bloqueamos una entrada.—añadió a su comentario.
—¿Lo harán ahora?—le pregunté a este, se encogió de hombros.
—Quizás, aunque es más difícil atraer a los caminantes, no sabemos si traemos hordas; usualmente vamos en busca de ellos para ser más sigilosos.—asentí ante su explicación, observando cómo Dwight también veía él área.—¿Quieres ayudar?—pregunto él con una sonrisa, fue una pregunta sarcástica, pues para eso me habían traído.
—No vino para adornar el sitio con un poco de belleza.—le respondí halagándome mientras que este tan solo sonrió.
—Me alegra saber que tu ego sigue ahí.—Jayden y yo chocamos los cinco, era la primera vez en mucho tiempo que manteníamos una conversación agradable y con comodidad. Observe cómo Dwight con su arma disparó dos veces, lo que me hizo dar un leve brinco y incluso sacar mi arma.—Tranquila, es para alertar algunos y mantenerlos en él área.—me aviso Jayden, mientras que este miró al bosque al igual que yo, observando ambos a Dwight.
—¿Crees que funcione?—pregunté yo al observar algunos caminantes salir del bosque, el olor me asqueaba lo suficiente para causarme náuseas.—Salen más por la parte derecha.—Jayden miró él área al cual me había referido, este asintió ante ver cómo los gruñidos se multiplicaban.
—Algo anda... —di un leve brinco nuevamente al escuchar ráfagas de disparos cerca de aquí, tan cerca que mi piel se erizo y los gruñidos de los caminantes eran más audibles.
—¡No!—gritó Dwight al ver cómo los caminantes parecían expandirse, note como este cogió su arma pero él no había sido quien disparó, ni había sido él.—¿Connor que fue eso?—note como Dwight algo agitado hablaba por la línea de los salvadores, su compañera silbaba para llamar la atención de los salvadores.
—¡Rick y compañía señor, emboscada!—la voz de aparentemente Connor se escuchó entrecortada por la línea, notando así como Dwight no parecía preocupado, comparado con Jayden y aquella joven mujer quienes no tardaron en cargar sus armas y mantenerse alerta pero los caminantes iban ser nuestro gran problema.
—Dwight... —Jayden llamó a Dwight ante escuchar más ráfagas de disparos bastante cerca, Dwight parecía estar pensando.—¡Dwight!—gritó Jayden, alertando a Dwight pero este veía a los caminantes que se acercaban distanciándose de ellos.—¡Dwight olvida el maldito bloqueo!—en ese instante sentí como una bala nos había rozado a mi y a Jayden, este quien se puso pálido no tardo en agarrarme la camisa ante ver la presencia de más caminantes.
—¡Corran, corran! Intenten mantener caminantes en él área pero vuelvan al santuario. Saben el camino.—asentí ante el comentario de Dwight notando como este cargaba su arma y se ponía detrás del camión junto a su compañera.
Abrí los ojos grandemente cuando giré mi cuerpo chocando con un viscoso caminante, me mareé con el olor, empujándolo y emprendiendo camino por el bosque. A mi lado Jayden tenía su navaja afuera, incluso su arma mientras que corríamos y los disparos se escuchan aún audibles. No salíamos de una para meternos en otra. Los gruñidos se mezclaban con el sonido de los disparos que venían de quien sabe donde. Nuevamente me crucé con un caminante el cual esta vez Jayden remató, este agarró con fuerza mi camiseta moviéndome hasta él, un caminante estaba detrás mío; no tarde en alzar mi navaja y incrustárselo en la cabeza. La sangre que salpicó mi navaja ante sacarla del cráneo cayó en mi limpia río. Debimos mantener a algunos caminantes en el bosque pero eran demasiados y me sentía llena de pánico. Jayden y yo chocamos las espaldas, esperando que poco a poco se nos acercaran esos caminantes, empecé a sentir las gotas de agua caer en mi piel. La lluvia empezó más fuerte pero eso no nos prohibió enfrentarnos a los caminantes.
Empuje al primer caminante que llegó hasta mi, eran demasiados, eran más de veinte contra dos. Sentía mi cabello humedecerse al igual que mi ropa, los disparos no cesaban y mucho menos los pasos que me atemorizaron a mi y a Jayden. Me aleje de la espalda de Jayden mientras que alce mi arma para así abrir fuego contra los caminantes, había matado a dos justamente en la cabeza, mientras que al tercero que se acercó a mi lo remate con una navaja. Jayden empapado del agua al igual que yo me pidió guardar silencio ante escuchar pasos, varios pasos acercarse a nosotros además de los caminantes. No tardamos en empezar a caminar con delicadeza por el fangoso suelo pero en ese instante Jayden alzó su arma ante la presencia de él. Quedé inmóvil cuando vi a Carl Grimes empapado también sin su sombrero y apuntando a Jayden con su arma. En ese instante observe cómo un caminante venía detrás de Carl Grimes, no tarde en moverme de mi lugar con mi navaja para incrustárselo en la cabeza.
—Carl, baja el arma.—le pedí ante ver cómo estos dos se quedaron apuntándose.—Carl.—lo llame mientras que sentía mi cuerpo temblar del frío.
—No creo que tenga el valor para dispararme.—Jayden miraba con intimidación a Carl, mientras que los gruñidos de los caminantes se hacían audible para nosotros no me di cuenta cuando un caminante aparecía detrás de Carl, este quien al percatarse no tardo en empujarlo pero en ese preciso momento Jayden lo empujó.
—¡Jayden, no!—ante ver cómo Jayden tan solo empujaba a Carl al caminante no tarde en yo empujar al caminante viscoso con fuerza, forcejeando con él, este cayó en el suelo y no tarde en aplastarle la cabeza, apresurándome cuando observe cómo Jayden se había resbalando cayendo encima de Carl, golpeándolo.—¡Suéltalo!—le pedí, mientras que no podía dejar de pasar el hecho de que habían caminantes, con prisa alce mi arma apuntando a los tres caminantes que se acercaban, disparando varias veces hasta que pude rematarlos a ambos.
—Pensé que me matarías.—en ese precioso momento que escuche a Jayden hablar observe cómo tan solo la mano de Carl se alzó, mostrando su arma y dándole justamente en la cabeza a Jayden, este quien cayó en el suelo gangoso retorciéndose adolorido.
—Peor que eso... —susurro Carl alzando su arma, abrí la boca y ojos grandemente cuando escuche el primer disparo que fue dirigido a su pierna, Jayden se revolcó en el suelo pareciendo desmayarse, mi primer impulso fue empujarlo ante ver cómo amenazaba la vida de Jayden, empuje a Carl quien resbaló con el fango que la lluvia estaba provocando, alce mi arma apuntándole a Carl, apuntándole inconscientemente. Carl me miró sorprendido, tanto que le costó levantarse cuando veía como le apuntaba.—¿Vas a dispararme?—me pregunto como si no estuviese sorprendido, me distancié un poco de él.
—Carl, solo vete por favor.—le pedí ante pensar en que iba ser capaz de volver a dispararle a Jayden, veía al castaño inconsciente en el suelo mientras que sangre salía de su pierna.—No tenías que dispararle.—le dije, notando como Carl tan solo me miraba, él se dobló con intenciones de coger su arma y así se lo permití.—Vete.—le volví a pedir pero él tan solo estaba ahí parado, mirándome pero lo que me cautivó fue el collar que guindaba en su cuello.
—Si vas a dispararme solo hazlo, no lo pienses tanto, pensarlo te puede costar a ti la vida; solo toma un segundo.—mis manos temblaban ante su presencia ante no poder sentirlo como antes.—Ven conmigo, vámonos, tienes tiempo Aliana.—con lágrimas en los ojos no tarde en querer acercarme a él para abrazarlo para sentirlo, y así fue, sentí sus brazos fuertemente abrazarme nuevamente, sentí como me llenó el alma.
—Por favor vete, por favor.—le pedí mientras mis lágrimas se resbalaban por mis mejillas y sentía a Carl besar mis mejillas, besar la comisura de mis labios.—Voy a dispararte Carl, no lo hagas tan difícil vete.—al sentir sus labios rozar con los míos pensé en lo que sucedería si veían a Carl aquí, no tarde en soltarme de su agarre y observando cómo él me miraba confuso.
—Aliana, por favor déjame ayudarte... —susurro él, pero yo tan solo negué, negué al saber de lo que estos hombres eran capaces; de lo que Nathan era capaz, si volvía a ver a Carl, lo mataría sin pensarlo. Note como Jayden empezaba a reaccionar, como sus ojos castaños se abrieron.—Natasha esta bien.—comentó él, mientras veía su ojo azulado mirándome.
—Carl, te estoy dando una opción, vete.—le pedí, esta vez con lágrimas en los ojos lo observe con seriedad, estaba firme en mi postura, Carl se acercó a mi pero en ese preciso momento Jayden se levantó del suelo adolorido y cojeando pero con su arma en manos apuntándole a Carl, quien mordió sus labios observando al castaño frente a él.
—No se va ir con ustedes amigo, no está en su bando ya y si te está diciendo que te vayas es porque te está dando una oportunidad de vivir, si sigues insistiendo y no cambias de parecer, voy a devolverte el disparo.—deje de apuntarle a Carl cuando Jayden delante de mi tapaba la vista de este, mientras que yo limpiaba las lágrimas que seguían saliendo de mis ojos.—Los papeles cambiaron, ahora peleas en contra de ella, te estoy dando una oportunidad; vete y nunca nos encontramos contigo de camino al santuario.—Carl me miró fijamente, llevo su mano a su cuello desabrochando el collar que alguna vez mi tía me había dado y en ese instante él lo lanzó cayendo en mis pies.
Mire fijamente el collar, sentí un alivio cuando escuché el bienestar de mi hermana, en que estaba viva pero sabía que aquí había habido una ruptura que me dolería en los próximos días. Me arrodillé llevando mi mano al suelo fangoso y cogiendo el collar que Carl me había tirado, me mantuve así observando cómo Carl desaparecía de nuestro campo visual mientras que la lluvia no cesaba. Las gotas de lluvia se mezclaron con mis lágrimas mientras que me levantaba para observar la pierna de Jayden y como se desangraba. Observe sus ojos mirarme apenado ante lo que había dicho pero él lo había hecho por la misma razón que me negué a irme con Carl. Me acerqué a quien era antes mi pareja, sintiendo nuevamente muchas emociones invadirme ante sentir reciente esos brazos de Carl hacerme sentir viva y sus labios carnosos rozar con los míos. Entristecida no tarde en darle apoyo a Jayden para así caminar con cuidado al santuario y atender su herida, no pude evitar sentirme decepcionada ante saber que arriesgue el amor que sentía por Carl, con tal de protegerlo.
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