5
Acechándonos.
───
Miraba fijamente el camino vacío de las calles por las cuales rondé días atrás, esta vez estaba siendo acompañado por algunos residentes de Alexandria quienes vigilaban el perímetro ante la presencia de los salvadores. Residentes de las dos comunidades aliadas a Alexandria estarían enfrentando a los salvadores en cualquier momento. Me encontraba con un walkie-talkie y una pequeña mochila mientras caminaba hacia la gasolinera. Iba con la intención de dejarle comida al hombre que había encontrado dias atrás, del cual no dejaba de pensar. Venia con el pensamiento de conocerlo y incluso de llevarlo conmigo a Alexandria. Suspire hondo, observando mis alrededores y mirando la gasolinera cada vez más cerca. Caminaba con lentitud, los golpes que había recibido en mi abdomen aún me dolían, al igual que mi boca la cual se había hinchado ya no mostraba signos de hinchazón ni dolor. Nathan y Jayden me habían golpeado fuertemente aquel día, me defendí como pude pero realmente me habían echo mierda con algunos golpes; lo mío eran las armas.
Dejé la mochila en el suelo en el momento en que llegue a la gasolinera la cual se veía vacía, observe el lugar, esperando poder a volver escuchar al hombre que había visto aquella vez pero tan solo escuché un silbido que me alarmo. Me giro con rapidez, buscando mi arma y apuntando pero tan solo note a lo lejos a Natasha Johnson con un arma caminando hacia mi. Suspire aliviado, llevaba días algo alerta y preocupado por nuestra seguridad. Ella estaba algo lejos, así que con la desesperanza de que el hombre no saldría me acerqué al auto donde había dejado escrita unas palabras, observando con detenimiento que estaba borrado el nombre de Aliana y incluso lo que había escrito. Baje la cabeza, recostándola en la ventana del auto con delicadeza, observando con la sombra unas palabras escritas que no había visto; "perdón". Leí eso una y otra vez, recordando así a Aliana Johnson, recordando su rostro golpeado y lo asustada que estaba aquel día, aún tenía la imagen en cómo su arma me apuntaba.
—Siempre quise saber cómo se iba llamar el bebé que ibas a traer en camino cuando te conocí... —susurré ante sentir la presencia de Natasha cerca de mi, pues sus pasos fueron audibles para mis oídos.
—Si sigues así de sensible voy a preocuparme.—escuche a Natasha cerca de mi, mientras que tan solo suspiraba la frustración que llevaba adentro.
—¿Y si está de parte de Negan?—pregunté en mi misma posición, tan solo miraba mis zapatos mientras mi cabeza estaba recostada en la ventana, tenía muchas dudas.—¿Qué tal si ya no es de nuestro bando?—volví a preguntar.
—Somos una familia, no un bando.—me corrigió esta, sentí su mano en mi espalda acariciándome.—Oye Carl, necesito que seas fuerte y te mantengas estable como siempre has sido, si estás así me voy a debilitar en serio me entristece verte así.—Natasha siempre había estado cercana a mi, nuestra amistad era muy transparente y ambos nos entendíamos.
—Si está con ellos, se va ir enredada en esta pelea y lo sabes Natasha.—le respondí, me despegue de la ventana, observando así a la hermana de Aliana mirarme fijamente.—No puedo dejar de pensar en ella, no puedo.—fui honesto sobre mis pensamientos, Natasha delante mío me miraba lamentada.
—Yo tampoco Carl, pienso en ella y en Nate, pienso en todo lo que Dwight me ha dicho pero si me debilito no voy a conseguir nada. Las cosas van a empeorar y hay que estar preparados, podemos morir hoy o mañana.—me decía ella con un hilo en su voz.—Si ella les dijo que confiarán en ella, hazlo, confía en ella Carl.—me pidió, mientras caminábamos ambos, alejándonos de la gasolinera.—Debemos volver, vamos.—me alentó ella a caminar a su lado.
—Siento que Dwight no se equivocaba respecto a Nathan.—Natasha me miró ante mis palabras, notando como ella bajo la cabeza y siguió caminando.—Natasha yo no creo que tu hermano quiera pelear a nuestro lado en contra de Negan, hay algo más, él no es de los buenos.—ella negó ante mis palabras y suspiro.
—No sabemos lo que puede estar... —ella detuvo sus palabras y ambos paramos en seco ante escuchar una ráfaga de disparos, ambos nos miramos fijamente y no tardamos en empezar a correr a la dirección.—Maggie me copias, escucho disparos, cambio y fuera.—Natasha me pasó la arma que portaba en su espalda, era un Ak-47, no tarde en aceptarse lo ante esta sostener una escopeta.—Oeste, repórtense.—Natasha hablaba temblorosa por el walkie-talkie, cada vez más se escuchaban más cercas las ráfagas de disparos.
—Necesitamos ayuda, los salvadores nos atacan.—por la línea de radio Maggie se escuchó con claridad, aunque ambos nos detuvimos en seco cuando un motor de un auto resonó, observando así una de las camionetas de Alexandria.—Repito, necesitamos refuerzos.—volví a escuchar a Maggie por la línea mientras que con rapidez, Natasha y yo nos subimos a la camioneta, observando a Daryl y Rosita adelante.
—¿Qué está pasando?—pregunto Natasha mientras que esta tomaba el walkie-talkie nuevamente y volví a la línea.—Maggie, vamos en camino, cambio y fuera.—le respondió esta a nuestra amiga mientras nos dirigíamos con cercanía a Hilltop.
—Atacan Hilltop, es un pequeño grupo, eso dijo Jesús por la línea.—le respondió Daryl a Natasha mientras que esta se veía preocupada.—Nathan está ahí, y Aliana también, fue lo último que nos dijo.—Natasha bajo la cabeza ante lo que Daryl había comentado.
No tarde en sentir muchas emociones, deseaba haberme encargado personalmente de que los caminantes a los cuales abalancé a Nathan, lo hubieran comido vivo. Sentía nuevamente como la adrenalina empezaba a recorrer por mis venas, nuevamente sería un toma y dame de disparos, de guerras que no parecían cesar; guerras de las cuales no deseaba ser parte. Me esmere en observar cómo Daryl aceleraba a toda prisa hacia Hilltop, cual nos dirigía al oeste y estaba más cerca de lo que podíamos imaginar. Daryl frenó en seco la camioneta, fue tan repentino que Natasha cayó reventada en el sillón golpeándose con fuerza la nariz. Este no tardó en alertarnos lo que ocurría así que con rapidez y con cuidado decidí bajarme de la camioneta igual que ellos, empecé a disparar al aire mientras no tardaba en correr para esconderme detrás de los autos que estaban presentes en la escena. Los disparos se sentían cerca, incluso veía cómo caían a mi lado cuando cubrí mi cuerpo aún lado de Rosita, quien se cubría junto a mi.
No había visto el ambiente bien, tan solo podía observar como a una distancia de mi se veía a Maggie Greene junto a Jesús en las puertas abiertas de Hilltop disparando a la línea de autos de salvadores que estaban delante de nosotros. Con cuidado y observando bien, intentaba buscar con la mirada a Aliana pero no la encontraba. Alce mi vista, observando cómo el hombre del muro de vigilancia de Hilltop caí, cerré mi ojo ante no querer ver cómo caía reventado al suelo. Ese perímetro estaba vacío, no tarde en maldecir, si papá llegaba a reconocer que me encontraba en este lió; sin duda alguna me arrancaría la cabeza. Lo pensé muchas veces antes de correr hacia Hilltop, pidiéndole así a Rosita que me cubriera, esta negándose ante mi petición se vio obligado cuando conté hasta tres y empecé a correr. Sentía los disparos caer cerca de mi, yo disparaba nuevamente sin apuntar, viendo así de reojo lo que tanto buscaba.
Podía jurar que una de las balas que rozó mi camiseta manga larga de cuadros provenía del arma que Aliana cargaba pues esta, disparaba a mi dirección. Seguí corriendo mientras Rosita me cubría la espalda, no pude sentirme más aliviado cuando entré a Hilltop. Observe cómo Maggie me miró y esta al ver hacia donde iba jalo mi camiseta con brusquedad deteniendo mi paso, esta llevo su mano a mi abdomen para proteger mi cuerpo de los disparos que lanzaban hacia allá, era un terrible caos. Quede algo ofendido cuando Maggie me protegía, era yo quien debía cuidarla a ella. Alce mi arma y dispare aquel hombre cuando este se acercó al área donde estaba Maggie, y ella no lo había visto. No tarde en cambiar de posición, yo era quien debía cuidarla y defenderla, defender al bebé que llevaba en su vientre. No tarde en observar él área, eran cuatro camionetas, cada una a su alrededor tenían seis personas cubriendo, eran en total veinte cuatro personas atacándonos; podíamos con ellos.
—¡Voy a subir, desde arriba puedo disparar mejor!—le dije a Maggie en voz alta ante la ráfaga de tiros que aún resonaba en todo el área, al momento de moverme ella me detuvo.
—¡No!—me negó la petición, aguantándome y nuevamente poniéndome detrás de ella.—¡Debo protegerte!—me dijo pero yo tan solo negué, y con un poco de brusquedad removí su brazo de mi cuerpo y caminé hasta las escaleras cercanas que habían en ese lugar.—¡Carl, cuidado por favor!—me pidió ella, me cubrí por los muros y no tarde en tener una mejor vista.
—¡Son pocos, puedo desde aquí!—le dije a Maggie quien estaba abajo, no tarde en cubrirme ante sentir como me disparaban. Con cuidado observe la primera línea, observando esas dos camionetas y como su alrededor habían tres personas; con rapidez y con la potencia que tenía mi arma al ver cómo estaban visible ante mi campo visual, dispare sintiendo mi cuerpo temblar ante la potencia y viendo cómo los tres cuerpos caían al suelo.—Si, carajo... —susurré cubriéndome
—¡Aliana está ahí, ten mucho cuidado por favor, por favor!—mire desde arriba como Maggie me miraba llena de desespero, no tarde en observar el perímetro y en cómo veía a Aliana abriendo fuego contra nosotros, veía incluso cómo disparaba al área donde estaba Rosita con Enid cubriéndose algo que me lleno de tanta confusión.
—Maldición Aliana... —susurré molesto, llevando mi arma a uno de los camiones observando en el camión de la esquina de la derecha a Nathan Johnson abrir fuego contra Natasha y Daryl, quienes estaban escondidos detrás de un auto disparando. Había un total de dieciséis salvadores y tres de Hilltop muertos.
Lleve mi puntería al primer camión donde había matado a tres de ellos, no tarde en observar la capota del motor abierta. Era una gran ventaja tanto que apunte a la bomba de gasolina varías veces, viendo cómo el auto de un instante a otro explotó. Los salvadores cercanos ahí volaron por la potencia que provocó el fuego, uno se estaba quemando vivo. Esto nos había hecho ganar tiempo, nuevamente observe cómo Nathan abría fuego contra Natasha, él le estaba disparando a ella. Deseaba tener cuidado en no dispararle pero me daba un deseo de darle desde aquí un fino y limpio tiro en la cabeza. Me baje ante recibir una ráfaga de disparos, ya no podía estar aquí. Nuevamente baje por las escaleras, observando a Maggie disparar, ver cómo está había matado a dos hombres en dos mismos lados. Le sonreí halagándola, tanto así que ella sonrió hasta que un disparo cercano llegó a nosotras. Me asome por la puerta, observando a Aliana Johnson disparar hasta acá, viendo cómo un residente de Hilltop caía muerto.
No dudaba en que ella haya matado gente de aquí pero ver cómo nos disparaba me hacía pensar en que ella realmente estaba de parte de ellos pero deseaba en estos momentos no pensar. Lleno de rabia y descargándome por el cansancio que tenían apunte a esa área y le dispare a ella, le dispare pero sin intenciones de matarla; disparaba el suelo viendo cómo ella se cubría y se percató en que yo abrí fuego contra ella. No tarde en removerme al igual que Maggie, cambie de posición con ella y Jesús, saliendo nuevamente de Hilltop para dirigirme al área donde estaban Natasha, cada vez más eran menos y pude observar cómo empezaban a montarse en sus camiones, Aliana aún seguía disparando. Mientras corría, con lentitud pude observarla con claridad, observar cómo abría fuego en contra de nosotros. Tape mi cuerpo con uno de los camionetas que estaban ahí y tan solo observe a Rosita a mi lado con Enid, ambas chicas disparando a los salvadores. Lleve mi puntería a Nathan Johnson, veía cómo este hombre con un brazo herido se atrevía a seguir peleando, era increíble como ninguna bala le había dado aún pero lo que había presenciado había acabado el juego el día de hoy. Observe cómo el cuerpo de Natasha cayó duramente al suelo ante la bala que Nate le había abierto fuego específicamente a ella.
—¡Natasha!—el grito de Daryl Dixon retumbó mis oídos, había sido más audible que los propios disparos que habían cesado. Sin importar que algún disparo me diera me levante del suelo, dejando de cubrirme y observando a Natasha estar sentada en el suelo mientras se veía sangre en su abdomen.—¡No, vamos, vamos!—no tarde en alarmarme pero en ese justo momento pude observar cómo Nathan quien le había disparado a su hermana se adentro en el camión, con la mirada intenté buscar a la chica de ojos verdosos pero ya se había ido.
—¡Natasha, Natasha!—me tire al suelo observando a mi amiga mientras que veía cómo Enid y Rosita seguían disparando a los tres camiones que ya se iban, podía observar a Natasha temblar mientras la sangre salía de su abdomen.
—Estoy bien, estoy bien, estoy bien.—repetía ella mientras sollozaba, sus manos estaban sangrientas podía verla temblar.—Todo está bien, todo está bien... —susurraba ella mientras que Daryl cargó su cuerpo en sus brazos, yo no tarde en llevar mi mirada a la misma camioneta en donde habíamos venido, lleve mi mano hasta la puerta abriéndola.
—¡Debemos llevarla al reino, son los únicos que tienen un doctor!—le grite a Daryl, quien se veía tembloroso ante la situación, este no tardó en recostar el cuerpo de Natasha con delicadeza en los asientos, mientras que este apretaba su herida y ella gemía.
—Oh no, no, Natasha.—Maggie apareció en nuestro campo visual pero yo tan solo ignore todo y me monte justamente aún lado de Daryl mientras que este salió, acomodándose en el asiento de conductor.
—¡Carl, háblale, háblale! ¡Maldita sea!—no había visto a Daryl tan desesperado como hoy, mientras que yo estaba aturdido ante la situación, observe cómo Rosita se montaba en el asiento del pasajero mirando hacia atrás, observando a Natasha mientras que la camioneta aceleraba.
—Natasha, quédate conmigo.—le pedí sosteniendo su herida para aguantar la sangre mientras que veía cómo está se retorcía, veía sus lágrimas salir.—Quédate conmigo por favor, por favor.—le pedía con los ojos llorosos ante verla en ese estado, mucha sangre salía y eso me preocupaba.
—Voy a morir, voy a morir.—escuche la voz entrecortada de Natasha, apreté la herida mientras que sentía mi corazón estrujarse, no podía perderla, no podía perder a mi amiga.—Voy a morir Carl... —me decía mientras veía sus ojos color miel observarme, mientras veía cómo parecía empezar a cerrar sus ojos.
—¡No!—le decía, mientras que lleve mis manos a su rostro, mis manos sangrientas mancharon sus mejillas y movía su cabeza para que despertara.—No cierres los ojos, háblame, dime algo lo que sea te voy escuchar lo prometo, no voy a pedirte que te calles.—lleve nuevamente mis manos a su herida.
—Nate me disparo... me disparo... —susurraba ella, no podía parar de pensar en esa imagen alce mi vista observando a Rosita mirarnos con lágrimas en los ojos, Rosita parecía tener esas ansias de llorar al igual que yo.
—Vamos a llegar, lo vas a lograr.—le hablo Rosita con una voz entrecortada pero la herida que Natasha tenía se veía mal, era un gran hueco y mucha sangre salía de ahí como una fuente, veía incluso cómo ella perdía el color.
—Quédate con nosotros, por favor.—le pedía, mientras seguía presionando su herida y veía cómo Daryl tan solo se enfocaba en la carretera, él era fuerte, no miraba hacia atrás no miraba.—Por favor, por favor.—las primeras lágrimas cayeron en mis manos sangrientas, dejándolas las humedecidas.—¡Natasha!—le grite para que se mantuviera despierta, para que no cerrara sus ojos.
—Noah... mi hijo se iba llamar Noah... —mis lágrimas se escurrieron por mis mejillas ante la respuesta que espere y que ella no me había dado, fue la curiosidad más grande que tuve y ella por fin en este estado había estado consiente de respondérmela.—Fuera niña o niño se iba llamar Noah... —volvió a susurrar mientras veía cómo de sus ojos salían lágrimas y ella permanecía con los ojos abiertos.
Me mantuve ahí cerca de ella apretando su herida, llenando mi ropa con su sangre pensando en ese justo momento que pude ver cómo Nathan tan solo le apuntaba y le disparó sin que sus manos temblaran. Ni vi ni un rastro de piedad en su rostro, ni un rastro de tristeza. Apretaba continuamente la herida de Natasha mientras tan solo mi mente me jugaba sucio, la imagen de Aliana abriendo fuego contra nosotros no dejaba de perturbarme en tampoco ver en su rostro un rastro de resignación, absolutamente veía vacío en ella al igual que en Nathan. Me sentía desesperado cada vez que Natasha cerraba los ojos, no podía perder a mi amiga, no podía perderla de esta forma, y esto era lo que nos costaba seguir peleando contra Negan, esto era lo que me hacía resignarme a seguir peleando; perder gente. Estaba llorando después de mucho tiempo, estaba descargando todo lo que había sentido este tiempo, la sensibilidad por fin había actuado y me encontraba llorando y sacando de mi alma todo eso que me afectaba en las noches antes de dormir.
Ver cómo Natasha perdía el color de su cuerpo y su respiración disminuía me dolía, me dolía igual que todas esas cosas que me agobiaban. En sentirme completamente enamorado de una niña que quizás no volviera a tener, eran los primeros sentimientos de amor que sentía por alguien y sentía que la vida tan solo quería ser igual de injusta. Deseaba borrarme a Aliana por un momento de mi cabeza pero su sonrisa contagiosa y esos labios carnosos aparecían ahí, con ansias de abrazarla en estos momentos en que su hermana perdía la vida, se le iba la vida. Llore y solloce justamente cuando Natasha Johnson cerró los ojos y parecía no poder abrirlos. En el desespero de ver los grandes portones del Reino delante de nosotros no tarde en bajarme con mi cuerpo lleno de sangre y observar cómo Daryl Dixon entre lágrimas y gritos pedía que nos socorrieran.
• • •
De aquí en adelante los próximos capítulos no están editados, lo que implica que no concuerdan con la trama de Esperanza. Favor de mantenerse en este capítulo hasta que los próximos capítulos sean actualizados.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro